jueves, 30 de julio de 2009

Cáp.49: ¿ Se Casan ?

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Sentí un inmenso calor que recorría todas las partes de mi cuerpo, una gran emoción. Compartir el mejor día de mi vida con mi hermana, era más que una emoción, más que un sentimiento, era un sueño.
Las miradas de los cuatro cruzaron, Bill y Georg sonreían mientras Zel y yo, mirábamos, analizábamos. No teníamos expresión en el rostro; tanta emoción junta es imposible de expresar. Mis labios empezaron a desunirse, de inmediato, inconcientemente, esa sonrisa ya se dibujaba en mi. Invadí a todos. Pronto ya todos celebrábamos; un recuerdo más para mi colección. Debido al ruido, llegaron Tom, May, Gus y Andy. La pregunta `` Se casan ¿? ´´ era la frase celebre del momento. Mi mano fue arrebatada varias veces para admirar el anillo…

- Porque `` Love ´´ y porque `` Passion ´´ ¿? – preguntó Tom admirando nuestros anillos.

- Simple – dijo Bill dándole una palmadita a Geo - Love, Passion, Rock, Laugh; es lo que conforma a la vida – Bill extendió su mano; en uno de sus delgados dedos un anillo igual al nuestro pero con la palabra `` Laugh ´´ se lucía.

- Exacto; Amor, Passion, Rock y Risa – ahora Georg fue quien extendió la mano. En su anillo se leía la palabra `` Rock ´´.

- Ingenioso – dijo Gustav abrazando a Mayiss. El silencio volvió a expandirse. No dejábamos de vernos, Geo y yo. Era como un imán a mi mente. Por más que quisiera no podía quitar mi mirada de sus ojos, y notaba que el tampoco podía hacerlo de los míos. Bill y Zel comparaban el tamaño de sus manos, y reían por la diferencia.

- Y… cuando es la boda ¿? – Angie interrumpió.

- En un mes exactamente – Geo asintió con la cabeza.

- Un mes ¡! ¿? – di un pequeño brinquito. Un mes, era imposible organizar una boda en un mes. Zel se quedó rígida. Mayiss abrió los ojos como plato y mi Sis río pensando que la respuesta era una broma.

- Jaja que gracioso – Angie expresó sarcásticamente – Vamos, es en cerio, cuando es la boda ¿? –

- No es una broma, es en un mes – Bill sonrío emocionado. Ninguno de los chicos de la habitación se inmutó. Era definitivo, no era una broma.

- UN MES ¡! ¿? – volví a preguntar ahora un poco exaltada – Como vamos a organizar una boda DOBLE en un mes ¿? ¡! –

- Tu no te preocupes por eso ¡! Lo averigüé Koko; Georg y Bill han pasado tanto tiempo con Samantha porque ella les ayudó a organizarla; principalmente en la decoración – Andy me guiñó un ojo. Ahora todo tenía sentido. Los planes futuros, eran la boda. Los folletos que ese día Sam, Geo y Bill me ocultaron, eran para la boda. La euforia de la familia Kaulitz y Listing, era por la boda y Georg y Bill habían ido a la joyería por los anillos, los anillos de la boda.
Me limité a sonreír y muerta de cansancio, arrastré los pies hacia mi cuarto junto con Geo.

- A veces, pienso que nada es realidad, que solo es un sueño, un sueño perfecto del que nunca despierto – dije metiéndome entre las sábanas y el edredón.

- Si esto fuera un sueño, nunca dejaría que te despertarás; nunca te dejaría ir – Geo pasó un brazo por mis hombros, los dos mirábamos el techo, acostados en la mullida cama.

- Gracias – fue lo que pude decir. Tenía miles de palabras, miles de sentimientos por expresarle, sin embargo decidí guardar silencio y comunicárselo con miradas.

- Paris es una linda ciudad, no ¿? – Geo cambió el tema drásticamente, se estiró y de uno de los cajones de su buró tomó una estatuilla en forma de la Torre Eiffel.

- Es una hermosa ciudad; siempre e tenido el deseo de conocerla… porque lo dices amor ¿? – le dije arrebatando con suavidad la estatuilla de sus manos, empecé a jugar con ella.

- La boda será en Paris – me sonrío a la vez que acercaba sus labios a mi frente, un tierno beso. Quedé atónita una vez más; no sabía que era posible recibir tanta emoción en un solo día.
Paris, Francia; una perfecta boda. Sólo en un mes, solo en un mes me convertiría en una mujer, en una señora; quien diría que uno de los chicos que siempre e adorado, uno de mis ídolos que un día me atropelló, acabaría siendo mi esposo ¿? Era algo un cuanto irónico, tal vez un cuento de hadas irónico, pero aún más que hermoso, aún más que perfecto. Unimos nuestras manos, el tintineo de nuestros anillos al rozar nos hizo reír juntos. Mis parpados cerraron lentamente al igual que los suyos; quedamos dormidos con nuestras manos entrelazadas, con nuestros anillos juntos, con la historia que en un mes se haría infinita.

……………………

- QUE ¿? TE CASAS ¿? COMO QUE TE CASAS ¿? ¡! – la emoción de Catalina por el teléfono lastimó mi tímpano. Al día siguiente había decidido llamarles a mis tíos, al fin y al cabo eran como mis padres; necesitaban saber la noticia.

- Si, si Caty ¡! ME CASO ¡! – caí en cuenta una vez más que pronto tendría un esposo. El silencio en la llamada invadió unos cuantos segundos, y después gritamos emocionadas a unísono.

- TE CASAS ¡! KONI ¡! MI PEQUEÑA KONI ¡! Te vas a casar ¡! – río unos momentos y luego escuché como el llanto la apoderaba.

- Oh vamos Caty ¡! No llores ¡! No… am… nnno lo ha… no lo hagas – tartamudeé y sequé con mis dedos las lágrimas que cayeron sobre el teléfono.

- Entonces no llores tu tampoco ¡! – Catalina río entre lágrimas al escucharme sollozar – Oh vamos ¡! Te pasaré a John –

- Oh dios ¡! Te casas; serás una mujer – escuché la grave voz de John a través de la bocina – Bueno, siempre has sido una mujer, a lo que me refiero, es que, ya no serás una niña, comprendes ¿? – John entró en un estado un cuanto nervioso.

- Ja tranquilo tío ¡! Comprendo ¡! He hablado con Georg, me ha dicho que las invitaciones les llegan en unos cuantos días; también con los boletos de avión rumbo a Paris – la felicidad se lograba escuchar hasta en mi voz. Platiqué un rato más con mis tíos y luego terminé con la llamada. Era increíble que tomaran todo tan bien; Caty reaccionó igual que Marie y Simone en aquella comida, que habría de esperar ¿? Sus hijos se casarían.

- Ven Koni ¡! Faltan miles de detalles que platicar, por ejemplo el vestido, invitaciones, comida, peinado, maquillaje… - Tom me jaló del sillón y me llevó a la sala de juegos mientras me decía la lista de detalles, la cual hizo preocuparme un cuanto. Aún faltaban varias cosas que planear.

- Y como están mis suegros ¿? – Georg me dijo cuando llegué al cuarto, refiriéndose a la llamada.
- Más que emocionados – sonreí y me senté junto a Zel, quien no quitaba ni un segundo la sonrisa de su cara. Ella también ya había llamado a su familia en México, la cual había reaccionado igual que John y Catalina.
Miré alrededor, todos estaban ahí, incluso Andreas y Samy quien se acercaban para saludarme. Una partida de videojuegos ya se establecía. Las palomitas, los refrescos y las cervezas no podían faltar. En la mesa estábamos Bill, Geo, Zel, Samy y yo; pronto Sam sacó de su bolso folletos, papeles, muestrarios de telas y colores.

- Bien, primero la lista de invitados ¡! Solo faltan ustedes chicas, a quien quieren invitar ¿? – Sam empezó a escribir con rapidez ya que Zel y yo la bombardeábamos con nombres. Teníamos bastante familia y amigos también, nos gustaba ser sociables y por obviedad nadie podía faltar, de vez en cuanto Angie daba nombres también sin perder la mirada en el juego; competía con Tom, y por lo visto estaban pasando un buen rato.

- Ya ¿? – Dijo Bill sorprendido cuando Zel nombraba a los futuros invitados – Ja creo que han invitado más gente que nosotros – reímos juntos y seguimos con el planeamiento.

- Perfecto. Ahora la comida – Sam exhaló un poco agotada cuando la lista de invitados terminó. Soltó la pluma y desentumió su mano, luego la volvió a tomar para empezar a escribir las propuestas.

- Comida ¡! – Tom se paró en un segundo del piso y botó el control de la consola – Lasaña ¡! Lasaña ¡! Lasaña ¡! – insistió.

- Ja Tommy ¡! Mejor que sea pollo a la `` Isabela ´´ - nombré la receta que me encantaba.

- Pollo a la `` Isabela ´´ ¿? No ¡! Yo quiero Lasaña ¡! – berreó, volviendo al piso y siguiendo con el videojuego.

- Va a ser pollo a la `` Isabela ´´ - le dije a Sam una vez que todos en la mesa aprobamos la propuesta.

- QUE ¿? ¡! No ¡! Oye va a ser la boda de mi gemelo y vas a dar pollo a la `` Isabela ´´ ¿? – Tom hizo un gesto de asco y después de varios reclamos por la Lasaña a los cuales Bill se sumó, accedí. El platillo sería lasaña.

- Bien, ahora les quiero mostrar las invitaciones – Sam sonrío orgullosa de su trabajo. Georg y Bill se encontraban fascinados por las texturas del muestrario de telas, a lo que Zel y yo observamos divertidas. Sam tomó su bolso una vez más, de el sacó una especie de cartera negra de una tela satinada con un listón en blanco y un broche en medio el cual tenía pequeños destellitos; al igual sacó dos botellas de vino blanco, una botella tenía grabados los nombres de Zel y Bill, y la otra los de Geo y los míos. Todos nos encantamos por el detalle.

- Las botellas de vino se dan junto a las invitaciones – entonces abrió la especie de cartera, adentro de esta estaba el papel encerado con los datos de la boda. Eran invitaciones perfectas. Originales, elegantes pero conservaban ese toque rocker.

- Son divinas ¡! – dijo Mayiss quien se nos unió. Tomó una de las invitaciones y la admiró bastante tiempo.
Nos quedamos un rato más planeando más detalles; los colores de la boda estaban decididos, serían el negro y el blanco. Momentos después Sam tuvo que marcharse por cuestiones de trabajo no sin antes mencionarnos que el fotógrafo de la boda sería Richie.

- Oye, Koni, invitaste muchas amigas a la boda ¿? – preguntó Andy dándole un trago a su cerveza.

- Si bastantes – dije mientras me perdía en uno de los folletos.

- Perfecto ¡! Las mexicanas son sexys – dijo Andy chocando la mano con Tom; quien hacia señas de las manos para describir a las chicas mexicanas.

- Tontos ¡! – dijo Bill haciéndoles una seña obscena con la mano. Le di vuelta al asunto y seguí admirando el folleto. Era el folleto del lugar en donde se realizaría la boda, en `` Clair de Lune ´´, un lugar con bastantes jardines, hermoso en verdad. Con una gran vista a la Torre Eiffel; era el lugar perfecto… para la boda perfecta.

- Pero falta un detalle muy importante; que hay con los vestidos y los trajes ¿? – preguntó Zelt, interrumpiendo la entretenida pelea que se iniciaba entre los gemelos.

- Oh; ahí viene lo divertido – dijo Bill derramando un cuanto de cerveza en la gorra de Tom, a lo que el se sacudió no sin cobrar venganza. De ahí surgió la pelea de cervezas que nos salpicó a nosotras también.

- Hey ¡! – Interrumpió Zeltzin – Los vestidos y los trajes ¡! Es importante ¡! – se quitó las gotas de cerveza que le habían llegado encima.

- Ah; hemos decidido hacer ese asunto más divertido – Geo sonrío a Bill – Yo compraré el vestido de Koni, y Koni comprará mi traje –

- Así como yo compraré el vestido de Zel, y Zel comprará mi traje – terminó Bill, con un beso pícaro hacia su novia.

