tag:blogger.com,1999:blog-13026790851855932882024-03-18T19:54:18.788-07:00Fan Fic Tokio HotelNo es malo imaginar; sin imaginación no hay realidad...Unknownnoreply@blogger.comBlogger123125tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-89731174061614003432011-04-08T20:08:00.000-07:002011-04-08T20:08:29.853-07:00Biografías: Zeltzin Elisa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRON_AUzsLcczYPfHxIbpLHl61tFmP6udqNt0Js10iEgUuDLs6821cDwf1mCcrJ7utDCig5iDHmT_hz3mKNBIl76N3jIiZwwEtmfrq8fDCA4A9YQ-UwXyNQ5l0NuyYZk5PVMKrP-YpZEXA/s1600/Zeltzin+Elisa+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRON_AUzsLcczYPfHxIbpLHl61tFmP6udqNt0Js10iEgUuDLs6821cDwf1mCcrJ7utDCig5iDHmT_hz3mKNBIl76N3jIiZwwEtmfrq8fDCA4A9YQ-UwXyNQ5l0NuyYZk5PVMKrP-YpZEXA/s320/Zeltzin+Elisa+1.jpg" width="240" /></a></div><b><span style="font-size: x-large;">Zeltzin Elisa </span></b><br />
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<blockquote><b>25 años (21 de febrero de 1990)</b><br />
<b><br />
</b><br />
<b>Nacida en la Ciudad de México, México.</b></blockquote><br />
Al igual que Atziri, esta linda mexicana prefiere que le llamen por su segundo nombre.<br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Elisa nació en la Ciudad de México, pero siempre tuvo el deseo de vivir en algún país dónde la monarquía todavía estuviera en pie. Sí, de niña deseaba ser una princesa con ampón vestido rosa y una tiara repleta de diamantes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hija única de una cariñosa pero emprendedora pareja, pasaba los días de su infancia junto a su nana, Lolita. Ambas, amantes de los vestidos y accesorios, se escabullían por las tardes a comprar incontables metros de tela (kilómetros, más bien). Lolita se las ingeniaba para armarle un guardarropas despampanante, el cual generaba envidia de todas las pequeñas compañeras de Elisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La muerte de Lolita, fue el inicio de la verdadera vida de Elisa. Una mañana, al mirarse al espejo, descubrió que su cuerpo ya no era el de una niña. Decidió enfrentarse a la vida por su propia cuenta, aún temerosa. Explotó su personalidad coqueta y encantadora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estudió hasta la preparatoria en México; puesto a que en verdad deseaba irse del país. Aseguraba que no era el lugar indicado para ella. Cuando sus padres le preguntaron la razón de su partida, ella bromeo con "<i>Yo no como chile; eso es algo inaceptable en una mexicana. No pertenezco aquí".</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;">Viajó hacia Los Angeles, E.U. No tenía un plan en especial; pero no era algo que le preocupara. Se enamoró de la ciudad desde que dio el primer paso fuera del aeropuerto. Hizo un casting en Intense Magazine America como asistente de modas, pero su currículum estaba tan bien escrito, que la contrataron como correctora de estilo y escritora de artículos. Fue ahí en dónde conoció a Daiana Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su relación con Dai, fue una chispa enseguida. En menos de dos semanas en su estadía en el nuevo país, ya se encontraban compartiendo un bonito departamento juntas, con una impresionante vista a la ciudad (exigencia de Daiana, quien ama los paisajes urbanos).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El par de deslumbrantes mexicanas, tenían el hobby de salir a conocer todos los clubs de la ciudad en cuanto se presentaba la oportunidad; juntas, terminaban formando un bello desastre con varias botellas de Jack Daniel´s vacías. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiedOaNCTeselQvR5CKDFxsvJxasjTVyw3Xy5RsCmkpeXD7DRxaLfSbFXHijo2S0i6yNGMjHPUrVTGvzxqR80RdPyZNbqSdUnoEiyzuFKlXDimbRBYYhyphenhyphenRnWovAdShfQcrCeJwLCmKYdTm/s1600/Zeltzin+Elisa+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiedOaNCTeselQvR5CKDFxsvJxasjTVyw3Xy5RsCmkpeXD7DRxaLfSbFXHijo2S0i6yNGMjHPUrVTGvzxqR80RdPyZNbqSdUnoEiyzuFKlXDimbRBYYhyphenhyphenRnWovAdShfQcrCeJwLCmKYdTm/s320/Zeltzin+Elisa+2.jpg" width="237" /></a></div><div style="text-align: justify;">Una de esas alocadas veladas, conocieron a los hermanos Rowman. Jacob, el mayor de los tres, fue quien la conquistó con su trato dulce y sensual. Todo indicaba un cuento de hadas con final feliz hasta que una noche, después de cuatro años de conocerse, lo cambió todo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
Ella, junto con la pequeña Ruzzo, se mudaron de inmediato a Berlín; país que además de estar en sus sueños, tenía una sucursal de su trabajo: Intense Magazine Germany. El plan era olvidarlo todo, comenzar de nuevo.<br />
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Conoció a Atziri en un photoshoot de la revista y desde ese día no puede quitársela de encima. Siempre es víctima de sus bromas y ataques de locura, pero la ama con todo su ser y daría la vida por ella.<br />
<br />
Después de un evento escandaloso, despidieron a Dai de I.M y ahora su trabajo no le resulta tan divertido como antes (además, tiene que soportar a su odiosa y narizona jefa).<br />
<br />
Elisa es una persona con un buen corazón. Derrama miel y hojuelas conforme camina por las calles de Alemania. Le gusta tratar a las personas con un exceso de dulzura; pero si llegan a meterse en su camino, planea algo maléfico con precaución y mucha cautela.<br />
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Es amante de películas "para niñitas lloronas" (como les llama Atziri), del sushi, de novelas románticas y de los zapatos. Generalmente escucha rap, hip hop y música electrónica gracias a la influencia un de sus ex novios, el cual era DJ.</div><div style="text-align: justify;"><br />
Lo único que extraña intensamente de su país natal, son los dulces típicos. En una ocasión, llevó a cabo una búsqueda exaustiva de alguna tienda mexicana por toda Alemania; después de cuatro horas de búsqueda, encontró un diminuto local y compró una caja gigantesca de caramelos con chamoy. Al regresar a casa y presumirle a Daiana su nueva adquisición, descubrió que la caja estaba vacía. Se sintió "ligeramente" estafada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
La única vez que se vengó de las incontables bromas que Atziri le juega, le supo a cielo. Cambió el relleno de la pasta dental por queso Philadelphia. Atz, no le dio importancia al extraño sabor del dentrífico, pero su aliento alejó a todas sus conquistas de la noche. Su auotestima estaba por los suelos hasta que encontró el bote vacío de queso en el cesto de basura. Elis no paró de reír hasta una semana después.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXAgzPfKh9kfCQQCTJZD7djhUPNl_xpBJjRwMZAuO626q_ZLFbeebN7FAvpk00oIM-0X8kUSHujQ7meKKi9TvnPQ6ZONDuDWQfzF0obSlsGVW-LpAduepJCW6jjObQ5IKpVS4tbu9aN6F7/s1600/Zeltzin+Elisa+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXAgzPfKh9kfCQQCTJZD7djhUPNl_xpBJjRwMZAuO626q_ZLFbeebN7FAvpk00oIM-0X8kUSHujQ7meKKi9TvnPQ6ZONDuDWQfzF0obSlsGVW-LpAduepJCW6jjObQ5IKpVS4tbu9aN6F7/s320/Zeltzin+Elisa+3.jpg" width="237" /></a>Le gusta la sinceridad, pero siempre encontrará la manera más sutil y apropiada de decirte las cosas. No soporta herir sentimientos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nunca se ha teñido el cabello y no está dentro de sus próximos planes, pero tiene un alaciado permanente encima. Daiana le solía llamar China cuando los caireles rebotaban encima de sus morenos hombros.<br />
<br />
Posee una deslumbrante sonrisa y prefiere usar poco maquillaje, su belleza es muy natural y fresca.<br />
<br />
Está desconcertada por la forma tan veloz en la que se ha encariñado con uno de los gemelos Kaultiz, Bill. Cuando los Tokio están de gira, acostumbran hablar en las noches hasta que las baterías de sus teléfonos se descarguen. Tiene un poco de miedo a estar enamorada, pero no puede evitar sonreír día, tarde y noche al recordarlo. <br />
<br />
Le gusta escuchar a Ruzzo cantar, pero nunca se lo ha confesado; pues teme que al decirlo, Daiana deje de hacerlo.<br />
<br />
No le agradan las arañas, la crema de maní, el café con azúcar ni la leche con chocolate.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /> </a>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-2327361424367767952011-01-09T19:13:00.000-08:002011-01-09T19:13:44.162-08:00Cap. 46 < Unámonos ><img border="0" height="0" src="http://c.gigcount.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyOTQ2MjkxMTgzOTEmcHQ9MTI5NDYyOTE1NzE3NiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><embed border="0" flashvars="mycolor=222222&mycolor2=0d1114&mycolor3=f06a22&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false" height="165" name="myflashfetish" pluginspage="http://www.macromedia.com/go/getflashplayer" quality="high" salign="TL" src="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf?myid=75173503&path=2011/01/09" style="height: 165px; visibility: visible; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240" wmode="transparent"><br />
<br />
<a href="http://mixpod.com/"></a><br />
<br />
<br />
<em></em><br />
<blockquote><div style="text-align: center;"><em>[Pero ambos sabemos que tenemos prisa, tenemos prisa de amarnos. El a mí, yo a él. A seducirnos cada mañana, cuando despertemos en la misma cama. Entusiasmo en las miradas y ese brillo cósmico. Reír por detalles inútiles, absurdos. Perdernos muy lejos, escapar de lo mundano. Tener nuestro pequeño escondite para las dulces huidas. Decirnos te amo, por primera vez.]</em></div></blockquote><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: justify;">Tropezamos una y otra vez, el uno con el otro. El corre detrás de mí a veces, y luego soy yo la quien le persigue. Los gemelos y Mimi observan sentados en lo verde del césped, Gustav y Andreas pasean un balón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tira de mi ropa con fuerza, pero logro escabullirme de sus brazos. Siento como su cuerpo ha aumentado de temperatura, al igual que el mío, pero el clima es increíble. Una leve y fresca brisa empapan nuestros cuerpos poco a poco. Mi respiración agitada me hace jadear, ruidos curiosos que se combinan con los suyos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Me vas a matar, hermosa! – grita, después de las carcajadas. Me detengo y miro hacía atrás. Inhala aire con desesperación y descansa con las manos en las rodillas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sigue corriendo! – le ordeno, mientras troto descalza por la natural alfombra verde. Corre, pero a los escasos pasos se detiene haciendo graciosas expresiones.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! Changuita saltarina, tienes batería para estar así más de un año – sonríe. Su cabello le estorba, pues el viento es fuerte - ¿Acaso nunca jugaste cuando eras niña y ahora me cobras tu infancia?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nada de eso – exclama Mimi, haciendo esfuerzo para que la escuchemos – Más bien, Constantine sigue siendo un bebé. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más bien, ustedes están amargados y viejos – digo entrecortadamente y les saco la lengua como gesto estrella.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que madura respuesta Dai. – se burla Bill con una mirada divertida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg y yo reímos. Su risa se convierte en tos, una tos muy profunda. Comienzo a acercarme, puesto a que no puedo ver su rostro ya que está inclinado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Estás bien? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo… no… - me hace señas nada entendibles con su mano derecha, no puede hablar, la tos continua, cada vez más sonora. </div><div style="text-align: justify;">- ¿Georg? – mi voz se quiebra dejando una onda de preocupación en el oxígeno. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Demonios hobbit, ya deja el cigarro – dice Tom, aún sentado en el pasto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, aguarden… - digo deteniendo la ola de burlas que estaba apunto de explotar. El ruido no cesa. Doy tres pasos más hacia el, pues es la distancia que quedaba entre nosotros. Me inclino para poder verlo cara a cara, pero de pronto tiene los ojos cerrados. No tose más, no habla, no se mueve, no respira, no nada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ge… Geo... ¿Georg? – silencio mortal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡AMARGADO JAMÁS! – da un grito impresionante y me abraza con mucha fuerza. Estalla en risas al igual que todos, yo simulo una, pero los ojos los tengo acuosos. Me ha pegado un buen susto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Buena esa! – Andreas le guiña un ojo a su amigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Diste un salto imposible Dai – voltea mi cuerpo, ya que me estaba abrazando desde atrás. Escondo mi mirada cristalina con ayuda del fleco de mi cabello. Aún así, noto que la descubre – Creo que te asusté demasiado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo un poco – digo sarcástica dándole una sonrisa. El seca con su dedo índice la primer lágrima que brota por una de mis cuencas, antes de que se deslice por mi mejilla. Esto evita que las demás gotitas salgan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dime que no te hice llorar – las pupilas en sus ojos tiemblan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – respondo con frialdad, haciendo muy creíble mi negación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- A… ¿no? ¿No lo logré? – me dice retador, posando como me gusta que lo haga.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni siquiera estuviste cerca – ataco con velocidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues entonces tendré que intentarlo de nuevo – pasa los mechones de mi cabello detrás de mi oreja. Se aleja - ¡Tienes suerte de correr rápido bonita! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y comenzamos la persecución de nuevo. Mi pantalón tiene manchas infinitas de rastros de la naturaleza y mi pelo se decora con hojas secas. Él tiene una ligera mascarilla de tierra. Las nubes terminan por cerrar filas en el cielo, oscureciendo las aguas de los lagos a lo lejos y haciendo descender la temperatura. Está anocheciendo y ni siquiera lo habíamos notado, ninguno de los presentes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siguiendo el suave trazado de sus venas azuladas del pliegue de su codo, mi mano avanza sobre los perfectos músculos de su brazo. Georg me ayuda a bajar de la camioneta que David Jost mandó al parque, para traernos de regreso al hotel.</div><div style="text-align: justify;">- Noche de fiesta – canturrea Tom cruzando el lobby.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni lo pienses – nos recibe David – Mañana tienes trabajo. Estás loco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo unos tragos Dave – Andreas rodea al `` jefe ´´ con su brazo. A decir por el gesto de Jost, creo que no le agrada mucho la idea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Jamás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Pero yo no estoy en la banda! – Celebra el rubio – Voy a conseguir algunas nenas y beber hasta que me de cirrosis. Perdedores.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo creo Andy – Dunja hace presencia con su vocecilla alegre – El contrato de la gira dice que cada integrante de esta, sea de la banda o no, debe establecerse a los horarios y rutinas. Así que… a dormir todo el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dunji, ni siquiera hemos cenado – se queja Bill y señala su estómago.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mi pequeño – dice con ese tono consentidor muy suyo – Pediré algo al Room Service. Y para todos ustedes también, mounstritos. ¿Las hermanas Ruzzo van a querer algo?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo estoy bien por ahora Dun – Mimi agradece.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y yo estoy muerta. Sinceramente sólo quiero una cama ahora. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh Dai, claro que la tendrás, pero en unos minutos. David y yo tenemos que afinar unos cuantos detalles respecto a tu aprendizaje, aquí, en la gira.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todos suben hablando de lo que van a ordenar, comida, comida y comida. Les pierdo la imagen por el elevador. Me gustan sus sonrisas en conjunto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">``Papá y mamá ´´ de Tokio Hotel me explican acerca de las tácticas, que aprenderé y en que podré utilizarlo. También me dan indicaciones de Taylor y peticiones por igual. Me asignan tareas y me piden observar el comportamiento de los fans en los eventos, puesto a que también tendré que lidiar con ello. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi habitación me espera después de una no tan corta charla. Abro la puerta de la suite, quiero tumbarme en la cama sin tan siquiera cambiarme a la ropa de dormir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hay una tenue luz que se proyecta desde la habitación principal, escucho risas, la de Mimi por evidencia, pero hay alguien más. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Andreas, quítate de mi cama en este mismo momento – exijo al divisar los pantalones entubados y tenis asomándose por el edredón. Se descubre la cara. Mimi está en la otra cama, luce una cara de preocupación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, Dai, hay que hacer una pijamada – noto el estado de ebriedad de Andreas con tan sólo escuchar las primeras palabras.</div><div style="text-align: justify;">- Oh demonios, Mimi, ¿qué le diste?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Crees qué le daría algo a este engendro, y después de ponerlo ebrio lo recibiría con los brazos abiertos en mi cuarto? – Pone cara de fastidio – Tocaron la puerta, abrí, y era él. Entró haciendo una fiesta, y no lo puedo sacar. Hazlo ahora o me regreso a California de inmediato ¡Me está volviendo loca! ¡Ha cantado todas las canciones de Vaselina y ahora quiere empezar con las de High School Musical! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puedo hacer un cover de Lady Gaga, si así lo prefieren – el borracho intenta mirarme con atención, pero sus pupilas revolotean como dos mariposas en un frasco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más que cover, sería parodia – Mimi le ve con asco y se cubre con el edredón; apenas se asoma un mechón de su oscuro cabello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ella es bien groserota! – Andreas apunta el bulto que conforma el cuerpo de mi hermana a través de las cobijas – Me da miedo. ¡Algún día me voy a estar bañando y llegará a acuchillarme con su cara de maldita!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esto va a ser difícil – digo, más bien pensando en voz alta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Y tú, Constance, vas a tener que solucionarlo por tu cuenta si quieres dormir en tú cama. Diviértete.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Lo vez! – reprocha Andy abriendo la boca a manera de sorpresa. Siento el aroma a tequila que comienza a inundar la habitación - ¡Eso que está ahí no es un hermana! ¡Eso es un mounstro! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- De mounstro, tengo lo que tú tienes de inteligente – dice Mimi incorporándose un segundo, aventando una almohada directo a el pelo del rubio y volviendo a recostarse.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mimi! – no puedo evitar reírme, la expresión desconcertada de Andy es insuperable.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Se lo merece, por ser una rubia tonta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Soy rubia, pero no tonta ¿Eh? – mueve el cuello de lado a lado y chasquea los dedos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, y de repente te cambiaste de sexo ¿Verdad? – giro los ojos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Exact... ¡No! ¡Espérate! ¡Eso no!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más te vale que te quites de mi cama en menos de cinco segu…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi frase es cortada por un sonido de lo más desagradable. Puedo enterarme que es lo último que cenó Andreas gracias a la mancha prominente en mis sábanas. Él se limpia la boca con su antebrazo en un movimiento fugaz. Un olor fétido llega directo a mi nariz y penetra revolviéndome el estómago.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Repugnante – es lo que Mimi se limita a decir y continúa adormilándose.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Dai! – Grita su voz, que ahora se encuentra un poco más sobria - ¡Perdóname! ¡Lo limpiaré enseguida y me iré en cuanto termine! ¡Perdón! ¡Soy un asco!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En un salto, se encuentra en el cuarto de baño arrancando tiras de papel higiénico para desaparecer la pizza a medio procesar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sabes qué? Olvídalo Andy, dormiré en la sala – exclamé sin dedicarle una mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! ¡Esto quedará como nuevo! – trata de convencerme, pero su apariencia no le ayuda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En verdad. Deberías quitar todas esas cobijas y pedirle a Jost que alguien del equipo las lleve a la lavandería. Dedícate a dormir, te vez fantasmal y la resaca te comenzará a pegar en un par de horas – guiño el ojo izquierdo, mientras retrocedo – Ah, y rocía un poco de esto – le entrego una botellita lila de perfume – No querrás que Mimi se desmaye con tremenda peste.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, eso me daría un punto menos – ríe apenado recibiendo el frasco de aromas y recuerdos – No duermas en la sala nena, la cama de mi suite está desocupada. El hobbit aún está con los gemelos en el bar. Yo tomo rápido, ya sabes, me mandaron a dormir. Pero ellos son unos niños llorones y lentos con eso de los tragos, así que Georg volverá al amanecer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bien – le dedico una esforzada sonrisa – Ahora duerme, o te acusaré con Dunja.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La amenaza funciona como esperaba, y en cuanto Andreas se acorruca tal cual bebé en mi dañada cama, me adentro en mi pijama que consiste en una blusa holgada y muy larga.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todas las suites son muy parecidas, pero esta, tiene una luz roja fascinante y la vista de la ciudad es aún más impresionante que en la mía. La noche es salpicada por incontables puntitos brillantes, como si de manchas de pintura se tratara. El calor de la oscuridad acaricia mi piel, la cual está un poco sudorosa debido a la temperatura. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me instalo en la cama de Andreas, la cual reconozco porque a diferencia de la otra, no tiene un deslumbrante bajo negro encima. La televisión me acompaña un rato, pero decido apagarla ya sólo genera ruido dentro de mis pensamientos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi mente divaga, imágenes borrosas pasan por ella al igual que canciones e ideas, es hora de dormir…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sabía que ibas a caer en cuanto vieras un lugar en donde acostarte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estoy rendida, apaga la luz… - mi voz adormilada sale automáticamente, pero el eco de esta es lo que me hace reaccionar - ¡Georg! – me incorporo de un salto tallándome los ojos con frenesí, la iluminación que genera el foco del cuarto me deslumbra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Daiana! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Georg!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Dai… ¡¿Daiana?!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Disculpa, ¿qué hora es?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Son las 3 de la madrugada. Pensé que eras Andrew – se ríe, seguramente de mi cara de dormida y mi cabellera alborotada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Se supone que ibas a llegar mucho más tarde – digo enfadada, imaginado el rostro de Andreas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Llegar de dónde? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Del bar! – sí, grito. Me levanto en un movimiento tan rápido que me hace marear y me encuentro con mi reflejo en el espejo de cuerpo completo. No es mi cabello lo que me preocupa, tampoco son mis ojos entrecerrados. Es mi organismo semidesnudo en completa exhibición. Un juego de lencería blanco y nada más. ¿En qué momento me quité lo demás?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Epa! – expresa él con una sonrisa picarona y cambia la mirada hacia el lado contrario de la pieza. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Carajo! – suelto en una risa avergonzada. Esto no puede estar sucediendo. Debí de haberme despojado de mi ropa entre sueños, debido al calor abrumante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Bar? ¿Llegar más tarde? ¿De qué estás hablando Dai? – Pone una mano sobre su cara de una manera sutil, lo que me da oportunidad de buscar mi blusón – Y si no es indiscreción ¿qué haces dormida en la cama de Andreas en ropa interior?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No es lo que tu piensas! – perfecto, una respuesta de lo más estúpida. Esto va de mal en peor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh, claro, no es lo que yo pienso – sarcasmo reluciente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Demonios! ¡Se que sonará poco creíble, pero déjame explicarte…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, seguro llegaste a tu habitación y Andreas se encontraba ocupando tu cama, por lo cual, decidiste venir a dormir aquí. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- De hecho – me sentí ridícula al aceptarlo y tan vulnerable. El resto de mi ropa no aparece.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te creo – su tono fue sincero. Lo miré directo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te creo. Y no estoy mintiendo. Yo estuve en la suite desde que subimos de la recepción y en ningún momento escuché… bueno, no escuché nada ¿Me entiendes?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, entiendo – le digo con una sonrisa. El me mira de reojo, tratando de enfocarse sólo en mi rostro – ¿Estuviste todo el tiempo aquí?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es, en el estudio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿No me oíste al entrar? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tenía los audífonos del Ipod puestos – me sonríe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dijiste que no habías escuchado nada, pero entonces era porque estabas escuchando música – jalo una se las sábanas y la adapto a la forma de mi cuerpo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno sí… - admite – Pero aún así te creo. Yo se que nunca dormirías con Andreas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Buen punto! – suelto en una carcajada. El por fin me mira de frente – Andy se embriagó y se le ocurrió visitar a Mimi. Cuando llegué estaba abarcando mi espacio. Me dijo que podía venir aquí a pasar la noche, que el cuarto estaba vacío y tú llegarías hasta el amanecer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todo me cae en cuenta. Era el plan estrella de Andreas. Reunirme con Georg. Una noche para estar solos, para tenernos el uno al otro. El también lo percibe y se hecha a reír.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Eh! Seguro ya estaba lo demasiado borracho que pensó que yo lo había acompañado al Bar – dijo, tratando de disimular – Ese tipo no sabe medirse. Disculpa por haberte despertado linda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Disculpa por haberme despertado en lencería – levanté los pulgares.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! Créeme, no te disculpes por eso. De hecho, yo te debería de agradecer – levanta las cejas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Depravado – mi voz fue apenas un susurro y le di un beso a través del aire. Caminó hasta estar cara a cara.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vuelve a la cama, anda, te arroparé yo – mi frente es besada por sus labios, esos labios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tengo sueño.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Niña rebelde, deberías de descansar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Debería.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero no lo vas a hacer ¿Verdad?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – le sonrió sin mostrar los dientes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su expresión alegre me emociona. Pasa un mechón de pelo detrás de mi oreja derecha y después repite el procedimiento con la izquierda. Acaricia mis facciones con mucha suavidad. Miradas fijas, otra vez, lo verde de sus ojos me sumerge. Siento su respiración entrelazarse a la mía, como dos corrientes de aire sutil. La sangre me hierve bajo la piel quemándome los labios. Mi respiración se convierte en un violento jadeo. Aferro su pelo con los dedos, atrayéndolo hacia mí, con la boca entreabierta para respirar su aliento embriagador. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo es posible que Andreas puede hacerte suya y yo no? – bromea con una gran carcajada. Toma uno de los extremos de la sábana que me envuelve y tira de el con lentitud. La tela se desliza por mi cuerpo hasta quedar en el suelo. Me mira, me mira de una forma diferente. Diferente a todos los demás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quiero tenerte Dai.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quiero que ya no le pertenezcas a nadie, sólo a mí. Que te quedes a mi lado, que me hagas feliz de esa forma que tu lo sabes hacer, sin ni siquiera intentarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te quiero – susurro, mi cuerpo tiembla. Es algo que el no sabe. Es algo que nadie sabe. Es algo que nadie cree, lo que me pone así. Lo que causa una sensación de querer salir corriendo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quiero que ya no le pertenezcas a nadie, sólo a mí – repite, en mi oído.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me creerá. Nadie lo hace. Pero el roce de la piel me provoca. Es una oleada de sentimientos, pensamientos. En mi cabeza, en mi piel. No se como hacerlo. Sus manos se dirigen hacia mi, su boca hacia mis labios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hermosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg, yo no le pertenezco a nadie – sus ojos vuelven a los míos, me ve con curiosidad y nerviosismo – Yo nunca le he pertenecido a nadie. Tengo miedo, tengo miedo a amarte. Pero tengo voluntad para hacerlo, no quiero quedar extraviada en el camino. Nunca he estado con nadie.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te tomaré de la mano y nunca te soltaré. Nunca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo… no se cómo hacer esto. Soy como una pequeña en su primer día de escuela. Han aplastado mi corazón en el pasado, han intentado encuentros carnales conmigo, para después dejarme como muñeca de trapo, olvidada en lo más profundo de un cajón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El acto de querer, no se presiona, sólo brota y vence al miedo en lo más profundo. Dame la oportunidad de alumbrarte el camino, lo cruzarás caminando de esa manera tan tuya que me conquistó desde el día en el que te conocí en aquel club. Lo cruzarás con tu risa encantadora y tu mirada coqueta, con tus gustos inusuales y tu forma de disfrutar la música como nadie más. Con ese collar que nunca te quitas, con tus cantitos mientras cocinas, con la forma de apreciar los más pequeños pero los más bellos detalles, con tu forma de besarme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Me has escuchado cantar mientras cocino? – río mientras mis ojos comienzan a tambalear y a ponerse acuosos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cientos de veces, también te he visto hacer un bailecito adorable – su risa se combina con la mía, haciendo una sinfonía nocturna que se combina con mi euforia, con sus sentimientos – Me tienes como un loco, corriendo por mi mente de noche y de día, sólo quiero estar a tu lado. Respirarte, tenerte, sentirte. Daiana, te amo. ¿Puedo presentar a la señorita Ruzzo como mi novia ante el mundo?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Siempre y cuando eso no les rompa el corazón a las fans – su novia, su novia, su novia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tendrán que aprender a perdonarme – la mejor se las sonrisas explota en él y me levanta con facilidad para hacerme girar por el aire. Me besa inagotablemente. Mis labios son su comida, su presencia mi agua, nuestro amor es nuestro oxígeno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hey señor Listing, te amo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me dejes caer…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">jamás. </div><br />
<br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"></a><br />
<div style="text-align: center;"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none transparent scroll repeat 0% 0%; border-bottom: 0px; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top: 0px;" /></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-77824409038715804952010-10-24T23:08:00.000-07:002010-10-24T23:22:53.669-07:00Cap. 45 < No me había fijado en tu mirada ><blockquote><i>[Arrastré mis pies y mis pensamientos hasta la suite, y los dejé caer con la suavidad de una pluma sobre la almohada. Estaba feliz. Estoy feliz. Feliz cumpleaños Marabi.]</i><br />
<i><br />