- Será bastante emocionante – Zel y yo sonreímos. La tarde nos consumió a todos, entre juegos, peleas, risas, besos, y emociones. Esperando el futuro, esperando un mes, para que todo fuera eterno. Un destino, Alemania. Una boda, una boda doble en realidad. Todo surgía ameno, todo surgía perfecto. Las ansias se empezaban a sentir. Ya todos éramos una familia, una familia esperando el futuro. Viviendo cada segundo al máximo.
Horas después llegaron Simone, Gordon y Marie para seguir festejando. Su apoyo y cariño ya estaba presente. Tom sacó su guitarra y los finos acordes nos acurrucaron a la vez que Bill lo acompañaba con algunos coros. Georg y Gustav se les unieron después con sus instrumentos.
Ahí reunidos todos, la familia Kaulitz, Listing y Schäfer disfrutando del momento, platicando sobre la boda, mientras los chicos ambientaban con notas suaves y nítidas las cuales hicieron que mis pies se movieran al ritmo, con los pocos pasos de ballet que de niña había aprendido. Mis manos se movían al ritmo de la guitarra como dos ligeras hojas, mis pies giraban y movían mi cuerpo de una manera única. Un momento especial, momento familiar. Un recuerdo más para mi eterna colección…

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miércoles, 29 de julio de 2009

Cáp.48: Una Propuesta

- Ahora vamos a hacer un festín de calorías, muero de hambre ¡! – dijo Sam a la vez que el `` photoshot ´´ había terminado. Nos aproximamos a la recepción en donde la señorita me entregó un álbum con las fotos recién tomadas e impresas. Noté que a sus espaldas había una especie de pizarrón que contenían diferentes precios de las sesiones de fotos; un cuanto apenada busque mi cartera entre mi bolso…

- Hey ¡! Déjalo ¡! Cortesía de la casa – Samy me guiñó un ojo a la vez que me arrebataba la cartera de mi mano y la volvía a meter entre uno de los cierres de mi bolsa.
Mi relación con Samantha había mejorado bastante, esa barrera se empezaba a romper, la barrera que había surgido debido a todos los posibles malentendidos con Georg y con Bill. Las sospechas no habían disminuido, seguían tan presentes como siempre, de hecho empezaban a aumentar; pero no podía asegurar nada hasta probarlo; decidí dejar todo eso a un lado, seguir con la agradable amistad que en un principio había surgido con Samy.
Subimos a mi auto; la frescura de este noqueó de nuevo mi cara al igual que la de Sam. Una vez adentro tomé el volante firmemente y empujé con suavidad el acelerador mientras Sam abrochaba su cinturón y daba una discreta mirada de aprobación.

………………………

- He vuelto ¡! – grité abiertamente mientras cerraba la puerta de la casa. La cena con Sam había transcurrido bastante rápida, entre temas de chicas, comida y música el ambiente fue bueno.

- Miren nada mas ¡! Si ya a llegado mi sobrinita, la super `` Top Model ´´ - dijo Tom ayudándome con las bolsas de comida que les había llevado.

- Ja ¡! Traje spaghetti a la boloñesa para ti – sonreí y le entregué una de las bolsas, con una sonrisa la abrió, aspiró un poco el olor a carne y salsa de tomate. Pronto saludé a Mayiss, Gustav, Zel y Angie que llegaron con el aroma de la comida.

- … Y bueno, como te fue sis ¿? – dijo Angie mientras husmeaba una de las bolsas.
- Perfecto; a sido bastante lindo y raro a la vez jaja, las luces te acaloran, el vestido me hizo tropezar un par de veces, el fotógrafo era gay, los maquillistas te llenan de polvos la cara, en peinado jalaron bastantes veces mi cabello, y lo más difícil fue mostrar mi cuerpo en un bikini – cause una pequeña ola de risas que pararon cuando dije la palabra ``bikini ´´.

- Bikini ¿? ¡! Fotos en bikini ¿? – Zel dio la misma reacción que la mía cuando Richie me pasó el traje de baño.

- Muéstranos las fotos, muéstranoslas Koko – May me dijo bastante animada. Las ansias se notaron en todos.

- Am… este… mejor coman lo que les traje, les aseguro que esta delicioso – empujé con el pie el álbum detrás de una de las bolsas. Estaba un cuanto nerviosa por enseñarles las fotos; para fortuna de los demás Gus se dio cuenta del movimiento…

- Ja ¡! Lo tengo – en broma Gustav me sonrío maliciosamente cuando levantaba el álbum. Sus dedos empezaron a cambiar las páginas mientras todos se amontonaban a su alrededor. Varias sonrisas y expresiones empezaron a surgir.

- Declarado ¡! Mi sobrinita ya es toda una mujer ¡! – imaginé que Tom se encontraba viendo la foto del bikini al igual que los demás, sus caras se tornaron un cuanto sorprendidas; después de unos segundos de silencio admirando dicha foto llovieron las felicitaciones, piropos, halagos, sonrisas, orgullos y hasta una que otra broma.

- Vaya ¡! Por fin el Chuky de Georg se dará cuenta que tiene a una escultura de mujer como novia cuando vea esta foto ¡! – bromeó Zel, estirando su mano para devolverme el álbum.

- Jajaja calla ¡! Por cierto, no han llegado ¿? Geo y Bill no han llegado ¿? – pregunté al no notar su presencia en la casa.

- No, ellos no han llegado, tardarán un rato más – Tom habló en un tono sospechoso el cual me causó una terrible tentación para empezar un pequeño interrogatorio, me resistí debido al cansancio y dando pasos pesados subí a mi habitación, dejando atrás las risas, burlas y el aroma a pizza, pasta y hamburguesas de las bolsas.

Al llegar a la habitación mi primer destino fue la cama, me tumbé de inmediato, y a pesar del cansancio la suavidad de la misma me invitó a saltar en ella, sin pensarlo dos veces me convertí en una niña pequeña de nuevo, saltando una y otra vez, divirtiéndome como hace tiempo no lo hacía. En uno de esos saltos, de los bastantes pares que había dado, me senté de rodillas abriendo el álbum. Las fotos me impactaban en el buen sentido de la palabra; era yo, con esa actitud y seguridad que siempre guardaba dentro de mi, todo impreso en unos cuantos pedazos de papel.
Saqué del delicado y transparente papel del álbum la foto, la foto principal del photoshot; el traje de baño rosa se ajustaba a la perfección a mi cuerpo, mi pose era relajada y natural, mi cabello de tonos rubios y castaños caía en mis hombros y espalda, una sonrisa y una mirada al horizonte daban el toque perfecto y final a la fotografía. Admiré la imagen unas veces más y después la puse encima de la almohada de Georg, dejé también una nota que la acompañaba…

Te amo. Se que esas solo son palabras, pero en verdad lo hago.
Koko.

Dejé caer mi cabeza sobre la otra almohada, observé el detalle que había creado un rato cuando empecé a adormilar, luché un poco con mis párpados para tratar de dejarlos abiertos, pero fue inútil, en dos segundos el sueño ya me consumía.

- Pequeño gran detalle – Georg tenía la foto en las manos. La luz del día ya entraba entre las cortinas como todas las mañanas, haciéndome despertar. Pero ese día la luz era especial; era como si la luz marcara que el día era importante.

- Vacilé un poco para ponerme esa cosa amor – dije con voz modorra a la vez que señalaba, con poca fuerza, el bikini de la fotografía.

- No tendrías por que haberlo echo, luces hermosa, como siempre – Geo dedicó una linda sonrisa y con las yemas de sus dedos acarició mi desordenado cabello que estaba sobre la almohada. Georg tomó de su buró la nota que había dejado y por coincidencia juntos empezamos a leerla…

- Te amo. Se que esas solo son palabras, pero en verdad lo hago – nos reímos debido a la frase leída a unísono. Mire sus ojos, me encantaba hacerlo, y poco a poco entré a lo que sus pupilas decían, se notaba nervioso, pero emocionado al mismo tiempo. Con ansias, esperando algo; la misma mirada que desde hace algunos días cargaba consigo. El silencio volvió a transcurrir. La luz entre las cortinas aumentó, me deslumbró.

- Bien, nena es mejor que bajes a hacer el desayuno, sinceramente nadie quiere que a Bill se le vuelva a cruzar por mente la idea de cocinar – soltó una corta risa, apenas un sonido. Una de sus manos se encontraba tapando los rayos de sol que por lo visto a el también le deslumbraban, mientras que con la otra sus fuertes dedos se entrelazaban con los míos, que a diferencia eran delgados y largos.

- Esta bien; hoy haré mi especialidad, pan francés – sonreí apenas mostrando un poco los dientes. Geo se paró con un gracioso brinquito y me extendió la mano. Tomé un suéter largo de casimir en tonos beige y me puse unas pantuflas a juego. Cuando me di cuenta ya estábamos cruzando la cocina, minutos después ya todos nos reuníamos ahí.

- Cuantas piezas de pan francés quieres galán ¿? – me dirigí a Tommy que ya había adoptado el apodo de ``Galán ´´.

- Cinco – se quedó callado un segundo – No, no, mejor que sean seis – corrigió.

- Ay… tragón – me dijo mi Sis a secreto, lo cual nos causó risas al igual que a Zel quien alcanzó a escuchar – Yo te ayudo Koko, esta vez `` hace hambre ´´ - completó Angie levantando las cejas hacia Tom.

- Hey ¡! Hay que aprovechar la oportunidad ¡! Es pan francés de mi sobrinita y no huevo crudo de mi hermano – río causando que Georg y Gustav casi escupieran el trago de leche que acababan de dar. Bill lanzó una mirada de pocos amigos, pero después hasta el mismo aguantó la risa.
Con la ayuda de mis hermanas en menos de media hora ya teníamos más de una docena de panes preparados. Los chicos comieron como verdaderos locos, mientras Angie y Mayi jugaban con el ipod de Gustav.

- Llamó Alan – me dijo Zel mientras daba una mordida a su pan.

- Oh ese chico; como insiste – no pude evitar torcer los ojos.

- No lo culpo; está aferrado a un sueño que una vez vio muy cercano, pero me temo que tendrá que renunciar al mismo. Debe ser duro para él – dio otro bocado, lo masticó y lo tragó – Me dio un recado para ti; dijo que no importara lo que pasará, no importa si él no está contigo, que el únicamente lo que quiere verte feliz – Zel quebró levemente la voz. En cierta parte me dolía que Alan supiera que su sueño estaba muy lejano, tanto que llegaba a ser imposible; pero me daba felicidad que me permitiera seguir mi camino, mi vida, mi destino

- Hola ¡! Hola ¡! Ya llegó por quien lloraban ¡! – gritó Andreas azotando la puerta de la cocina y con una gran sonrisa.

- Cálmate ¡! – Tom levantó el cuello que se unía con el gorro de su sudadera – Aquí por el único que lloran es por mi, si ¿? – Se acercó a su amigo y se dieron un abrazo `` masculino ´´. Los saludos hacia la visita se sumaron. Andy se apresuro y de una bolsa plastificada empezó a sacar varios videojuegos, mi Sis en un momento dejó el ipod y caminó hacia los juegos que eran su adicción. Junto con Tom, Andy y Gus señaló algunos cuantos.

- Bien, jugaremos por equipos – dijo Gustav ojeando la contraportada de uno de los discos.

- Ok, tu con Andreas y yo con Angie – Tommy dirigió lentamente sus manos a la cintura de mi Sis mientras le guiñaba un ojo. Ella se tensó como una roca. Tom quitó las manos cuando entendió el silencio que se había producido por esa reacción.

- Listo para perder Tom Kaulitz ¿? - dijo Andreas mientras salía de la cocina con la bolsa, directo al cuarto de juegos acompañado por Gus, Mayi y Angie.

- Ja ni lo creas – Tom soltó una sonrisa y salió de la cocina no sin antes acercarse a Bill y decirle `` Hermanito, suerte ´´ mientras le daba una palmadita en el hombro, luego su mirada se detuvo en Georg con las palabras: `` Oh vamos ¡! Suerte a ti también Chuky ´´. Zel y yo intercambiamos ideas; no sabíamos para qué eran los deseos de suerte, sin embargo decidimos no darle importancia.

- Acompáñenos a cenar esta noche – dijo Bill en seco rompiendo el silencio que se había generado.

- Hemos reservado lugares ya, un restaurante lindo aquí cerca, vamos será… - Georg no completó la frase.

- Será que ¿? – pregunté con tono curioso.

- Será romántico – respondió un cuanto apenado por la cursi palabra `` romántico ´´.

- Entonces aceptan ¿? – Bill mordió sus labios esperando con nervios una respuesta afirmativa.

- Saben que si ¡! Vamos, saben que nos encanta ir a cenar, y más con ustedes – Zel esparció una sonrisa que hizo que Geo y Bill suspiraran aliviados.

……………………

- Sean sinceros, como nos vemos ¿? – pregunté entrando junto con Zel a la habitación de juegos donde seguía la partida que se había iniciado desde la mañana. La cena ya se aproximaba y nosotras habíamos tardado más de dos horas en arreglarnos. Portaba un vestido un cuanto holgado blanco que hacía juego con mis botines de tacón, un botón grande de color negro en uno de los tirantes medianos remataba al vestido; Zel llevaba el mismo conjunto pero el de ella era en los colores contrarios, vestido negro con el botón en blanco.

- Idénticamente hermosas – May se levantó de su asiento a inspeccionar de cerca nuestro look.

- Vaya suerte que tienen Bill y Georg – dijo Andy poniendo el juego en pausa y posando sus manos sobre su nuca.

- Ay cuñada ¡! Ay sobrina ¡! – Dijo Tom negando con su cabeza – a veces se pueden ver casi tan sexys como yo jaja, pero recuerden que yo las supero eh ¿? –

- Mejor vamonos – dijo Georg entrando a la habitación con Bill – Si no lo hacemos estos niños se las van a acabar comiendo ja – Nos despedimos fugazmente. Bill entraba en su auto junto a Zel; mientras Georg me abría una de las puertas del auto de Tom…

- Esta noche el galán se hizo el digno de prestármelo – Georg me guiñó el ojo mientras cerraba mi puerta cuando ya me encontraba dentro del Audi de Tom. Cuando el ya se encontraba ahí, en el auto, pisó el acelerador con firmeza y empezamos a seguir al coche de Bill. Georg lucía hermoso, perfecto, sus ojos verdes se iluminaban por la luz del tablero del mismo auto. Pocas eran las veces que le veía conducir, y esas eran inolvidables. Lucía con más fuerza y autoridad en el volante, pero su mirada se conservaba con aquella dulzura de siempre. Una dulzura indescriptible. La noche negra intensa aún dejaba ver las últimas nubes grises y con toques rosas. Era una noche cálida con alguno que otro viento helado, permitiendo la frescura de la misma.

- Aquí es nena – Georg desabrochó su cinturón, abrió la puerta y rodeo el frente del auto para luego abrirme la mía. Caí en cuenta que había pasado todo el camino admirando cada detalle de su rostro, cada detalle de su mirada.
Zel y Bill se nos unieron en la entrada del restaurante; confirmamos las reservaciones y cruzamos el pasillo que se transformó en un amplio salón; colores rojos y dorados lo decoraban; únicamente alumbrado por luz de velas repartidas en cada una de las mesas, un gran piano de cola se situaba al centro, sus suaves notas daban un ambiente romántico y hasta un cuanto nostálgico. Nos tocó en una de las mesas junto al gran ventanal que daba vista al jardín el cual consistía en césped y un río artificial en donde flotaban varias velas.

- Sin palabras, simplemente hermoso – le susurré a Georg en el oído, mi aliento tibio lo hizo titiritar un poco.
Mi mirada se perdió en el fuego de la vela de la mesa. Más que recuerdos y pensamientos cruzaron por mi mente; ahora estar allí ya era un hermoso recuerdo que se sumaba a mi colección.
Ordenamos y la camarera llegó fugazmente a entregar nuestros platillos.

- Buen provecho; que tengan buena noche – la camarera nos miró de un modo tierno, como admirando las parejas. Bill le cantaba suavemente a Zel, y Georg permitía que mi cabeza se recargara en su hombro, encima de su chamarra de piel. La plática fluyó amena entre los cuatro. Entretenida y linda.
De nuevo entraba en recuerdos debido a las nostálgicas notas del piano, desde la desordenada y alocada forma de conocer a los chicos hasta ahora; estar cenando acompañada de mi hermana; junto con dos de mis ídolos… uno un gran amigo, y el otro… aquel que me robaba la razón.

- Caminamos ¿? – Georg se paró de la silla y me extendió su mano de una forma muy caballerosa; yo encantada accedí.
Nos encontrábamos caminando en el jardín, siguiendo la forma de la orilla del pequeño río; cambiando las palabras por miradas, cambiando el `` Te amo ´´ por un beso. Su calor se transmitía a mi cuerpo por su mano que se encontraba tomada de la mía; un árbol perfectamente iluminado en sus ramas hizo que nos detuviéramos.
Una fría ráfaga de viento heló mis huesos; castañé los dientes a lo cual Geo se quitó su chaqueta y la posó con suma delicadeza sobre mis hombros. El olor de la misma se apoderó de mí, haciéndome entrar en una especie de ensueño…

- A veces una simple chaqueta puede quitar el frío… pero una chaqueta nunca quitará el amor – el cuerpo de Georg bajó lentamente llegando a estar de rodillas; sus ojos se filtraron en los míos, una fina conexión intervino.

- Koni; estas de acuerdo que cuando surge el verdadero amor nada lo puede quitar ¿? – Georg sacó del bolsillo de su pantalón una pequeña y brillosa cajita.

- Estoy de acuerdo – dije sonriendo de una forma dulce.

- Koni, te casarías conmigo ¿? – no caí en cuenta de las palabras hasta que Georg abrió la cajita; un reluciente anilló con la palabra ``Love ´´ contenía pequeños diamantes en cada una de las letras. Un shock momentáneo me invadió de pies a cabeza; mis ojos se llenaron de brillo, posiblemente de lágrimas también. El momento que toda mujer desea, enfrente de mí. Mis ojos lo miraron fijamente, esa felicidad en los ojos de ambos. Me tumbé junto a él, acerqué mis labios con suavidad a los suyos, una perfecta danza con los labios surgió; la dulzura de su mirada, la dulzura de su ser ahora en mis labios; ahora conmigo… y para siempre.

- Sí Georg; me casaré contigo – Acabé la frase sintiendo de nuevo los labios de Geo conmigo. Una felicidad; un sueño; que ahora era infinito. Una esperanza, un ensueño, un deseo, una realidad. Ahora todo entrelazado, por siempre.
Nos dejamos consumir por la noche debajo de aquel árbol, recostados los dos en césped húmedo, intercambiando pensamientos sobre el futuro que nos esperaba. Por fin la curiosidad había terminado; y había terminado de la forma más hermosa que puede existir.

- Lo que siento por ti, es más que palabras – me dijo Georg cuando caminábamos hacia el auto. En el camino hacia la casa no intercambiamos palabras, otra vez las remplazamos por miradas, me perdí de nuevo en el color de sus ojos, ahora apreciando también el anillo en mi dedo. Más que un fino anillo… una felicidad, una unión.
Las luces de la casa me sacaron de la apreciación; nos quedamos en el garaje, en el auto de Tom bastante rato, el tiempo era agua junto con Geo. Las preocupaciones desvanecían. Sus ojos ahora eran felicidad al igual que los míos. La noche parecía infinita, infinitamente perfecta.
Después de un buen rato bajamos del auto; en la entrada de la casa me detuvo con un beso paralizador; otra sesión de miradas se presentó, y luego… subí por las escaleras, corrí en realidad. Abrí la puerta del cuarto de Angie, Zel ya se encontraba ahí. Una sonrisa también invadía su rostro, como si ya supiera lo que sucedía.

- La mejor cena de mi vida – dijimos Zel y yo a unísono, estirando la mano al mismo tiempo. Un anillo casi idéntico al mío pero con la palabra `` Passion ´´ se encontraba en su dedo. Ella admiró el mío como yo el suyo. Nos quedamos sin expresión; atónitas.

- Boda doble – dijeron a unísono también Georg y Bill quienes se recargaron en el marco de la puerta abierta…


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domingo, 26 de julio de 2009

Cáp.47: Posa, Sonríe... ¡Listo!

- Las 8:00 am – me dije a mi misma al ver el reloj que estaba en mi mesa de noche. La noche había transcurrido bastante rápido con un conjunto de diversas emociones. Georg estaba a mi lado, durmiendo por obviedad; seguramente era la única despierta en la casa.
Bajé de puntitas las escaleras y me aproximé a la cocina; serví un vaso de agua, le di unos cuantos tragos hasta que la temperatura fría de esta raspó un poco mi garganta. El silencio me comió; la casa lucía diferente sin todo el ruido, risas, besos, abrazos, peleas, era como otro hogar, no la casa de siempre. Desde la barra de la cocina vi uno de los sillones de la sala principal y no dudé ni un segundo ir a recostarme en uno de ellos. Estando ahí admiré el jardín que se alumbraba con los tenues tonos rosas y naranjas del amanecer, un conjunto armonioso de colores que provocaban ideas en mi mente. Era increíble que en tan solo un año, cuatro meses y diez días mi vida hubiera dado un giro por completo; me encontraba con Tokio Hotel, los artistas del momento; pero yo no lo contemplaba de esa forma, eran chicos; con un gran talento, seguían siendo chicos. Ahora eran chicos que formaban parte de mi vida, una nueva familia, un nuevo hogar. Nuestra vida, la de Zel, Angie, Mayiss y la mía había cambiado. Tal vez habíamos dejado un sueño pendiente, otro destino en México, pero lo habíamos abandonado para seguir con el sueño que ahora nos invadía de sentimientos y recuerdos, el sueño que ahora vivíamos, el cuento de hadas, Alemania.
Tomé mi celular y tecleé el número que hace bastante tiempo no marcaba; en la pantalla de mi celular aparecieron las letras `` Catalina y John: Llamando ´´…

- Caty ¡! – saludé emocionada aún en murmullos para no despertar a los perezosos de la casa.

- Constanza ¡! Que te sucede ¿? ¡! Me dejas más de un año sin información tuya ¡! Lo que se de ti es gracias a los paparatzziz ¡! – me regañó mi tía con un tono divertido.

- Ja vamos Caty ¡! No me regañes, se que me extrañas – vacilé.

- Error. Te extrañamos – se oyó a lo lejos de la llamada esa voz masculina conocida.

- John ¡! – Dije emocionada ahora saludando a mi tío – Pensé que estabas en el trabajo ¡! –

- En el trabajo a esta hora ¿? Koni es México – río divertido; había olvidado por completo el cambio horario.

- Jajaja perdóname ¡! Cada vez me vuelvo más alemana jaja ¡! Les mando saludos por allá ¡! Los quiero en verdad ¡! Adiós – me despedí; a pesar de que habían sucedido tantas cosas desde que no tenía contacto con ellos no sabía nada de que platicar.

- No ¡! Cariño; tenemos que hablar, un año sin saber nada de ti lo resumes en cinco minutos ¿? jaja; como va el galán ¿? – Catalina interrumpió la despedida.

- Va todo excelente tía Caty. En verdad me gustaría visitarlos o que ustedes me visitaran. Los llamaré en unos días con noticias más recientes –

- Mmmm… esta bien ¡! Pero luego me contarás los detalles princesa – dijo mi tía entretenida a la vez que deslizaba mi celular para terminar la llamada.

Me quedé contemplando unos segundos más el amanecer; escuchar la voz de mis tíos me había brindado más tranquilidad de la que ya guardaba. Observando todos los detalles del jardín iluminados por una bella luz formaron una especie de canción de cuna imaginaria que hizo que mis parpados se cerrarán.

……………………

- Ja, aquí están – dije para mi misma una vez que había descansado alrededor de dos horas. Me encontraba recargada en el marco de la puerta del estudio que habíamos instalado en la casa, los chicos estaban allí ensayando un poco, ritmos nuevos que no conocía.

- Suena hermoso – interrumpí a la mitad de la nueva canción. Todos me saludaron con las manos, miradas y un `` hola ´´ a unísono.

- Nuevo single – me sonrío Geo ``atrapando ´´ el beso que yo le había lanzado al aire.

- Te gusta ¿? – David me asusto tomando mi hombro detrás de mí.

- Hola David ¡! Hace años que no veía tu presencia – me dio un tierno abrazo. Hace bastante tiempo que no lo veía, lo extrañaba, el también era parte de la familia.

- Tenía que venir a rescatar a estos chicos. Un buen rato que no se pasean por el mundo artístico – río a lo que yo le acompañé.

- Ja vamos David ¡! No hace falta que me paseé por allí ¡! De una forma u otra las mujeres siempre me van a desear – dijo Tom luciéndose con un requinto en su Gibson. Noté que Angie soltaba una risita, tal vez nerviosa.

- Claro galán – replicó Zel con una mirada sarcástica. Me lancé al puff rojo que se encontraba a su lado.

- Ya ya ya ¡! Galán luego ligas, ahora a tocar ¡! – Bill soltó un pequeño golpe a Tom para que saliera del juego de miradas que traía con mi Sis.

- 1, 2, 3, 4 – dijo Gustav aplicando ritmo con sus baquetas. La canción comenzó; era un diferente ritmo al que siempre tenia Tokio Hotel, ahora era un poco más rápido, hasta un cuanto electrónico; sin embargo el toque Tokio Hotelero se conservaba, creando un gran sencillo.

- Lindo – susurró Mayiss cuando la canción llegó a las últimas notas.

- Un nuevo ritmo; nuevo álbum supongo – aseguró mi Sis a la vez que ayudaba a Zel en pintarse las uñas; Georg, Tom y Gustav hacían pucheros por el olor a barniz mientras Bill ni se inmutaba.

- Exacto; nuevo álbum – dijo Georg.