</i></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">D</span>emasiado temprano como para despertar. He buscado a Mimi por toda la suite, pero no está. Su cama aún se siente tibia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estoy en la recepción, después de tomar un apresurado baño que me heló los huesos. Los veo ahí, como un grupillo de turistas, con cámaras colgando de sus cuellos y lentes de sol.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué nadie me avisó de que habría reunión a las 8:30 de la mañana en el lobby? – pregunto fingiendo indignación una vez que estoy uniéndome al círculo de rostros perfectos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dormías como un bebé. Me dio miedo despertarte. – Mi hermana me rodea la cintura con un brazo – Tu expresión angelical, seguramente iba a cambiar a la de un demonio Constance – ríe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Yo pagaría por ver eso! Daiana con humos de recién levantada y mirada asesina – dice Andreas, quien luce unos Ray Ban rojos y el cabello peinado cuidadosamente al igual que Bill.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más bien, tú pagarías por ver a Diana recién levantada, pero en pijama – Gustav hace un gesto de repulsión hacia el rubio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Uf! ¡No lo había pensado! ¡Buena idea Gus! – Andreas hace sonidos placenteros, que más que darme miedo, me causan una carcajada al igual que a Mimi. Los demás, sobre todo Dunja, le dan un buen golpe en la cabeza debido al comentario.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Odio estar sin Tom. El me defendería diciendo otra estupidez superior a la mía – Andreas se soba la frente y esconde una risa entre dientes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por cierto, ¿En dónde se han metido el guitarrista y bajista estrellas? – pregunto. Aún no me había percatado de que faltan en nuestra ``comuna ´´, puesto a que aún estoy un poco adormilada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Son amargados y no quisieron venir Dai, pero nosotros nos divertiremos – me dice Bill con una de sus despampanantes sonrisas. Dunja ríe y comenta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ellos se quedaron a ensayar en una de las habitaciones, cariño. Les gusta hacerlo juntos porque pueden afinar detalles musicales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Ensayar? ¿Qué no se supone que es una gira de autógrafos? – pregunta Mimi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí hermosa, pero yo, David Jost – simula aplausos – tuve la brillante idea de que en cada firma se toque una canción. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ustedes son excelentes con sus fans – ella lo dice en un tono tan real, que hasta su mirada lo representa – Seguro cada uno de ellos siente la atención de su parte. Debe de ser el mejor regalo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Neh. Yo te puedo enseñar lo que es el mejor regalo – dice la ``bomba sexual ´´ de Andreas, levantando las cejas – Más bien, les puedo enseñar – corrige volteándome a ver ahora a mi, de una manera lasciva.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni lo sueñes, estás enfermo. Si las sigues acosando ordenaré un guardaespaldas para cada una, exclusivos para defenderlas de ti – dice Jost iniciando el paso hacia la salida, donde una camioneta nos espera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más vale que te calles Andrew – exclamo de inmediato al escuchar la muy mala propuesta de David.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por mi puedes seguir diciendo lo que quieras. Yo me puedo cuidar sola, y más si se trata de un rubio torpe con mentalidad de niño precoz – culmina Mimi con autoridad, lo que provoca la burla de todos y lo rosado en los cachetes del receptor de la frase. Sale cabizbajo del hotel, mal acompañado de la ola de risas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Rumbo a algún restaurante en donde alimentar nuestros estómagos matutinos, paramos junto algo que me parece un Club de Golf. Hay muchas áreas verdes y el menú de los desayunos luce muy apetitoso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comenzando con nuestros platillos enfrente de cada lugar, David nos explica acerca de los planes que tendremos a partir de mañana, el día que se da inicio a la gira. A pesar de ser un planeamiento y horarios estrictos, suena muy divertido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hola, preciosa – siento unos labios apoyándose en la raíz de mi cabellera, un ligero beso, y unas manos sobre mis hombros, justo estoy terminando el postre. Es el, Georg quien ha llegado junto con Tom.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensé que te saludaría hasta que estuviera de vuelta en el hotel – le digo dándole un abrazo cuando me incorporo de la silla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hasta crees que el tragón de Georg se perdería la hora del desayuno – se burla Tom con una sonrisa, quien después me saluda y se va para saludar a los demás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días – Georg ríe entre dientes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días ¿qué ocurre? – pregunto. Me observa de una forma precavida. Echo un vistazo hacia abajo para asegurarme de que el desayuno no ha dejado manchas ni rastros en mi ropa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vamos a juego – suelta la risa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me doy cuenta de que el lleva una chamarra ligera del mismo color que la mía, que deja al descubierto una camisa blanca debajo y jeans azules, justo igual que yo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me has leído la mente esta mañana – le sonrío.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ojala, cuanto me gustaría hacerlo – dice, con un poco de… ¿frustración? – La única diferencia es que tú pareces modelo de pasarela y yo no.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tienes razón – digo lamentando – Tú pareces Rockstar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No parezco. Lo soy – dice sin modestia, lo cual me causa una tremenda carcajada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Déjale el papel ególatra a Tom – exclamo, haciéndole una recomendación del menú al apuntar mi dedo índice contra una de las imágenes del libreto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La mesa ahora luce con más color a la llegada de los dos últimos. El día luce con más color a la llegada de uno de los dos últimos, Tom. Sus ojos despiden un brillo especial, es como si fuera el otra vez. Se ha sentado justo a un lado de Mimi, del otro lado tiene a su hermano quien nos cuenta animado una historia acerca de su odio al brócoli. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Marabi platica con Tom, lo cual llama completamente mi atención. Esta vez el gemelo no hace ningún gesto grosero, por el contrario, ríen. Ríen como si se conocieran desde hace mucho tiempo. Ríen, sonríen como si no le importara nada a su alrededor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom desayuna animadamente mientras contempla revolotear las motas de polvo en los chorros de luz que se filtran por las amplias ventanas y también los ojos de ella. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No lo comprendo. Sé que no ha sucedido simplemente por que sí. Ellos conversan por algún motivo específico, puesto a que hace pocos días, más bien, pocas horas, pareciera que eran polos opuestos, extremadamente opuestos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi mirada poco discreta y curiosa es notada por ellos. Esbozo una sonrisa más amplia de estímulo y ambos fruncen el ceño. Me siento torpe, pero algo hay ahí, y no precisamente me huele tan bien. Suelto un suspiro. Un sonrojo enmascara el siguiente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo también me pregunto que le pasa – rompe Georg, quien se sentó a mi lado. Me ha estado analizando – Tom está muy raro. Pero hoy se ha comportado como el mismo, hasta dijo vulgaridades.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ja. Supongo que está pasando por esa etapa de la vida en la que no sabe quien es ni a donde va – opina Gustav, quien parece ya saber la historia del vegetal verde de Bill de memoria, por lo cual, le ignora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Cálmate poético! Yo nunca he pasado por esa etapa, y soy mayor que los Kaulitz – se defiende Georg.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Algún día entrarás en ella – digo segura – y te estarás quejando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Uy! ¡Eso duele Hobbit! ¡Y eso que es tu novia! – continua Andreas, dejando a Bill hablando prácticamente sólo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es mi novia – dice Georg en acto reflejo. Y es ahí donde me pesan las palabras. No somos novios. Tomo un sorbo de la limonada para que nadie note mi incomodidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aparte de apestoso, comelón, flojo y tonto, ¡no te aplicas! – Andrew niega con la cabeza mientras enlista con los dedos los supuestos defectos – Si yo soy caso perdido, tú eres uno realmente extraviado Hagen. Te apuesto que Dai sólo se pregunta en que maldito momento le harás la tan esperada pregunta. Estúpido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Oculto una risa porque Andreas siempre me causa una, pero a la vez, siento un hueco en mi pecho, como si lo que dijo fuera verdad. Georg se limita a reír también, pero cuando todos regresan a sus conversaciones, me devuelve la mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai… - su voz se escucha temblorosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sí?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Respecto a lo que dijo Andy ¿es verdad?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No sé a que te refieres – le sonrío y me sumerjo en lo verde del césped que se aprecia a través de las ventanas. Toma un trago de su bebida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, tú… ¿piensas que soy lento? – toma mi mano derecha, que está encima de mi pierna, la entrelaza con la suya con sumo cuidado y comienza a acariciarla. Mi corazón revolotea tan fuerte que podría ser un buen beat para batería. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – su mirada, sus pequeños ojos verdes, sus labios, me cautiva. Me acerco a darle un beso corto, un roce de labios. Esta vez no me importa quien está presente. La suave carne de sus labios al contacto de los míos causan una chispa eléctrica – Creo que las cosas deben darse conforme el tiempo las de – digo, cerca de su cálido aliento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sin prisas? – Dice con los ojos aún cerrados a causa del beso-</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sin prisas – asiento, apartando mi rostro del suyo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sin prisas – me sonríe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es. Sin prisas – le sonrío.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Daiana – vuelve a tomar mi mano - te quiero. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- También te quiero Georg.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero ambos sabemos que tenemos prisa, tenemos prisa de amarnos. El a mí, yo a él. A seducirnos cada mañana, cuando despertemos en la misma cama. Entusiasmo en las miradas y ese brillo cósmico. Reír por detalles inútiles, absurdos. Perdernos muy lejos, escapar de lo mundano. Tener nuestro pequeño escondite para las dulces huidas. Decirnos te amo, por primera vez. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-13740538554466371562010-09-17T11:12:00.000-07:002010-09-17T11:12:41.810-07:00Cap. 44 < Resetea tus memorias ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODQ3NDY5NjU5OTYmcHQ9MTI4NDc*NzEyOTQwMSZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=67066427&path=2010/09/17&mycolor=222222&mycolor2=000000&mycolor3=ff6600&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
<br />
</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Tom ha venido esta noche, sin decir nada. Se sentó en una esquina del cuarto con esa hermosa guitarra de madera y tocó una suave música para mí, la cual, me las recordó, me recordó a las hermanas Ruzzo. Me pregunto si su hermandad es tan perfecta o ha sido tan perfecta como lo es ante los ojos de todos. Me pregunto si una a la otra se ha aterrado. Me pregunto si han sido unidas.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">S</span>erá mejor que te apresures – le advierto mientras doblo la última blusa y la meto a mi equipaje. Le doy un último vistazo a mi cuarto. Estoy lista.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu sabes que yo siempre estoy a tiempo – alcanzo a oírla desde la sala. Omito la mentira con una sonrisa en el rostro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Salgo de la habitación y la veo abrumada, corriendo de un lado a otro. Acomodo las maletas a un lado de la puerta principal. Me pongo el abrigo y enrredo mi cuello con la bufanda; es una noche intensa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Enchufo mis oídos a los audífonos del Ipod a la vez que me dejo caer al sofá. Me entretiene verla metiendo tantas cosas a su bolsa de mano en el tiempo restante. El vuelo sale exactamente en dos horas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y el bronceador? – dice, después de detenerse en seco de su larga carrera por el departamento - ¿Dónde está el bronceador?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Bronceador? – pregunto, quitándome un auricular para asegurarme si lo que dice es verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, bronceador. Líquido amarillento destinado a broncear la piel de las personas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ah! ¡Claro! Está en el segundo cajón de mi armario, donde guardo mi dotación completa de bronceadores para clima de invierno en Alemania – giro los ojos – Mimi, sólo date prisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu siempre tan burlona – también ríe y se mete al estudio con la velocidad de la luz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Por lo menos quítate los tacones! ¡Son míos! ¡Los vas a romper! – le grito con una carcajada y me hace callar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Han pasado dos semanas con exactitud. Hoy es el lunes 8 de diciembre del 2015. Estamos esperando para partir al aeropuerto, bueno, por lo menos ese es mi caso. Mimi aún sigue en los preparativos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando le comenté a Taylor acerca del plan aceptó de inmediato, siempre y cuando lo siguiera al pie de la letra. Ese sujeto es adorable. Es tiempo de recorrer este país, junto a mi hermana y el hombre que da vueltas en mi cabeza una y otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El sonido de la canción en el mp3 se encima con los cantos de Mimi al fondo de este lugar. Ella canta cuando está feliz. Ella canta cuando está conmigo, a mi lado, junto a mí. Un pitido de coche me hace brincar, puedo distinguir la camioneta negra a pesar del color de la noche, este está aguardando por nosotras en la fachada del edificio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es tiempo de partir – anuncio, pero en voz baja.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te dije que iba a estar lista – cruza la puerta que yo estoy deteniendo, me rebasa. Jala su maleta y comienza a trotar en las escaleras, cuesta abajo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Estás demente! ¡Es el último piso! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Más te vale que me alcances! – Canturrea divertida, lo único que me llega de su voz es un eco que rebota con cada escalón - ¡Y no utilices el elevador!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Loca – me digo, por obediente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de bajar los centenares de escaleras y con la respiración agitada, la veo recargada contra una pared, inhalando aire con fuerza, me sonríe. Pasa uno de sus brazos por mis hombros y caminamos juntas hasta la entrada del edificio. Alex, el que alguna vez fue mi guardaespaldas y consejero también, nos saluda agitando su brazo en lo alto desde el asiento conductor de la camioneta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ahora nos dirigimos hacia la casa de los aviones. Es un día peculiar, no ha caído ni una sola gota a diferencia del resto de la semana. Creo que ella piensa que lo he olvidado, piensa que he dejado a un lado una fecha tan especial, pero eso yo nunca lo haría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me gusta este lugar – dice Mimi. Hemos llegado. Alex nos conduce al acceso exclusivo donde abordaremos el pequeño avión hacia nuestro primer destino. A partir de ese momento viajaremos en el bus oficial de la banda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es un edificio lleno de despedidas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí… - hago una pausa, observando todos los curiosos locales que rodean el lugar – Pero también es el centro de nuevas etapas de la vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me mira con unos ojos atascados de ternura y me abraza, dándome toscas palmadas en la espalda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Constance, no creo que lo recuerdes, no importa mucho en realidad…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nunca lo olvidaría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Espera, tú… ¿sabes por lo menos de qué hablo?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por supuesto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Creo que te estás confundiendo con algo más – posa sus manos en su cadera. Le noto cierto tono de esperanza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Nunca arrinconaría, ignoraría o confundiría el 8 de diciembre. Feliz cumpleaños Mimi – mis labios se curvean en la más sincera sonrisa. Pienso en cuanto deseaba aquello, volver a felicitar a mi hermana frente a frente, pero decido poner cara de indiferencia opacando la sonrisa y no permitir que se de cuenta de que para mí significaba mucho. No suelo expresarme con tanta facilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No intentes hacerte la dura. No te queda – me arrebata otro abrazo. Ese me hace explotar en felicidad, lo devuelvo con euforia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… chicas, sé que la vida es color rosa y hermosa, pero no lo será sí no seguimos caminando. David Jost me va a matar – Alex nos mira con desesperación meciéndose en sus talones. Ella y yo nos reímos entre dientes y retomamos el paso. Atrapa mi mano que se esta balanceando en el aire con la suya, caminamos así el resto del camino.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todos tenemos una copa con una poción ámbar por dentro. El sonido de la turbina de la aeronave cruje con fuerza. Nos reunimos justo al centro del lujoso transporte. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por un exitoso futuro y presente también – celebró Dunja. Los cristales tintinearon a la vez y bebimos de ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mis labios pasaron por mejillas de todos, aunque tuve la tentación de posarlos en sólo una boca. Intenté acordarme de respirar. Tuve que desviar la mirada para recuperarme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así que aquí estamos – me gusta su voz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aquí estamos – asiento con una simple risa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí! Aquí estamos – Andreas, un chico rubio que me acaban de presentar, se entromete entre Georg y yo, nos abraza a ambos. Es el mejor amigo de los Kaulitz desde hace ya mucho tiempo, había oído hablar de él. Compruebo que realmente es un payaso – Y aquí estaremos. Juntos por cuarenta días, así que quiten su cara de deseo sexual que para eso tienen mucho tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y tú tienes mucho tiempo para embriagarte – le devuelve Georg arrebatándole la copa de sus manos. Andreas levanta los hombros y chasquea la boca, da media vuelta y camina hacia una de las sobrecargos para solicitar más de la bebida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es todo un personaje – digo animada. El chico rubio se ha olvidado del alcohol y mejor se ha dedicado a coquetear con la azafata.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es un tonto – Georg ríe y niega moviendo la cabeza – Le ha puesto un ojo encima a tu hermana, cuídala de ese perdedor. También se ha fijado en ti, te apuesto que ya estaría tratando de ligarte a no ser de… - para de hablar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿A no ser de que tu ya lo estás haciendo conmigo? – suelto con un semblante tan seguro que hasta a mi me sorprendió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, así es – ríe impresionado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Traté de controlar mentalmente mi sangre para que no subiera a mi rostro, y evité así sonrojarme. Se me acelera el pulso. Deseo poder refrenarlo al presentir que eso, los latidos de mis venas, lo va a dificultar todo un poco más. Esta tan cerca de mi que lo más seguro es que él puede oírlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me dirige una sonrisa al leer mi vacilación y extiende los brazos hacia mí. Mi corazón reacciona. Sus labios se curvean en una de esas sonrisas traviesas tan hermosas que casi detienen el latir de mi ser.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg, te amo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg, te amo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg, te amo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aire fresco – Bill me sonríe al bajar del avión. Esa ropa negra lo hace ver más delgado de lo normal, no luce mal, sólo un poco cansado. Tiene rasguños en el cuello y unas manchas moradas, parecen moretones. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué te ha sucedido en el pecho Billy? – me acerco curiosa y acaricio una de las sombras púrpuras. El se exalta, dando un ligero brinco hacia atrás y quita mis dedos con delicadeza. Se ha incomodado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hice enfadar al gato – se muerde los labios – Se desquitó con sus afiladas garritas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mi hermano maltrata a los animales – sonríe Tom interviniendo. Está radiante a comparación de la vez pasada – Publicaré el tema ante la prensa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Haces eso y te mato! – le advierte Jost en broma desde lo lejos, quien está hablando por celular para llamar a la camioneta que nos dirigirá al hotel esta noche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No hagan enfadar a David niños – dice Dunja con su dulce voz maternal – Luego yo soy la que le tengo que estar preparando su té anti-estrés. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El vehículo negro brillante no tardó más de diez minutos en arribar frente a nosotros. Es amplio y cómodo, lo cual nos permite platicar sin pausas. Jost no suelta el teléfono móvil en lo absoluto y Andreas le ha amenazado varias veces de tirárselo por la ventana al no convivir con todos. Mimi y yo contamos anécdotas de nuestra infancia, y todos parecen divertidos, aunque Tom también tiene la vista sólo en su celular, aunque a él nadie advierte en quitárselo. Bill le da ``discretos ´´ codazos de vez en cuando; el gemelo aparenta prestar atención unos segundos y vuelve la vista a su teléfono, está inquieto. Algo pasa ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comienza un calor aquí dentro que me provoca cosquilleo en el cuello. Gustav opta en abrir las ventanas y el aire helado entra de repente. Georg, quien ríe concentrado en la forma tan graciosa de cómo Mimi cuenta la historia de la vez que intentamos hacer agua de limón y en vez de eso obtuvimos un panal de abejas dentro de la cocina al regar toda el azúcar en el piso, a veces se fija en mi rostro, en mi pelo expuesto al viento que entra por la ventana abierta, en nuestras manos unidas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué les parece esta organización? – pregunta David en voz baja. Hemos llegado al hotel. Gustav, Bill, Tom y Georg llevan gafas de sol y gorros puestos. Mimi y yo nos cubrimos con los gorros de las sudaderas. Los fanáticos se atiborran en la entrada – Bill compartirá habitación con Tom, Daiana compartirá habitación con Marabi, Gustav y Georg tendrán habitaciones individuales al igual que Dunja y yo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y yo? – pregunta Andreas más que en tono triste, de reclamo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú dormirás en el armario de alguna de las habitaciones – le dice Tom dándole un golpe en la cabeza – Y ni te emociones. No será en el de las chicas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues entonces que no sea en el de Georg ni Gustav ¡Que trauma! – vacila cubriéndose la cara con las manos – En el de Bill y Tom tal vez…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni en tus sueños – contesta Bill de inmediato.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Calma – dice Gustav – No es nuestra culpa que te hayas unido al plan segundos antes de partir de Berlín. Compartirás suite con alguien, y lo siento, ese alguien no soy yo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Maldito egoísta engreído. Baterísta creído. Por eso tengo a mi amigo, el bajista querido, dueño de mi delirio… - rapea el rubio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien, está bien, está bien. Compartiremos cuarto sólo si dejas de hacer eso – asegura Georg poniendo los ojos en blanco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con ayuda de Alex y más hombres del equipo de seguridad subimos el equipaje hasta la habitación, la cual, era más que hermosa. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Todo ha sido tan rápido – suelta con un suspiro, tirada en lo horizontal de su esponjosa cama. Ya estamos ella y yo, solas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Un viaje veloz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me refiero a eso tontita – se endereza para verme directo a los ojos – desde que llegué aquí, es como si los días se resumieran a horas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tu también lo sientes? – le pregunto mientras me siento a su lado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Desde luego. Entonces… ¿No es el país que me causa esa sensación?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, es nuestra compañía mutua – le sonrío y acaricio las puntas incendiadas en color rojo de su cabello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres una cursi con la boca llena de razón Constance. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La convencí de que descansara un rato después de varios duros intentos. Ahora puedo llevar mi plan acabo. Tengo la intención de apresurarme. El agua caliente de la ducha me relaja los músculos de la espalda y me calma el pulso. El olor familiar de la pequeña botellita de shampoo del hotel me trae buenos recuerdos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Uso el vestido negro azulado que ha ella tanto le gusta, lo he traído conmigo. Confirmo la reservación especial en el restaurante del hotel. Está todo listo. La despierto con una de sus canciones favoritas a un alto volumen.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí no fuera por la canción, te estaría gritando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo sé – le extiendo una mano para ayudarla a levantar. Es ahí cuando me ve y sonríe – Hay un vestido para ti en el armario. Póntelo. Te espero en la recepción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No sé desde cuando me das órdenes, pero no es tan malo como yo pensé que sería – la tranquila risa indica que mi plan estaba resultando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bajo por el elevador, cantando en donde nadie me puede escuchar. Pasan unos minutos, yo aquí parada en la recepción y ahí está ella. Con su vestido. Una de las pocas piezas suyas que conservé durante la distancia. Se ve tan bonita en él, como siempre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Caminamos hacia el restaurante. Nuestra sonrisa es imborrable. Comienza la velada, su cena de cumpleaños. Le doy sus regalos que abre con tanta emoción. Me desespera verla abrir las envolturas con delicadeza pero a la vez me fascina. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Platicamos de nosotras. De lo que queríamos hacer en nuestras vidas, cosas generales. De las buenas películas y música por igual. Platicamos en nuestro interior de la suerte de tenernos juntas de nuevo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estás agotada Constantine – acaricia mi mejilla – Ve a dormir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vayamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Quiero quedarme un rato aquí. Voy a terminar mi copa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Estás segura? Todavía resisto un poco más – le digo a pesar de que los párpados me pesan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien. Descansa y muchas gracias por todo esto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te lo mereces. Y créeme, nunca olvidaría el cumpleaños de mi hermana mayor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Arrastré mis pies y mis pensamientos hasta la suite, y los dejé caer con la suavidad de una pluma sobre la almohada. Estaba feliz. Estoy feliz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Feliz cumpleaños Marabi…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-76678643987395647472010-08-31T18:20:00.000-07:002010-08-31T18:24:31.852-07:00Cap. 43 < Puede estar mal. Se que está mal ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyODMzMDQyMzY5NTUmcHQ9MTI4MzMwNDI*NDg5NiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=65596243&path=2010/08/31&mycolor=222222&mycolor2=000000&mycolor3=fa6c00&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div><blockquote><br />
<div style="text-align: justify;"><i>[- Descansa Constance – voz angelical es la que percibo y un beso en mi frente. Después me podrá reclamar todo lo que quiera. Ahora sólo buscaré lo que necesito en la profundidad de mis sueños.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Bill Kaulitz)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">M</span>e siento agotado – los zapatos me matan, así que los arrumbo debajo del sillón – Pensé que sería rápido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- También yo – dice saliendo de la cocina con un plato de cereal y dejándose caer a mi lado – Pon algo que ver.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tengo fuerzas ni para elegir algún programa – le aviento el control de la televisión – Ha valido la pena. Georg seguramente está brincando de felicidad. No estaba inventando nada….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensé que ya le había entrado a la hierba – ríe. Ríe por primera vez en el día.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo sé. Nos contó la historia tan animado que sonaba actuado – sonrío mientras me pierdo en las imágenes del televisor – Estaba desesperado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya le tocaba sufrir un poco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom está poniendo ese gesto… ese gesto al cual le temo. No me voltea a ver, ni siquiera le presta atención al tazón de cereal que tiene en las manos, el cual ahora luce aguado. Sólo tiene el control en una mano y cambia los canales una y otra vez. Creo que ya hemos pasado por la misma programación cerca de tres veces.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tom… la tele.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ah, sí – dice desorbitado y deja de apretar el botón. Cae en un documental de la reproducción de las ballenas. Lo ve fingiendo el interés más torpe posible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ok. Esto es ridículo – aprieto el botón rojo y el aparato devuelve la imagen negra de apagado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! ¿¡Qué te ocurre?! – me arrebata el control y volvemos al océano lleno de animales gigantes procreando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom! ¡Es un documental de cómo las ballenas…</div><div style="text-align: justify;">- Ya lo sé – levanta los hombros – Estoy comparando el tamaño de la ballena macho con mi…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Suficiente información! – gritó tapándome los oídos. El sonríe burlándose de mí – Lo vulgar nadie te lo arrebata – protesto, riendo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No Bill, para tu mente virgen es vulgaridad. Lo vulgar es repugnante, yo no soy repugnante, yo soy…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un ninfómano – completo girando los ojos mientras el levanta los pulgares en mi dirección.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Exacto, por eso eres mi hermano…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- 25 años junto a ti no son en vano, como si no te conociera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me sonríe y por fin le da la primera cucharada al cereal. Yo le doy la segunda. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sí, como lo sospechaba. Estoy demasiado paranoico. Lo noté tan reservado en la reunión, pero todos tenemos nuestros momentos. Es sólo que me inquieta verlo tan frío, tan duro, tan… tan no él. Parece que la comida lo hace feliz, justo como a mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Son encantadoras – le digo, hurgando en el refrigerador.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quiénes? – exclama distraído quitándose la sudadera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quiénes crees? – le hecho una mirada obvia desde la barra de la cocina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ah, Daiana y Marabi – contesta con indiferencia, volviendo a lo suyo – Sí, son… simpáticas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No puedo creer que no sean gemelas ¿Las viste? ¡Son idénticas!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Idénticamente diferentes. Tienen el aire de los Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Acaso conoces a toda la dinastía? – me burlo untando mantequilla a un pan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, supongo que tienen el aire de su familia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Su mamá es de México y su padre inglés, me lo dijo Dai. Es por eso que ella tiene tonalidades más claras que las de Mimi…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Se llama Marabi – me interrumpe, fijando la mirada en la mía – Marabi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero a ella no le molesta que le diga Mimi – sonrío, o por lo menos trato de hacerlo. Siento temblar el pan en mi mano – Además suena fascinante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo veo negar con la cabeza y pone su atención al control de videoconsola en sus manos. </div><div style="text-align: justify;">- Dame eso – le intercambio un sándwich de mermelada por el videojuego. Me siento a su lado, pero aún tengo la sensación del pecho quemándome la ropa. Algo me huele mal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perderás antes de que me termine el emparedado, y créeme que eso es muy veloz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni lo sueñes – contesto retador, aunque se que el me supera infinitamente en este tipo de cosas – Ella es muy hermosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, está guapa – sus ojos siguen las luces que salen de la pantalla, y nada más – ¡Estás apunto de perder idiota! – grita divertido y mi cabeza vuelve al juego unos segundos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está guapa. Está guapa. Guapa – repito sin ánimos - ¿Está guapa y ya?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues sí… </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sólo eso?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aha…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bill, la acabo de conocer, no le voy a pedir que se case conmigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Podrías fingir un poco más de entusiasmo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Para qué? – fanfarronea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Para que a tu hermano pequeño no se le cruce la idea de mandarte a un psicólogo – pauso el juego, así ninguno de los dos evitamos las miradas - ¡Tom! Lo repito… ¿La viste?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya te dije que sí – me trata de quitar el control de las manos. ¿Cómo hacerlo entender que no es tiempo de bromas? – Dámelo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Es normal qué sólo le hayas encontrado un adjetivo para describirla y ese fue ``guapa ´´? ¿Es normal qué no hayas puesto esa mirada perversa? Tom ¿Es normal qué no hayas molestado a Georg o hayas dicho una broma en todo el día?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Le das demasiada importancia. Pon el juego.