- `` Humanoid ´´ - dijo Gustav mientras le daba un trago a su Red Bull – Es el nuevo título del CD –

- Un sonido más electro nena – Bill se sentó junto al otro puff que había junto a Zelt. Tomó uno de los barnices que se encontraban en el piso, uno negro, y comenzó a pintarse las uñas que ese día llevaba al natural.

- Ja es una escena cómica; la pareja de novios coloreando sus uñas – me burlé un poco a lo que me contestaron con un sacado de lenguas.

- Bueno chicos, han ensayado bastante hoy; todo suena perfecto, en un par de meses iremos a grabar al estudio de Cherry Tree Records de acuerdo ¿? – dijo David despidiéndose a lo que los chicos asintieron. Lo acompañé hasta la entrada del garaje en donde se encontraba su coche…

- Eres una gran chica Koni; lo harás bien – David me guiñó un ojo y me dedicó una sonrisa a la vez que el motor de su auto empezaba a crujir, no pude ni preguntar nada acerca de que se refería con la frase cuando el ya estaba en la autopista alemana.

- Lo haré bien ¿? Que cosa haré bien ¿? – dije pensando en voz alta a la vez que volvía a entrar en la casa. Al entrar choqué con la mesita que estaba a la entrada, causando que varias cosas terminaran en el piso; me incliné a levantarlas y entre todas las revistas y libros noté una pequeña tarjetita que me llamó la atención.

- Samantha – pensé al observar la tarjeta. Era aquella que Samy me había dado el día que nos conocimos, la tarjeta sobre su agencia de modelos. Sin pensarlo dos veces levanté el teléfono y empecé a teclear el número que indicaba el papel.

- `` Just Ego & Models ´´ Buenos días; en que le pudo ayudar ¿? – dijo la asistente una vez que la llamada fue contestada.

- Buenos días; con Samantha por favor; de Koni –

- Claro, un momento – se escucharon varios sonidos y la animada voz de Samy contestó.

- Koko ¡! Pensé que nunca llamarías – río divertida.

- Samy, perdón; tengo muchas cosas en mente y lo de la agencia se me había olvidado por completo –

- No hay problema Koni, y dime vendrás para un `` photoshot ´´ ¿? –

- Am… - dudé cuando la voz de Samy me interrumpió.

- Perfecto ¡! Nos vemos por aquí en media hora ¡! La dirección está anotada en la tarjeta ¡! Gracias – Sam colgó el teléfono. No había entendido con exactitud si yo había aceptado o Samantha prácticamente me había forzado a ir; pero supuse que de una manera u otra iba a ser divertido.
Subí a la habitación a tomar un baño y me cambie con un atuendo relajado, jeans, blusa estilo `` mascota ´´ en rojo y blanco, flats a juego y en mi cabello formé un pequeño crepé.

- A donde iras hoy señorita ¿? – preguntó Zel en tono materno cuando entraba al estudio, todos aún permanecían ahí.

- He llamado a Samy; hoy iré a hacerme un photoshot en su agencia – respondí un cuanto emocionada.

- Puedo ir ¿? Por favor – dijo Tom suplicando un poco.
- Para que quieres ir ¿? – dijo Mayi aventándole una almohada.

- Agencia de M-O-D-E-L-O-S ¡! Daaaaaa ¡! – dijo Tom embobado a lo que Angie correspondió con otro almohadazo.

- Koni te recomiendo que mi hermanito mejor se quede en casa – agregó Bill despidiéndose de Zel. Pronto Georg se acercó y me arrebato un beso seguido por un `` adiós ´´.

- Que ustedes también se van ¿? – pregunté mientras Georg rodeaba mi cintura y yo su cuello con mis brazos.

- Si amor, iremos a una joyería, compraremos accesorios, tú sabes – Geo me enseñó uno de sus anillos – A Bill y a mi nos hacen falta –

- Los puedo acompañar ¿? – Zel se paró del puff y tomó su bolso.

- Ammm… mejor quédate Zel, descansa un día nena – Bill dijo un cuanto nervioso, como ocultando algo. Zel solo se volvió a tumbar en el puff e hizo unos cuantos pucheros.
Salí unos momentos después, en la entrada de la casa se encontraba el 300 C, más hermoso aún, los rayos del sol destacaban su brillo.

- Hey nena, espero que te guste la velocidad, tendrás que ir a 200 kilómetros por hora – río Geo acompañado de Bill lanzándome las llaves del 300.

- Nosotros la escoltaremos – me dijo un hombre del VSD junto con dos camionetas, las típicas camionetas negras.
Abrí la puerta del auto; el olor a frescura me impactó en el rostro. Tomé asiento, todo por dentro era con el toque de lujo, sonreí un poco al observar todos los detalles y con un poco de miedo gire la llave, el ruido de adrenalina proveniente del motor me sacó un brinquito pero luego me adentró a pisar el pedal acelerador.

……………………

- Esta vez no les fue tan mal. Me acompañaron a una agencia de modelos jaja – bromeé con los chicos del VSD cuando ya nos encontrábamos dando los primeros pasos en `` Just Ego & Models ´´. El piso de madera perfectamente pulido, olor a vainilla y sándalo, luz cálida que venía de candelabros de cristal, varias chicas alemanas sonriendo y tomando café, una recepción impecable con las letras de la empresa en grande y en dorado, y Sam sonriendo y saludándome a la vez.

- Llegaste bastante rápido Koko – dijo un cuanto orgullosa de mi. Samantha era la reina de la puntualidad, por eso a veces se molestaba un tanto con los chicos.

- Ja agrádese a los límites de velocidad alemanes y a el auto que está allá fuera – sonreí. Sam inclinó un poco la cabeza para ver a través de la puerta y los escaparates de cristal del lugar.

- Oh un 300 C, muy buenos gustos – me dio una pequeña palmadita en el hombro cuando notó mi auto.

- En realidad, siempre ha sido el auto de mis sueños, pero fue una sorpresa de los chicos –

- Ja, en verdad, esos chicos las adoran; nunca había visto que establecieran relaciones tan fuertes con unas chicas; ni siquiera conmigo que e sido su amiga bastante tiempo, felicidades, tal vez has logrado algo que yo creía imposible – su cálida mirada me relajó.

- Sam, gracias por darme esta oportunidad, en verdad – cambié el tema.

- No, es un honor ¡! Se que en el fondo tienes alma de modelo jaja – reímos juntas – ahora vamos a hacer esa sesión de fotos ¡! – Sam me jaló del brazo y caminamos por un ancho pasillo que contenía bastantes puertas, se podían escuchar los flashes, risas y peticiones de los fotógrafos, al igual que los pasos de los chicos del VSD que por órdenes de Georg me seguían a todas partes; Samy puso cara de pocos amigos en broma a lo mismo.

- Bien aquí es ¡! – Sam abrió una de las puertas de madera. El estudio era más grande de lo que pensaba, un gran equipo, maquillistas, estilistas, directores de luz, asistentes y por supuesto el fotógrafo con todos los aparatos.

- Richie, ella es Koni – Sam me presentó al fotógrafo que lucía completamente afeminado.

- Oh dios ¡! Mira que encanto ¡! – Richie dejó su cámara para recibirme.

- Ja gracias, un gusto conocerte –

- Ay no ¡! El gusto es mío cariño ¡! Tu eres la famosa novia de Georg Listing no ¿? – preguntó curioso.

- Si ja ella misma soy. Que todo el mundo ya me conoce ¿? – dije dando una pequeña sonrisa.

- Obvio lindura ¡! Pero temo decirte que te odio porque me bajaste al bombón de tu novio jaja – Richie dio su máxima expresión afeminada.

- Ay Richie ¡! El gay de siempre – dijo Sam mandándome a maquillaje y a peinado.
Para las primeras fotos utilizamos un vestido lila bastante largo, tan largo que en algunas fotos tropecé con la cola del mismo. Al final quedaron fotos fantásticas. Debo reconocer que tal vez si guardaba el alma de modelo por dentro.

- Increíbles – me sonrío Samy cuando Richie nos enseñaba las fotos en la computadora.

- Son fantásticas, Richie a echo su magia – dijo él orgulloso – Pero ahora… me gustaría probar algo diferente – Richie se apresuró a uno de los percheros de ropa, saco un atuendo de color rosa intenso.

- Toma. Es hora de mostrar cuerpazo cariño – Richie me aventó la ropa. Cuando la logre atrapar noté lo que era.

- Bikini ¿? Quieres que me ponga Bikini ¿? – dije mostrándole la parte de arriba del traje de baño. El nerviosismo corrió por mi voz.

- Exacto ¡! Buena idea – apoyó Samy.

- Oigan chicos, sinceramente creo que es demasiado, am… yo no lo se – dije con un cuanto de inseguridad.

- No era una pregunta ¡! Así que vas y te lo pones ¡! – Richie simuló un tono enfadado que me soltó una risa y en fin de cuentas me convenció.

- WOW ¡! – se escucharon las voces de Rich, Sam, estilistas, asistentes incluso los chicos del VSD cuando salí del biombo con el bikini puesto.

- Te juro que si no fuera gay te comería – bromeó Richie haciéndome soltar una carcajada – Bien ahora a tomar fotos ¡! –
Me coloqué en el centro del estudio, Richie me dio unas cuantas indicaciones de cómo posar y Sam levantó los pulgares dándome ánimo.

- Posa, Sonríe… Listo ¡! – Richie tomó la fotografía que en un segundo se imprimió en la pantalla de su computadora. Sam se acercó al monitor en menos de un segundo. Admiraron la foto por más de cinco minutos.

- Sin duda, la mejor foto que e tomado – dijo Richie atónito. Una gran sonrisa se dibujo en mi rostro al ver dicha fotografía.

- Esa es Koko – murmullé modestamente mientras las sonrisas aumentaban.

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sábado, 25 de julio de 2009

Ops...!

Ops...! Tuvimos problemas técnicos pero volvemos mañana a las 12:00 pm ^^ Gracias

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viernes, 24 de julio de 2009

Cambio De Fecha De Publicación

I M P O R T A N T E

Se cambia la fecha de Publicación: Ya no publicaré los viernes! Ahora seran los sábados.
Los viernes se me complica bastante publicar, y muchas veces l@s dejo sin capítulo, entonces e decidio que en vez de publicar el día viernes serán los sábados a las 8:00 PM. ^^
Los días de publicación quedan:
MIÉRCOLES - 3:30 pm
JUEVES - 3:30 pm
SÁBADOS - 8:00 pm
DOMINGOS - en la mañana

Gracias por su comprensión ^^ Y gracias por leer `` Trama Irrepetible´´ que como ya les había mencionado ya se encuentra en sus últimos capítulos. En verdad gracias por acompañarme en lo largo del Fic. L@s espero mañana por aquí. Buen Fin de semana :)

By: Koni

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jueves, 23 de julio de 2009

Cáp.46: ¿Que Sucede?

Los gritos, la euforia y la emoción aumentaban cada vez en el piso superior a nosotros. La curiosidad era totalmente inevitable; traté de descifrar algunas frases que se oían entre los gritos y los llantos, pero me fue imposible. Noté que Zel intercambiaba miradas con Angie, ambas al igual que Mayiss extrañadas. Mi vista estaba totalmente centrada en las escaleras, tal vez de una forma inconciente. Cada segundo que pasaba la emoción allá arriba era mayor, primero se escucharon los gritos femeninos, pero ahora Bill, Tom, Georg y Gordon hacían coro. Empezaba a formarme la idea de subir, la cual noté que Andreas y Gustav estaban tratando de evitar. Andy contaba su repertorio de chistes absurdos, que de una forma u otra te hacían soltar una carcajada, cada vez el tono de su voz se quebraba más y se acallaba debido a la emoción extrema de arriba.

- Gustav, tú debes saber, que ocurre allá ¿? – preguntó Mayiss con gran esfuerzo para que su tranquila voz se escuchara.

- Am… no lo se – respondió el dirigiendo la mirada al último pedazo de pastel que sobraba.

- Andy ¿? – Zel lanzó una mirada obvia para que Andreas hablara.

- No… este yo tampoco, yo tampoco se –

- Vamos chicos, hablen y no nos obliguen a subir – levanté mi tenedor en tono de amenaza junto a una risita.

- Aham, que tal si cuento otro chiste ¿? Que es un puntito verde en la esquina de la cocina ¿? – Andreas evitó el tema.

- Andreas ¡! No cambies el tema ¡! Habla ¡! – Angie, al igual que todas, empezó a desesperarse.

- Tu también habla Gustav ¡! – May hizo un puchero.

Hubo un silencio, ninguno de los dos habló, los gritos de arriba permanecieron en el máximo grado de euforia, miles de ideas pasaron por mi mente; pero ninguna era clara, ninguna me convenció.

- Bueno, si nadie aquí quiere comentar; subiré a enterarme yo misma – Me paré de la silla y con pasos firmes y decididos empecé a subir los escalones alfombrados. Cada paso que aumentaba para llegar a aquella habitación todo se oía más nítido, pero aún así seguía siendo imposible descifrar las palabras. Era una euforia increíble. Una felicidad extrema, de nuevo miles de ideas se me cruzaron por la mente, pero aún la causa no estaba nada clara.

- Ja ¡! Y esos ánimos ¿? – interrumpí sonriente en el cuarto. Todo se calló por completo a mi llegada. Los abrazos se desvanecieron. Las sonrisas se convirtieron en labios serios, y curiosamente el ambiente tomó un giro nervioso.

- Oh ¡! Creo que e interrumpí algo; los dejo entonces – dije apenada al notar que Bill se rascaba la barbilla, Tom jugaba con el control de la televisión, Georg ajustaba uno de sus anillos, reacciones nerviosas y un cuanto de molestia.

- No cariño, no interrumpiste nada – aclaró Marie invitándome a pasar a uno de los sillones del cuarto; había una gran televisión, juegos, una fuente de sodas antiguas y un decorado especial.

- En verdad; creo que era un momento familiar importante que e interrumpido, es mejor que me vaya – dije más apenada aún ya que los gemelos y Georg seguían con las mismas conductas.

- No, no tu siéntate Koni – me sonrió Gordon dando palmaditas al lugar disponible junto a el.

- Entonces, a que se debía la euforia ¿? – dije una vez sentada; pero segundos después de haber echo la pregunta me arrepentí ya que soné lo bastante curiosa pasando a ser algo `` chismosa ´´.

- A nada en especial ¡! – Simone me vio de una forma dulce – Solo nos entró un ataque de `` locura ´´ por volver a ver a los chicos; nos los veíamos desde hace un buen rato – les guiñó un ojo a lo que ellos contestaron sonriendo.

- Oh ya veo… ja disculpen la curiosidad; pero… - dije lentamente.

- Era inevitable, cierto ¿? – Georg se sentó a mi lado en el descansa-brazos del sillón, cruzamos miradas y juntamos nuestros labios un segundo.

- Exacto, inevitable – exprese con el poco aire que me quedaba, ya que el resto Geo me lo había robado.

- Que lindos se ven – Marie rompió en llanto a lo que Georg la abrazó de un modo cariñoso y los dejé conversar, un momento familiar.
Me levanté del sillón para dirigirme con Tom que estaba solo, me dejé caer al suelo justo a su lado.

- Ja momentos familiares; únicos; disfrútalos bastante Tommy – le dije posando mi mano sobre la suya. Eran momentos que yo pocas veces pasé, y los únicos que tuve los añoraba bastante, esos ratos con mi abuelo.

- Sumamente cursis – dijo él riendo y sacando una revista del librero que se encontraba detrás.

- Pero son únicos; Tom… que no a veces te sientes solo ¿? – le arrebaté la revista de las manos al ver un hermoso vestido en ella.

- Naaa ¡! Tengo bastante compañía; a quien crees que tienes en frente ¿? A Tom Kaulitz, el Don Juan del siglo – se dio un golpecito en la barbilla y chasqueo la boca.

- Jajajaja calma ¡! Eso lo se, pero… a veces, no quieres a alguien que te escuche día y noche ¿? – contemplé el vestido de la revista una vez más.

- Tengo a bastantes personas que me pueden escuchar de noche jaja – río y empezó a jugar con una de las esquinas de la revista.

- Tom ¡! Alguien que te pueda escuchar de noche sin sexo de por medio ¿? – Mi pregunta hizo que su mirada rondara por la habitación; observó a Zel quien ya había llegado con los demás, estaba junto a Bill, observando fotografías viejas de la familia Kaulitz, riendo, con felicidad en sus miradas; luego pasó a observar a Gordon y a Simone quienes observaban orgullosos a Bill junto con Zel, compartían la felicidad y permanecían abrazados, la mirada de Tom giró a ver a Gustav quien le enseñaba a Mayiss un ritmo de batería con las palmas de las manos y una mesa, reían divertidos debido a la desesperación de May por lograr el ritmo y debes en cuando se arrebataban besos; por último su mirada frenó en Angie, quien se encontraba platicando con Andreas; Angie lucía un poco triste, como si estuviera esperando a alguien.

- A veces me gustaría intentarlo – dijo Tom sin quitarle la mirada a mi Sis.

- Intentar estar con alguien; que verdaderamente te escuche, alguien que pueda estar contigo ¿? – pregunté señalando levemente a mi Sis.

- Si, créeme, no me quiero quedar como el Casanova de la familia por siempre – habló mientras inspeccionaba el dije de mi pulsera – Pero… tu sabes, tu sabes que soy hombre de una noche; no quiero empezar una relación porque tengo miedo a lastimarla; tengo miedo de lastimar a Angie –

- Creo que haces bien; no sería nada justo que la lastimaras; pero lo estas haciendo con tu ego elevado Tommy; ella piensa que no guardas ningún interés, es mejor que le expliques lo que le acabas de decir – le sonreí.

- Tal vez lo haré, tal vez a futuro, pero espera… eso quiere decir que yo le agrado ¿? Que le agrado a Angie ¿? – su voz se tornó un cuanto emocionada.

- Ja eso no lo se – mentí con un tono inocente y me levanté del lugar con la revista en la mano.

…………………

- Adiós Simone ¡! Deliciosa la lasaña – sonreí cuando nos encontrábamos todos afuera. Había sido una linda comida.

- Gracias Koni ¡! Eres un encanto – me dijo mientras Geo me tendía mi abrigo ayudándomelo a poner. Pronto se acercó Marie y nos contempló por última vez.

- Koni a sido un gran gusto conocerte ¡! Realmente eres hermosa, no solo físicamente, si no en todos los aspectos; vamos ven acá – Marie me jaló un poco y me dio un gran abrazo el cual al principio me tomó por sorpresa, pero luego lo correspondí – Te veré pronto – me dijo guiñándome un ojo; no comprendí muy bien, pero supuse que habría otra comida.

- Mamá; te amo – Georg se despidió de Marie.
Noté que los gemelos se despidieron con un choque de manos y luego un abrazo hacia Gordon, no sin antes admirar los nuevos coches una y otra vez. Simone se quedó conversando con Zel; habían hecho muy buenas migas por lo que Zelt no conservó los nervios; mi Sis se les incluyó en la conversación; Simone también la trataba como su nuera. Mayiss y Gus se encontraban ya en el auto de Bill haciendo una siesta y Andrew estaba en el Audi de Tom ansioso por partir.

- Tom apúrate ¡! No alcanzaremos a ver a las chicas lindas si obscurece más ¡! – gritó Andy causando una risa en Tom.
Pronto ya Angie, Georg y yo subíamos en el auto, y después Tom que llevaba una cazuela con la lasaña que había sobrado xD.
- Hey nenas ¡! Tom Kaulitz está en la ciudad – dijo Tom poniéndose unos lentes oscuros y girando la llave del auto causando el ronroneo del motor.

- Que empiece la fiesta ¡! – gritó Andreas prendiendo el estero a todo volumen. Tom piso el acelerador hasta el fondo y en pocos segundos ya nos encontrábamos en el primer alto; el coche de Bill nos alcanzó a la misma altura y bajó la polarizada ventanilla…

- De aquí hasta la casa – negoció Tom hacia el auto de Bill.

- Echo; el que pierda… - dijo Bill.

- El que pierda le compra una guitarra al otro – sonrío Tom de una forma traviesa.

- Hey ¡! Para tu información yo no toco la guitarra – agregó Bill haciendo una mueca de torpeza hacia Tom.

- Entonces te conviene perder hermanito – Tom volvió a pisar el acelerador con fuerza dejando a Bill atrás. El juego empezó.
Tom tomaba ventaja por una o dos cuadras; cuando de pronto el auto de Bill empezó a rebasarnos.

- HEY ¡! THOMAS ¡! – dijo Andy dándole un zape a Tom; pero aún así divertido.

- PISA HOMBRE ¡! DALE FUERZA ¡! – dijo Georg disfrutando la carrera. Tom se esforzó aún más; por unos segundos tomó la delantera la cual volvió a ser arrebatada por su hermano.

- Puedo aprender a tocar guitarra jaja ¡! – gritó Bill al momento de rebasarnos, se oyó la risa de Zel al fondo.

- Ni lo creas Billy; aquí el guitarrista soy yo – murmulló Tom acelerando a todo; pero aún así Bill seguía con la delantera.

- Thomas ¡! QUIERES ESA GUITARRA ¿? – pregunté ahora adentrándome en el juego que resultaba bastante divertido.

- Si la quiero – dijo Tom concentrado en la autopista y con bastante adrenalina.

- ENTONCES ACELERA CORAZÓN ¡! – gritó Angie entusiasmada; noté por el retrovisor que Tom dio una complacida sonrisa e hizo más presión en el pedal. Rebasamos a Bill en pocos segundos.

- Muerde el polvo hermano – dijo Tommy frenando. Sin darme cuenta del camino ya nos encontrábamos en la casa. Tom chocó la mano con Andreas y luego con Georg. Angie y yo celebramos mientras carcajeábamos a la vez.
Tom bajó del auto con un cómico brinquito y le extendió la mano a mi Sis ayudándola a bajar; Angie confundida la tomó y luego se quedó perplejita al beso en el cachete que le dio Tommy.

- Acelera corazón – sonrió Tom – Una frase motivadora – le dijo regalándole una pícara sonrisa.

- Bah ¡! Fue solo suerte – interrumpió Bill bajando del auto junto con Zel.

- Me gustan las Gibson. En un tono madera o negro. Acabado Fino - río Tom a lo que Bill puso los ojos en blanco.

- Hey Bill ¡! No te sientas mal ¡! Buena carrera – dijo Andy tomando su coche que estaba estacionado en la casa – Los veo luego ¡! – se despidió con la mano desde la ventanilla a la vez que el vehículo avanzaba.
Georg me tomó por la cintura y caminamos hacia la casa mientras todos se quedaban platicando afuera sobre el suceso un rato. Subimos las escaleras con pasos lentos y suaves; me di cuenta y ya estaba tumbada en la cama de nuestra habitación, totalmente agotada.

- Una noche intensa jaja – reí mirando a Georg que se encontraba parado en el marco de la puerta.

- No. Una noche intensa la que te espera linda – me dijo con un tono pícaro y seductor cerrando la puerta a la vez, dando inicio a la larga e intensa noche.

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miércoles, 22 de julio de 2009

Cáp.45: La Familia Kaulitz y Listing

Pasaron cuatro días entre bromas y risas. El día de la feria ahora solo quedaba en recuerdos, fotografías y un episodio de Tokio Hotel TV que David había querido llevar a cabo.
Desperté entre la escasa luz que entraba por la ventana, era un día nublado, normal en Alemania; sin embargo a pesar del mal clima era un día verdaderamente especial. El día de conocer a la familia Listing. El típico día que todas las chicas se ponen en un estado nervioso tan sólo pensar que conocerán a los padres de sus novios; pero no era así. Una tal vez extraña tranquilidad invadía mi cuerpo, me sentía realmente cómoda en pensar que conocería a mis suegros.
Realizaríamos una pequeña comida en la casa de los padres de los gemelos, en donde nos reuniríamos todos incluyendo por obviedad a la familia Kaulitz y Listing.
El día anterior, mis hermanas y yo habíamos decidido ir de compras para tener algo presentable que usar.

- Mini falda, blusa con escote, tacones de plataforma, brillos en los ojos y estarás magníficamente elegante ja – dijo Angie con sarcasmo mientras recorríamos una tienda.

- Mini falda, blusa con escote, tacones de plataforma, brillos en los ojos y los padres de Georg querrán salir corriendo jaja – reí mientras sacaba de unos percheros un hermoso vestido casual de un tono beige que daba un aspecto dulce; el cual acabó siendo el elegido.

Zel terminó comprando después de una larga búsqueda un vestido camisero de un color morado que destacaba con su moreno tono de piel. Angie por el contrario demostró su personalidad con el conjunto que consistía en una falda negra con vuelo que tenía varias estrellitas en diversos colores y una blusa satinada en el mismo color de la falda.
Entre las faldas y tacones noté que Zel se encontraba nerviosa; las revistas y demás indican que cuando tu novio te presenta ante sus padres es un gran paso; pero yo simplemente lo dejaba al futuro. Mi Sis aunque lo negaba cientos de veces, también lucía esa mirada nerviosa. Su relación con Tom no era nada amorosa ni amistosa; era como un reto diario; Tom era su perdición la cual tenía que soportar con las bromas y el ego elevado; pero entre ambos, en el fondo, existía algo más, e ahí la causa de los nervios.

…………………

- Princesa Koko ¡! – Georg se levantó de su asiento y me pellizcó la nariz de una forma agradable. Después de estar un rato despierta en la cama había decidido bajar a desayunar.