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Demasiada importancia? – caigo en cuenta de que estoy elevando el control en el aire y lo paseo entre mis manos para que el no lo pueda tomar. Nos vemos ridículamente infantiles, pero quiero que me escuche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pon el maldito juego de una vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! ¡Dímelo! ¿¡Es normal!?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que sé yo… no me preguntes más. Es enserio Bill – esta frustrado, pero yo quiero esa respuesta. Se que se está conteniendo, pero no lo hará por mucho, incluso ya comienza a bufar. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No es una sospecha, se que hay algo. Lo puedo sentir. Es algo que lo está matando, y quiero que me lo diga, quiero que se encuentre bien. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom, dímelo! – odio gritarle, pero lo estoy haciendo. Paso el control de una mano a la otra en un movimiento. Algo me obliga a realizar todo esto. Es él quien me lo pide. Él en su interior.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ya cállate!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Qué te pasa?! ¿¡Qué es lo que te molesta?! ¡Pareces una marioneta sin chiste!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡CÁLLATE!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ambos sabemos que algo ocurre! ¡Dime que es lo que no te está dejando respirar en paz! ¡Se que es algo que te atormentará una y otra vez!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡NO!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡SÍ TOM! ¡Sí LO HARÁ!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Puedo sentir sus kilos abalanzarse sobre mi cuerpo, con toda la furia. Aún busca el control, sí, aún trato de ocultárselo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sus ojos enrojecidos y acuosos al igual que los míos, pero por sentimientos diferentes. Pataleo, una y otra vez, para quitarlo; es imposible, no se quitará. Sus rodillas se clavan en mis costillas, la presión me causa un dolor agudo. Ya no se trata del control de la video consola, nunca se trató del control. Una lágrima hirviente cae sobre mis labios. Tom, quítate, por favor, quítate. ¿Cómo es que llegamos a esto? Mis brazos son demasiado inútiles para quitar a los suyos que ahora me están aniquilando. Sus manos aprisionan mi cuello con mucha fuerza, me aterra la facilidad con la que lo hace. Se escucha un gruñido animal, este procede de la profundidad de su pecho. No puedo sentir nada. Trato de no entrecerrar más los ojos para que me vea. Para que vea que soy su hermano. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tom… - sale de mis labios un sonido ronco y cortado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su cuerpo da un pequeño brinco al escuchar su nombre. Sigue asfixiándome, pero su gesto cambia. La violencia en sus ojos se convierte en miedo. Aunque aún siento la presión y es inalcanzable una bocanada de aire dentro de mí, su semblante se relaja. Me ve asustado. No se ni siquiera que cara tengo yo. Me duele la traquea, me arde el pecho. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El es el que ahora está en el piso. Seguí forcejeando entre puñetazos y patadas para quitármelo de encima, y una extremidad de mi cuerpo logró lanzarlo lejos de mí. Voló hasta el suelo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una sensación de entumecimiento y pesadez me invade el tronco. Logro incorporarme un poco en el sillón. Comienzo a toser como loco. En mi garganta se extiende un dolor inmenso, como si fuera una raspada. Siento aguijonazos de malestar en la boca del estómago. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El ruido de mi seca tos sólo logra que la escena no pueda ser más aterradora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bill… - se escucha tembloroso – Bill… - repite mientras lo volteo a ver.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tiene la cara teñida en rojo brillante. Parpadea, salpicando pequeñas gotas de sangre a su alrededor. La orilla de la mesa de la sala de estar también está manchada de esta, se ha abierto la sien con el impacto de la caída. Toca su frente empapada y mira su mano, esto hizo que su rostro se agitara con una chispa de vida, más bien, una chispa de ira. Lo escucho bramar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me puedo parar del sillón. No puedo, no puedo ni siquiera respirar y no precisamente porque acabo de sufrir un intento de ahogamiento. Mi hermano está a unos pasos míos con el rostro cubierto de sangre, no se que hacer. Quiero gritar y llorar. Tal vez el espera mi reacción, pero soy incapaz de hablar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo… voy a llamar a una ambulancia – suelto después de varios minutos ahí, viéndolo como un tonto sin hacer nada. Aún tengo ese raro tono de voz, me lastimo en cada palabra que articulo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – interrumpe. Se levanta con calma y se sienta a mi lado. Su camisa también está salpicada – Ya te ha tocado bastante esta noche. Es mi culpa. Soy un idiota – remarca la palabra con un grito mientras se limpia furioso el líquido que sale de su frente, con la sudadera que llevaba puesta esta tarde – Vuelvo por la mañana.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Toma las llaves y cruza la puerta tan rápido, cuando apenas estoy analizando lo que acaba de decir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oye! – exclamo lo más fuerte que puedo. Sólo me lastimo más. Trato de alcanzarlo y me paro en un solo movimiento que me causa caer al suelo. El corre hacia mí – Yo… déjame ayudarte Tommy – tengo los ojos cerrados pero siento mis pies elevarse, me está cargando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni lo pienses. Necesitas descansar – me posa sobre una superficie, creo que es mi cama – Te traeré algo… o a alguien. No te levantes Bill. Estás grave…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú estás grave… pero del cerebro – murmullo. No puedo abrir los párpados. Me siento mareado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – siento ese tono con una sonrisa – Yo soy un completo estúpido – sus palabras se hacen lejanas, muy lejanas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Son las 10 de la mañana y me despierto con un dolor de cabeza insoportable. Tengo una sed que presiento que será difícil de calmar. Camino muy extraño. ¿Qué ha pasado?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tom – lo llamó al salir de la habitación pero no me contesta. Vuelvo a decir su nombre mientras me adentro a la sala de estar y tropiezo con algo, tropiezo con el control del Xbox.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Entonces, compruebo que no fue una pesadilla…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los cojines del sillón se expanden por todo el lugar, hay una maceta rota, rastros de cereal remojado y el plato de estos hecho añicos, manchas rojas impregnadas en el tapete al igual que la esquina de la mesa de vidrio y mil recuerdos que pasan como el trailer de una película por mi cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- David mandará a alguien para que arregle este desastre pronto – me dice, hablando detrás de mi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensé era mi mente que me había jugado un mal sueño.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tiene la cien hinchada y repleta de puntos. Luce demacrado y trasnochado. El me mira sorprendido también, entonces corro hasta el espejo de mi cuarto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mis ojos están enrojecidos e irritados. Tengo ojeras de drogadicto y los moretones van apareciendo a la vez que bajo la mirada para apreciar los daños en mi cuerpo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vendrá un doctor a revisarte – me dice recargado en el marco de la puerta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, me tomaré algún desinflamatorio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bill – repite mientras se me acerca y me toma del brazo para llevarme a la orilla de la cama, en donde me obliga a recostar – Esto es delicado. Por favor, permite que te revisen.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien – contesto. Le temo a la revisión, o más bien, a un mal diagnóstico que esta pudiera detectar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom entrecierra los ojos. Estoy seguro de que no ha respirado ni una vez desde anoche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Soy… yo… me doy asco – dice sentándose a los pies de la cama – No me perdonaré esto jamás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Prefiero no recordarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me gustaría fingir que nada pasó, pero no puedo. Bill, yo casi te…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No estoy enfadado – interrumpo, sonriéndole – Tampoco te voy a pedir una explicación ahora.</div><div style="text-align: justify;">- Pero tú reacción normal sería esa. Me atacarías histérico con mil preguntas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tom, esta vez no. Yo insistí en que hablaras, porque presentía que tenías la necesidad de hacerlo. Sin embargo, lo puedes hacer cuando quieras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No intentes culparte por nada de esto, Bill. Sólo lograrás que me sienta todavía más disgustado. Soy un tarado…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Deja de insultarte! No vas a solucionar nada con esas palabras, no te voy a tener compasión con algo así.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No quiero que te entristezcas por mí. No espero que me perdones. Sólo no dejes de ser mi hermano. Eres el mejor acompañante de vida que alguien puede tener, además del mejor consejero. Me has soportado a pesar de mi alto libido y demás cosas que te causan preocupación. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Estas siendo melodramático? – me reí entre dientes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni siquiera se que significa eso – suspira.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No estoy enojado. Estoy asustado. Quiero dejar ir este ``recuerdo ´´ lo más pronto posible o me comenzará a afectar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Asiente cabizbajo y sale del cuarto con pequeños pasos para dejarme descansar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La revisión médica salió bien. David inventó una historia al doctor respecto a lo sucedido y ni siquiera nos cuestiono sobre lo que realmente había pasado. Unas cuantas pastillas para calmar el dolor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom ha venido esta noche, sin decir nada. Se sentó en una esquina del cuarto con esa hermosa guitarra de madera y tocó una suave música para mí, la cual, me las recordó, me recordó a las hermanas Ruzzo. Me pregunto si su hermandad es tan perfecta o ha sido tan perfecta como lo es ante los ojos de todos. Me pregunto si una a la otra se ha aterrado. Me pregunto si han sido unidas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me pregunto si se quieren la una a la otra tanto como yo quiero a Tom…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div></center>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-25352376983887066382010-08-19T22:10:00.000-07:002010-08-19T22:17:49.788-07:00Biografías: Angélica Atziri<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHbd7vH4Mdk6UO4Vq7h2QsVevpIBUX0ygY87udIM0evnJWyrQM2Ni4nxhGXUDJWL_kUZkcBp1XEYmKx6s3P-ykZQeyFq1h74yZ-4hD-E2Ul_1GgE8bFICu0_BAEPi7mqrBntzsAqFFSlC0/s1600/Ang%C3%A9lica+Atziri+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHbd7vH4Mdk6UO4Vq7h2QsVevpIBUX0ygY87udIM0evnJWyrQM2Ni4nxhGXUDJWL_kUZkcBp1XEYmKx6s3P-ykZQeyFq1h74yZ-4hD-E2Ul_1GgE8bFICu0_BAEPi7mqrBntzsAqFFSlC0/s320/Ang%C3%A9lica+Atziri+1.jpg" /></a><span style="font-size: x-large;"><b>Angélica Atziri</b></span><br />
<br />
<blockquote><b>23 años (1 de Febrero de 1992)</b><br />
<br />
<b>Nacida en la Ciudad de México, México.</b></blockquote><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;">A pesar de tener dos nombres, es más conocida por el segundo, Atziri. </span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta chica morena, nació en el Distrito Federal en México (Aún conserva la nacionalidad mexicana) entre dos hermanos mayores y otro par menores que ella, entre el ``sandwich´´ de la familia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siendo la única niña, nunca se identificó con las muñecas ni los barnices de uñas; ella prefería salir con sus hermanos a jugar detrás de una pelota o con su extensa colección de Hot Wheels por tardes enteras.</div><br />
<div style="text-align: justify;">Estudió la primara, secundaria y preparatoria en su país natal. Cuando se graduó de está última, se preguntó seriamente que haría de su vida. Su madre aseguraba que elegiría algo como Ingeniería Automotriz, pero para sorpresa de todas las personas que la conocían, eligió Diseño de Modas como carrera. Atziri quería probar algo diferente y por una extraña razón, los desfiles de modas la comenzaron a enamorar.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Terminando la carrera en la pequeña escuela a la cual asistía, comenzó a inventar sus propios diseños y mandarlos a dar a conocer por todo el mundo. Fue ahí cuando Taylor Pethel se topó con una de sus creaciones y la quizo en su equipo de trabajo de inmediato. Ella, aún indecisa, empacó sus cosas, se despidió de su familia y se adentró a la nueva etapa de su vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Llegando a Alemania fue bienvenida como nunca. Taylor se puso aún más orgulloso de llevar a Atziri a su compañía ya que le faltaba una chispa de emoción. Con la ingeniosa y divertida forma de ser de la mexicana formaron el equipo perfecto en tan sólo unos pocos días.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Conoció a Daiana y Elisa en un Photoshoot de la revista Intense Magazine, cuando sus atuendos eran fotografiados encima de una esquelética modelo. Intercambiando unas pocas palabras, ya se encontraban compartiendo café y riendo a carcajadas. Lo curioso es que un año después de conocer a sus mejores amigas, se enteró que Daiana también es de origen mexicano.</div><div style="text-align: justify;"></div><br />
<div style="text-align: justify;">Posee un carácter difícil de lidiar, pero increíble. Tiene una respuesta para <u>todo</u>, y aunque trates de atacarla, ella siempre terminará con la victoria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGNGhyq-P2wfUQlKn7KwQ58s3UeGWR3WJp2VJl4A9Q9huCUohe3HdvPgyCsmpyzGSsZp_gb5X5OCkr-llgq5qMPDQABAKWyv65aMbdgNjOdUd_f1f_vLwts6LRKGeeVNNv90IpsaGbsVN2/s1600/Ang%C3%A9lica+Atziri+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGNGhyq-P2wfUQlKn7KwQ58s3UeGWR3WJp2VJl4A9Q9huCUohe3HdvPgyCsmpyzGSsZp_gb5X5OCkr-llgq5qMPDQABAKWyv65aMbdgNjOdUd_f1f_vLwts6LRKGeeVNNv90IpsaGbsVN2/s320/Ang%C3%A9lica+Atziri+3.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;">Se dedica a atormentar a Elisa xD! Le sorprende la paciencia que tiene su amiga, pues le ha hecho de todo; desde engañarla con una araña de plástico hasta tirar de la silla dónde Elis se iba a sentar. Ríe por horas ante recordar cada uno de sus maléficos planes, pero admite que ellas son como uña y mugre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su deporte favorito es el Soccer y cada que puede, se escabulle a algún parque para encontrar un grupillo de personas con quien jugar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es fan de la banda Simple Plan desde que salió su primer albúm, pero no ha asistido a ningún concierto de ellos. Sigue resentida con el menor de sus hermanos por haberle comprado un boleto para ir a ver a Moderatto en vez de SP cuando aún vivía en México, como regalo de cumpleaños; él sin embargo, no a vuelto a regalarle nada con temor a volverla a regar xD!</div><div style="text-align: justify;"><br />
En cuanto lo amoroso, la mejor relación que ha tenido fue estudiando la carrera, pero tuvo que terminar por su repentino viaje a la ciudad de Berlín. Ella sabía que ha distancia su noviazgo no iba a funcionar. El chico, sin tener idea de quien era Taylor (y las prefernecias de este) le mandó una amenazadora carta diciendo que no se le acercara a su ex-novia, y que mucho menos, le pusiera las manos encima. Atziri y Pethel encontraron la carta bastante divertida xD.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No se concidera femenina, simplemente se concidera pues... ella. Sabe que ser críada entre cuatro hermanos no iba a tener como resultado color rosa, vestidos ni pestañas postizas en su persona.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le gusta salir de fiesta con Dai, las películas de terror, el skateboard, las papas fritas y los tenis de la marca Vans.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El único aspecto de su trabajo que le molesta es tener que levantarse temprano, pero aún así es su pasión. Saca inovadoras ideas de vestuario con cualquier cosa que se le pase enfrente. Su estilo prefilecto para diseñar es el Rock-Indie.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">``Loco momento ocioso ´´ fue como definió aquel día que le pasó la idea por la cabeza de pintarse el cabello. Eligió un tono chocolate y sin tener mínima idea de como aplicar el color en su cuero cabelludo, lo hizo. El resultado no fue malo, pero no le agradó en lo absoluto. Lavó su cabello enseguida, frenéticamente, hasta que se le calló el tinte. Momentos después tenía un gran dolor de cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgUmxP6MUlk43cdikwScNZCZMTfEpg6ZTx8Eiy4TOTl_wdBImVywuM4SKxspdTkgSTGZrX0ofZRGWw4EoxfUkmndqaFhON0BKjso8szOnMUMhBjaFEiU9hvRh2DOsSe6qn6-Lf6WgZoZPH/s1600/Ang%C3%A9lica+Atziri+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgUmxP6MUlk43cdikwScNZCZMTfEpg6ZTx8Eiy4TOTl_wdBImVywuM4SKxspdTkgSTGZrX0ofZRGWw4EoxfUkmndqaFhON0BKjso8szOnMUMhBjaFEiU9hvRh2DOsSe6qn6-Lf6WgZoZPH/s320/Ang%C3%A9lica+Atziri+2.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;">Atziri es totalmente sincera. No importa si la verdad duele, ella sólo la dice tal y como la perciben su par de obscuros ojos. Esto le ha generado unos cuantos problemillas ante algunas personas sensibles, pero como ya se mencionó antes, siempre tiene una respuesta para todo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tuvo una relación con uno de los Rowman. William Rowman. Fueron presentados atravéz de Daiana. Al principio todo simulaba un cuento de hadas muy a su estilo hasta que llegó la tormenta. Aunque le es duro admitirlo (y más si está su par de amigas cerca) lo sigue extrañando. Le es duro ver que fueron separados por problemas que no tenían que ver mucho con ellos. Juntos eran una bomba de bromas y diversión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El gemelo Kaulitz, Tom, le resulta muy atractivo. Se ha besado con él tan sólo una vez, pero no hubo mucha mágia. Aún así, cada vez que lo ve en entrevistas o videoclips siente esa curiosa sensación de vértigo y emoción a la vez. Odia su egocentrísmo por completo, pero le causa interés tratar de ganarle ante sus no modestas declaraciones.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No le agradan los perfumes dulces, la guayaba ni el color amarillo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-14569907093032741392010-08-16T23:55:00.000-07:002010-08-16T23:55:09.270-07:00Cap. 42 < No todo lo que brilla es oro ><div style="text-align: justify;"><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODIwMjU2NzUwMjcmcHQ9MTI4MjAyNTcwNTY4MSZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /></div><center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=64071641&path=2010/08/17&mycolor=222222&mycolor2=010305&mycolor3=fa4300&autoplay=false&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
<br />
</div></center><div style="text-align: justify;"></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><i>[- Así es, nada más y nada menos que las Ruzzo en persona – sonrió Marabi dándole presunción a su apellido, la cual, no hacía falta. Ya todos estaban apantallados de la similitud entre ellas y… la diferencia tan grande a la vez, y por supuesto, de su exquisitez también.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">P</span>erfecto. Bill me sonríe con ese lindo gesto de hermano mayor, Gustav me da un beso en la mejilla, Tom parece distraído y Georg besa apenas una de las comisuras de mis labios. Sensación de vértigo, hueco en el estómago.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Les presento a Marabi a cada uno de ellos. Dunja está ahora en la improvisada reunión del porche con nosotros; parece aliviada al conocer a sus nuevas compañeras de viaje y no tener que sufrirla sola. David no puede parar de mostrar sus dientes con entusiasmo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siento que llamamos la atención de todos los conductores que pasan por la calle, y también la de los peatones, ¿Por qué a Bill se le ocurrió alzarse el cabello hoy? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg, quien está justo a mi lado, toma mi mano. Nuestros dedos se acoplan afinadamente, unos a los otros. Me sonríe. Le sonrío. Como niños de primaria, nos soltamos en un torpe movimiento, ya que Dunja nos miró intrigada, y con una actitud de madre emocionada al ver a su hijo con su primera novia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los gemelos ya platican con mi hermana, bueno, en realidad creo que sólo Bill lo hace. Tom sigue distraído. Ella contesta con ese inglés, que a pesar de adquirirlo en Los Ángeles, es intachable. Aún así, tendré que enseñarle a hablar alemán.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esa conmoción de conocer a la inexistente Ruzzo se apacigua, pero todos siguen con la sonrisa de oreja a oreja. Percibo como las miradas pasan de ella hacia mí, y de mí hacia ella. Todos notan el parecido, el parecido tan diferente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo has estado? – me susurra al oído.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supongo que bien – contesto, también en ruido parecido a lo inaudible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Supones?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, tú sabes. Los días familiares – resalto la última palabra – me han tenido demasiado ocupada como para pensar en mi depresión mortal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Emo – aún secretea. Sonríe – Bien. Me alegra que seas feliz linda. ¿Sabías que íbamos a venir hoy?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – después de estar viendo al frente toda la conversación, topo con su nítida mirada – A mí me alegran las coincidencias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volvemos los ojos hacia delante. Está sonriendo, lo puedo sentir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Constance! – Irrumpe su agradable gritito – No dejes que me ataquen con preguntas sólo a mi. A ti también te toca. Todos quieren una explicación – trota hacia mi y me toma del brazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. La mayor presión es para ti Dai – el intento de seriedad de Bill es muy adorable - ¿Por qué tenías a tu hermana oculta?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Ocultarla? ¿Yo? ¡Debes estar bromeando! – Giro los ojos mientras le doy un ligero pellizco a las mejillas de Mimi – Es ella la hermana mayor. Ella es la que ordena sobre mi ¿No? ¡Me apartó de su vida! – dramatizo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien, está bien, está bien. Lo admito ¡La mandé a vivir aquí! – cruza los brazos y hace ese malvado gesto que de niñas, me hacía botar en risas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Por qué?! – en unísono dicen, exaltados, todos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estaba harta de que se robara todas mis bolsas ¡Es mi colección apreciada! – termina con una de sus maravillosas risas. Las caras de tensión se esfumaron y regresaron las del divertido ambiente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No todo lo que brilla es oro…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ustedes brillan chicas – interrumpe Dunja la frase que articulaba Jost.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Exacto – dice contento este último – Será todo un placer tenerlas como parte del Tour. ¿Acaso vinieron para reunirse con estos malcriados? – señala a las cuatro superestrellas sonrientes que están junto a nosotras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No en realidad… - contesto apenada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero no se desanimen – dice Mimi guiñando un ojo – Para mi es todo un honor conocerlos. Son geniales, tan sólo de primera impresión. Mi pequeña y yo fuimos a quedarnos sin dinero a un centro comercial, de regreso, nos adentramos a esta calle y ella me indicó que aquí era el estudio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El honor es nuestro – responde Gustav tímido. Sus cachetes se tornan rojizos cuando Mimi le devuelve el gesto con una deslumbrante sonrisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que encuentro extraño! – Exclama Georg pasando las manos por su cabello para posarlas después en su nuca – Nosotros vinimos a causarle un ataque de desesperación a David.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, lo de siempre… - la voz de Tom hace debut. Pero parece enfermo. Asqueado. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se cómo los soporto – David sonríe dándole palmaditas a Gustav – Pero bueno, será mejor que entremos, puede haber paparazzis ansiosos por la zona y eso no sería nada bueno, Daiana lo sabe a la perfección.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puedo decir que no es una experiencia recomendable – oculto una risa – Y gracias, pero, creo que nosotras nos vamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Acabamos de llegar hermosas! – reprocha Bill tomando mis manos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya veníamos cansadas – agrega Mimi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Adentro hay varios sillones y puffs. Es cómodo – dice Georg también con un tono de insistencia – Un rato. No sacaremos tequila cómo la última vez…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Se pusieron ebrios cuando estaban con Daiana?! – Dunja y su hostil mirada hizo que Geo se encogiera y se soltaron las risas – Ustedes son un bodrio. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eh? ¿Ebrios? – Pregunta Bill haciéndose el desinteresado - ¿Alguien habló de alcohol? ¡No! ¿Verdad Georg? – Esté niega con la cabeza - ¡Ay! ¡Mi Dunny! Estás tan cansada que escuchas voces, no te preocupes, deberíamos de entrar para que te relajes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí claro. Escucho voces – gira los ojos, junto a una risa mientras es impulsada a entrar por el menor de los gemelos que la dirige por los hombros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los siguen Tom y Gustav; David y Georg por igual. Volteo a verla y se enoje de hombros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un rato no afecta a nadie – ladeo la cabeza en dirección de la puerta de entrada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo encantada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y nos unimos a esa especie de fila india hacia la gran casa de color blanco. Blanco como el futuro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"> . . . . . </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se que haría sin ustedes. Gracias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te sacarías de quicio, seguro – bromeo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso no está en duda ¡Sólo mírenlos! – Dunja se asoma en el marco de la puerta. Ellos, están haciendo un desastre – Siguen siendo unos niños.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Siempre lidias con lo mismo? – Mimi dice con la vista en Georg, quien molesta a Gustav con anécdotas pasadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Todos los días que nos reunimos – asiente la rubia extendiéndonos una hirviente taza de café a cada quien. No sabía que el estudio tuviera una pequeña cocina – Pero ya no puedo más. Últimamente me agoto y me irrito de todo, y juro que no tengo la menopausia – reímos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trataremos de ayudarte en todo lo posible en el viaje, no te apures – expresa Mimi sonriendo a través de su taza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puedes dormir tranquila – bromeo con un aire de suficiencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… - levanta las cejas – Que más quisiera. No es por ofenderlas chicas, pero, más que poner orden, me van a distraer a ese cuarteto de testosterona.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – digo instantáneamente, con ese tipo de reacciones que sólo me ponen en evidencia – Es decir, no, no te preocupes. Ellos tienen una amplia gama de superestrellas, yo sólo soy una de sus amistades, y estoy segura que mi hermana también lo será.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sí? – Pregunta confundida - ¡Creo que estoy demasiado paranoica también! Deberías de observar la forma en la que Georg te mira y estarías de acuerdo conmigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mimi me da un discreto pisotón y pone ese gesto. ``Te lo dije ´´ es lo que su rostro expresa. Le sonrío a mala gana. Ella da un sorbo al café, ostentosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y para mí no hay un súper café? – reprocha Bill, entrando veloz al lugar. Dunja sonriente, le entrega su porción y le acaricia la mejilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero a pesar del malestar que me causan, los amo – repone Dun causando más entusiasmo en Bill.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de una breve plática y varias tazas de la bebida, la cocina estaba repleta de gente. David se encargó de presentarnos al resto del Staff, quienes aceptaron cordiales nuestra compañía en el Tour de Autógrafos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Aclaramos los detalles que me preocupaban. Nos incluyeron como parte del equipo de trabajo, por lo mismo, todos los gastos van pagados. Podemos reunirnos con la banda en su tiempo libre y durante las firmas nosotras exploraremos el país, junto a dos miembros del equipo de seguridad, a insistencia de David y Georg.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tenemos un mínimo tiempo para prepararnos, el plan es muy apurado. Una semana y nos encontraremos en un bus rodeando una enorme cantidad de lugares. Mimi parece más convencida, noto que se lleva bien con Bill, sin embargo, Tom, creo que no le agrada en lo absoluto ¿Y… porqué el la mira de esa forma? Se ve rígido, apartándose de ella en lo más posible, cómo si apestara. Lo normal sería que pusiera su pose de galán en práctica y comenzara a jugar con la perforación que tiene en el labio; creo que Marabi es exactamente su estilo. Ella sigue siendo cordial, pero le molesta que la mire así. Algo hay ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Los gemelitos no me creían – dice rodeando mi cadera con su brazo. Me sacó un susto – Les tuve que repetir la historia varias veces para que comenzaran a tragársela. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supongo que pensaban que ya me conocían bien – digo tratando de sonar suave – Sacar de pronto que tengo una hermana, no ha de ser fácil de aceptar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Claro que no! – Se mofa, sacudiéndome – Yo también pensé que era broma en un principio. Pero tu sabes, cuando la vimos en el taxi, eras tú. Es sorprendente su parecido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! ¡Te causó un trabajo distinguir de quien se trataba mentirosito! – Reclamo con diversión – Echaste un vistazo a tus contactos para relacionar, bobo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, si quieres que la historia se escuche mucho más sorprendente, debes de omitir esa parte – alzo la vista y le veo esbozar una sonrisa tan arrebatadora que sólo pudo contemplarla como una tonta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo dices como si fuera a convertirse en leyenda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es digna para convertirse en una – me pega un poco más a su cuerpo con delicadeza. Los demás conversan con fluidez sentados en los sillones de color azul rey.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te agradezco por ayudarme a encontrarla y tomar la situación de una manera apropiada – sonrío, caminando para quedar de frente a él.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puedo tomar las cosas en serio, aunque nadie de aquí lo crea – pone un gesto berrinchudo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo te creo Georg – le digo entre risas, poniendo las manos como barrera a tan ridículas caras - ¡Pero deja de hacer eso! ¡No frunzas los labios!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cierto, se me olvidaba que los labios están hechos para hacer cosas más importantes que caras y gestos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El verde de sus ojos y sus pestañas tan cerca de las mías. Me acaba de robar un beso, uno fugaz y yo apenas puedo darme cuenta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey pelirrojito! Si quieres besar a mi hermana primero tienes que pedirme permiso – alega ella en un casi grito. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volteamos la mirada, todos se han quedado atónitos y hay un silencio fulminante ¿Qué no estaban en sus propios asuntos? Siento mi piel transparentarse y mis ojos queriendo salir de sus órbitas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eh? – Exclama él – Claro que lo haría – creo que repondrá esto – Gracias por la advertencia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿La acaba de besar – dice Bill atónito, más bien para si mismo.</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? ¡No! – Georg ríe melodiosamente - ¿Creen que besaría a alguien en frente de un puñado de burlones? Daiana tenía un pequeño bichito caminando en su mejilla, simplemente me acerqué a quitárselo – Y sí, sonó creíble. No se como logró que excusa tan poco creativa fuera tan convincente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh! Este mes se me olvidó llamar a fumigación – dice una de las asistentes de Jost, estampando la mano contra la frente, agregándole el toque final.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo ven – digo a forma de reto – Dejen de estar al pendiente de nosotros, buscando algo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues es que aquel que busca, encuentra ¿no? – dice Tom elaborando lo más cercano a una sonrisa, que se opacó con las risas de los demás. Volvió ese gesto de amargura en él.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No pensarás que lo negué por cobarde ¿Verdad? – Georg pregunta cuando todos vuelven a lo suyo, aunque Mimi no parece muy convencida – No sabes las ganas que tenía y aún tengo de admitir que te había robado un mínimo beso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No… - susurro exaltada ante la idea. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Exacto – pasa mi cabello detrás de mi oreja – A ti no te hubiera gustado que fuera así.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg, no es eso… - trato de reponer. Es imposible tratar de expresarme con este cóctel de sentimientos que me ataca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esto no es un reclamo – se ríe entre dientes ante la perplejidad de mis palabras – Si es tiempo lo que necesitas, esperaré lo que sea necesario.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y sí es algo más – me interrumpe – Lo encontraré.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La lluvia truena afuera haciendo una armónica canción. Él es tan comprensivo que hasta me asusta. Me limito a sonreír. Tiempo, no se sí es eso lo que necesito, no se que necesito. Por ahora sólo requiero que sus brazos me rodeen voluntariamente, pero se que eso no sucederá, por lo menos no mientras todos aquí dentro sigan pendientes de nuestros movimientos de una forma que ellos consideran discreta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El diluvio se está convirtiendo en niebla ahora que salimos del estudio. La noche está reluciente. Nos despedimos eufóricamente de todos a pesar de que los veremos en una semana, con el inicio del Tour. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ahora me siento mejor en la seca cabina del auto. Enciendo la calefacción y ahueco mi pelo mojado para que se seque mientras volvemos a casa. El camino es un poco largo. Mimi me sonríe al cerrar la puerta de su lado una vez adentro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Siento que tu copiloto estrella te va a fallar esta vez – digo acurrucándome en el asiento y cerrando los ojos lentamente. Esa oscuridad hermosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ni que sirvieras de mucho – puedo imaginarme la sonrisa burlona en su terso rostro – Para eso existen los GPS.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mala – digo, combinando con un bostezo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Descansa Constance – voz angelical es la que percibo y un beso en mi frente. Después me podrá reclamar todo lo que quiera. Ahora sólo buscaré lo que necesito en la profundidad de mis sueños.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-39458049993285056802010-08-12T21:00:00.000-07:002010-08-12T21:00:57.193-07:00Biografías: Taylor Pethel<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidseF2NyY-gNUGieox_SB74hHJT7cr_e4-MMdkCDahr86W8ixHRQYKavu5hCLhoJCW-hrVSlPGHlwbzzfvfyisVOJLS7eCGLW00KPSDsew12ufKpJZH6Bi-xOyYQY7PuK8RS42xXAcgQGD/s1600/Taylor+Pethel+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidseF2NyY-gNUGieox_SB74hHJT7cr_e4-MMdkCDahr86W8ixHRQYKavu5hCLhoJCW-hrVSlPGHlwbzzfvfyisVOJLS7eCGLW00KPSDsew12ufKpJZH6Bi-xOyYQY7PuK8RS42xXAcgQGD/s320/Taylor+Pethel+1.jpg" width="240" /></a><b> <span style="font-size: x-large;">Taylor Pethel</span></b><br />
<blockquote><b>31 años (27 de abril de 1984)</b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><b>Nacido en la ciudad de Nueva York, EUA</b></div></blockquote><br />
<div style="text-align: justify;">Taylor, es un distinguido diseñador de modas a nivel mundial. Sobresale en el mundo de la moda por su único carácter pícaro y sus diseños exclusivos. Trabaja en la misma compañía que Atziri (de hecho, es su noble pero duro jefe) y se enfoca en vestir a las más famosas y exéntricas estrellas como Lady Gaga, Beyonce, Dakota Fanning y Rihanna. </div><br />
<div style="text-align: justify;">El señor Pethel aceptó su homosexualidad a los 19 años, aún temeroso de las opiniones de los demás, sin embargo, ahora la aporta con un extremo orgullo y ha confesado que su dieta se basa en Rockstars para la cena xD! Se declara todo un comedor de hombres.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Decidió guiarse hacia el diseño de modas porque estaba harto de la ropa masculina que llevaban todos los hombres, sin el toque que a el le gustaba. Hizo su propio estilo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tiene varios mejores amigos con los que sale los viernes a comprar todo aquello que aporte lentejuelas, colores impactantes, animal print y sea de diseñador; para ese mismo día por la noche, salir a estrenarlo y hacer radiar todos los clubs nocturnos de Berlín.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt38pplKK17gjVYgTWkrNIpGgWfkAoisMm6_AI16jWvuGAiLr_Kq53G3OsJNBBHCGGkAebLKG65TRDm4mcxWhypYo1SKXJ6VTXb8-sjuMoUUZRtjekw9i3-yYa_7fTbF4h9PaYBjHoXJzR/s1600/Taylor+Pethel+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt38pplKK17gjVYgTWkrNIpGgWfkAoisMm6_AI16jWvuGAiLr_Kq53G3OsJNBBHCGGkAebLKG65TRDm4mcxWhypYo1SKXJ6VTXb8-sjuMoUUZRtjekw9i3-yYa_7fTbF4h9PaYBjHoXJzR/s320/Taylor+Pethel+2.jpg" width="240" /></a></div><div style="text-align: justify;">Se tiñé el cabello de rubio, en un tono que el considera apropiado, normal, y hasta un cuanto aburrido, pues antes acostumbraba pintarselo de rosa neón, pero desde que entró a los 30 decidió madurar su aspecto para no lucir vulgar. <br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Sus marcas favoritas son Chanel, Volcom y por supuesto Prada (El primer desfile al que asistió era de esta marca).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando se enteró del significado de su nombre, no pudo parar de reír por la loca coincidencia, ya que Taylor significa ``Sastre´´.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No le interesa el matrimonio en lo absoluto, pues prefiere las relaciones abiertas, no cree que pueda ser fiel, a él sólo le gusta divertirse xD! Su noviazgo más largo fue de dos meses y acabo en un desástre, pero a pesar de eso, Taylor admite que le hizo aprender demasiado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le gusta combinar los colores eléctricos con los neutrales. Su guardarropa está repleto de esas tonalidades.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su amor platónico es Jefree Star (Googleen sí no lo conocen y verán de lo que estoy hablando xD) al cual conoció en un After Party y sólo intercambió unas pocas líneas con él, pero fue lo suficiente para creearle esa terrible obseción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEhzs2UflbLLoWKsLWq-amfZgV2Y6uTGUebElmUim1h4bLF4jiJiEMIiLeaFu9IIMYiODCW4FhC3Jeeyjj6hdVK5LtibSyln7SN0VjTnSOE1HT3-954Dat1EJ2QubXWECiTRMR7LOBgusl/s1600/Taylor+Pethel+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEhzs2UflbLLoWKsLWq-amfZgV2Y6uTGUebElmUim1h4bLF4jiJiEMIiLeaFu9IIMYiODCW4FhC3Jeeyjj6hdVK5LtibSyln7SN0VjTnSOE1HT3-954Dat1EJ2QubXWECiTRMR7LOBgusl/s320/Taylor+Pethel+3.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;">LLoró a mares cuandó murió Michael Jackson, y lo peor del asunto es que ni sabe porque, ya que no se considera un fanático del Rey del Pop. Seguro estaba estúpidamente drogado.</div><br />
<div style="text-align: justify;">En cuanto vio a Daiana, quedó apantallado con el brillo que despedía y no pensó ni un segundo en hacerle la gran propuesta de lanzarla al estrellato, lo cual ahora es un gran dolor de cabeza para ambos, pero el asegura que valdrá la pena, es el proyecto del siglo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Adora el brillo labial y abusa de él. Tiene la manía de mover la cabeza de una manera muy peculiar para acomodar su rubia cabellera (lo cual, le ha funcionado cómo técnica de ligue en la mayoría de las ocaciones).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se obsecionó con la canción ``Alejandro´´ de Gaga desde el día que salió a la venta y la escucha mínimamente una vez al día. Se ha convertido en un hábito. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No le agradá hacer filas largas, prefiere pagar para que alguien las haga por él. Tampoco le gusta tomar cualquier tipo de bebida mientras come; después de acabarse el plato comienza a beber. Odia los jeans acampanados.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es fanático de las chicas que se animan a usar tacones altos para un día normal, no sólo en eventos especiales, tal vez es una de las razones por la que convive tan bien con todas las modelos. Ellas lo adoran, y para él, ellas son como sus ángeles.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOe-uTzkF_0MX7-3aXuyH39rvhgkDXIeBMs94pbM2CIhjmy74YmBm2QD-kvSbg9VQAkzdyELjEhst0hiY2F5834o-i_RaSLfpKuoUA-1Ur_GNIv_EZGOPX9IVWG7MHJx7rcxic14z4yja2/s1600/Taylor+Pethel+4.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOe-uTzkF_0MX7-3aXuyH39rvhgkDXIeBMs94pbM2CIhjmy74YmBm2QD-kvSbg9VQAkzdyELjEhst0hiY2F5834o-i_RaSLfpKuoUA-1Ur_GNIv_EZGOPX9IVWG7MHJx7rcxic14z4yja2/s320/Taylor+Pethel+4.jpg" /></a>Aborrece a la gente quejumbrosa al igual que la aburrida, le gusta la personalidad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
Pasa su tiempo libre creando locas ideas para sus nuevas colecciones y haciendo collages de revistas.<br />
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</div><div style="text-align: justify;">Lo que más ama en la Tierra es a su famila. Daría toda su colección de bolsos por ellos. Sus dos hermanas (que ahora ambas son modelos) lo aman muchísimo. Salen de compras los tres juntos y gracias a él, ellas tienen un estilo increíble.</div><br />
<div style="text-align: justify;">A pesar de tener a un hombre diferente en su cama todas las noches, admite que las mujeres besan mucho mejor (tuvo cuatro novias antes de darse cuenta que llevaba la bandera gay por dentro, <strike>el siempre fue un wilo</strike>) xD!</div><br />
<div style="text-align: justify;">- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¡Yei! Está es la primera Biografía. Comenzamos con un personaje muuuuuuuuuuy divertido, Taylor, quien es interpretado por <span style="font-size: large;">Autsin Scarlett</span>, diseñador reconocido por estár en la primera temporada de el reality show ``Proyect Runway´´. <strike>Siempre amé al tipo</strike>, quien es muy parecido a todo lo que acabo de poner, sólo que en versión tímida!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Poco a poco saldrán las siguientes biografías. Amor & Paz! <3</div><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;">ah.... y comenten porque si no se los va a comer el Coco :D!</span></div><br />
<div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-79169679829550337042010-08-08T23:23:00.000-07:002010-08-08T23:23:37.512-07:00Cap. 41 < Dúo Dinámico ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODEzMzQ5NzUyOTEmcHQ9MTI4MTMzNDk4ODExMCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=63242007&path=2010/08/09&mycolor=222222&mycolor2=01060a&mycolor3=ff6600&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Cuarenta días junto a ella. Cuarenta días junto a esas miradas imposibles de olvidar. Cuarenta días para tenerla a mi lado, para hacerla sólo mía… Genial.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿<span style="font-size: x-large;">Y</span> cuanta ropa se supone que debemos llevar a un tour de esos? – me pregunta admirando su maleta, ahora, ya desordenada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Son cuarenta días. No lo sé, calcula – digo desinteresada, hasta que recuerdo su problema con el equipaje – Pero calcula como una persona normal. Sin excesos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me voltea a ver con una cara de sorpresa y comienza a dar vueltas por la habitación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ok! ¡Ok! Mimi ¡Deja de hacer eso! Me mareas. Dime cual es el problema.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, traigo mucha ropa. Pero siento que no es la adecuada. ¡Y son cuarenta días! Estamos en noviembre. ¿Quieres que me congele?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… ¿qué traes ahí? – señalo la maleta y camino hacia ella. Tomo un tirante azul y jalo de él para apreciar la prenda. Comienzo a carcajearme al tener el pedazo de tela entre mis manos - ¿¡Por qué traes un bikini a Alemania?!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No espíes mocosa – me dice con superioridad arrebatándome el traje de baño – Uno nunca sabe lo que es necesario. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero te puedo prometer que un bikini con este clima, está de sobra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Deja de burlarte o cobraré venganza – exclama cruzando los brazos. Camina apresurada hacia uno de los cajones de mi armario y hurgando un poco, saca mi punto débil - ¿Muérdeme? – dice leyendo el reverso de aquellos calzones - ¿¡Muérdeme?! – repite asimilando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Fue un regalo! ¡Yo no los adquirí! – grito desesperada tratando de quitarle esa vergüenza de atuendo; está agitando la prenda en el aire. Minutos como estos desearía ser más alta que ella.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Uy! ¡Pues que regalito! ¿Quién te los dio? ¿Edward Cullen? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Cállate! – Grito aún tratando de quitárselos - ¡Déjame en paz! Cada quien con sus bikinis y su ropa exótica ¿Trato?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trato – asiente con una gran risa devolviéndome la prenda, la cual entierro en lo más profundo que el cajón me permite.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bien – digo saliendo a la cocina por algo de agua – Debido a que en tu valija sólo hay mini faldas, tops y sandalias, saldremos de compras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Compras! – celebra bebiendo del vaso que me acabo de servir - ¡Eso! Estás comenzando a aprender.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Yo? ¿Aprender? Tengo un closet lleno de marcas reconocidas que adquirí ante tu ausencia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que bueno que no me necesitaste – parece dolida. Toma otro trago de líquido – Supongo que mi pequeña hermana tuvo que aprender varias cosas de la vida sola.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – digo, aunque ante su expresión, me arrepiento – Bueno, yo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No trates de remediarlo. Sabes que conmigo no funciona – interrumpe mi intento para hacer la situación amena - Debo de decir que no fui la única que se alejó, y no estoy echando culpas. Aún conservo la errónea idea de guiarte en cada aspecto de tu vida, por mínimo que sea. No puedo hacer eso. No serás un clon de mí. No lo eres. En la mayoría de las situaciones no se necesita de alguien más para salir del problema, aunque así lo parezca. Se tiene que salir sólo. Es la forma de aprender.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un silencio que hasta hiela los huesos. Tomo otro vaso, pues el anterior ya se lo ha terminado ella. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Apunto de caer al pantano, me rescatarás, de eso estoy segura – juego nerviosa ladeando el vaso de un lado a otro, observando el movimiento de la bebida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro que lo haré. Pero es tu tarea intentar no llegar a el, ni siquiera acercarte Constance – la seguridad con la que dice las cosas siempre me ha aterrado. Pasa un mechón de mi cabello detrás de mi oreja con una de sus tibias manos – Ahora… basta de discursos. Quiero comprar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Entonces, a comprar se ha dicho! – Sonrío poniendo los vasos en el fregadero – Llamaré a un taxi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Taxi? – Pregunta con fastidio – Mejor rentemos un lindo bebé.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"> . . . . . </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No vuelvo a subirme a un auto contigo! ¡Loca! – suelto a carcajadas bajando del coche de una manera desastrosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bien que te gustó – ríe caminando por el frente del cofre para reunirse conmigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La adrenalina se está yendo de mi sangre y ahora el pánico me invade – digo dándole una mirada amenazadora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Adoro Alemania. Puedo conducir a mi manera sin que me levanten ni una infracción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supongo que en L.A. ya tenías una extensa colección – giro los ojos – La siguiente vez pedimos un taxi o me causarás un ataque cardiaco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se de donde adquiriste esa manía Neoyorquina de pedir taxis hasta para ir a la esquina. Es desesperante. Te enseñaré a manejar como una profesional y compraremos una buena nave. Vete acostumbrando a la velocidad chiquilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ve ahorrando para la larga cuenta de hospital – bromeo mientras abordamos el elevador para subir a la primera planta de la plaza. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">E inconcientemente, volvimos a hacer lo mismo de siempre. Yo le encontré varias prendas (abrigadoras) que le fascinaron y ella me encontró algunas cosas, que aunque no las necesitaba, no me resistí a comprarlas. Acabamos exhaustas en menos de dos horas, con más de diez bolsas de recientes adquisiciones que parecían justo hechas a nuestras medidas. Terminamos con el centro comercial junto a un gran helado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Comienzo a enamorarme de la ciudad – confiesa en el auto, de regreso al departamento. Me da gusto que estemos cansadas, pues se le han agotado las energías como para conducir al estilo de Rápido y Furioso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tienes que aguardar al viaje con los Tokio. Aún no has visto nada – presumo mirando por la ventanilla, deseando que los asientos fueran igual de confortables que mi cama.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Suenas emocionada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo estoy ¿Acaso tú no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por supuesto que si – espejea – Pero tu emoción es… diferente a la mía. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No comiences Mimi – finjo desgana – Lo digo por el viaje. Tú escuchaste que le negué la idea a Jost varias veces.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero a fin de cuentas, aceptaste – ladea un poco la boca formando una maliciosa sonrisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trata de resistirte a la insistencia de David. Sabrás de que hablo cuando lo conozcas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trata de resistirte a la mirada de Georg. Sabrás de que hablo cuando lo aceptes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Te dije que no comenzaras! – rechino los dientes dejando caer mis manos en mis rodillas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento – levanta los hombros aún con esa sonrisilla – Será un viaje estupendo, no hay duda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí! Hay unos museos tan históricos e increíbles aquí…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Constance, deja de decir `` ñoñadas ´´ que aunque te gusta la cultura, siempre te han aburrido los museos – me interrumpe, dejándome sin palabras - Es una gran oportunidad. Inténtalo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es adecuado seducirlo cuando está en días de trabajo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por eso no hay que preocuparse – me guiña un ojo y se vuelve a concentrar en el volante – Seguro tendrá ratos libres.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Acaso siempre tienes algo con lo que atacarme? – Pregunto divertida mientras ella se limita a asentir con la cabeza – Sí, sí, sí, me emociona el viaje por él. Son cuarenta días junto a él, pero estará rodeado de miles de fanáticas pidiéndole su firma, jurándole su amor eterno y haciéndole propuestas indecorosas ¿Crees que entre tantas chicas me tenga presente? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Es que no has notado como te mira? – me voltea a ver desperada en la luz roja que proyecta el semáforo – Si alguien me viera de esa forma, yo ya hubiera... – aclara la garganta - no contaré el resto porque te me traumas pequeña – muerde su labio inferior con lasciva. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mente perversa la que posees. Yo estoy consiente de que hay algo, un lazo muy fuerte en nosotros dos pero….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero hay una barrera – completa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Exacto! ¿Cómo es que lo sabes? – Volteo a verla y su expresión me revela todo – Yo… trato de superarlo. Sólo no quiero lastimar a Georg por alguna de mis pesadillas pasadas que siguen persiguiéndome. Nuestros corazones deben de estar perfectamente alineados y lucho por ello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cuarenta días son suficientes linda – me guiña un ojo, se que no quiere profundizar el tema de nuevo, y sinceramente yo tampoco siento la necesidad de hacerlo – Te dejaré portarte mal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eso quiere decir que me porto bien? ¡Que alivio! – bromeo suspirando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No actives mi modo celoso Constantine – suelta con una risa pisando el acelerador, tal vez está recobrando las fuerzas, pero esta vez no me quejo. Disfruto de su velocidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y no te he contado nada… - provoco su mirada fría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más te vale no hacerlo si no quieres ir a 200 kilómetros por hora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú pisa el acelerador – digo relajada mientras me abrocho el cinturón de seguridad. Y aquí vamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me gusta la forma en la que toma las curvas de la autopista sin rebajar la velocidad. A pesar de que podríamos matarnos, me siento segura. Siempre me siento confiada junto a Mimi. Se que ha ella, en cambio, le gusta verme divirtiéndome.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Deslizo las ventanillas con un pequeño botón. El aire crea una barrera sorda, sólo se puede escuchar el sonido de nuestra hermandad y a la vez me quema un poco los ojos. Las rojas puntas de su cabello vuelan hacia atrás como flamas bailarinas y las mías crean un efecto bastante similar. Esquiva los demás autos con agilidad y un toque de delicadeza. Está rebajando la velocidad, supongo que es porque llegamos a la zona donde las casas parecen de cuento. Ahora ambos las admiramos e intercambiamos palabras. Estos rumbos me son conocidos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Apuesto a que esa casa es una oficina o algo así. Es demasiado grande – señala el lugar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Espera! ¡Es el estudio de David Jost! – suelto emocionada logrando que Mimi aparque el auto en uno de los lugares disponibles.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me estacioné por instinto ¿Piensas bajar?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bajemos – digo animada – Tienes que conocer a David, además, yo puedo aclarar los detalles del Tour de Autógrafos y ver eso de mi proyecto con Taylor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, Const, están trabajando. No sería prudente llegarles como visita.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡David es un amor! Se que estará encantado de recibirnos y de conocer a la encubierta Ruzzo – desabrocho mi cinturón y el suyo también – Vamos…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y están ellos con él?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quiénes? ¿Tokio Hotel? ¡No! Vienen cuando David se los solicita o cuando tienen más material que grabar. Ayer estaban aquí, es muy poco probable que hoy lo estén. Además sólo está nuestro auto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien, pero si nos sacan a patadas te recordaré que no era una buena idea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, claro – digo burlona dándole un golpecito en su brazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Tokio Hotel)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No vuelvo a traerte – dice Tom quien está al volante – Hobbit tu tienes tu propio auto ¿Por qué tengo yo que estar de chofer? ¡Y tu también Gustav! Pero por lo menos tu tienes la decencia de no estar todo el trayecto molestando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres un delicado Thomas – ataca su hermano gemelo quien va de copiloto. Los G´s ocupan los asientos traseros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí men ¡Ya acepta que te encanta nuestra compañía! – ríe el pelirrojo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo no te molestaré más Tom, no te preocupes. Odio estar escuchando todo el camino tus reclamos – dice Gustav divertido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias Gustav, eres educado – dice mirando por el espejo retrovisor – En cambio tú – se refiere a Georg – sólo invades mi espacio vital.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom! Acepta que me necesitas – ríe este haciendo una voz melosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ambos se necesitan – dice Bill – En las noches se extrañan y recitan poemas al cielo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que asco! – protesta Tom tratando de quitarse tan perturbadora imagen de su cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya Tom. Calla y bésame – Georg levanta los labios y los mueve en dirección de Tom quien hace una mueca de asco. Justo cuando iba a protestar con otra de sus creativas frases, su gemelo, Bill, interrumpe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿De quien es ese auto? – Ya han llegado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo sé – dice Gustav – Es rentado – agrega viendo una pequeña etiqueta en la parte trasera del coche que lo indica.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Seguramente a el buen David se le pasaron las copas y su auto acabó destrozado – dijo Georg burlón tratando de observar el coche rojo entre las cabezas de los Kaulitz – Tuvo que rentar uno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. El coche de Dave está estacionado allá – Bill señaló el otro lado de la calle donde el Civic Honda de Jost estaba parado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Como sea. Está ocupando el lugar donde mi bebé tiene que estar – exclama Tom molesto, con un tono de berrinche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Te digo que eres delicado! – Ríe Bill – No te aflijas, estaciónalo a un lado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom estaba apunto de posar su pie en el acelerador, cuando frenó en secó, recibiendo varios reclamos que se acallaron de inmediato al mirar al frente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una chica castaña con mirada imposible salía del auto rentado, por el lugar del copiloto. Del lado contrario, salía otra chica, de tez apiñonada e impactante sonrisa. Estaban charlando entretenidas entre ellas y entrecerraban los ojos de una manera muy peculiar y encantadora por la deslumbrante luz del sol de ese curioso atardecer. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El rechinar de las llantas del auto de Tom las hizo voltear. La castaña los identificó en un par de segundos y saludó animada agitando una mano, su hermana, sólo sonrió. Los cuatro adentro del otro coche respondieron el gesto en coro agitando una mano también, pero de manera atontada y sonriendo de una forma que los hacía lucir demasiado cómicos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Vaya! Miren a quien tenemos aquí, nada más que a Tokio Hotel – la armónica voz de Daiana sonó como si estuviera en un programa de televisión, cuando los cuatro chicos bajaban apresurados del coche. Tom había estacionado su auto con una rapidez impresionante y un poco atrabancado. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Y ellas… son las hermanas Ruzzo! – dijo David Jost saliendo del estudio con una gran sonrisa y con los brazos abiertos para abrazarlas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es, nada más y nada menos que las Ruzzo en persona – sonrió Marabi dándole presunción a su apellido, la cual, no hacía falta. Ya todos estaban apantallados de la similitud entre ellas y… la diferencia tan grande a la vez, y por supuesto, de su exquisitez también.</div><br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-59593353721371513492010-07-31T20:00:00.000-07:002010-07-31T20:00:51.461-07:00Cap. 40 < Eres tan... ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODA2MzE1ODQyMDImcHQ9MTI4MDYzMTYxOTM2MyZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=62438978&path=2010/07/31&mycolor=222222&mycolor2=01070a&mycolor3=f55105&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Como si las apocalípticas resonancias del ayer se borraran, poco a poco, paso a paso, con los escondrijos de una hermandad renacida. Una relación que florece y cubre huellas profundas en los corazones con sus antiguos frutos, pero ahora, renovados.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Georg Listing)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">D</span>ebes de estar bromeando – me dice con una sonrisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tendría sentido? – Les pregunto cachando la cerveza que el moreno me arroja – Díganme, ¿en verdad tendría algún sentido que les mintiera sobre algo así?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo sé Hagen, tal vez tu cerebro por fin está evolucionando y tienes un macabro plan en mente – levanta las cejas y abre su bebida. Le contesto con una mirada fría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – contesta el otro gemelo – Tom, aunque lastime tu orgullo, Georg tiene razón. No le veo la gracia ni el motivo de que esto sea una farsa. Además ¿No escuchaste la historia? ¡Es demasiado detallada, larga y complicada como para que se la haya sacado de la manga!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias – digo exhausto hacia las palabras de Bill. Tienen que creerme. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Bill! ¡No me digas que te tragas su rollo! – Tom casi escupe el trago de cerveza al dar una carcajada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es ningún rollo. Es una historia muy importante… también seria Thomas – dice Bill cruzando los brazos y arrebatándole la lata de alcohol a Tom – No creo que te debas reír al respecto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Es verdad! – insisto desesperado. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los gemelos e incluso Gustav, quien no parece muy interesado en la conversación, voltean repentinamente a verme. Creo que estoy más exasperado de lo que creía. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tranquilo Hobbit! – me grita Tom aguantando la risa - ¡No saques tu fuerza Hulk aquí! Es un lugar muy pequeño…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Basta de bromas – interrumpe Bill calmando a su hermano con esa actitud de mamá gallina que posee.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No entiendo mucho de lo que nos contaste, pero yo te creo – apoya Gustav. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¡Bien! Tres contra uno. Todos tienen que creerme. Necesito alguien para hablar sobre la bizarra historia. Necesito a los tres. Me termino la cerveza en un par de largos tragos. Estoy dispuesto a hablar hasta convencer a todos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Es que no cabe en mi cabeza como una persona puede ocultar a alguien de su propia sangre! ¡Alguien como su hermana! Y menos si ese alguien es Daiana – Bill hace demasiados ademanes con las manos mientras habla. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Está guapa? – Pregunta Tom en el silencio que se estaba creando - ¡No Georg! ¡No me refiero a Daiana! – contesta antes de que le arroje la lata vacía – Bueno, sí que lo está, pero ella eligió mal. Se fue contigo. Me refiero a su hermana, ¿es linda?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom Kaulitz! – Grita Bill molesto – ¿Puedes dejar tu cerebro apartado del físico y complexión femenina por tan sólo un rato?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo que menos importa ahora es si ella es bonita – pongo las manos en mi cara y las deslizo encima de esta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Está bien – contesta a mala gana - ¿Es su hermana… mayor?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es – respondo. Creo que por fin está cediendo – No se por cuantos años, no deben ser muchos. Se ven casi de la misma edad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Su hermana mayor, entonces… ¡está que arde Hobbit! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡TOM! – Bill, Gustav y yo. Fue un grito de desesperación extrema.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? ¡Lo siento pero yo no establecí esa regla de que los hermanos mayores somos los más apuestos!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Contigo no se puede <i>men </i>– suspiro – Sabes que me gusta bromear. Pero esta vez no es la ocasión. Pensé en ello toda la noche, no pude dormir. Pasa por mi cabeza como una película.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Era verdad. Aunque lo intenté, no pude cerrar los ojos ni un momento. La escena del rencuentro de dos hermanas tan perfectas era como… irreal. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres un tarado – suelta Bill, dejando su cuerpo caer en uno de los sillones. Lo último que quiero es que inicien una de sus peleas. – No te resistes a cualquier cosa que tenga piernas. ¿Y Atziri? ¿Ya pasó de moda? - Veo como Tom abre la boca, esta dispuesto a atacar…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey chicos! – interrumpe Gustav parándose de un brinco del sillón, no me di cuenta en que momento los gemelos lo hicieron también, ahora está en medio de los dos, deteniéndolos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Corro a ayudarlo. Son como dos titantes enfurecidos, los brazos de Gustav y los míos no van a aguantar mucho más.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tranquilícense! – digo viendo fijamente a Tom. Noto como ambos están relajando sus cuerpos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Dios mío! ¡Paren! – Gustav detiene a Bill.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hola mis bebés! – Entra David animado, pero parece que se le saldrá el corazón del pecho al ver la escena - ¡Wow! ¡Tranquilos!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">También nos ayuda, sus manos son suficientes como para separarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡¿Qué demonios hacen?! – Pregunta, a gritos – ¡Sí quieren pelearse, háganlo afuera! ¿Qué no ven que están dentro de una cabina de grabación? Pensé que su etapa adolescente de peleas absurdas ya había pasado a la historia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No sucede nada malo David – exclama Bill con trabajo y haciendo su mejor intento de sonrisa. Tom también lo intenta, pero el resultado no es muy bueno - ¡Sólo estábamos jugando! – abraza a el viejo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… sí. Nosotros les dijimos que no lo hicieran aquí – río - ¡Ni loco te voy a pagar algún equipo de este lugar por culpa de estos dos! ¿No escuchaste las risas, mi buen Jost?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – contesta confundido - Pero… ¿no estropearon nada?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Llegaste justo a tiempo – sonrío levantando los pulgares. Está pareciendo creíble. Creo que ninguno de los cuatro queremos que nuestro productor se preocupe por situaciones así. Está demasiado ocupado con lo de nuestro nuevo material como para hacerle de psicólogo también.