- Koko ¡! Por que no te levantaste más temprano ¿? ¡! Bill a echo el desayuno y por su culpa el huevo esta crudo ¡! Yo quería pan francés como el que haces tú – Tom hizo un puchero, lo cual fue motivo de burla para Angie.

- Jaja dejaré que Bill cociné más seguido para que aprendas a sufrir Tommy ¡! – mi comentario hizo que todos abrieran instantáneamente los ojos y pusieran un gesto de tortura xD.

- Hey ¡! Vamos ¡! No cocino tan mal – dijo Bill dirigiéndose el tenedor a la boca, y haciendo un gran esfuerzo para pasarse el bocado – Esta bien ¡! Esto sabe asqueroso ¡! –

- Ja ¡! Por suerte hoy mamá va a preparar lasaña – Tom sonrío y provocó la sonrisa de su gemelo. Zel en cambio se puso tensa y tomó un desesperado sorbo de su vaso al recordar la comida de ese día.

- Mamá llevará el pastel de chocolate de siempre – agregó Georg sonriendo y apartándome un mechón de cabello de mi rostro. La situación no me estresaba, y al pensar en chocolate todo me emocionó aún más.

- Irá Samy ¿? – preguntó Mayiss jugando con la ``comida´´ de su plato. La pregunta me desorientó un poco; sin embrago decidí no sentirme mal. Seguramente yo estaba mal interpretando la amistad entre Georg y Sam. Era un cuanto absurdo caer en depresión por un asunto que no estaba claro.

- Irá Andreas, pero Sam no, la llamé y me dijo que estaba trabajando en varios asuntos; ah por cierto Georg, te manda saludos – Bill le guiñó un ojo a Georg, la respuesta fue una traviesa sonrisa. El ambiente se tornó incómodo por lo menos para Zel y para mí. Algo se tramaban, y de eso estaba segura.
Entre otra clásica pelea de Tom y Angie dos horas pasaron como agua; decidimos subir a arreglarnos y en unos minutos los chicos nos esperaban afuera recargados en dos nuevos autos deportivos.

- Wow ¡! Y estos amor ¿? – dijo Zel señalando los dos desconocidos autos mientras May, Angie y yo saludábamos a Andy.

- Ja son nuestros nuevos bebés ¡! – Exclamó Tom apartando a Gustav y Andreas de la puerta de su vehículo – Un Audi R8, 301 kilómetros por hora, hermoso no ¿? – nos enseñó su coche con un perfecto diseño deportivo que mostraba un frente fuerte y elegante.

- Bastante bello, tengo que aceptarlo – dijo mi Sis rodeando el Audi.

- Ja lo se, ahora imagínatelo conmigo adentro; sería el auto más sexy del mundo – Tom se acomodó la gorra.

- Ush ¡! Lo tenías que arruinar – Angie puso los ojos en blanco.

- Ja pero el mío es mejor – interrumpió Bill robando las miradas – un Audi Q7, todo terreno, 259 kilómetros por hora y 500 caballos de fuerza, P-E-R-F-E-C-T-O – chasqueó la boca y observó una vez más su nuevo auto. Lucía como una camioneta elegante, pero con ese toque deportivo de los Audi al frente.

- Papá, Tío ¡! Son fantásticos ¡! Me tendrán que sacar a pasear en ellos jajaja – reí divertida mientras observaba los coches.

- No no no… no nos olvidamos de ustedes ¡! Tenemos un pequeño regalo – dijo Bill mientras Gustav oprimía el botón para abrir el garaje que se encontraba a nuestras espaldas.

- OH DIOS ¡! – gritamos todas a unísono cuando la puerta del garaje abrió por completo, un 300 C de Chrysler en color blanco, último modelo.

- Creo que no les gustó – Gusti dijo con sarcasmo al vernos gritar, saltar, reír y hasta llorar de emoción.

- CHICOS ¡! ES… ES DEMASIADO ¡! – dije entusiasmada abrazando a cada uno, y al abrazar a Georg el me detuvo ahí con un hermoso beso, uno que jamás olvidaré.

- Creo que cada una se lo merece; Angie por ser la cuñada más divertida, Mayiss por ser tan tranquila y paciente con nosotros, Koni por ser una hija traviesa pero con la que siempre puedes contar y Zel… Zel por hacer que mi mundo siga girando – Bill tomó a Zeltzin por la cintura y le robó las palabras besándola.

- Bah ¡! Tortolos – agregó Tom dando media vuelta y metiéndose a su Audi, listo para estrenarlo.

…………………

- Hogar dulce Hogar – dijo Tom bajando del auto en donde viajábamos además de el, Andreas, Angie, Georg y yo. En el auto de Bill lo acompañaban Zel, Mayiss y Gustav. Habíamos llegado a la desición de estrenar otro día el 300 C, aún no estábamos preparadas para conducir en la autopista alemana.

- Permíteme – me dijo Georg extendiéndome una mano para ayudarme a bajar. El transcurso del viaje hasta la residencia Kaulitz había sido bastante escandalosa en el auto de Tom, música a todo volumen, carcajadas, bromas y una que otra mirada a las chicas que pasaban en la calle.

- Hace tiempo que no veníamos aquí, luce distinto – Bill agregó posando sus manos a la cintura una vez que ya todos nos encontrábamos frente a la casa. Era un hogar grande, de aspecto bastante acogedor.

- Niños ¡! – dijo una voz dulce proveniente de la puerta principal que ya se encontraba abierta, una mujer que lucía joven, con cabello corto y rubio, facciones sonrientes. La reconocí de inmediato, Simone, la madre de los gemelos.

- Mamá ¡! Ja el tiempo no te afecta ¡! Luces hermosa como siempre – dijo Bill abrazándola al igual que lo hizo Tom. De tras de Simone se encontraba un hombre que saludó con ánimos a los gemelos, era Gordon, su padrastro. Bill presentó a Zel quien río y sonrío un poco nerviosa; Simone la miraba encantada y le dio bastantes elogios. Pronto ya todos conocíamos a los padres de Bill y Tom.

- Mira nada más; que chica tan linda Geo. Cuídala mucho; es bastante bella – Simone me sonrío y le soltó una palmadita a Georg mientras los gemelos enseñaban los nuevos autos a Gordon.

- Lo hago Simone. Koni es única, eso yo lo sé… ja donde esta mi mamá ¿? – preguntó Geo expandiendo una sonrisa.

- Esta adentro cariño, ayudándome a servir la comida. Pasen – Simone siempre usaba ese tono de amabilidad y tenía una hermosa sonrisa.
Caminamos por el pasillo iluminado con una luz muy cálida, en definitiva era una casa bastante acogedora.

- Geo… no vendrá tu papá ¿? – pregunté en voz baja a la mitad del largo pasillo. Yo sabía que los padres de Georg estaban separados desde que el tenía dos años de edad; pero aún así la situación me extrañaba un poco.

- No; en realidad desde unos años después desde que mis padres se separaron, la relación con mi papá fue haciéndose molesta, lo veo muy debes en cuando, mmm…. No me gusta hablar al respecto – dijo con un tono cortante, el cual entendí a la perfección.
En el comedor se encontraba la madre de Geo sirviendo la lasaña con bastante habilidad…

- Wow ¡! Koni es realmente hermosa Georgi – Su mamá lucía al igual que Simone joven, tenía un tono de cabello más oscuro que el de Georg, pero su mirada era idéntica. Le arrebató un gran abrazo a Geo y luego uno a mí.

- Mucho gusto Koni. Soy Marie - me dijo en un tono animado y tomándome las manos, respondí con un grato saludo y una sonrisa.

- Mamá hiciste pastel de chocolate verdad ¿? – Geo tomó la postura de un niño pequeño.

- Jaja si para mi glotoncito – sonrió ella.
Unos momentos después ya todos nos encontrábamos en la mesa compartiendo gustos y emociones, Marie era muy agradable, era dulce y comprensiva; me recordó bastante a mi tía Caterina. Tan solo conversando un par de horas con Marie y sentía que ya la conocía desde toda la vida.
Después del pastel de chocolate y los cafés, Georg y Bill se levantaron de la mesa y pronto cada uno llamo a sus familias. Subieron por las escaleras de madera y se escucho una de las puertas de las habitaciones cerrarse. Mis hermanas, Mayiss y yo nos miramos confundidas mientras Gustav y Andreas se sonreían mutuamente. Dejamos el asunto atrás mientras Andy contaba su repertorio de chistes, el cual fue interrumpido cuando de la habitación de arriba se escuchó gritos y llantos, ambos de emoción. Se escuchaba una felicidad extrema, una que jamás había escuchado, como un sueño cumplido…

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domingo, 19 de julio de 2009

Cáp.44: La Vida, Una Montaña Rusa

No caí en cuenta en que momento con exactitud quedé totalmente en los brazos de Morfeo, y a la vez en los de Georg. Solo recuerdo que las risas y preocupaciones de todos en nuestra habitación se fueron acallando con un gran desvanecimiento.
A la mañana siguiente, cálidos rayos de sol que traspasaban la liviana cortina del cuarto me arrullaron en un principio pero cuando aumentaron me brindaron la suficiente energía para hacerme despertar. A mi lado la cama estaba destendida sin embargo Geo no se encontraba ahí; tomé del vestidor una bata de seda que resaltaba por su tenue color rosa y la acompañé con unas cómicas pantuflas del mismo color en forma de conejos.
Emprendí la búsqueda de alguien despierto en la casa para que ayudara a hacer el desayuno, sin embargo nadie se encontraba en la sala principal ni en la cocina, así que entré ya un poco desesperada al cuarto de juegos…

- Buenos días ¡! Algún voluntario para hacer el desayuno ¿? – sonreí al entrar al cuarto donde ya se encontraba Georg, Bill y de una extraña forma Samy.

- Am… - dijeron los tres con cierto nerviosismo escondiendo con una gran velocidad en sus espaldas algunas hojas que lucían como folletos.

- Ja tranquilos; que pasa ¿? Que tienen ahí ¿? – pregunté curiosa pero tratando de guardar el ánimo. Lo que me había mencionado Andreas sobre Georg y Samantha volvió a mi mente creando la pregunta, en verdad planean algo a mis espaldas ¿? La respuesta se estaba convirtiendo afirmativa en esos momentos.

- No es nada – respondió Bill entrecortadamente.

- Vamos… no pasa nada; que es eso ¿? – insistí intentando ocultar la preocupación y dibujando una sonrisa, un cuanto falsa, en mi rostro.

- Son solo boberías; lindas pantuflas – Georg trató de cambiar el tema a la vez que se acercaba y enrollaba su brazo a la perfección por mi cintura.

- Esta bien; no insistiré – mi frase se escuchó bastante desinteresada en aquellos folletos; sin embargo moría de curiosidad por dentro.

Georg me acompañó hacia la cocina dando inicio al ``ritual ´´ de saludo que consistía en una larga serie de besos. Detrás, Sam y Bill acompañaban nuestros pasos emitiendo secreteos y murmullos que no pude descifrar. El asunto cada vez concordaba un poco más a la hipótesis que Andreas tenía; pero surgía una nueva duda, en ese caso, Bill que tenía que ver ¿?. Toda la situación era cada instante más confusa.
Samy dio una pequeña excusa y se marchó de la casa en pocos minutos; seguramente para evitar momentos incómodos o comentarios sobre lo que acababa de suceder.

- Quiero un sándwich de pollo – dijo Tom entrando en la cocina unos segundos después de que nosotros lo hiciéramos, aún seguía casi completamente dormido.

- Hey ¡! Baquetón ¡! Para eso existen las manos ¡! Úsalas y hazte un sándwich tú solo – Angie se encontraba detrás de él `` empezando ´´ el día.

- También uso las manos para otras cosas ¡! Te enseño bombón ¿? – Tom chasqueó la boca tratando de seducir a mi Sis.

- Ahg ¡! Que asco ¡! Que solo piensas en eso ¿? – Angie se recargó en una de las paredes.

- No; no es mi culpa que tú no `` aproveches ´´ las manos – Tom se involucró aún más en la pelea a la vez que se tallaba uno de sus ojos.

- Si `` aprovecho ´´ mis manos; pero nunca contigo – ella levantó una ceja retándolo.

- OUCH ¡! Ja lastima hermano; ella es más rápida – Bill río junto a Georg quienes siempre agregaban sabor en las pequeñas peleas xD.

- Ja ¡! No pasarías una noche conmigo pero si con ese tipo el tal Zac Sefront ¿? Eso es no ser inteligente – Tom trataba de lucir relajado a la vez que jugaba con el arillo de su pearcing en el labio.