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Exacto! Llegaste justo a tiempo de que se acabaran los panecillos – Tom le extiende un platillo con unos bocadillos de salmón – El mounstro devorador de Hagen ya se comió tres platos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y Tom dejó sólo una cerveza a salvo – bromeo mientras rodeo a los gemelos con mis brazos. Sus músculos todavía se sienten tensos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Vaya! Tengo que poner a uno a dieta, y al otro lo tengo que llevar a rehabilitación alcohólica. Díganme que Gustav no es drogadicto y que Bill no sufre problemas de identidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Nosotros somos normales Dave! – Bill sonríe de esa manera que hace que las fans desfallezcan – Puedes estar seguro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Me alivia escucharlo! – ríe y saca una libreta con varias fechas anotadas – Bueno chicos, han tenido unas satisfactorias vacaciones bastante largas. Es hora de trabajar. No los seguiré alimentando si no hacen absolutamente nada. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tenemos dos canciones grabadas – señala Bill. Tom lo sigue con la mirada, como gato al ratón. Le doy un codazo para que pare, pero sólo gira los ojos, irritado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es pequeño. Están en proceso de edición para perfeccionarlas – continua David – Estamos produciendo más letras junto con los gemelos, pero si alguno de los G´s quiere cooperar con alguna idea, será perfectamente bienvenida y se les compensará.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es, si hacemos un buen trabajo estaríamos hablando de que el nuevo álbum será lanzado en el verano del próximo año – una voz dulce se escucha dentro de este estudio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Dunja! – gritamos todos emocionados mientras la rubia sonríe, entrando al cuarto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hola mis polluelos. Los extrañaba.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Justo fue ella quien relajó el ambiente por completo. Hace el papel de madre de la banda y es quien siempre te saca una sonrisa por más amargado que estés.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lindo bronceado – le dice Bill.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh! Me escapé a Cancún, una playa en México por unos días. Necesitaba un momento libre de chicos – ríe y nos da un beso en la mejilla a cada uno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, como les decía, – retoma David – Dunja ya se ha encargado en esparcir la noticia del nuevo álbum de Tokio Hotel. Pero eso no es lo suficiente como para satisfacer la sed de las fans. Sería completamente absurdo comenzar una gira cuando estamos por lanzar un nuevo proyecto, por eso hemos tenido una brillante idea…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Firmas de Autógrafos! – Completa la rubia – Un tour por Alemania. Recorrer lo más que podamos de nuestro propio país haciendo felices a miles de chicas. No interrumpirá en mucho al nuevo disco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Reaccionamos bien ante la propuesta. Las firmas de autógrafos son entretenidas y es divertido interactuar con los fanáticos. Nunca antes habíamos tenido un tour con ese motivo, suena interesante. Bill reaccionó exageradamente feliz, a su manera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me alegra que esta vez, para mantener a las fans activas, no me pongan otra Chantelle Paige – celebra Tom, tomando otra cerveza, ofreciéndole una a David quien la acepta agradecido y otra a Dunja, quien la rechaza con espanto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No puedes negar que ella te encantaba! – Suelto en una carcajada - ¡Agradecías a muerte que la publicidad fuera así, hombre!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Te la pasabas hablando sobre ella! – dice Gustav entre risas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Creo que todos nos sabemos su biografía completa gracias a ti <i>dude</i> – río mientras los cachetes de Tom se tornan rosas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Bien! – Dice apenado – Era una obsesión momentánea…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Raro en el – me dice Bill con sarcasmo en un susurro inaudible para su hermano. Noto en su voz que sigue molesto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aparte no besaba tan bien y esa nariz, ¡que horrible nariz! – se justifica mientras estallamos en carcajadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supéralo Tom, todo se puede arreglar con una simple cirugía – le digo dándole unas palmadas en el hombro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, tienes razón, ¡todo! ¡Hasta tu cara! – provoca más risas dentro, también la mía.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay chicuelos! Siguen siendo el mismo desastre de siempre – Dunja nos da un abrazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Pero así nos quieres! – protesta Bill dando una patada al piso como niño pequeño.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, así los amo – extiende los brazos hacia el, quien la recibe en los suyos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comentamos los últimos puntos del plan entre las clásicas rondas de bromas de Tom y mías. Es fácil trabajar de esta manera, aunque los Kaulitz siguen estresados entre ellos. Creo que los acompañaré de regreso a casa, no es muy buena idea dejarlos solos. Cuando ese par está enojado, piensan con la cabeza caliente, sobretodo el mayor de los dos. Es una buena oportunidad también para hablar sobre Daiana y Marabi. No sé de donde surge esta urgencia dentro de mí de decírselos, explicárselos, presentárselas como las hermanas Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Permítanme un segundo – dice David sonriendo mientras levanta la tapa de su celular - ¿Bueno? – pone una cara de confusión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Seguro es su esposa regañándolo porque dejo la ropa sucia tirada – bromea Bill - ¿Verdad David?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Jost contesta agitando la mano. Le da mucha concentración a la voz del teléfono, la cual sale del aparato y es audible para nosotros, como un murmullo, pero aún así la distingo de inmediato.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento en verdad ¿Quién dices que habla? – pregunta intrigado. Después de una pausa, sonríe con mucha emoción – ¡Cariño! ¡Perdóname por no reconocerte! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Inconcientemente, todos, hasta Dunja, estamos interesados en la llamada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo has estado? – Continua Jost - ¿Yo? Muy bien gracias linda ¿Quieres que te pase a alguno de los chicos? Ellos están conmigo ¿Quieres qué te comunique con Georg?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Era ella, lo suponía. Me puse nervioso cuando me comenzó a extender el teléfono. Todos comenzaban a ponerse emocionados y hacer bromas, cuando de la bocina del móvil salió un ``No gracias, quiero hablar contigo si no te molesta ´´ audible para todos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No importa. Tan sólo escuchar una nota de su voz causó una sensación inexplicable dentro de mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres tan feo que te cambian por David – celebra Tom en mi cara, interrumpiendo el efecto perfecto. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Cállate! – exclamo lanzándole una gran migaja de los bocadillos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quién es? – Pregunta Dunja, justo como lo haría mi madre - ¡Oh Georgi! ¿Me voy de vacaciones y te consigues una novia?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! – digo sobresaltado. ¡Demonios! Tengo que controlar ese tipo de reacciones – No… ella es… una amiga.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Absurdamente, Daiana sigue siendo mi amiga. Amigos, amigos, amigos. La quiero junto a mí, la quiero como mi chica, mi novia. Yo no puedo establecer una amistad con ella, no me resistiría a su piel, su mirada, el olor de su pelo, cada vez que saliéramos al centro comercial o cualquier cosa que se supone que los amigos hacen. Yo la deseo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tour por Alemania? – Continua David haciendo caras graciosas mientras habla - ¿Tu sola o… ya tienes acompañante? – Volteó a ver mi reacción - ¡Con tu hermana! ¿Tienes una hermana? Bueno, creo que eso ya es más personal, disculpa. Claro que tengo los contactos necesarios, y claro que te los puedo brindar, pero no lo haré. Como permitiré que dos chicas Ruzzo viajen por todo el país solas ¿No has escuchado las noticias? ¡Tantos secuestros y cosas feas hoy en día! En cambio, no las privaré de viajar. Te tengo una propuesta…. – esas fueron las últimas palabras que pudimos escuchar, pues salió del lugar hablando junto a un gran portazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de un rato aquí, encerrados, viendo como los Kaulitz se intentan reconciliar, aunque ninguno de los dos quiere hacerlo completamente, y platicando con Gustav y Dunja, David ha vuelto, tiene una feliz expresión. Otra cualidad de Dai: Contagiar su buen humor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dunja no soportará tantas hormonas masculinas juntas todo el tour – dice poniendo una mano en el hombro de ella – Te conseguí acompañantes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Chicas? – pregunta desubicada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es. Les tengo la emocionante noticia a todos. Las hermanas Ruzzo nos acompañan en la travesía – lo anuncia como si se hubiera sacado la lotería, cuando le debería de poner aún más emoción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No puedo describir la reacción de todos, y por supuesto, menos la mía. Sentí como si mi estómago estuviera en el espacio y el resto de mi cuerpo más debajo de la tierra. ¿Estaba respirando?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que agradable sorpresa! ¡Cada vez me gusta más ese tour! – Bill aplaude - ¿A que se debe su compañía?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Para empezar, no tenía ni la más remota idea de que Daiana tuviera una hermana, pero bueno. Ambas quieren hacer un tour turístico por Alemania, me pidieron algún contacto para llevarlo acabo, pero sinceramente… no me animo a dejarlas solas por ahí explorando todo el país. Además Daiana está involucrada en un proyecto de Taylor Pethel, quien busca sacar al estrellato a la nueva estrella de rock, ella está seleccionada, pero se que aún necesita ayuda ¡Dunja y yo podemos darle nuestros mejores consejos y presentarla a varias personas influyentes en este medio! Se ahorrará muchos problemas, le será de gran ayuda. Entonces, ante todo esto, saquen sus conclusiones….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Las hermanas Ruzzo viajarán junto a nosotros en nuestra gira de autógrafos por Alemania, así ellas podrán hacer su tour turístico también, además Dunja y David ayudarán a Dai con todo eso del mundo artístico porque será la futura estrella del rock – dice Gustav con un gesto de obviedad, sacando las dudas de Tom y yo ante tanta información. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuarenta días junto a ella. Cuarenta días junto a esas miradas imposibles de olvidar. Cuarenta días para tenerla a mi lado, para hacerla sólo mía… Genial.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-7412351598333250692010-07-28T11:02:00.000-07:002010-07-28T11:02:48.693-07:00Cap. 39 < Reiniciación ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODAzNDAwODI5NDcmcHQ9MTI4MDM*MDExNzg4OCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=62075292&path=2010/07/28&mycolor=222222&mycolor2=000000&mycolor3=ff5100&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object></div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[- ¡Sólo por eso te encontraré a alguien con quien te pueda molestar, solterona! – exclamé en una carcajada mientras Marabi me perseguía como una psicópata armada de una gran almohada por todo el departamento, una y otra vez.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Préstame ese vestido morado! – Exclamó emocionada parándose de la orilla de la cama en un brinco - ¡Préstamelo!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Acaso no traes ropa en tu excesivo equipaje para salir está noche? – pregunté divertida mientras movía las prendas del closet intentando seleccionar algo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh! Solamente siete vestidos – hizo una mueca desanimada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Solamente – dije burlona levantando las cejas – Te lo prestaré de todas formas, no me gusta mucho en mi. Es un color que va más contigo. Toma - lo arrojé en el aire.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Gracias! – Lo admiró de cerca cuando ya estaba en sus manos - ¿Qué usaras tú? Sí dejas de mover las manos como maniaca esperando que aparezca mágicamente una prenda perfecta, te puedo dar algo que te quedará magnífico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Corrió hacia su maleta, la abrió en un ágil movimiento y me extendió un vestido. Sí, precioso. A pesar de tener gustos tan diferentes, podemos entendernos a la perfección. Me agrada. Es una habilidad que la hemos tenido desde niñas; cuando paseábamos los domingos por el parque y terminábamos arrasando con la dulcería. Mimi compraba algodón de azúcar para mi, yo galletas napolitanas para ella.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es como si fuera hecho…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Justo para ti – completó cuando yo admiraba la prenda sobreponiéndola encima de mi ropa – Y sí, lo compré para ti, hace tres años. Tenerla conmigo era como una especie de recordatorio, que me decía todo el tiempo que eras mi hermana. Necesitaba verte, estar junto a ti.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La miré con ternura, queriéndole dar un gran abrazo, uno que le llegara hasta los huesos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Agh! Pero Constanza ¡No me mires así! – reclamó haciendo un puchero y cubriéndose la cara con el vestido púrpura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿De que manera? – insistí con la voz más melosa que pude.</div><div style="text-align: justify;">- ¡De esa manera! – volvió a quejarse cuando apartó un cacho de la tela. De inmediato se volvió a cubrir - ¡Quita tus ojitos pizpiretos de anime! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo me pides eso? Acabas de aceptar que necesitabas verme, compartir tiempo conmigo ¡que me amas y me necesitas! Soy tu oxígeno, tu razón para vivir – reí haciéndole burla mientras me arrodillaba ante sus pies y me colgaba de una de sus piernas haciéndola fastidiar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo exagerada no se te ha ido, ni un poco – fingió indignación, pero pude ver como retenía la risa también - ¡Levántate del piso Ruzzo!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! Es muy cómodo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo dudo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No dudes de mi – rugí tirando más de su firme pierna – Mira… ¡pruébalo! – jalé aún más. Si, ambas estábamos tumbadas, ella, con esa cara de desconcierto que tanto me fascinaba. No se de donde surgía mi obsesión para hacerla bramar con mi inmadurez. Mi inmadurez a mis 24 años.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Mimi Ruzzo)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Daiana me hizo terminar en el suelo. Su frenética risa retumbaba por toda la habitación hasta que en un punto, se hizo contagiosa. Aún así, le di una mirada de pocos amigos cuando entre las dos, logramos incorporarnos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, sí, me dirás que sigo siendo un bebé – giró los ojos mientras volvía a apreciar el vestido que yo le había dado momentos atrás. La manera en que aprecia todos los detalles, tan pequeños que sean, es de sus mejores cualidades – No me importa – fingió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Efectivamente. Lo sigues siendo. Lo serás siempre – sonreí, aunque a ella no pareció hacerle mucha gracia y me sacó la lengua.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Giré riendo para alistar mis prendas de esa noche. Estaba ansiosa por ponerme ese color morado sobre mí. Entre ruidos y unos pocos vistazos percibí como Constance se desvestía sin pudor para ponerse la ropa de gala. Se quitó la camiseta y los pantalones por igual, quedando en ropa interior.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… yo… - aclaró la garganta cuando me vio ahí – Lo siento, ya estoy acostumbrada a vivir sola.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sus pálidos cachetes se sonrojaron como en la adolescencia cuando hablábamos acerca de chicos. Se puso el vestido en el movimiento más rápido posible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Somos hermanas, tonta – sonreí mientras desabrochaba mi pantalón, así deslizándose por mis piernas y acabando abultado en la madera del piso. Me carcajeé por la ridícula forma en la que se volteó al ver un poco más de piel de su propia sangre - ¡Somos hermanas Const! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me desacostumbré a ver asombrosas piernas desde hace un tiempito – volteó de nueva cuenta, temerosa, haciéndose la desinteresada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres una boba – reí quitándome la blusa por igual.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ok! También me desacostumbré a ver asombrosos pechos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Eres una boba! – repetí aventándole mi ropa en la cara. Y la aprecié mejor. El vestido le quedaba como un guante – El vestido. Sabía que era para ti.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Espera a que tu te pongas el tuyo, me vas a opacar – hizo un mohín bastante cómico y fingió derrota.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Las dos deslumbramos cariño, no te preocupes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Salimos del departamento cerca de las ocho de la noche. Vaya que Berlín es frío, los aires helados son mortales. Estoy aferrada al calor y brisa cálida de Los Ángeles. Soy más apegada a eso, pero he de admitir que las lluvias son mi pasión y aquí es raro el día en el que las nubes no lloren.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estamos en camino a un ``tranquilo bar ´´ (así es como lo describió Constance, aunque no confió mucho en su concepto de tranquilidad). Veré a Elisa de nuevo y conoceré a una tal Atziri, que según sus fotos, se ve simpática.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las calles están repletas de luces y cabelleras rubias al igual que ojos claros, aunque también destacan personas con piel más obscura, pero facciones alemanas. Le adquiero un mayor interés a la ciudad, pero extraño mi California.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Parece que hemos llegado. Luces rojas salen disparadas del local. No lo describiría como tranquilo, pero no aparenta ser tan denso. Constance me toma de la mano al salir del taxi. Aún me pregunto porque todavía no tiene un coche, yo lo manejaría y apuesto que hubiéramos llegado un sentar de veces más rápido. Soy adicta a la adrenalina. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mira! Ahí están – mi pequeña señala un lugar con varios sillones en donde dos chicas con su deslumbrante piel morena están conversando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Marabi! – Elisa me taclea cuando aún nos estamos acercando a los silloncitos. Me mira con sus ojos dulces – ¡Pensé que habías muerto!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volteé a ver a mi hermana confundida…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo está bromeando Mimi – contestó esta con una risa mientras la otra chica, que supongo que es Atziri, la abrazaba emotivamente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo estás? – Elisa sigue eufórica y parloteando tan rápido que ni siquiera he podido hablar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Elisa, hermosa, estoy muy bien ¡alegre por estar aquí! – Sonreí devolviéndole el primer abrazo – Tanto tiempo sin verte. No habíamos estado juntas desde...</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Paré mi gran boca. La última vez que había visto a Elisa me traía pésimos recuerdos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Desde la vez del aeropuerto – bajó la mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Que bueno que nos podamos ver fuera de ese tipo de circunstancias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tienes razón – sonríe, o supongo que lo hace, todo el tiempo tiene una imborrable sonrisa en la cara – Estás radiante, como siempre…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias Elis. Y... gracias por cuidar de Constance todo este tiempo. Se que no es tarea nada fácil, cada día se mete en más embrollos – me siento mal por hablar de mi hermana como si tuviera diez años de edad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tiende a hacerlo – ríe animada – No agradezcas, lo hubiera hecho aunque tu no me lo hubieras pedido. Dai es todo un bello caos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ella no debe de saberlo. No debe saber que te pedí que vieras por ella como si yo lo hiciera, no queremos que se moleste – sonrío alzando los hombros. A pesar de la sutileza de mis palabras, Elisa capta el mensaje inmediatamente, como siempre lo hace. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Marabi… ven para acá – interrumpe mi hermana alegremente - ¡No te he presentado a Atziri! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Jala de mi brazo hasta el lugar donde ellas dos están. Elis se nos une. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mucho gusto Atziri, soy Marabi Ruzzo – mis labios truenan en su mejilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se como Daiana pudo ocultar tanto tiempo que tenía una hermana. No me lo trago – dice sorprendida. Tiene una bella mirada y su cabello se ondula de una forma muy bonita - ¡No jodan que esto es una de sus bromitas!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! – Dice Elisa exaltada – Atzi… sin groserías – devuelve su noble sonrisa mientras le da un ``disimulado ´´ codazo a la morena.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ay, ¡Dios! Como si tú no dijeras ninguna – repela Atziri sonriendo. Elis le lanza su mirada más amenazadora, aunque no logra mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Prometo que no es una broma. Por algunas complicadas razones nunca te lo mencione nena – rompe Const con una voz dulce - ¡Pero no me reclames más! ¡Aquí la tienes en vivo y a todo color!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso sí. Si que tiene color, no como tú Dai, eres una paliducha – ríe. Me gusta su actitud ``vale todo ´´, a pesar de eso, creo que entiende que queremos evadir el tema.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Calla. Simplemente yo soy la versión deslavada – mi hermana asiente levantando un pulgar y dando una bella sonrisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sus características son muy distintas, pero tienen la misma mirada – Elisa le señala a Atziri, quien observa detenidamente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La mirada Ruzzo – decimos Constanza y yo al mismo tiempo. Nos reímos juntas después de echarnos un cómplice vistazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh dios mío…. Son tan iguales que hasta dan asco – Atziri ríe animada y nos abraza a las dos a la vez – No se nada de ti Marabi, no se de donde saliste o no se si esto sigue siendo una broma de cámara oculta, pero como sea ¡bienvenida a la ``familia ´´!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Prepárate para ser torturada por este mounstro el resto de tus días – soltó Elisa en una carcajada lo cual causó que Atziri se trepara en su espalda tratando de aniquilarla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ante tan cómica escena pero también vergonzosa, Const y yo decidimos ir por unos tragos. La música es buena.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Siempre son así? – pregunto. Estamos en unos incómodos banquitos pegados a la barra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Siempre – sonríe dándole el primer trago a su bebida y haciendo una carita digna para foto – No hay día que no me hagan reír. Son una bomba de personalidad, y más juntas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que me he dado cuenta! – también le doy el trago a mi vaso, trato de disimular más la reacción. A lo lejos se ve como aquel par siguen entre carcajadas y jaloneos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un día van a acabar enamoradas y nosotras vamos a ser las madrinas de boda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo dudo – suelto con otra sonrisa, otro trago también. Más gente se reúne en la pista de baile, que no es muy amplia, pero está más animada que muchas de las que he visto en mi vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? – Pregunta con su gesto curioso - ¡Tú quieres bailar! – suelta animada parándose del banco en una pirueta fulminante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Vámos! ¡Mimi! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No… - le enseño mi trago – Estamos tranquilas, platicando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Anda! Platicaremos regresando al departamento ¡como sea!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ahá… y mañana por la mañana te quejarás de las ojeras y me darás la razón a mí, completamente arrepentida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tus hipótesis son una tontería Mimi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Da igual. Pediré otro trago.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quién se ha dedicado a amargarte tanto? ¿Eh? ¿Y la loca chica de California que dice ser mi hermana?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Yo no soy ninguna amargada! – contesto, hablando en serio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me mira levantando las cejas, y cruzando los brazos. Ella no me reta. No utilizará mi propia técnica conmigo, oh no.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quieres saber quien es la amargada?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – contesta complacida. Se pone feliz al notar que me levanto del asiento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo averiguarás después de esto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Creo que dejé mi trago en la barra, no recuerdo. La jalé de la mano hasta esta masa de personas. Nos adentramos entre ellas y aquí estamos, justo al centro. Bailando, como antes. Me divierto otra vez, me divierto junto a mi hermana y eso es genial. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como si las apocalípticas resonancias del ayer se borraran, poco a poco, paso a paso, con los escondrijos de una hermandad renacida. Una relación que florece y cubre huellas profundas en los corazones con sus antiguos frutos, pero ahora, renovados. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-69270727811218616042010-07-25T18:08:00.000-07:002010-07-25T18:08:11.731-07:00Cap. 38 < Inténtalo a mi lado ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODAxMDY*MjQyMzkmcHQ9MTI4MDEwNjQ2NDI3NyZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=61756852&path=2010/07/25&mycolor=222222&mycolor2=000000&mycolor3=ff600a&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: - ¿Qué te parece mi mejor intento ante eso? - Tu mejor intento. No pido más… - le arrebaté el cigarro, fumé. Fumé todo.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Y</span> no. No conquistamos al mundo… esa noche. La mañana siguiente lucía prometedora. Me di un baño veloz cuando Marabi aún seguía dormitando en uno de los lados de la cama. Al salir de la ducha con un conjunto ya puesto la descubrí en la sala, tomando un vaso de jugo, escuchando una tenue música y cambiando las páginas de un álbum fotográfico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Elisa, ya es tan diferente a como la recordaba – así me saludó. Señalaba una fotografía, la típica fotografía de Elisa y yo, en medio de la nieve. Aquella que vi por última vez en la editorial de Intense Magazine – Pero su mirada profunda sigue ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es igual de encantadora y protectora que siempre. Deberíamos avisarle que tú estás aquí, sabes que ella también te quiere como una hermana mayor – sonreí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, también la extraño – cambió la página - ¿Trabajan juntas? ¿No es así? – ahora tenía su dedo índice encima de una foto que revelaba a Elisa y a mi sonriendo, organizando el diseño de un artículo, entre colores, telas, recortes y demás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trabajábamos – suspiré.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y qué pasó? ¿Nuevas ofertas para alguna de las dos?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me corrieron – saqué la lengua como niña pequeña.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿A ti? ¡Debes estar bromeando! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Digamos que la directora de la revista es una perra. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Pero tu también lo eres! – Canturreó animada, pero abrió mucho los ojos al ver mi no tan agradable expresión – Me refiero a que tu la puedes superar. Recuerdo cuando ponías en su lugar a las chicas que se querían pasar de listas contigo en la preparatoria, tan sólo con un puñado de palabras inteligentes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu me enseñaste, no intentes hacerme sentir bien – giré los ojos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No puedes negar que eres una muy buena aprendiz – me hizo un guiño. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esta vez no dependía ciertamente de mi, ni siquiera tanto de ella, Stephenie. Entrevisté a Tokio Hotel en el Alter Party de los MTV Music Adwards, fue una chispa inmediata. Varias camaritas se encargaron de fotografiarnos a Georg y a mí, inventaron rumores, salió todo en periódicos y televisión. Aparte de tener fans de la banda furiosas conmigo y tener que aguantar seguridad privada por un largo rato, no le favorecía nada a Intense Magazine y ¡Bye!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así que así fue…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues sí, pero tengo un proye…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me refiero al trabajo. Así conociste a Tokio Hotel.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, ellos son tan agradables – le enseñé una foto de la banda que estaba en mi móvil – Ya conoces a Georg, el bajista. El de rubio de lentes es Gustav, baterísta. El alto de facciones impecables y mohicana nada discreta es Bill Kaulitz, cantante. El último, de trenzas y gorra, es el hermano gemelo de Bill, Tom Kaulitz. Seguramente ya los conocías.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro. Me había fijado un poco en ellos. Todos son sumamente atractivos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Créeme, en persona impactan aún más. Bill tiene una mirada tan interesante y apantallante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Bill? ¿Te traes algo con él? – me dio un pícaro codazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – reí con agrado – Es la persona con el carácter más lindo que conozco, pero no. Aunque debo de confesar que sus ojos fueron los que más me atrajeron, me siguieron esa noche en la fiesta, pero me habló únicamente con el interés de acercarse a Elisa. No son novios, pero sospecho que están en el proceso de serlo – me di cuenta que estaba sonriendo como boba ante tan memorables recuerdos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro ¿cómo puedo pensar que traes algo con la mohicana si el amor se te desborda hasta por los oídos por el bajista?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Georg? – pregunté inmediatamente, exaltada, casi tirando el vaso de jugo. Me sentí tan torpe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué acaso la banda tiene dos bajistas? Obvio cariño, ¡Georg!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… no, Georg el… es sólo mi amigo – por suerte la frase se me dio con naturalidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que gran alivio Constance! – Sonrió acomodándose el cabello – Por un momento pensé que tendríamos que compartirlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No creía lo que acababa de escuchar. Repetí la frase mentalmente varias veces.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Compartirlo? ¿A que te refieres? – tartamudeé.</div><div style="text-align: justify;">- Es perfecto para mí – asintió - ¿Crees en el amor a primera vista? Porque yo sí, completamente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Respiré hondo y tragué una gran cantidad de saliva. Sentí una gran presión en mi abdomen. La textura de un profundo desasosiego dentro de mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me mientas Ruzzo. Si crees que no he notado tu color rosado en las mejillas y tus ojos apunto de estallar un mar de lágrimas, estás muy equivocada – me quedé atónita, con la misma cara de sorpresa – Bien, ahora puedes respirar ¡Respira que si no lo haces te mueres! ¡Respira! No, no me gusta Georg. Es tu lección, no me mientas. El chico es muy agradable, lo veo junto a ti… y sobre todo, lo apruebo como cuñado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh…. – exclamé aliviada. Aunque esa prueba no me había simpatizado en lo absoluto - ¿Necesito de tu aprobación con los chicos?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No la necesitas, es obligatoria – sonrió desafiante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí claro – ignoré – Aún así, sigue siendo mi amigo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Quieres que sea algo más?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues…. – solté una risita nerviosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso es un sí. Te conozco. ¿Quién es el que se está viendo lento? ¿Tú o el? Sí eres tu te soltaré una buena bofetada – levantó su mano en alto, cerca de mi mejilla – Y sí es el, lo veré como un idiota el resto de su existencia, pero puedo hacer que se apure.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Baja esa mano – protesté tomando esta y posándola encima de sus piernas – No lo sé, no se quien es quien. Hemos estado juntos ya…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te refieres a que has dormido con él? – recapacitó – Bueno… sí es que se le puede llamar ``dormir ´´.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. No con exactitud. No hemos pasado más allá de las caricias y besos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Decir que lo amas sería muy apresurado. Pero te gusta, y el te desea….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eso tú cómo lo sabes? – Interrumpí, un poco irritada – Llevas un día aquí y estás sacando conclusiones falsas. Ni siquiera sabes cual es nuestro tipo de relación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y tú sí? – levantó una ceja, con esa actitud retadora tan suya. Marabi era de las pocas personas que me podían dejar con las palabras en la boca, más bien, Marabi era la única – Lo sé porque lo vi en su mirada. Hasta el más despistado lo podría notar. Te quiere a su lado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo sé, yo no se si podría…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué pasó con tu actitud de ``inténtalo ´´? – fue algo similar a un tono burlón. Le dio el último trago al vaso de jugo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Creo que no estoy preparada para una relación…. Para otro noviazgo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos miramos por unos segundos, esa mirada que come, que absorbe. Sonrió y en de un brincó se incorporó del sillón. Entró a mi habitación y salió casi instantáneamente con una cajetilla y un encendedor. Prendió su cigarro a un paso del ventanal. A pesar de la distancia, comenzó a hablar mientras admiraba Berlín…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué te dijo Danny? – preguntó, más seria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sabes que vino – no era pregunta – Tú lo sabías – tampoco lo era.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo le di tu dirección – confesó segura de si misma, como siempre – Lo recordaste, recordaste todas tus travesías junto a el. Ahora no te sientes segura de comenzar una nueva relación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y no me vas a forzar a empezar una – froté mis dientes, la sangre comenzaría a hervirme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En ningún momento mis intenciones son esas, tú hazlo cuando te sientas preparada; cuando sea el lo que puedas a olvidar y no lo tengas como referencia para cada persona que pasa en tu vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya lo olvidé…. Ya olvidé su cariño – me sorprendió la frialdad que salió de mi boca – Ahora quedan sólo los recuerdos, pero sin ningún sentimiento en ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Casi tenía que gritar debido a los pasos que nos separaban, yo permanecía en el sillón, y no era nada placentero. Me levanté de el, y me dirigí a su lado. Me ofreció cigarro de en su propia mano, sin soltarlo, absorbí y lo volvió a dirigir a sus labios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pequeña… - exclamó dulzona, acomodando mi cabeza a la altura de su hombro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué le diste mi dirección? – sollocé.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Era hora de que lo enfrentaras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Todo quedó igual, tal vez peor – mi primera lágrima rebotó contra su piel de seda y murió en el suelo. El día de la visita de Danny transcurría como una película en mi memoria – Él perdió la cordura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Él sigue en aquí, en Alemania, junto a Jacob y William – sacó una coqueta nube de humo – Sí Constantine, me siento culpable. Vine para ver como te encontrabas. Tal vez debí haber dejado todo en tus manos….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Para ser sincera, ya me lo esperaba – otra lágrima me acarició la cara hasta llegar a mi barbilla – Esperaba que el primer paso lo dieras tú.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No puedo ``salvarte ´´ siempre Daiana, aunque quisiera. Sí, erróneamente di el primer paso, ahora se desató todo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Prométeme que te quedarás junto a mi hasta que esto acabe – cerré los ojos y rodé su cintura con los brazos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo te hice entrar a la guerra sin fusil – suspiró – Aún no estabas preparada. Sigues siendo mi pequeña. No me apartaré de ti.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Lo prometes?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo prometo – besó mi cabeza – Pero a cambio, tú debes ser feliz, intentar nuevas experiencias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le sonreí apartándome de ella. Limpié las lágrimas con emoción y alboroté mi cabello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entonces Georg te gusta como cuñado ¿uhu? – reí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Agh! – Rabió entre risas - ¡Esa es mi Ruzzo! – concluyó con un tosco abrazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el transcurso del día, me dediqué a hacer llamadas. Elisa se puso como una loca al enterarse de que mi hermana estaba en la ciudad y prometió organizar un plan para esa noche, junto a Atziri, quien aún no conocía a Mimi. Ahora que lo pienso, creo que tampoco sabía que tenía una hermana.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">También llamé a Taylor Pethel, quien aportó su actitud de diva ofendida ante mi ausencia de constancia y presencia. Le aseguré qué ya tenía seis canciones listas en promedio, y organizó una reunión necesaria para los próximos días. La llamada despertó el interés de Mimi y me preguntó al respecto. Le conté sobre el proyecto de lanzarme como cantautora y de inmediato se ofreció para ayudarme a completar las doce canciones que Taylor me solicitaba. Ella era buena para escribir y tocaba el piano con la misma facilidad y soltura que yo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Los siguientes días nada de estar aquí aplastadas – soltó animada a media tarde, cuando estábamos mirando series de televisión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Necesito comprobarte que este es un hermoso país. El representante de los Tokio, David Jost, podría sugerirme algún guía o plan turístico, el tiene muchos contactos. Le llamaré luego, así podríamos recorrer varias ciudades.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sería algo estupendo, aunque sospecho que tú sólo tienes ganas de presumirme tu nueva nación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Claro! Me gusta aprovecharla – reí – Tengo tantos planes junto a ti.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me cobrarás todo el tiempo que pasamos distanciadas ¿verdad? – puso las manos en su cara y echó la cabeza hacia atrás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No… te lo cobraré con intereses.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perdón, pero no fui sólo yo la que se apartó. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú me lo podrás cobrar después.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Con Georg? – me dio un ligero empujón mientras paseaba la lengua por sus labios de una manera traviesa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sólo por eso te encontraré a alguien con quien te pueda molestar, solterona! – exclamé en una carcajada mientras Marabi me perseguía como una psicópata armada de una gran almohada por todo el departamento, una y otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-40078252516479367402010-07-24T14:43:00.000-07:002010-07-24T14:43:12.269-07:00Cap. 37 < Aquí es donde los sueños se hospedan ><div style="color: #cc0000;"><br />
</div><div style="color: #cc0000; text-align: center;">Antes de que se adentren en el capítulo ¡mil perdones por hacerlas esperar tanto! Soy una mala persona, lo sé. Así que cuando dejen su comentario al final de este capítulo, también pueden incluir de hasta lo que me voy a morir xD! <3 Im back babes...</div><br />
<img border="0" class=" pyjmcrawmwywrckkrruw" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyODAwMDc3MzI1NDkmcHQ9MTI4MDAwNzc*NjcwOSZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPWZhZTEwZjI1NzY*NzQ*NDM5NTUx/YWFkOTM5ZThiMmVh.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=61633623&path=2010/07/24&mycolor=222222&mycolor2=020b12&mycolor3=262121&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: Y todavía tengo mis tenis viejos para ir corriendo detrás de ti, y todavía tengo un chiste nuevo para hacerte reír, y todavía tengo el corazón abierto por si quieres venir.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">E</span>l volante estaba bajo el control de Georg. Me miraba y yo a el por el espejo retrovisor. Detrás, en los asientos traseros, las hermanas Ruzzo conversábamos animadamente… en silencio. Tenía una bomba de preguntas que hacerle pero no sentía que ella estuviera ahí. En cualquier momento yo iba a despertar del sueño más lejano, el más deseado, tenía que ser un sueño, tenía que ser mi imaginación haciendo de las suyas a mitad de la noche, tenía que serlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai… - resonó la voz de Geo – se van a quedar juntas, yo supongo – el coche había parado. Estábamos enfrente de mi edificio – O… tal vez quieren que haga rápidos movimientos, puedo conseguir una reservación no muy lejos de aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias. Eso estaría perfecto – Marabi dijo en ese tono dulce de su armónica voz – Disculpe, aterrizo en tierras nuevas y le pido caprichos a un… extraño.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No había escuchado a alguien joven hablarme de usted… no me acostumbro a eso, está bien si nos hablamos de tú ¿verdad? Soy Georg por si el nombre ya no recordabas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y no es ningún extraño – sonreí – Es… Georg.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh ¿El es tu…tu… – tartamudeó - ¿El es tu… marido? – su brillante par de ojos se posaron en mi mano buscando alguna sortija de compromiso que respondiera su pregunta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! – coreamos Georg y yo con brusquedad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, no, no. El es mi… - ¿Qué era Georg para mi? – El es mi amigo. Pensé que lo reconocerías. Georg Listing.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Segundos después, ella comenzó a tararear un ritmo el cual subió de volumen y claridad para ser descifrado como Automatic. Cantó con una vocecilla ronca el coro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tokio Hotel. Increíble – miró a Georg, y luego me miró a mí. Con esos ojos protectores, llenos de felicidad y orgullo, orgullo por su pequeña hermana que por fin había crecido – Estoy impactada. Son muchas sorpresas por hoy.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Conoces la banda entonces, me da mucho gusto. Sí, soy el bajista de esta Tiene sus beneficios como conseguirte una reservación en menos de 5 minutos para esta noche – dijo Geo con aire presuntuoso mientras sonreía.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puedes quedarte conmigo – ofrecí. Mi voz quebró y no lo dije con la naturalidad que trataba aparentar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y sí, sentía la distancia. Mi hermana no quería la reservación para `` no molestarme ´´, mi hermana quería la reservación para tener su espacio, para pensar que decirme, explicarme años de ausencia en una incertidumbre inagotable, pero esa explicación, era mutua. En cierto modo era evitarme, no precisamente en forma negativa. Era un asunto irreal. Aprender de nuevo como ser hermanas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es necesario. El hotel está bien – sonrío amena.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quédate – y mi voz aportó un tono de suplica.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tengo una maleta repleta de cosas. Sabes que me gusta desempacar liberadamente; no quisiera invadir tu espacio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aún estoy acostumbrada a tu exageración de equipaje – insistí – eso no se me olvida, nunca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg miraba la escena con inquietud. Creo que eran bastante notorias mis ganas por tener a Marabi como huésped. Sólo quería su compañía. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro – contestó con esa voz que despedía tranquilidad – Tienes razón. Los hoteles ya deben estar repletos a estas horas, no quiero hacer que Georg se agote tratando de conseguirme una habitación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En realidad es bastante rápido…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No, no lo es! – pareció un grito, más bien, fue un grito – Es decir, eh…. Hay suficiente espacio en el Pent House, sería inútil recurrir a un hotel – corregí guiñando un ojo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno – aceptó entre risas por exaltada reacción – Pero si necesitan algo háganmelo saber.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Eres muy agradable Georg! – Dijo Mimi con una sonrisa – Te lo haremos saber….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Me lo prometes? Porque tu hermana puede estar medio muriendo y seré yo la ultima persona a la que llame – rió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mentira! – exclamé berrinchuda, cruzando los brazos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te lo prometo – concluyó Mimi entre risas – Y obligaré a Daiana para que siempre seas su primera opción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siempre, mi primera opción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me dio gusto ver todo en orden al abrir la puerta del departamento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Acaso sabías que iba a venir? – dijo tratando de introducir su ancha maleta por la puerta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No...</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Entonces por fin aprendiste a ser ordenada? – sonrió una vez que ya estaba adentro. Recorrió la mirada por cada rincón de mi nido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo siempre lo fui – protesté.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No era de mí quien se quejaba mamá por las toallas mojadas encima de la cama y los tenis sucios en el pasillo – su mirada se tornó nostálgica, pero soltó una armónica risa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por lo menos yo no dejaba cereales regados en el piso al servirme – reí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh! ¡Cómo le fastidiaba eso! – dijo con una carcajada. Comenzamos a recordar esos aquellos momentos divertidos y los gestos de mi madre al regañarnos, nuestro intento de no reírnos cuando lo hacía. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí… - suspiré cuando por fin pudimos parar las risotadas - ¿Cómo están todos? – pregunté animada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su semblante se tornó serio. Apartó su mirada de la mía y me dio la espalda, se hizo la distraída abriendo su valija y comenzando a desempacar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo están todos? – volví a preguntar. Ahora mi tono no era agradable. No contestó como supuse que haría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Marab…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No sé, no sé como están! ¡No lo se Constance! – así era como ella me llamaba. La última vez que nos habíamos visto, le pedí que no lo hiciera más.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me llames así, sabes que ya no me gusta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu eres Constance, te guste o no – ya no estaba elevando el tono de la voz, pero la furia retenida con lo que dijo me atemorizó aún más que los gritos – No se ya nada de ellos, y tu tampoco lo podrás saber.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Porqué? – Pregunté curiosa - ¿Perdiste los teléfonos? Pero si tú sabes las direcciones; de cualquier manera tenemos los contactos necesarios para saber donde están todos los Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Demasiado tarde – dijo con un tono helado y se encerró en mi habitación, con un portazo que resonó no sólo en mis oídos, hizo retumbar también mi cerebro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Demasiado tarde. Demasiado tarde. Demasiado tarde. Me quedé ahí, parada en medio de la estancia, más de dos horas, esperando el amanecer. Sin mover tan siquiera una mano. Analizando esas palabras imposibles. Por más que las estudié, no llegué a una teoría, mucho menos a una conclusión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No se de que manera pude sacar a mi cuerpo de esa especie de trance. Corrí hacia mi alcoba, la abrí en tan sólo un movimiento y me arrodille a los pies de la cama. Ahí estaba ella, durmiendo. Su respiración se movía agitada y sudaba tanto que su blusa empapada se pegaba al sostén con encajes. Murmullaba palabras no entendibles y cambiaba su cuerpo de posición con movimientos rápidos. Estaba en medio de una pesadilla. La miré, asustada...</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡ah! – se levantó de un brinco. Su corazón saltaba como loco dentro de su pecho. Giró la mirada dentro de la habitación y la vio a ella, con sus ojitos de ratón asustado, aferrada al deslavado conejito de peluche.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿qué te pasa hermana? ¿Por qué respiras raro? – la voz de la pequeña apenas se distinguía de los ruidos de la noche. Esperó a que su propia mente razonara y su cuerpo se relajara para contestar.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Nada, vuelve a dormir – exigió cubriéndose con las suaves cobijas.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Pero tú…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Pero nada. Estoy bien, duérmete – interrumpió a la chiquilla, que sólo quedó más asustada ante las agresivas palabras de su alma gemela, su hermana mayor. Una fina lágrima deslizó en el cachete colorado de la más pequeña y se quedó ahí, admirando apenas las sombras de los muebles en esa temible oscuridad.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Tengo miedo, y tú no estás bien hermana. Mamá dijo que estás enferma de algo muy feo – sus manitas temblaban – Mimi, ¿no te va a pasar nada? ¿Verdad?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>La mayor de las hermanas, se levantó de su cama, su cuerpo estaba extremadamente caliente y húmedo. Su sedoso cabello empapado en sudor. Se acostó en la cama de la pequeña, y la rodeó con su brazo, abrazando su frágil cuerpecillo, quien la recibió de una manera tierna.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- No linda, no estoy enferma – acarició el cabello color almendra – Me pongo muy tensa y nerviosa…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿Por qué? ¿No eres feliz hermana? – dijo dando un brinquito para incorporarse. Contemplaron sus miradas a pesar de la densa oscuridad – Mira…. La abuela me dio algo – corrió hacia el closet, abriéndolo con dificultad, sacó un frasquito con colores curiosos – Son dulces para ser feliz ¡te regalo uno! – Volvió a refugiarse dentro de la cama con la otra niña, que era mayor que ella, pero seguía siendo una.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Gracias nena… - sonrió esta, tomando un caramelo morado. Lo saboreó unos segundos - ¡Listo! Soy feliz.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Y comenzaron a reír juntas, hasta que sus dos pares de párpados cedieron a un profundo estado de sueño, sueños interminables. </i></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días. Te preparé café – lo primero que vi ese día fue su deslumbrante sonrisa. Me extendió la taza hirviente apenas abriendo los ojos por completo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias – dije con voz modorra. Estaba en el sillón, varias cobijas desordenadas me habían abrigado en la noche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Espero que no hayas pasado frío, perdón por ocupar tan descaradamente tu cama.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te preocupes, siempre me ha gustado más la sala para dormir…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Y entonces la cama para que es!?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esa es para otras cosas – levanté mis cejas seductoramente y ella me lanzó hasta el otro lado del sillón con tan sólo un empujón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Recuerda que soy tu hermana mayor! – Rió - ¡Aún sigo siendo tu chaperona! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Recuerda que soy tu hermana menor. Aún sigo siendo tu dolor de cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Dolor de cabeza? ¡Migraña querrás decir! – me miró hostilmente a broma y me extendió la taza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Café mentolado – le dije tan pronto recibí la bebida – Lo extrañaba tanto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nadie lo sabe hacer como yo – presumió mientras le daba un sorbo al suyo - ¿Verdad, Constance?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No contesté. Le di sorbos al café, uno tras otro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te seguiré llamando así. Eres mi pequeño retoño. Aunque intente decirte de otra manera, tú eres mi Constance – levantó su mirada hacia el ventanal cuando apenas los primero haces de luz desfilaron para nosotras. No me di cuenta de que era tan temprano – Lamento lo de anoche. No era la manera en la que pensaba cerrar el día de nuestro rencuentro. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mimi, también estoy acostumbrada a tus dramas – sonreí. Y sí, me carcomía la curiosidad de saber todo, hasta el mínimo detalle. Pero ya saldría, si presionaba en saber, causaría un problema, y uno muy grande. Esperaría hasta que Marabi se animara a hablar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y nos quedamos ahí, tomando una taza de café mentolado; yo admirando como sus mechones rojos se incendiaban aún más conforme el sol penetraba en mi hogar, su piel resplandecía y sus ojos adquirían brillo. Un brillo espectacular. Le di un beso en la mejilla, uno tenue y suave. Su suavidad de piel contra mis labios. Se estremeció con ese mínimo contacto y me provocó el mismo efecto. Estábamos desacostumbradas de nosotras. Desacostumbradas de nuestra hermandad ¿Cómo pude vivir sin ella tanto tiempo? Ahora se estaba convirtiendo en necesidad, en mi necesidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es un lugar increíble – admiró parada en frente del ventanal. Comenzaba a oscurecer. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos habíamos quedado juntas en los brazos de Morfeo, ese era el efecto de su famoso café. Cabíamos con exactitud en el silloncito y nuestros cuerpos se acoplaban a ambas figuras, como piezas de rompecabezas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo sé – contesté orgullosa – Y además en un país maravilloso. Alemania es tan hermosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo aquí sólo veo una ciudad, una sofisticada, pero una más – respondió decepcionada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No sabes lo que dices! – fue el momento en que asimilé todo. Estaba en Alemania, con mi hermana, mi hermana mayor. Con algunos proyectos incompletos, pero sin trabajo ni tantas preocupaciones. Conociendo a Tokio Hotel, la banda del momento. Y tenía Georg…. Georg junto a mi, no se que era Georg para mí, pero lo era, era el - ¡No pasaremos aquí una eternidad! Conozcamos Alemania. Hagamos radiar a la ciudad, como antes….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- He estado tanto tiempo bloqueada. No se si pueda con tanta emoción y euforia repentina…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dame tu mejor intento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo sé…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mimi!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se si sea apropiado celebrar, tengo tantos recuerdos aturdiéndome.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bórralos, un día, una noche, sólo eso…. Hazme feliz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Mi mejor intento?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo eso, sólo te pido eso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entiéndelo. Estoy huyendo ¿Sí? Huí…. Huí…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Huyendo del pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, trato de huir, como si mi vida fuera una persona, que me persigue. Me escondo de ella. La quiero enfrentar, encarar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entonces estamos huyendo juntas – cerré los ojos y sonreí. Estábamos en la misma situación. Escapando de un largo historial. Me gustaba eso. Burlarme de mi propia vida. Lastimarme con ella al recordarla, sí, me gustaba. Me gusta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Subir al cielo, ¿para después viajar al infierno? – preguntó encendiendo uno cigarro y fumándolo con la misma sensualidad de siempre. No me acostumbraba a ella, pero verla me daba tanta satisfacción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estamos unidas en el infierno ya, porque no darnos un momento de algo diferente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aparentar que todo está bien – sonó como una pregunta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tal vez reiniciar todo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso es imposible – se acercó sigilosa y se sentó conmigo, pasando su brazo por mi cintura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Vamos. Quiero ser tu pequeña Ruzzo otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eres mi pequeña Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Reseteemos la mala parte de la historia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué te parece mi mejor intento ante eso?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu mejor intento. No pido más… - le arrebaté el cigarro, fumé. Fumé todo.</div><br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="background: none repeat scroll 0% 0% transparent; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-17213969325930253552010-04-23T20:32:00.000-07:002010-04-23T20:32:33.623-07:00Cap. 36 < Mimi Ruzzo ><center><br />
<br />
<br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.mixpod.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=51807206&path=2010/04/23&mycolor=050000&mycolor2=000000&mycolor3=000000&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object></div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: - ¿Se involucran mucho en el relato? – Endureció el gesto. No quería recaer en crisis pero mis manos temblorosas no apoyaban mucho la idea. - Ellos son la historia…]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">G</span>eorg y yo estamos saliendo del departamento de los Kaulitz. Son las diez de la noche o una hora cercana a esta. Hace viento y nuestras largas cabelleras se alborotan al ritmo. El asfalto está húmedo ¿Llovió esta tarde?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me fascina la lluvia. Me fascinan los días lluviosos. Todo va a la perfección. El avión está aterrizando y las caras de los pasajeros son todas de asco, pavor, alivio y ansiedad. Yo sin embargo disfruto mucho de esto. Cierro los ojos. He llegado.</div><div style="text-align: center;">. . . . . </div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span> <br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;"><o:p> </o:p></span>- ¿Hermana? – me preguntó hace un momento. No he contestado – Daiana ¿Tienes una hermana mayor?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí Georg, tengo una hermana - aseguré. Finjo no darle importancia mientras juego con las gotitas de lluvia salpicadas en las ventanillas de su coche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y… ¿Cómo es que no sabía de ella? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ja – pareció un bufido – Ni siquiera yo sabía de ella…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mucho equipaje… ¿le ayudo? – me pregunta un chico alto, rubio, ojos claros, con una sonrisa en rostro. Hubiera recibido su ayuda a no ser de su mirada depravada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, yo puedo sola – suspiro – Gracias – culmino en un tono hostil. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tomo un taxi en el sitio más cercano. Mi alemán es muy inútil, pero mi salvación es un impecable inglés. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿A dónde la llevo señorita? – me pregunta con el acento nativo combinado con una extraña especie de americano. Le sonrío, me está observando desde el espejo retrovisor. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Busco en mi bolso. Saco el papelito con la dirección anotada, estaría perdida en un país desconocido sin este. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Justo ahí – indico mientras siento el calor del motor traspasar el asiento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro – contesta el taxista para luego sumergirme en un desconocido tour. Alemania es hermosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Entonces… es bonita? – pregunta con un tonito pícaro mientras juega con el volante haciendo al auto bailar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Deja de hacer eso! – respondo histérica. Le doy un golpe en el brazo acompañado de una risa - ¿Qué si es bonita? ¿Pretendes viajar hasta México para conquistar a mi hermana?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… - alza los hombros con indiferencia – Me hacen falta unas vacaciones. ¿México como destino? No estaría mal – se carcajea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo ignoro divagando mi mirada a los demás autos que nos acompañan en el destrozador tráfico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"> . . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Cómo explicarle qué estamos tan cerca?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tomé mi celular buscando su número. Lo marqué cerca de tres veces, un trío de llamados inútiles pues ninguno lo contestó. Esta vez no dejé mensajes de voz, tampoco servirían. El número de su móvil lo agradecería hasta la muerte, por desgracia lo desconozco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Y si abandonó también a Alemania y ahora se encuentra en España, Perú, Japón, Chile o Portugal?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estoy comenzando a arrepentirme. Es un viaje salvaje, y el taxi no deja de avanzar. ¿Qué hago en un país desconocido probablemente sola?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero… sigo sin entenderlo ¿Por qué la ocultaste tanto tiempo? ¿Quién oculta a su propia hermana? </div><div style="text-align: justify;">– Tose con una sonora risa – Bueno… a parte de una loca como tu.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supongo que esta loca tiene sus motivos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Genial – levanta una ceja intrigado. Los ruidos de los demás motores comienzan a marearme – Cada vez le pones más picante a la historia – continua.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Como si se tratara del rumor del siglo – giro los ojos. Lo toma como una broma, estoy segura. ¿Quién no lo tomaría así al desconocer el trama detrás de… nosotras?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… de hecho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! – reclamo con una palmadita en uno de sus pectorales. Se siente como una roca hirviendo, una suave textura que le da la camiseta que trae encima, el calor contagia mi mano…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh Dai…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sí?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es por nada, pero si no quitas tu mano de mi pecho, hay muchas probabilidades de que nos estampemos con el auto de enfrente – me suelta una sonrisa y lo miro extrañada, hasta que me señala con los ojos la palma de mi mano posada aún en su cuerpo; lo que empezó como un ligero golpe ahora es una caricia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro – suelto apenada quitando mi mano de encima. Puedo sentir como el calor está subiendo por mis mejillas. El sólo ríe con entusiasmo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai – voltea a verme después de que las llantas del coche dieran otra vuelta entre los tantos vehículos – Eres un pequeño desastre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un gran desastre diría yo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensé que `` pequeño ´´ sonaría más sutil – dice con voz dulzona – Pero ¡bueno! Luego no me culpes si tus ánimos bajan e intentas cortarte las venas con un… ¿lápiz labial?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Bah! – Ahora ambos estamos riendo – Sería más útil un rizador de pestañas ¿no crees?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vaya que eres tétrica – las risas comienzan a acumularse.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le eché un vistazo a los discos que estaban en la guantera y puse uno de Yellowcard. Sabía que le gustaba el grupo, es de mi agrado también. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg tararea la canción. Yo miro a través del cristal, el me imita ahora. Sus ojos se abren hasta parecer dos relucientes platos y se quedan estancados en algo… alguien en realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ella… - dice señalando algo frente a mis narices.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dentro de uno de los tantos vehículos, las facciones de una chica son iluminadas por el crepúsculo. Tiene la piel con un ligero tonto tostado, su cabello negro con mechones rojo sangre en las puntas. Ojos relucientes. La mirada, esa mirada la conozco…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- … Ella es muy bonita – continua Georg. No lo dice en mala forma, una terrible confusión se le escapa hasta por las orejas – Creo que la conozco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- También me resulta familiar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sus…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ojos – completo. Georg asiente con suavidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y su…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mirada – culminamos al mismo tiempo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los ases de luz aún la bañan. Parpadea con delicadeza mientras la luminosidad del cielo la deslumbra. Color rojo se desliza por sus hombros desnudos, más arriba el negro, enmarca su rostro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – murmullo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Estoy seguro de que yo la he visto en alguna parte! – Georg saca del bolsillo de su pantalón su teléfono celular. Está buscando entre sus contactos. Se detiene en cada nombre para echar un vistazo a la diosa, así cerciorándose de que ella nunca se ha cruzado en su vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me está mirando. Cruzamos miradas. Siento el corazón revoloteando en mi pecho. Pasa un mechón de su cabellera detrás de su oreja; curiosamente yo estoy haciendo lo mismo. Es un reflejo. Ella me conoce, yo la conozco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esa chica me recuerda a alguien. Tengo el nombre en la punta de la lengua – Geo aprieta entusiasmado las teclas de su celular. Repasando por segunda vez la lista de contactos – Me recuerda a… a…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le arrebato el artefacto de las manos y controlo los nombres hasta llegar al indicado. Lo devolví dos segundos después.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te recuerda a mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El dirige la mirada hacia su móvil en donde el nombre `` Daiana ´´ está seleccionado. Lo observa, luego me observa a mí como si fuera una extraña. Nos compara.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ella, mira convenciéndose de lo que está sucediendo. Yo… no lo creo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te recuerda a mí – repito junto a una sonrisa. En el espejo retrovisor, observo mi imagen. Sí, totalmente diferentes, simplemente iguales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Se desahoga del tráfico, baja del auto con su andar desordenado. Se está sentando en uno de los escaloncillos de aquel edificio enorme. Aún tiene la mirada seduciendo a este coche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg aparcó la nave en un espacio vacío enfrente de la construcción. No me pregunta nada, pero está leyendo mi mente. Sigue con esa intranquilidad en lo verde de sus ojos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bajamos a la vez. Tomo de su mano cuando está cerca de mí y caminamos hasta el filo de los escalones. En el quinto es en el que ella está. El aire alborota la delgada tela del blusón turquesa que usa. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Qué decir?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sabes cuanto me molesta que no contestes tus teléfonos – empieza. Trata de sonar molesta, pero su voz deslumbra una dulzura increíble – Sabes que vine a buscarte prácticamente sin ninguna referencia… y sabes también que estoy apunto de… de…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Podrías callarte y sólo darme un abrazo?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensaba decir `` apunto de golpearte ´´ pero un abrazo no es tan mala idea Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Extendí mis brazos y cerré los ojos. Escucho sus zapatillas desfilar rápido los cinco peldaños que nos separan, corrompiendo esa distancia similar a la eterna. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Abro de nueva cuenta mis párpados. Estamos encima del frío concreto riéndonos como el par de niñas que alguna vez fuimos o seguimos siendo. Me ha tumbado y ahora me llena de besos la frente. Le hago cosquillas para apartarla y pataleo incansablemente. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hermosa… - me dice en el drástico cambio de la comedia al drama. Siento su tibio aliento en mis facciones. Seguimos tiradas en el suelo. Mis ojos se nublan, una lágrima en su recorrido me quema la sien. Lo nota, seca el contorno de mis ojos con su dedo índice – Cuando pienses que la noche se ha instalado en tu mente, que en tu interior estás retorcida y angustiada, deja que te demuestre que estás ciega, baja las manos porque puedo verte. Yo seré tu espejo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos incorporamos. Georg mira atónito con una sonrisa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ven – susurro en el oído cubierto por la cortina negra de su cabello – Quiero presentarte a alguien.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg… ¿recuerdas que justo te contaba la historia de unas hermanas? – digo acercándome a el. Jalo a ella del brazo. Geo, con las manos cruzadas, no nos priva de esa perfecta dentadura que retoza asombro – Pues el cuento acaba en un bizarro encuentro entre ambas y… todos vivieron felices para siempre. Fin.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai… esa historia dura muy poco. La deberías de continuar – alienta el.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Siempre me he preguntado lo que hay más allá del final feliz, lo quiero descubrir. Mucho gusto… soy Marabi Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mi hermana mayor. Marabi Ruzzo.... Mimi Ruzzo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mimi… mi rumbo, mi dirección. Quieres decirme adiós como si existiera el olvido, le pides a tu corazón que no se junte más conmigo. En tu mirada me encontré una ventana por donde se ve el camino, hoy descubrí que estaba escrito en tus palmas mi destino. La soledad es mejor si la comparto contigo, pesa mas el corazón cuando lo llevo vació. Y todavía tengo mis tenis viejos para ir corriendo detrás de ti, y todavía tengo un chiste nuevo para hacerte reír, y todavía tengo el corazón abierto por si quieres venir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #c27ba0;"><i><b>Para Mara Reyes. Gracias por se la continuidad de mis sueños.</b></i></span> </div><br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-525654467224464072010-03-25T19:21:00.000-07:002010-03-25T19:21:21.714-07:00Cap.35 < Volverá ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyNjk1NzAwMDI4NzQmcHQ9MTI2OTU3MDAxMjQzOCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=48606921&path=2010/03/25&mycolor=222222&mycolor2=06131c&mycolor3=423b3b&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<br />