- En primera se llama Zac EFRON; y si pasaría una noche con él porque el tiene algo que se llama `` Caballerosidad ´´ la cual te falta a ti Mr. Trenzas Casanova – mi Sis tomó una postura más rígida preparada para la próxima respuesta.

- Solo aparentas que te resistes, pero en realidad mueres por mi… acéptalo, ACÉPTAL… - Tom fue interrumpido por la voz de Zel.

- TOMHAS KAULITZ ¡! YA ¡! Sólo come tu sándwich ¡! – Zel le estiró un plato con el sándwich que ella había preparado unos momentos después de haber llegado; con el propósito de que la escena acabara xD.

- Ja ¡! El mejor amigo del hombre es la comida – Zel provocó leves risas y el silencio reinó debido a que el emparedado había saciado el ego de Tommy.

- Quien quiere ir a el parque de diversiones ¿? ¡! – Gustav dijo entusiasmado llegando junto con May a la cocina; las manos de todos se levantaron rápidamente como en un salón de clases y las sonrisas surgieron.

…………………

- Como en los viejos tiempos – susurré al oído de Georg al mismo tiempo que nos bajábamos de la camioneta y observaba el ``paisaje ´´. Lo primero que llamaba la atención eran los colores de la feria, colores vivos, alegres. Una ráfaga de aire que contenía el olor de algodón de azúcar llegó a mi nariz. Observaba varios globos y curiosos souvenirs, a lo lejos se escuchaban los gritos procedentes de las grandes máquinas. Era el ambiente que hace un buen tiempo no visitaba. Otro recuerdo posiblemente.

- Exacto como en los viejos tiempos; sólo buscando diversión – me sonrío y todos nos aproximamos a la taquilla del parque en donde Tom coqueteó un poco con la chica de la misma; Angie frunció el ceño aún más cuando Tom le recetó el teléfono de la chica quien embobada, se lo había brindado de inmediato.

- … y bueno ¿? Cual juego será el primero ¿? – inquirió Zel tratando de observar a través de los chicos del VSD que nos rodeaban, principalmente a ella, por seguridad gracias a la mente sobre protectora de mi cuñado Bill.

- Ese ¡! Espero que no te de miedo Tom – señaló Mayiss acomodándose la gorra y los lentes de sol que Bill también nos había echo usar. El juego que May apuntó con el dedo era la atracción principal del parque; `` Colossos ´´ una montaña rusa de 60 metros de altura y 120 kilómetros por hora.

- Bah ¡! Un juego de niños – dijo tratando de subir su ego; sin embargo se escuchó bastante irreal xD – Mayiss mejor tú cuida que tu novio Gustav no salga llorando como la otra vez jajajajaja –

- Oye ¡! Ya te he dicho que se me había metido una basurita al ojo – Gusti trató de disimular el rojo en sus mejillas xD.

……………..

- Suerte amor ¡! – Georg tomó mi mano con delicadeza y la besó justo antes de subir al juego. Las parejas estaban ya decididas; Mayiss subiría con Gustav, Bill con Georg, Tom subiría con Angie quien aceptó después de un largo tiempo de ruegos por nuestra parte; y Zel conmigo.

`` Bienvenidos a Colossos. Una diversión inigualable. Abrochen sus cinturones y bajeen la barra de seguridad. Favor de respetar el juego y no sacar brazos ni piernas. Gracias y que tengan una gran diversión ´´.

La grabación dio el inicio a una gran serie de gritos, gestos, risas y burlas de parte de Tom. Una experiencia bastante divertida que hizo que dejara atrás todas las preocupaciones y sólo me importara el hecho de divertirme.
Durante el resto del día el tiempo pasó como agua junto a todas las risas y comentarios respecto a nuestras muecas en los juegos, todo marchaba a la perfección justo cuando paramos a comprar comida. La calma y el silencio invadieron, haciéndome recordar todo el asunto de Samantha. Mi cabeza volvió a dar vueltas, por lo cual recurrí a la banca que estaba a un lado mió, me quedé ahí sentada observando la montaña, tratando de distraerme del lío que apoderaba mi mente…

- Que pasa nena ¿? – Geo se sentó junto a mí con un cono de helado, el cual lo hacía lucir verdaderamente tierno. Por lo visto ya había notado mi desbalance emocional.

- Georg te amo. Solo se que lo hago. Por favor dime, que nada ni nadie se interpondrá entre nosotros – sumergí mi cabeza dentro de su lacio cabello.

- No te lo voy a decir – agregó haciendo una pausa a lo que yo me exalté por sus palabras – No te lo diré simplemente porque ya es un echo; nada ni nadie se interpondrá entre nosotros Koko. Te amo -
Tranquila volví a sumergir mi cabeza en su cabellera; teniendo su amor era como tener todos mis sueños concentrados. Dejé el asunto de Samantha a un lado; ya que la vida es como una montaña rusa, altas y bajas, ratos buenos, ratos malos; pero es por lo mismo que los ratos buenos son los que se conservan para siempre, como una fotografía imaginaria, solo La Vida, Una Montaña Rusa.

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viernes, 17 de julio de 2009

Otra disculpa

Ops..!! perdónenme en verdad por no publicar el día de ayer ( Jueves ) y lamentariamente tapoco el día de hoy, debido a la causa de algunos problemitas emocionales que me invaden en estos momentos ^^.
El domingo (19/ 07 / 09 ) volveré con el nuevo capítulo para continuar esta historia que ya se encuentra en los últimos capítulos :(
Gracias por su comprensión y apoyo... las espero el domingo por aquí.

* Koni *

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miércoles, 15 de julio de 2009

Cáp.43: A y A, Equipo de Seducción

La gente bailaba a mí alrededor dándome constantes empujones, pisotones y unos cuantos golpes, los cuales mi mente bloqueaba e ignoraba haciéndome recordar el asunto de Samantha. Mi confianza estaba posada en Georg; dudaba mucho el caso de que todavía existiera algo más que amigos entre ellos, era como un caso imposible que guardaba una angustiante posibilidad.
Como diario el ataque de recuerdos invadió mi mente; decidí no estorbar más en la pista y con pasos bastantes endebles senté mi cuerpo en uno de los modernos bancos de la barra…

- Buenas noches bella dama, que le puedo ofrecer ¿? – el barman empezó a lucirse girando las copas entre sus manos.

- Mmm… lo que sea, me da igual – contesté de una manera cortante ignorando su pequeño `` show ´´, lo cual me permitió volver a los pensamientos que invadían mi mente.

- Sexo en la Playa ¿? El toque tropical de esta bebida se lo da la naranja, el arándano y el durazno, pero sigue teniendo el seductor toque del vodka – El barman jugó con el tono de la frase y me guiñó un ojo.

- Perfecto, Sexo en la Playa esta bien – regalé una forzada sonrisa.

- Interesante elección; yo te creía más tímida – la frase la entonó una voz proveniente del banco que estaba siguiente al mió; la seriedad en la broma, su piel blanca, el cabello lacio de un color negro intenso y los hipnotizantes ojos azules me hicieron reconocerlo en menos de un segundo.

- Alan ¡! – Lucía tan bien como siempre; una camisa del mismo color que sus ojos creaba un efecto `` embobador ´´ en varias chicas que se encontraban en el lugar, se encontraba tomando una bebida que no pude reconocer de colores atractivos y su actitud era relajada como siempre.

- Ja, Constanza de Listing – río al observarme y le dio otro trago a su copa.

- … De Listing ¿? Calma ¡! Aún no me e casado ¡! Jaja – Sonreí al mismo tiempo que recibía mi trago.

- Oh en verdad ¿? Desde hace más de tres meses no e tenido ninguna señal de ti; y conoces a Tokio Hotel ya hace más de un año… pensé que ya te habías casado ¡! – sonrío y mostró felicidad con un molesto sarcasmo.

- Hey Alan ¡! Que pasa contigo ¿? Has venido hasta Alemania con el propósito de molestar o algo similar ¿? –

- No… en realidad solo quería saber de ti – su expresión se volvió triste – En verdad imaginé que ya estabas casada con Georg –

- No bobo ¡! – Dije con dulzura – Eso no a pasado, y en todo caso de que sucediera yo te avisaría obviamente ¡! Ja… pero… dudo que pase – una lágrima salió por uno de mis ojos al girar la mirada hacia Samy y Georg. Bailaban divertidos y conversaban acerca de un tema que a Sam le causaba bastante emoción por lo que se podía apreciar.
Alan estaba apunto de preguntarme al respecto cuando llegaron mis hermanas…

- Alan ¡! Hola ¡! Hace mucho que no sabíamos de ti – Angie prácticamente cargaba a Zel quien se desvanecía en su hombro con ruidosas carcajadas.

- Jajajajaja ¡! Un chiste, un chiste; había una vez un conejito que respiraba por el trasero; se sentó… Y SE MURIÓ ¡! JAJAJAJAJAJA – Zel moría de risa a causa de su chiste y posiblemente a causa del alcohol xD.

- Que tiene Zel ¿? – Interrumpí la respuesta de Alan hacia mi Sis.

- Ja; Gustav y Tom nos la emborracharon jaja – Angie batallaba para tranquilizar a Zeltzin - apenas tomó dos `` shots ´´ de Tequila y se puso así jaja –

- Ja creo que es mejor que nos vallamos de una vez si no queremos que Zel acabé cantando `` Karaoke´´ jaja – tomé la situación como excusa pues no aguantaba ni un segundo más en el club; la escena de Sam y Geo juntos me mataba, era como una extraña forma de masoquismo. Por el otro lado tenía a Andreas y a Alan `` asechándome ´´ con la mirada de una forma seductora. Los momentos incómodos regresaban.

- Se van ¿? No llevan aquí más de una hora; aún es temprano – Alan se fue en contra de mi palabra.

- En verdad creo que es lo mejor Alan – dejé el dinero del trago sobre la barra junto a la propina del barman que había echo el inoportuno intento de conquistarme.

- Te llamaré en la semana; podríamos salir a algún lado – limité mi respuesta asintiendo la cabeza y me apresuré a ayudar a mi Sis con la tarea de sacar a Zel sana y salva del lugar.

- Pediremos un Taxi – Le mencioné la desición a Angie una vez afuera del club. Los chicos se encontraban adentro y sin idea de que nosotras ya no estábamos ahí. Decidimos no mencionarles nada… por lo visto estaban pasando un buen rato.

- Buenas noches señoritas; pasen – el taxista salió del auto y nos abrió la puerta trasera del vehículo. Empezamos con la complicada y desesperante tarea de hacer entrar a Zel en el coche, quién se negaba tirándose al piso y haciendo un berrinche como una niña pequeña xD. Después de una larga serie de empujones, risas, bromas y chistes bobos logramos hacerla entrar.
En el camino recapacité sobre la futura reacción de los chicos al no encontrarnos en el antro; aún así no le di importancia; la desición ya estaba más que tomada y en cierta parte era mejor para todos.

…………………

- Eaaa Eaaa Koko traes a las `` A ´´ muertas – dijo Zel una vez que el alcohol ya estaba perdiendo su efecto. Los chicos aún no habían llegado.

- Como que a las `` A ´´ ¿? – Dije perdiendo la mirada en el bote de helado que tenía mi Sis sin darle importancia al mió. Esa noche habíamos decidido hacer una mini pijamada en mi cuarto, igual que en los viejos tiempos.

- Si ja, mira… Andreas y Alan, a los dos los traes muertos y los dos nombres comienzan con la letra `` A ´´ - río Zel ojeando una revista que ya contenía bastantes artículos sobre nosotras.

- Oh ya entiendo ¡! Pero no es así… - mi humor cambió al recordar lo que me había dicho Andy cuando estábamos bailando – miren; según Andreas… Georg y Samantha traman algo, algo que tiene que ver con planes futuros y que también involucra a Bill –

- Nena; tranquila… Sam también se esta comportando así con Bill; pero aún no sabemos nada en realidad, puede ser que solo estemos mal interpretando todo ¡! – Zel dirigió otra vez la mirada hacía la revista, decidiendo no hablar nada más al respecto, a ella le afectaba la situación del mismo modo que a mi.

- Sis; tal vez Samantha si trame algo… pero, que hay con Alan y con Andreas ¿? Ellos si traman algo contigo – Angie cambió el tono de voz haciéndolo un cuanto serio y preocupado.

- Pero… yo solo quiero estar con Georg, igual que antes. Sin obstáculos, porque todo se complicó ¿? – no obtuve respuesta de ninguna de mis hermanas, sin embargo mi mente empezó a darme ideas, recuerdos, emociones y un sin fin de cosas haciéndome entrar en razón… Georg era mi novio, una fuerte conexión bastante valiosa, que por ningún motivo estaba dispuesta a perderla, no por Andreas, no por Alan… A y A un Equipo De Seducción, que no destruiría nunca el fuerte lazo que existía entre Georg Listing y Koko Listing.