<br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: - Dame aliento – murmullé con los ojos cerrados cuando sentí una pausa. ¿En que momento me senté en el asiento copiloto de su coche?)</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">N</span>o quiero presionar, pero llevo la mitad del camino en incógnita – elevó con una de sus sonrisas - ¿Me dirás de que se trata? Sólo si estás dispuesta a hablar espero la respuesta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Prendí la calefacción, comenzaba a helar afuera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Nunca te han dado ganas de llorar sin motivo? – reí. No era así, no sabía como decirlo, y no tenía muchas fuerzas como para hacerlo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Noté como su rostro se tensaba. Tal vez me había descubierto. Después de unos segundos eternos contestó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En realidad no. La última vez que lloré, si bien recuerdo, tenía un juguete en la mano que otro niño intentaba arrebatarme. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que suerte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… extraño esa sensación – me lanzó una mirada coqueta cuando estábamos enfrente de un semáforo y su luz roja – Pero de algo estoy completamente convencido. No derramaré una lágrima enfrente de Tom si no quiero que acabe de arruinar mi vida. ¡Ese lloró con Hairspray! Imagínate cuanto me burlé…. – rió imparablemente y le costó trabajo articular su frase siguiente - Pero el es el maestro en la venganza. Sería mi fin llorar con el enfrente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Debe ser una tortura sufrir enfrente de esos tres – dije junto a una risa. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Díselo a Tommy-bebé-chillón – pasó uno de sus dedos por el húmedo contorno de mis ojos y echó el motor a andar de nuevo – En realidad no es tan malo siempre y cuando esté Bill y Gustav por ahí. Ellos son los especialistas en subir los ánimos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por eso me llevas con ellos? – soné agresiva. Mucho. Se silenció el interior del auto por mi culpa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… pensé que te caería bien salir de ahí, sólo eso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perdón – me disculpé arrepentida – Perdón – repetí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No hay cuidado Dai, está todo bien.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! ¡No lo está! – Perdí los estribos - Soy grosera contigo, eres quien menos lo merece. Eres tu quien me saca de este hoyo y yo… ¿trato de sumergirte en el? Me estás dando la atención que alimenta mi felicidad, y te agradezco por ello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sonrió. Me sonrió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es como debe de ser ¿no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Besó. Me besó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Como debe… – resalté la última palabra – de ser.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Pizza! ¡Comeremos Pizza! – fue la primer frase que escuché al entrar a aquel departamento. Georg me había indicado que era el de los gemelos; no le hubiera creído que los dueños del lugar eran chicos ha no ser por el excelente gusto de Bill. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ven – jaló de mi mano que metió a mi miedoso cuerpo dentro – Estás en tu casa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué no esas palabras le corresponden a los dueños del lugar? – dije en voz queda. Supuse que era un día de chicos y no quería intervenir en su reunión, por que aunque lo negaran, conocía de sobremanera que su actitud tenía que ser diferente enfrente de alguna presencia femenina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ah sí, tienes razón – torció los labios – Déjame hacer esto de la forma correcta – guiñó un ojo y después se inclinó donde en el pasillo culminaba. Detrás se escuchaba la conversación, más bien discusión, de la pizza. Georg husmeó con la vista el lugar - ¡Kaulitz vengan para acá! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No Geo! No grites… - lo lancé para atrás entre risas – No es necesario que hagas esto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh pero claro que sí! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom, Bill vengan! ¡Tenemos un problema! – gritó de nuevo sacando la cabeza del pasillo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg – supliqué exasperada – No lo hagas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se preocupe, quiero darle la bienvenida que se debe dar a una dama, y más siendo usted – simuló una reverencia mientras yo lo observaba con ambas manos tapando la mayoría de mi rostro - ¿Acepta señorita?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- De hecho sería conveniente que me fuera… - le quité mi bolso de las manos con el que estaba jugando – yo…. se me hace tarde.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tarde para qué? ¿La hora del té? ¡Oh señorita Ruzzo pero si lo puede tomar con nosotros! – caminó dando cómicos brinquitos antiguos. En otras circunstancias me habría botado de risa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg… hablo en serio – puse mi mano en la perilla de la puerta con la intención de girarla pero su cuerpo se interpuso entre esta y yo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo miré confusa. Sus movimientos habían sido bruscos. Por un momento me sentí acorralada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento – se quitó y fue el quien completó la tarea de abrir la puerta principal – Sí te quieres marchar… déjame regresarte a casa. Por favor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso estaría perfecto – sonreí con cierta frialdad que hasta yo pude notar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bien – asintió levantando los hombros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Caminamos por el cálido pasillo que contenía los elevadores cuando una mano helada tocó mi cuello por atrás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Estoy frió? – rió después de mi expresión a la diferencia de temperaturas. Su cabello estaba lacio y lucía natural sin una gota de maquillaje - ¡Dai! – Gritó dándome un gran abrazo imposible de resistir - ¡Es un gusto verte por estos rumbos!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los gemelos estaban ahí y era Bill el que me había detenido. Lucían felices por verme pero confundidos a la vez…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hola Bill – saludé sonriente cuando me separé de sus brazos – ¡Tom! ¿Cómo estás tú? – ahora el abrazo vino de el.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hola Daiana! ¡Que hay men! – nos saludó el ultimo con ánimos. Llevaba unos anchos pantalones como siempre, pero una camiseta blanca sin mangas, que apenas servía para guardar pudor. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No tardó mucho tiempo para que se formara un revoltijo de saludos ahí mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué demonios estamos aquí parados en medio de la nada? – Tom miró alrededor – Ni siquiera me había fijado en esta parte del edificio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Lógico! Tu mente es temática… ``sexo, sexo, sexo ´´ ¡¿Cómo te vas a fijar en algo más?! – dijo Georg. Tom no pudo evitar reírse pero frunció el ceño y apretó los labios lo más rápido posible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bill y yo cruzamos miradas. Me sonrió de una forma que un hermano le sonríe a su hermana.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai… te invito a pasar. No te ibas aún ¿verdad? – preguntó extrañado. Rodeó mis hombros con sus esqueléticos brazos cubiertos con una chaqueta de cuero negra y forzó a mis pasos seguirle ritmo a los suyos – Ellos se dedicarán a jugar `` A ver quien dice la mayor estupidez ególatra ´´ y no tengo una modestia tan grande como la suya para participar en ello – rió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Parecía que iba a compartir la tarde con ellos. Recapacitando, no tenía mucho sentido volver a casa, me aterrorizaba, como si hubiera un mounstro en mi armario. Y ese mounstro se llamaba pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Volteé a mis espaldas, donde Geo y Tom nos seguían los pocos pasos para estar de vuelta en el apartamento. Tom combinaba las palabras `` rey, sexo, tu, no, hobbit, deforme, rancio ´´ así que no se dio cuenta de mi mirada. En cambio, Geo, guiñó de nueva cuenta uno de sus ojos y levantó sus pulgares. Quería mi compañía… o tal vez era yo quien quería la de el.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ponte cómoda Dai – dijo Bill con su voz armoniosa cuando estábamos adentro. Sin presión, pude hojear mejor el interior. Era precioso. – Yo lo decoré – dijo orgulloso cuando notó mis miradas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Billy, es perfecto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te gusta? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué si me gusta? No… ¡me encanta! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno Dai, entonces tienes una nueva guarida – sonrió – Úsala cuando quieras. Brindaremos más tarde por los Paparazzis…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué por ellos? – dije un cuanto ofendida. No habían sido las mejores personas que se involucraban en mi vida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vele el lado bueno – se unió Georg que llamaba a Gustav a gritos, este último seguramente se encontraba en otra de las habitaciones. Era amplia el área del lugar – Sin ellos, no seríamos… tan unidos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay amorcito! ¡Sí sí! ¡No seriamos tan unidos! – se burló Tom a nuestras espaldas. Pestañeaba incansablemente y daba vueltas por la estancia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh! ¡Benditos Paparazzis! ¡Oh santo cielo! ¡Bomboncito me derrites! – corrió Bill hasta su hermano para seguir el teatro y simularon una escena romántica que subía de nivel. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Iugh! Consíganse unas novias – dijo Gustav saliendo de uno de las puertas y descubriendo así, una traumante escena – Lo digo muy en serio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Saludé al baterista y después entramos en la discusión de la pizza, la cual acabó ganando contra la comida china por la cual optaba Bill. Era divertido observarlos alegar por la comida como pequeños niños.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comimos rato más tarde y miramos un par de películas. Me preguntaron, de forma muy sutil, por los golpes que hasta ya había olvidado. Mi cara no tenía más rastros del dichoso evento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Rato más tarde ayudé a Bill a limpiar el desastre en la cocina que habían ocasionado los otros tres buscando la salsa de tomate…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te trata bien ¿no? – preguntó enjuagando uno de los platos utilizados en la comida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cómo dices? – pregunté curiosa deteniéndome de la tarea de secado de la vajilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ese idiota de allá – rió señalando fuera de la puerta, en donde Georg se encontraba platicando animadamente con los demás integrantes de la tarde – Te trata bien.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – dije más bien en modo de pregunta, confundida - ¿Por qué lo dices?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai – suspiró junto a una risa - ¡Dai, Dai, Dai!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué sucede? – insistí en matar esa incertidumbre. ¿Qué era tan lógico que yo no lograba comprender?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No por nada trae a una chica en nuestro día, el día que nos reunimos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo ultimo que yo quería era interrumpirlos, se que es diferente conmigo aquí…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No linda! No es a lo que me refiero, me agrada tu compañía… - sonrió y volvió a tallar la fila que aguardaba la combinación de sus manos, agua y un poco de jabón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Entonces? – agudicé mi tono.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nunca antes había traído a una chica a este lugar. Yo se que no lo hacía por ``respetarnos ´´ - hizo comillas al aire con sus espumosas manos – Eso le vale un cacahuate. Simplemente lo hacía por que no se sentía cómodo. Mira que he aquí la excepción en carne y hueso. Te quiere. Te quiere y mucho. Conozco a ese cascarrabias hasta con los ojos cerrados…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No fue a su voluntad. Grité por su ayuda, superman llegó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Lo llamaste? – preguntó apantallado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y se me quebró la voz. Acababa de desenmascarar mi sufrimiento, y prefería ser arrollada por un gran camión antes de eso. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bill no dijo nada, siguió despegando la grasa de los cacharros blancos. Noté su estado de crisis al no saber que hacer inclusive en su respiración.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estoy bien – me animé a decir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo creo Dai, no creo que lo estés. Llamaste a Georg… - giró mi rostro con sus pulgares de una manera sutil, pero obligando a convertirse el en testigo de mis ojos rojos y labios temblorosos – lo llamaste cuando ya no podías más, e incluso lucías más ridícula de lo que ahora te vez, tontita.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! – reí mientras una lágrima patinaba en mi mejilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- He sido un buen confidente y hay pruebas – señaló con discreción a Tom que ahora jugaba videojuegos junto a Geo. Gustav tomaba una siesta – Puedo convertirme en tan sólo oídos si así lo deseas y llevarme todo eso a la tumba también.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg volteó, sostuvimos la mirada durante unos segundos entre el cristal de la puerta de la cocina y la distancia. Sus ojos apuntaron a los míos y en gran velocidad salió de ellos la dosis perfecta de un dulce tranquilizante único en el. Sentí como si el tiempo estuviera en retrospectiva y las ardientes gotas saladas de mis ojos regresaran a las cuencas que guardaban imágenes estremecedoras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bellas palabras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Convincentes? – agrandó los ojos y sonrió forzadamente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Chismosito! – Reí – La historia me la he guardado mucho tiempo, y me ahoga, me asfixia, es como un peso eterno. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dejemos esto – sonrió dirigiendo la mirada hacia el lavaplatos, luego se dirigió hacia la heladera y sacó dos botellas de té helado – Te servirá, es cómo la bebida mágica – dijo alegre extendiéndome una de ellas. Nos sentamos en los banquitos de la barra roja que decoraba la mayor parte de la cocina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al tratar de decir la primer palabra de la historia sin fin, sentí un impacto en mi cabeza que decidí ignorar, una especie de bloqueo, ya me era familiar. Luego, el clásico ataque de flashbacks atormentando mi inofensivo cuerpo que se tamborileaba en el minúsculo banquito. Otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Despegué los labios…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Volverá. Se que un día todo podrá ser como antes, los buenos tiempos. Poder vivir desprevenida, como toda persona normal lo hace. Pero vivo esperando como niño en víspera de Navidad. Fue hace unos años el choque más duro de toda la historia, sin embargo la pesadilla comenzó desde que puedo recordar con claridad todo. Yo… no se si pueda, Bill. Las palabras no salen, se quedan atoradas en mi garganta junto a un gran ardor….</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tragos de té helado para armar valor me permitieron continuar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tengo buenos recuerdos dentro de la historia. Pequeños detallitos. Los más importantes. Intocables.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Frotó mi ante brazo recargado en la fría barra con ternura, brindando un apoyo que buscaba a gritos. Logré calmarme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Es posible combinar a la familia con un romance y acabar todo en una catástrofe que te seguirá hasta el infinito? Yo sólo creía que era cosa de películas y demás… desafortunadamente vivía en el error. Pero todo me alejó de ella… mi hermana mayor. No sólo causó nuestra distancia, existen peores consecuencias. La necesito más que a nadie, y no dudo que ella me extrañe, pero vernos, es algo prohibido. No es que alguien lo impida, si no es lo mejor para ambas, nosotras tomamos la desición de estar distanciadas…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Duele.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Hemos tratado de vernos de nuevo. Un día ambas viajamos a España para crear el rencuentro; Cuando Elisa se enteró, viajó como loca sólo para detenernos. Vi a mi hermana, a muchos metros de distancia, ella me vio a mí. Elis se obligaba a detenerme, incluso amenazó con golpearme. Era para el bien, para el bien de todos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Todos? ¿Quiénes entran en la categoría? ¿Tu hermana y tú?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Todos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai… Rowman tiene que ver en esta historia – no preguntó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Los Rowman.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cuántos de ellos son?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tres hermanos. Danny, William y Jacob. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Se involucran mucho en el relato? – Endureció el gesto. No quería recaer en crisis pero mis manos temblorosas no apoyaban mucho la idea.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ellos son la historia… </div><br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-571707189898652052010-03-10T19:15:00.000-08:002010-03-10T19:15:41.699-08:00Cap. 34 < Dame Aliento ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjgyNzYxNjczMzgmcHQ9MTI2ODI3NjMzMDEyMiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTZkNjg1MzFjNWExNTQzMjU4YmUx/MTdkYzgzYjcyZDQ4.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=46868245&path=2010/03/10&mycolor=222222&mycolor2=051926&mycolor3=403e3e&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object></div><div style="visibility: visible;"><br />
<blockquote><br />
<div style="text-align: justify;">[Capítulo anterior: (Bill Kaulitz) - El amor llega cuando menos te lo esperas. Tom pronto… muy pronto te vas a enamorar.)</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Daiana)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i><span style="font-size: x-large;">I</span> feel the empty words…</i> - mi voz iba ganando poder conforme la canción abarcaba tiempo - <i>…tonight.</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Había terminado mi composición con broche de oro, que se lo brindaba la última nota en un extremo tono agudo. Cerré la carpeta con las palabras escritas y los dibujillos de las notas junto a estas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hermoso! ¡Perfecto! ¡Perfecto! – Celebró agitando su cabello y batiendo palmas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es la única pieza que tengo completa – sonreí apenada. Había tenido el tiempo necesario por lo menos para escribir cinco composiciones, y solo tenía una en la carpeta que se encontraba debajo de mi brazo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, pero… ¡es muy buena! – ahora ella habló saliendo a mi defensiva de una manera oculta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo es, claro que lo es – tomó un semblante serio, sus falsas pestañas se movieron con rapidez, estaba analizando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y? – pregunté ansiosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bombones, cometí una pequeñita travesura – se rió con picardía mientras ponía sus manos en la boca y divagaba los ojos por aquella especie de estudio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sí, habían pasado un par de días intensos; retomé el trabajo. Durante esos dos días no hubo cupo para mis asuntos, sólo practicar con la ayuda de un piano, repetitivamente. No me disgustaba, en lo absoluto, era algo que me encantaba hacer; pero mi cuerpo exigía un tiempo para mí misma a gritos. Me relajaba con la idea `` sales de aquí y te compras un helado de almendras ´´. Mi gran premio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cuál travesura? – Preguntó Atziri muerta de curiosidad - ¡Taylor! ¿Qué hiciste? ¿Qué? ¡¿Qué?!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Taylor! – me tocó insistir a mi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Deberían tomarse un té chai y con eso tendrían una gran relajación, amargadas – dijo el con un tono más femenino de lo normal y haciendo ademanes con las manos - ¿Ven la computadora que está allá? – Señaló un moderno equipo profesional, asentimos – Ha estado prendida todo este tiempo – un ataque de risa lo invadió y su rostro se volvió más colorado que el propio maquillaje.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Uy! ¡Malote! – criticó Atziri dándole palmadas en la espalda. Taylor no podía parar su risa – Si te descubren, vas a acabar en la cárcel ¿eh?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No! – interrumpió. Ahora giraba por el lugar aplaudiendo y pataleando contra el piso – Es que… eso no es todo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Atz intercambió unas divertidas miradas conmigo, ¿a que se debía la simpleza?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de cinco minutos más de imparables risas y tres vasos de agua, Tay se quejaba por unos retortijones en el abdomen y decidió hablar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ok. La computadora ha estado prendida todo este tiempo, quiero decir, te vieron…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Me vieron? ¿Las computadoras ven? ¡Dato curioso!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Bah! Déjame hablar – sonrió – Las computadoras no ven; pero las personas detrás de la web cam sí, ellas sí. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Giré, casi por instinto, la mirada hacia el equipo. En la parte superior del monitor, un pequeño foco verde parpadeaba. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tenías una cámara web prendida, y yo desconocía el asunto – asentí mirándolo de manera retadora - ¿Sabías que puedo demandarte por eso? Va contra la ley.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí encanto, pero no lo harás – sonrió desafiando mis ojos junto a la mirada penetrante – Eres dulce y angelical como para demandar a una diva como yo – plantó un beso sobre mi frente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Por dios Taylor! - reprochó Atz - ¿Quién vio a Dai cantar? ¿Tu novio? – ahora ambas reímos, pero el puso cara de enfado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – enmarcó una ceja con orgullo – Cherry Tree Records.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Che… Cherry… - tartamudeó ella en respuesta. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Yo temblaba.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aha, así es. Así que la próxima vez, no traten de burlarse de mi cuchuchito querido y yo, ¿quedó claro hermosas?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cherry Tree…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- …Records? – terminé. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Taylor asintió dándome un gran abrazo. No pudo evitar una sonora carcajada cuando la sangre de mi rostro desapareció dejando una tremenda palidez. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Linda! Te has puesto como fantasma. Por suerte ya no tienes los moretones aquellos; de lo contrario hasta darías miedo – volvió a reírse. Esta vez Atziri lo acompañó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tay se acercó a la computadora y prendió el monitor. Fue ahí donde me vi plasmada en un pequeño recuadro del video llamado. A un lado de la grabación se establecía una conversación, letras, letras y letras. Sentí mis piernas tambalear. Había estado en grandes presentaciones en el pasado, pero esta vez era oficial. Tenía miedo. Miedo a las opiniones, miedo a las críticas, miedo a quedarme sin el futuro que en cierto modo, siempre había soñado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los dedos de Taylor desplazándose estruendosamente por las teclas del equipo me hicieron volver de mis pensamientos. Apagó la web cam y jaló un banquito que había cerca; sentó su cuerpo para intercambiar unas palabras con el contacto que me había estado observando, evaluando en realidad. Tay reía a veces, y emitía graciosos sonidos, mientras Atziri y yo forzábamos los ojos para tratar de observar lo posible introducido en aquella conversación, fue inútil.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno Dai… - se paró perezoso del asiento – tengo noticias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué lo hiciste? No estaba preparada lo suficiente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Por que…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mi voz se escuchaba un poco gangosa ¿no lo creen?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tomé bien el aire y me adelanté un poco en la que le correspondía al riff.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No. Tengo decir que…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Fui un asco. ¡Nunca había cantado tan mal!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Daiana no…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perdí mi primera y ultima oportunidad, todo por un absurdo video llamado. ¿No odian la tecnología?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Demonios chica! ¿Siempre eres así de perfeccionista? – soltó en risas a coordinación con Atzi. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Agh! Disculpen mi paranoia, estoy nerviosa – admití ocultando mi rostro con la bufanda morada que llevaba enredada al cuello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí. Ten por seguro de que ya nos dimos cuenta – intervino Atz – Ahora deja que la voz profeta hable.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias – dijo Tay triunfante – Es simple ¿sí? – Dio palmaditas a uno de mis hombros – Les encantó…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Les encantó? – sentí como mis ojos despedían brillo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En realidad se queda corto el término, les fascinó querida – Taylor sonrió y Atziri apretó ansiosa una de mis manos – Tienes un muy amplio registro de tonalidades, fue lo que dijeron. ¡Felicidades! No habían escuchado una voz tan profunda y suave al mismo tiempo desde hace un rato atrás; están hartos de las vocecillas plásticas de la actualidad, pues en realidad, cantantes ya hay pocos, voces editadas muchas… tienes las condiciones para hacerlo Dai, harás lo que te gusta hacer y vivirás de ello, sin mencionar el éxito y el reconocimiento de tu arte. ¡Baby! ¿Acaso no es maravilloso?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hablas como si tuvieras visiones al futuro – emití con voz aún seca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Daiana! Confía en lo que te dije.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Trato, trato, pero me es difícil…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te es difícil tratar el éxito? – dijo con voz desafiante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me quedé callada. Pensé en ello. Tal vez un futuro que prometía un gran reconocimiento me abrumaba. Le temía.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No será nada malo nena. Te adaptarás… - continuó pestañeando de una manera ridícula.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Quería una vida normal, ya me era suficiente llevar guardaespaldas como para luego aumentar mi seguridad. Pero a pesar de la fama y lo que esta traería, había una presión en el pecho que me detenía para continuar con la propuesta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- …Vivirás con glamour, bueno con más del que ya tienes – bromeó – pero lo material y la riqueza económica no es lo que importa. Cantar es tu vida ¿me equivoco?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, estás en lo correcto – confirmé con lentitud. Era como un `` sí ´´ a aquella oferta y yo caí en cuenta segundos después que las palabras salieron de mi boca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pff… acepta, es la oportunidad de tu vida ¡dhu! – habló Atz con esa indiscreción característica de ella. Examinaba a la vez un montón de telas que se encontraban en una esquina, para sus nuevas creaciones, que en lo posible, acabarían puestas en mi. Me imaginé la escena. Yo en el escenario, mis cuerdas vocales retumbando por el lugar, un vestido confeccionado a la perfección y una oleada de fans siguiéndome por la gira. Me seguía estremeciendo la idea, pero me emocionaba de una forma que no había experimentado antes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es muy sencillo, insisto. Te mandarán una invitación a tu hogar para que los vayas a visitar, ya sabes, Soundcheck. La web cam distorsiona un poco el sonido…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, ¿qué tal que si se escuchaba mejor por el microfonito de la camara? – cuestioné. Era una teoría absurda, pero un buen pretexto para ser inventado al instante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Aha! Un micrófono de una web cam te hizo una voz increíble, pero los micrófonos profesionales con los que allá tendrás que cantar, te delatan. Cantas fatal – rió con sarcasmo – Déjate de tonterías hermosa – sonrió con ternura, como si tuviera una chiquilla enfrente de sus ojos… pues así lo era. Apenas una pequeña nena confundida estaba frente a las pupilas de Taylor y Atziri.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Usted tiene 2 mensajes de voz nuevos…</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La contestadota automática canturreaba en la acústica de la casa. El regreso no había tenido tránsito de por medio. La oscuridad traspasaba el ventanal, había estado el día entero con el par que estaba dispuesto a sacarme del anonimato.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Primer mensaje. 14:23 horas… </i>- la voz robotizada cambió en una más chillante – H<i>ola, soy yo… eh… llámame pronto ¿si?</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- `` Soy yo ´´ - repetí las palabras recostándome a la vez en el sillón – Coherente, identifico muy bien al tal `` yo ´´. Buen amigo – dije con ironía.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Segundo mensaje. 16:36 horas… </i>- volvió a enfatizar la vocecilla artificial del aparato. Una repentina reacción me indicó en poner más atención al siguiente mensaje – <i>Hola…</i> - fue cuando mi palpitación se volvió irregular – <i>Hola</i> – repitió – <i>pensé que estarías en casa. Has dejado el espíritu hogareño ¿verdad pequeña? ¡Ja! De que estoy hablando, si hace décadas lo dejaste, sí décadas. – una terrible nostalgia partió mi corazón en dos, o en tres si no es que en cuatro - Volveré a marcar cuando tu alma fiestera haya regresado a la normalidad. Espero que eso sea pronto o estarás en graves problemas Daiana Constanza….</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las últimas palabras las dijo con una ternura inolvidable. Mi sangre retumbaba al ritmo del corazón a través de las venas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto tiempo sin escuchar la tonada angelical de su voz, la que ella siempre negó. Cuanto tiempo sin escuchar sus regaños, sus divertidos celos, sus consejos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Habían pasado años así. Eran pocas las veces en las que teníamos contacto de este tipo, y para nuestra mala suerte nunca coincidíamos. Años que se habían convertido por lo menos en una década, que simulaba muy bien el puesto de siglo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le temía a la soledad y estaba sumergida en ella. Vivía entre sus terribles brazos que arañaban mi mente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desperada hurgué entre los números telefónicos de la sección de contactos de mi celular hasta que me topé con el indicado. Fue la invitación que dio lugar a las palabras de bienvenida al abrir la puerta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias por venir – susurré con los ojos cristalinos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No agradezcas linda. Es una orden que llames cada vez que lo necesites… ¿sí? – su mano se asentó en la parte más baja de mi espalda y me aplastó contra su cuerpo, obligándome a arquearme contra el. Sumergí mi cara entre su cabello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ok – contra su pecho, donde él no podía verme, mis lágrimas brotaron y se derramaron por mis mejillas. Eran tan sólo mínimos cristalitos líquidos, pero que me quemaban los párpados.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estás llorando – aseguró, supongo cuando sintió la humedad de mi llanto calmado traspasar su camiseta. Levantó mi barbilla con un pulgar, obligándome a toparme con sus ojos verdes – No sabía lo hermosa que te veías llorando - Sonreí levantando débilmente las comisuras de mis labios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg – me quejé como niña pequeña y después volví a enredar mis brazos en su espalda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vamonos – dijo entre una risa armoniosa – Te propongo algo. Comida, música, bromas, idiotas en proceso de crecimiento… eso me incluye, y…. comida aunque ya lo haya dicho. ¿Qué tal?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – asentí entre un hipido. Se apartó unos pasos y me observó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quiero una cara feliz – reclamó forzando una sonrisa en mi rostro con sus dedos - ¡Mucho mejor! – celebró cuando logró una fingida sonrisa. Apartó sus manos y mis labios se dejaron caer - ¡Dai arruinaste mi obra de arte!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tu obra de arte? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El título era `` La sonrisa más hermosa ´´. Poco original, pero perfecto – disminuyo la incómoda distancia entre nosotros y me plantó un fugaz beso en los labios que me cayó de sorpresa – No te hace bien estar aquí… ¡Corre!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tiró de mi brazo y sus pies se movieron en velocidad relámpago. Alcancé a tomar mi bolso que estaba en el respaldo de una de las sillas del comedor y mi abrigo cayó al piso en el intento. Me dejé guiar por sus pies que parecía que ni siquiera tocaban el suelo. No me iba a caer, pues a pesar de la velocidad, mi muñeca estaba apisonada con firmeza en su puño. Bajamos las escaleras como dementes, uno que otro escalón lo salté, pero nunca caí al piso. El portero nos observó con su amargado rostro al igual que los vecinos con los que nos cruzamos. Dejé la aflicción que nos brindaban para que le hicieran compañía a mi soledad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tenía compañía… la mejor que puede haber pedido. Cruzamos el lobby a toda velocidad, mi bolso arrastraba el piso conforme yo arrastraba el uso de mi razón. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dame aliento – murmullé con los ojos cerrados cuando sentí una pausa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿En que momento me senté en el asiento copiloto de su coche? </div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