- KOKO ¡! – mi tímpano retumbó al oír el estruendoso ruido de la puerta azotarse contra la pared seguido por el grito que contenía mi nombre. Sentí los brazos de Georg rodeándome acompañados de un beso en mi frente. Noté que detrás de él se encontraban los chicos junto con Mayiss y Samantha.

- No vuelvas a asustarme de esta manera… pensé que te había perdido – el suspiro de Geo me llenó de tranquilidad. Era su cuerpo el que de nuevo me brindaba esa protección que añoraba bastante. Sólo unas horas sin su cariño las cuales se convirtieron desde mi punto de vista en años. Nunca sabes lo que tienes hasta que lo empiezas a perder, por suerte lo pude recuperar esperando que el cuento de hadas continuara, quedándome dormida poco a poco en los brazos de Geo… en la completa tranquilidad.

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domingo, 12 de julio de 2009

Cáp.42: Secretos Bailables

El momento se volvía cada vez más incómodo; Andreas me miraba como niño al dulce; como si fuera un tesoro; una perdición. Yo trataba de disimular que nada estaba sucediendo comiendo un trozo de filete, platicando con Georg y Samy acerca de la comida; en definitiva era un momento totalmente desorientador y nada cómodo.
Georg me volteo a ver un par de veces y en ocasiones me hacía la pregunta: Que tienes nena ¿? La cual yo me limitaba a contestar con un clásico `` nada ´´.

Los filetes se acabaron al igual que las cervezas; así que decidimos que era la hora del postre. Zel, Angie y yo nos dirigimos a la cocina para preparar algunos capuchinos.
Mientras Angie sacaba del refrigerador la leche y yo preparaba la maquina de capuchinos, Zel rompió el silencio…

- Andreeeeeeeaaaaassss ¡! Wuuuu ¡! – Cantó animada picándome el ombligo.

- Hey ¡! NO ¡! Esto NO puede estar sucediendo – dije en un tono enfadado.

- Tranquila Sis, no es tu culpa que le agrades a Andy – Angie trató de tranquilizarme y empezó a preparar el primer café.

- Pero… es bastante incómodo tener que aguantar su juego de coqueteos; el sabe realmente bien que soy novia de Geo – Hice un puchero y luego Zel me abrazó.

- Obviamente el esta conciente de tu relación con el señor Listing – agregó Zel tomando mi cabeza entre sus manos.

- Entonces ¡! ¿? Porque hace todo esto ¿? Ni siquiera nos conocemos bien ¡! – otra vez no comprendía nada de la situación.

- Pues es simple ¡! En la guerra todo se vale… y en el amor aún más comprendes ¿? – me dijo mi Sis tomando una cucharada de la espuma del capuchino.

- Pff… comprendo – acompañé la frase asintiendo con la cabeza. Tenía bastante miedo que pasara alguna confusa situación con Andreas; y así afectara en la relación que llevábamos con Georg; a él como amigo… y a mi como su novia. Eran relaciones más que sagradas, eran más que suerte; eran una fuerte conexión.

- Como va todo chicas… les ayudo con esos capuchinos ¿? – Andreas irrumpió en la cocina a lo que yo entré en un raro estado nervioso; así provocando que el capuchino que estaba llevando al jardín se me resbalara por completo de las manos; los reflejos no reaccionaron y el resultado fue una gran cafetería esparcida en el piso.

- AAAA ¡! ESTO ES SUFICIENTE ¡! – grité a causa de que mis nervios se habían colmado y salí corriendo directo a mi habitación. En el trayecto de la escalera pude escuchar la voz de Andreas preguntando la causa de mi enojo y a Zel y Angie sin respuesta.
Al llegar al cuarto azoté la puerta detrás de mí y me deslicé de espaldas en ella, generando un gran suspiro. Me frustraba bastante toda la situación; me frustraba que las personas me hicieran entrar en una confusión, tal vez en un dilema. Mi mente empezaba a jugar, sin permitirme analizar la situación. No sabía lo que me sucedía; Geo era una persona más que importante en mi vida; era una de mis razones para vivir… como era posible que alguien tal vez pudiera cambiar eso ¿? Era confuso; no sabía si realmente me empezaba a gustar; no sabía si me empezaba a gustar Andreas.

- Koko… puedo pasar ¿? – escuche la voz de Gustav al otro lado de la puerta a la vez que le daba pequeños golpecitos.

- Mmmm… - dudé un poco debido a mi estado de ánimo; pero después de unos segundos decidí abrir.

- Que pasa Gus ¿? – le pregunté ofreciendo una sonrisa con el ultimo `` flash ´´ de felicidad que me quedaba.

- Te seré sincero; todos se preocuparon por tú raro cambio de humor; y pues yo fui el elegido para venir a hablar contigo jaja – rió un poco y se sentó en la cama.

- Ja ¡! Como son ¡! Ja… Gus… mira, solo estoy un poco confusa. Es todo – traté de guardad la sonrisa y no dar a conocer mi lado confundido.

- Mmm… Segura Koquis ¿? –

- Si, solo confusa – di un suspiro un cuanto notorio – Ahora corre con Mayiss que seguramente a de estar extrañando jaja. Tortolos ¡! – reí acompañada de Gusti.

- Ja ¡! Mi Mayiss; gracias Koko… por darme la oportunidad de conocerla, es una gran chica – me tomó de sorpresa con un fugaz abrazo y continuó – Ah ¡! Tom me mandó a decirte que hoy es noche de fiesta ¡! Iremos a un antro famoso aquí en Alemania… así que empiézate a arreglar porque todos sabemos que te tardas horas en eso jaja – se burló un poco a lo que le correspondí con un `` zape ´´ en tono de cariño xD.

……………………

- Ya sal Koko ¡! Seguramente te ves bastante bien ¡! – Zel me reclamaba en el cuarto, tras la puerta del tocador en donde yo me encontraba.

- Si Sis ¡! Los chicos ya están en la sala esperándonos hace mas de media hora ¡! – Angie acompañó la queja de Zel, y May junto con Sam les hicieron coro.
Todo el `` equipo femenino ´´ me había ayudado a arreglarme; los tacones, vestidos, aretes, gloss, cinturones, ``wonderbrass´´, bolsos, perfumes, dijes, barnices de uñas habían cooperado para distraerme un poco de la confusa y preocupante situación. Había aceptado ir esa noche al antro y el procedimiento de arreglarme ya estaba completo.

- Ya ya ¡! Esta bien saldré ¡! – Abrí la puerta del cuarto de baño y noté que todas empezaban a sonreír y a dar pequeños brinquitos por el resultado que juntas habían logrado. Un vestido rojo se adaptaba a mi figura, con una perfecta tela liviana y con finos brillantes insertados en ella, acabando unos centímetros más arriba de mis rodillas y empezando en mis hombros, poseía mangas largas, pero mi espalda la dejaba al descubierto. Unos tacones `` Troyanos ´´ del mismo color que el vestido aumentaba la altura de mi cuerpo, mi cabello estaba alaciado, con un crepé en la parte superior y algunos caireles le daban un toque especial. Mayiss me prestó unos artes con finos rubíes rojos y el maquillaje le daba a mi piel blanca un sexy aspecto bronceado.

- Ja ¡! Sabía que íbamos a lograrlo ¡! Un gran look ¡! – Zel se acomodó uno de sus chinos que esa noche había dejado al natural; su piel morena resaltaba con el vestido turquesa que usaba, era de una tela un cuanto satinada, strapless y ajustado en la parte superior, pero en la parte de abajo nacían varias curvas que acababan en las rodillas.

- Si si si hermanas sexys ¡! Jajajaja – Todas reímos por el comentario de Angie quien se dio un rápido vistazo en el espejo; su cabello lo llevaba alaciado, el cual quedaba perfecto con la blusa negra de tirantes cruzados que llevaba, les dio un toque un poco más formal a los jeans oscuros con unas botas negras que aportaban tacón de aguja.
Mayiss lucía un vestido a rayas horizontales de los colores blanco y negro los cuales combinó con unos converse de los mismos colores; por el contrario Samy aportaba unas sandalias de dedo de un color morado las cuales tenían como aplicaciones piedras `` Swarosky ´´ que hacían juego con su vestido tipo `` globo ´´ y con la joyería de la misma piedra.

- W-O-W ¡! – dijeron los chicos a unísono desde la sala cuando nos observaban bajar las escaleras que daban a esta.

- Cuanto tiempo se tardaron ¡! Pero… créanme que valió la pena jaja – Georg nos dijo cuando íbamos a la mitad de la escalera; pronto subió hasta el escalón donde me encontraba y me extendió el brazo para tomarlo de el.

- Hermosa; simplemente hermosa – Bill tomó de la cadera de Zel, y se apoderó de su conciencia con un beso; pronto Gustav y Mayiss repetían la escena.

- Ja ¡! Te pudiste haber esforzado más no ¿? – Tom trató de seguir con la delantera de la apuesta; pero se excedió un poco pasando a un tono grosero hacia Angie.

- Hey ¡! Eres un grosero – mi Sis se dio media vuelta y empezó a establecer una conversación con May y Gustav. Pude notar en sus pupilas que el comentario verdaderamente le había afectado a ella; y que su reacción había echo que Tom se arrepintiera de lo dicho.

- Em… Samy luces increíble – Georg le guiñó un ojo a Sam; lo cual tengo que aceptar, me causo bastantes celos; mi humor empezó a afectarse. Samantha río de una forma ``boba ´´.

- Koni; pensé que Georg solo escogía especimenes como el, pero me e equivocado, pues tiene a una dama y bastante bella – Andreas causó que la confusión regresara; y Georg inmediatamente se puso serio y me apretó firmemente de la cintura; nuevamente formando una `` cadena invisible ´´ para nunca dejarme ir… o para protegerme.

…………………

- Este es mi club – Tom sonrió y levantó el cuello de su sudadera DC a la vez que nos guiaba a la entrada. El trayecto de la casa al antro había pasado muy rápido, no es mentira que en la autopista alemana la velocidad tiene que ser extrema.

El antro poseía luces en colores morados y azules; un toque de glamour. Dentro de él la pista era enorme y estaba inundada de personas; en la tarima estaba el DJ quien ya se encontraba poniendo ambiente a la noche; la zona VIP tenía sillones tapizados con seda con las diferentes tonalidades del azul y el morado, un mini bar exclusivo estaba en la parte centrada el cual contaba con un gran equipo de servicio.

- Y bueno quien quiere bailar ¿? – Sam hizo el comentario a la vez que jalaba a Georg sin dejarlo dar su opinión.
El pequeño sentimiento de celos volvió a mi, haciéndome hundirme en el sillón en el que ya me encontraba, observando fijamente divertirse a Sam y a Geo.

- Ven cariño ¡! Vamos a bailar – Andy me jaló a la pista y pronto ya me encontraba moviendo mi cuerpo al ritmo de la melodía; la confusión volvió a mi ser; esto no podía estar sucediendo. Andreas pegó cada vez más su cuerpo al mió; me recordó el momento que bailé esa noche con Alan en LV; todo concordaba tan similar como la anterior vez.

- Sabes bailar secretos ¿? – preguntó con un tono `` seductor ´´.

- A que te refieres ¿? –

- Te cuento un secreto bailando a la vez; estaríamos bailando un secreto – el río por su absurda broma – Ja… te diré de una vez; hace más de un año, Sam y Geo se hicieron novios; solo anduvieron menos de una semana; por eso a los paparatzziz no les dio tiempo de hacer de las suyas… -

- Oh… no sabía que habían andado, pero, no tiene nada de malo – seguí con el ritmo que el DJ imponía.

- … No no tiene nada de malo… pero ahora míralos, algo se traman, los escuché hablar junto con Bill en la habitación en la mañana; era algo así como un plan a futuro – hizo una pausa – mira Koni; se que piensas que yo deseo una relación contigo, más que amigos me refiero, pero no es así; solo no quiero que vayas a salir herida por Geo –

- Entonces si no quieres algo más que amigos ¿? Porque has pasado coqueteando conmigo todo el día ¿? – me quedé parada en el mismo lugar, sin bailar, el asunto se tornaba bastante serio.

- Porque intento averiguar la situación que trama con Samy, quiero ver como reacciona Geo a mi comportamiento; así podré llegar una conclusión – me guiñó un ojo, pero esta vez con amistad.
- Entiendo; pero sinceramente no quiero estar involucrada en esto; mi mente empieza a confundirse y jugar conmigo – mi humor bajó repentinamente.

- Ok, comprendo… solo no quiero que salgas herida Koni – Andreas se alejó y me quedé a media pista, analizando paso a paso la situación, amaba a Georg y sabía que el no sería capaz de hacerme algo así; otra vez mi mente era una ola de recuerdos, sueños, confusión, tristeza, felicidad, dudas y… Secretos Bailables.

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