</div></div></center><br />
<div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-88759571452665680542010-02-25T19:17:00.000-08:002010-02-25T19:17:28.121-08:00Cap. 33 < Memorando con fuego ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjcxNTQyMDU1NzImcHQ9MTI2NzE1NDIxNDI5NCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTZkNjg1MzFjNWExNTQzMjU4YmUx/MTdkYzgzYjcyZDQ4.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=45423472&path=2010/02/25&mycolor=222222&mycolor2=212c33&mycolor3=3d3b3b&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false"/></object><br />
</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;">[Capítulo anterior: Yo la había elegido. Yo había elegido toda una experiencia en un lugar desconocido de Alemania. Yo había elegido hot cakes y cóctel de frutas para el desayuno. Yo lo había elegido a él.] </div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Gemelos Kaulitz)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">-<span style="font-size: x-large;"> P</span>ero querías venir al Mc Donalds – se quejó Bill haciendo girar los ojos - ¿De que sirve un lugar de hamburguesas siendo vegetarianos?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ten imaginación Bill, les podemos quitar la carne – dijo Tom con modestia mientras entraban al lugar, acompañados de dos guardias y gorras que ocultaban un poco más allá de sus frentes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh Tom eres un genio! ¿Cómo no se me ocurrió antes? – Se mofó el pequeño – Claro, nos quedarán unos deliciosos panes con lechuga y dos pálidas rebanadas de tomates ¡Yumi!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Idiota – respondió el otro mientras se formaban en la fila para ordenar menús – Entonces trágate un puñado de papas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo porque adoro las papas de aquí, ignoraré lo que acabas de decir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Aham! – Tom expresó con un molesto tono de sarcasmo; todo era en broma, o por lo menos este gemelo así lo pensaba.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Déjame en paz – contraatacó Bill, lo cual desorbitó a su hermano por completo, no era un tono agradable. ¿Acaso ya no era diversión? No, ya no lo era – Yo, lo siento – repuso segundos después.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No hay cuidado, tú… ¿estás bien?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, no es nada – el delgado regaló una esplendorosa sonrisa que le hizo un gran favor a sus palabras – Ya sabes, me estreso con toda la presión de Jost.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hermanito! Las chicas siempre babearán por nosotros – Tom pasó un brazo sobre los hombros de Bill, después guiñó un ojo – Trabajemos o no, siempre lo harán – agregó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Con esa posición de patanes… – lo apartó con ambas manos de su cuerpo – llego a dudar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué insinúas? – Preguntó Tom divertido mientras le daba a su hermano con el puño cerrado en el mentón – Eso te lo merecías.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tal vez – Bill se sobaba el golpe entre risas – Pero a los patanes les toca más duro… - su puño paró en el pecho de Tom, se escuchó un golpe en seco. Mientras sus dos guardaespaldas hacían lo posible para tapar el `` show ´´ con sus inmensos cuerpos. Ya era suficiente cargar con dos superestrellas como para que se remontaran en sus épocas de infantes a mitad de un lugar de comida rápida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un poco más tarde, cuando el inicio de la fila ahora eran ellos dos, ordenaron una gran ración de alimentos y volvieron a una mesa desocupada con dos charolas atascadas de colores y aromas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ensalada…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Rieron. Para ese par no había cosa mejor que pasarla entre familia y amigos, eso era todo, ni más ni menos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tommy… - dijo Bill, aún no tocaba su comida y permanecía viendo la infinidad en la amena terraza del lugar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? – respondió con un gran bocado en la boca que dejaba apreciar una combinación extensa de aderezos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Crees que soy sensible? – Su cabello bailaba al ritmo del viento – Es decir, lo soy… pero ¿soy desmesuradamente sensible? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… - Tom tragó su enorme bocado y siguió – Yo creo que como todos, tienes tus momentos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mis momentos – asintió Bill reflexionando aquella frase - ¿Mis momentos? – luego preguntó al no encontrar sentido alguno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, sí – los dedos del otro jugaban con una papa frita – Eres sensible, y eso ambos lo sabemos, pero no tiene nada de malo ¿o sí? ¿¡Sin ti de donde tomaríamos tanta inspiración para componer canciones!?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me gustaría que eso no se involucrara con mi vida social – su mirada seguía perdida en el horizonte. En realidad eso lo pensaba, y se le escapó en voz alta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Vida social? No te entiendo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quizá me tomo las cosas muy a pecho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Me perdí en alguna parte de alguna conversación o algo similar? No te entiendo Bill.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Soy muy sensible Tom? – volvió a preguntar ahora intercambiando la mirada Kaulitz, esta se empañaba con ligereza y dentro de ella un espectro gritaba desolado pidiendo ayuda. Estaba solo, y lo había estado desde que el tenía memoria. Quería dejar toda la mierda atrás y sonreír día y noche pronunciando un nombre. Se introdujo en los recuerdos del día pasado a ese, tenía que desahogarse, su hermano era la mejor persona para sentirse escuchado…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿Este es tu departamento? – preguntó Bill dentro del auto que acababa de perder velocidad.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Mi edificio en realidad – sonrió ella con orgullo al apreciar más a detalle lo que había sido capaz de conseguir – Mi departamento me hace sonreír aún más.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Es hermoso Elisa…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Lisa. Me puedes decir Lisa – sonrió.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Dentro de ella, se producía una revolución al escuchar de sus propios labios, su propio sobrenombre. Ni siquiera las personas más cercanas se atrevían a volver a llamarla así, pero Bill lo diría, y eso en vez de alterarla, le causaba calma.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡Lisa! Perfecto – apremió el chico.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Sí, tiene una larga historia ese diminutivo – lanzó una mirada coqueta – Pero ocuparé este tiempo para contarte otro largo relato.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Soy todo oídos – sonrió Bill relajando sus manos del volante – Me gusta oír tu voz.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Gracias – contestó ella entre una tímida risita, sus mirada tintineó en simetría a la de él – Bueno… yo eh… ¿cómo comenzar?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Eh, sólo dilo – sus manos se entrelazaron con miedo, ambos estaban nerviosos y ninguno sabía la razón exacta - ¿Estás cómoda? ¿Quieres un trago de agua? ¿No tienes frío?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Sí, no y… un poco – rió Elisa sintiéndose torpe.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Está helando allá afuera – observaron a través de los vidrios del vehículo – ¡Demonios! Te daría mi chamarra si tuviera una encima – Bill observaba como los dientes de Els comenzaban a castañear. Con tal de `` matar el frío ´´ sus cuerpos se enlazaron en un tibio y dulce abrazo.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Pri… - dudó – Princesa, ibas a contarme algo.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Ella no reunía fuerzas suficientes como para hacerlo.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Bill… - suspiró – Te he mentido todo el tiempo, y yo no puedo más con esto. Yo, pues, te lo diré de una vez para que todo sea más rápido, mientras menos dure, mejor – hizo una prolongada pausa, era el momento de hacerlo – Peter, seguro lo recuerdas; no es mi amigo, nunca lo ha sido…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Bill saltó en su propio asiento, la sangre le comenzaría a hervir.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- No tienes de que preocuparte Bill, Peter no sería capaz de hacerme algo, no me lastimaría, por que no lo conozco. Ni siquiera estoy segura de que se llame Peter, es un completo desconocido. Sí, me lo encontré esa noche, ahí mismo. No lo conozco…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿Por qué me lo escondiste de esa manera? – Interrumpió Bill - ¿Era un tipo de necesidad?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Nada de eso, ni siquiera se por que lo hice. A veces mi conciente no conecta muy bien con mi inconciente – Elisa sonrió tratando de destensar el momento – Lo vi esa noche, coqueteamos, y dejé que mis hormonas…</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿…le ganaran a tus neuronas? – terminó él. Se produjo un silencio de suspenso. Elisa no estaba a mucho de salir del auto ofendida, aunque por dentro no sabía si ella era la que tenía que molestarse o estaba cambiando de papeles.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Gracias por traerme – dijo con su aguda voz, ahora irritada. Desabrochó su cinturón de seguridad con velocidad y comenzó a tomar sus cosas con mucha fuerza. Bill rompió en risas - ¿Qué? – preguntó ahora desubicada.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿Sabías que te vez muy bonita así de enojada? </i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ah… ¿sí? – respondió esta fingiendo una indiferencia que ni ella misma se creía.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡Claro! – respondió Bill entusiasta y le plantó un beso en la mejilla a la chica que lo volvía loco de una forma buena y mala también.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Bill, el no estaba feliz. No lo hacía feliz imaginarla con Peter, o como quiera que se llamara aquel hombre que degustó los labios de Elisa y partes de su cuerpo por igual, pero adentro, no muy dentro de el, alababa la sinceridad de la chica para decir lo que la hacía culpar.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Bill… - Elisa sentía que a pesar de la sonrisa de él, algo terminaría mal – ¿Me perdonas?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡Oh! No tengo nada que perdonar – jugó con el perfil del volante, a la vez que su voz salía tenue y clara – No somos maridos, somos… amigos. ¿Por qué habría de enfadarme?</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¿Amigos? </i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Eh… sí – levantó los hombros mientras sonreía.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Sí, amigos – confirmó Elisa con timidez. Por dentro se decepcionaba, pues por sus actos esa palabra `` amigos ´´ se alejaba de la frase `` algo más ´´. Ella quería eso, quería algo más.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Lisa, ¿quieres que te acompañe a la entrada? – Bill rompió temeroso el silencio, pues habían pasado alrededor de quince minutos en un silencio incómodo, del cual Elisa apenas había caído en cuenta, se perdió con la palabra referente a la amistad.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡Perdón! No gracias, no te molestes – sonrió apenada mientras los seguros de las puertas se desactivaban – ¡Bye!</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- Adiós linda, cuídate – se abrazaron con una frialdad terrible. Elisa nunca había sido muy dada a las despedidas ni a los saludos – Nos veremos luego.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>Ella limitó a asentir una vez con la cabeza y partió hacia las puertas de cristal del edificio. Bill apreció su silueta conforme a sus pasos, no de la forma que su gemelo Tom lo haría, era más bien con… añoranza. Ya la comenzaba a extrañar.</i></div><div style="text-align: justify;"><i><br />
</i></div><div style="text-align: justify;"><i>- ¡Joder! – gritó en la absurda soledad de su coche. Hecho un vistazo al retrovisor y observó a los de seguridad desde la otra camioneta haciéndole señas para comenzar a avanzar, hora de irse, hora de dormir, hora de olvidar.</i></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno… - comentó Tom una vez que entendió dado por terminado el relato – Poniéndome en tus zapatos, yo apreciaría mucho su sinceridad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y lo hago ¡Lo hago! </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo hecho está hecho, no se puede regresar el tiempo, aunque algún día existirá una máquina que lo haga. Pero estamos en el 2014, así que vive el 2014. No te preocupes tanto, sólo te causarás una colitis, gastritis, o algo que acabe con `` itis ´´ - sonrió Tom jugando con los recipientes ya vacíos de la comida, después, a disposición de su hermano, comenzó la segunda ronda de ensalada dejando a Bill con el estómago vacío.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El comelón no era precisamente muy bueno dando consejos, pero Bill estaba más que seguro de que era el mejor para escuchar, no había conocido a nadie mejor. Nadie que lo comprendiera de la misma manera, estaba seguro de que se debía a su conexión gemela. Simplemente bastaba unos minutos de la boca del delgado y otros del oído del bronceado para obtener la combinación perfecta de calma y reflexión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero, no lo imaginé de ella, creo que eso es todo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te decepcionó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tal vez, pero creo que la franqueza es la pomada que cura las heridas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hermanito, guíate en eso – Tom se recargó lo más atrás que pudo de la silla y palmeó su estomago junto a una cara de arrepentimiento – No vuelvo a comer dos combos grandes escuchando una historia estresante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te compro un helado? ¿Una malteada? – Bromeó Bill señalando el letrero de postres al fondo – Un sundae de chocolate con jarabe extra ¿Qué tal?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No molestes Bill! – dijo Tom poniendo sus manos sobre su boca e inflando los cachetes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú recompensa por tragón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cállate huesitos. Eres una calavera preocupada andante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor que un creído glotón en busca de `` acción ´´</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te estás ganando una paliza – rió Tom - ¡Ah no! Es imposible pegarle a un palo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Le diré a mamá al respecto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay! Que ternura. `` Bill Kaulitz acusa a su hermano con su madre Simone ´´ - anunció el gemelo como si se tratara de un titular de revista. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es – contestó el otro sonriendo con la vista distraída en el celular que acababa de sacar de su bolsillo – Veamos. Mhm… Contactos ¡Bien! – señaló los pasos que seguía en su móvil – Ma… ¿Maddie? ¡No! – Hizo un silencio - ¡Mamá! ¡Aquí está!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Uh… ehm… - Tom se retorcía en su asiento, nervioso - ¡Guarda eso!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sabía que no te aguantarías al poder de mamá! – contestó el otro entre carcajadas. Tom lo miró molesto, he incluso los chicos de seguridad ubicados en otra mesa rompieron en risas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya cállense todos – terminó el molesto contagiado por la risa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Imposible, tengo un hermano gallina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y yo tengo un hermano al cual no quiero volver a ver con cara larga.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom! – gritó Bill al pie de la escalera. Comenzaba a anochecer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dime – respondió el otro mientras escuchaba los pasos subir por los escalones. Se encontraba reposando encima de su cama con la televisión prendida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Llamaron Hagen y Gustav, nos invitan a tomar unos tragos – dijo Bill con la respiración agitada cuando estuvo en el marco de la puerta del desordenado cuarto de su hermano - ¡Uh! Mejor deberías de quedarte a recoger aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo haré – dijo desinteresado – Pero no recogeré, que quede claro, eso lo haces tu.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hasta crees! – Alzó las cejas – Vamonos ya, nos esperan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es en serio, lo haré, me quedaré aquí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tienes que recoger – Bill giró los ojos – Ven, pongamos a Georg ebrio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me quedaré aquí, no tengo ánimos de ir – Bill regresó de la media escalera que ya había abarcado al escuchar las palabras de su medio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pasa algo – dijo mientras caminaba lentamente hacia la cama, se tumbó en ella junto a Tom.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso no era una pregunta, algo ocurre, lo puedo sentir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bill, ve a divertirte, combina tequila y whisky, dale la combinación a Listing cuando sus supuestos `` cinco sentidos ´´ se reduzcan a ninguno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo haré – contestó serio – Me quedaré a escucharte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Para qué? Aprovecha el alcohol.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu estuviste ahí cundo lo requerí, ahora yo estaré aquí cuando lo necesites, siempre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ya vete! Se te hará tarde.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Thomas, no esquives el tema.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pasó un minuto en el que el único ruido de la habitación era el eco de las voces de la televisión rebotando con las paredes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es muy largo – soltó Tom.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tengo el tiempo de todo un año o mucho más.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Se trata de Atziri – dijo en voz cortada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué pasa con ella? – Bill parecía muy interesado en la situación, en un sentido protector - ¿Se resiste a tus encantos? – agregó en broma.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es – suspiró – Tal vez por eso me despierta interés, ¿por qué no le intereso? ¡Irónico! Comprendo la actitud de `` mujer difícil ´´ pero no la de `` mujer imposible ´´.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esa línea es muy delicada, las chicas deben aprender a equilibrarla y nosotros…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- nosotros los machos…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿eh? Aha, los `` machos ´´ debemos de aprender a interpretarla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pensé que esta vez había encontrado a la chica indicada, y yo podría madurar un poco más.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sin embargo no lo haz hecho – dijo Bill en ese tono tan suyo - ¡No tienes por que angustiarte! No has madurado ¿Quién te está obligando a hacerlo? Si yo lo menciono, es simplemente por que no quiero que lastimes a los miles de ojitos emocionados que te siguen por las calles en una noche, pues aparte de ellas, te lastimas a ti, generas tu propia soledad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cavo mi propia tumba?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí algo así, sin tanto dramatismo. Razona, diviértete, sólo no lastimes. No son objetos, son humanos. Muchas de ellas maravillosas. Atziri es una gran chica; no te preocupes si es de las pocas que se resisten a tu `` sensualidad ´´ - Bill hizo una mueca graciosa – Aprende a entenderla, no te rindas porque no te da las cosas de una manera fácil, ve a su ritmo. Conócela.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bill, quiero alguien a mi lado, y no lo digo por urgencia. Necesito ese complemento. Yo quiero… enamorarme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El amor llega cuando menos te lo esperas. Tom pronto… muy pronto te vas a enamorar</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-39358393260546715632010-02-07T17:21:00.000-08:002010-02-07T17:31:12.996-08:00Cap. 32 < De playeras y corazonadas ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyNjU1OTE5ODgzMjAmcHQ9MTI2NTU5MTk5NjM1MSZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<br />
<center><br />
<br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=43609342&path=2010/02/07&mycolor=222222&mycolor2=001624&mycolor3=381f1f&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
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</div></center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: - Come ya – imploré dejando un gran eco de devoción en el aire. Hacía tiempo que no veía las cosas así, y esa sensación regresaba, para chocar conmigo misma más fuerte que nunca.]</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">S</span>í, era hora de regresar a casa. Salir de la quimera que ese lugar me brindaba. Estar de vuelta en la cruda realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo te llevo – dijo comiendo el último trozo de hot cake de su plato – No es una pregunta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te molestes – sonreí – Puedo pedir un taxi.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te incomoda?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué cosa?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que te lleve a tu casa ¿es eso? ¿Te incomoda? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Claro que no! Sólo no quiero causar más peso, ya te hice un gran desorden en la cocina.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso fue culpa de los dos – sonrió cruzando sus coquetos ojos verdes con los míos, marrones – Vamos, no te quiero quitar más tiempo – se paró de la silla y extendió una de sus manos enfrente de mi, la tomé para levantarme – Te llevo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Recorrí con prisa el lugar, recolectando el caminito de mis pertenencias que había creado. ¿Era conveniente salir a la calle con unos boxers y una camisa a medio abotonar? No lo creo. Me tomé la libertad de seleccionar los jeans más pequeños que encontré y una camiseta negra, me había llamado mucho la atención desde la mañana, tenía un divertido estampado de una calavera que abarcaba todo el frente y manchas simulando gotas de pintura en tonos neón, los dientecillos de la figura estaban conformados por las letras `` Rock Hard, F*** Safe ´´. Un gran lema, he de admitir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Espero que no te moleste, tomé alguna ropa tuya, ya sabes, no suelo salir a la calle en boxers – dije saliendo de la habitación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí! Hasta crees que te iba dejar salir allá afuera así – rió mientras volteaba - ¡Lo hiciste apropósito! – dijo emocionado al verme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eh? – levanté una ceja.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te hagas Dai, la playera, la seleccionaste adrede – señaló a la calavera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡¿Eh?! – Volví a preguntar más confundida - ¿Acaso no me la podía poner? – sonreí apenada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No es eso! Es sólo que esa playera… - se quedó callado – Olvídalo, vamonos ya.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué hay con la playera? – pregunté intrigada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nada, no es nada – sonrió retraído mientras ponía sus manos en la nuca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg… - insistí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nada, te queda muy bien Dai – caminó desde donde estaba con los brazos extendidos, para llegar a mi con un cálido abrazo – Te queda muy bien.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Había una historia detrás de esa prenda, estaba segura, pero no decidí insistir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de abrigarnos un poco más, salimos de aquella casa que a futuro me traería buenos recuerdos. Abordamos ese auto que me hacía babear y nos ensartamos en las calles de la desconocida Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me gustan las gotas de lluvia en los vidrios – susurré tocando lo helado de la ventana del copiloto. El oscuro cielo empezaba a llorar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- A mi también – dijo risueño sin apartar la vista del camino.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Luché contra mis párpados para que no cerraran, pues los sentía tan pesados como dos elefantes enormes, pero no lo logré y cedí mi cuerpo al sueño, después de todo, no había descansado una noche entera. Era un camino largo, tendría tiempo de ordenar mis ideas entre el sosiego.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Abrí los ojos a una cuadra antes de mi edificio. Georg me observaba sin despecho, lo miré también, mantuvimos la mirada gracias al semáforo y su luz roja. Todo era más claro ahora, o tal vez más confuso, pero seguía siendo ¿magnífico?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dicen que hacen falta tan sólo ocho segundos manteniendo la mirada para que un hombre se enamore de una mujer – lo escuché, sacudí la cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Apenas fueron cinco – sonreí y acumulé ternura para plantarle un suave beso en la mejilla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Avanzamos el último tramo para volver al lugar donde mi dulce agonía se depositaba. Era hora de bajar pero miles de preguntas me atormentaban: ¿Lo volvería a ver? ¿Era mi amigo, mi amigo-novio, qué diablos era? ¿Dónde me la pasé las últimas horas? ¿Qué había con la camiseta? ¿Qué había pasado con todos los rumores? ¿Qué era yo para él? Etcétera, etcétera, etcétera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, pues servida, sana y salva señorita Ruzzo – me ayudó con el cinturón de seguridad que rodeaba mi cintura, sentí la suave tela de la playera con la tenue presión de sus dedos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias… – seguramente pensaba que le agradecía por haberme acercado a mi hogar, pero en realidad le agradecía por resucitar una parte escondida de mi – por todo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Repitámoslo cuantas veces sea necesario.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Te volveré a ver? – me sentí ridícula con una auténtica mirada de esperanza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Por supuesto! ¿Qué te hace pensar lo contrario tontita? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! – me quejé haciendo un gracioso puchero.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quita esa carita o te raptaré de aquí hasta… un rincón escondido del mundo – acarició mi pómulo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, bueno, es hora de irme – me aparté un poco. No quería más. Le temía a algo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh, sí – dijo un poco nervioso – Deja que te abra la puerta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bajó del coche y rodeó el frente del mismo, sentí la brisa en el aire cuando abrió la puerta de mi lado. Me ayudó a salir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Brr! Hace frío – exclamé abrazando mis brazos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bastante – se quitó su chaqueta y la puso sobre mis hombros. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Geo... no hace falta, aquí está mi casa, subiré y me enrollaré de cobertores – le guiñé un ojo mientras me despojaba un hombro de esta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – volvió a tapar mi brazo – quiero que te la quedes, me la devuelves después junto con lo demás.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, gracias – sonreí apenas arqueando las comisuras de mi boca. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sonará bobo, pero así podrás estar un poco más segura. Nos volveremos a ver – ladeó la cabeza – Obvio nos volveremos a ver.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así será – asentí para luego darle un beso en la boca, uno casi invisible – Gracias, otra vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Giré para culminar la despedida. Mis zapatos, lo único mío que llevaba puesto, retumbaban como siempre en el lobby. Saludé al portero con una sonrisa y tomé el elevador. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me encontraba haciendo planes con mis dos compinches, ambas tomarían el té en mi casa saliendo del trabajo, ya faltaba poco. Años atrás solíamos hacer eso, después del trabajo el día era sólo para nosotras; no importaba si estábamos cansadas o si simplemente no ahorrábamos las ganas suficientes para vernos. Ahí estábamos las tres, tomando un té o un café (aún más tiempo atrás de eso, eran cervezas). Convidando la felicidad o tristeza en sus momentos. Lo extrañaba, así como extrañaba un sin fin de cosas más. Mi vida era un engaño repleto de añoranzas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Alex, que llegó minutos más tarde, me hizo el favor de ir al supermercado para comprar todo lo que una supuesta despensa debe tener, pues la mía tenía deliciosas aguas en polvo, exquisitos sobres para preparar gelatina y nutritivas cápsulas de vitaminas. Incomible. Volvió con un festín más grande de lo necesario, pero el menú de este hacía agua en la boca. Preparé una bandejita con galletas y las bebidas, todo estaba listo para cuando sonó el timbre de la puerta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Elisa y Atziri pasaron con cara de muertas, la típica cara después de una intensa jornada. Noté como me miraron por ni nuevo `` look ´´ si así se le puede llamar, aún tenía la ropa de Georg encima y no pensaba cambiármela, no comentaron nada al respecto, pero sus miradas expresaban confusión. Me ahorré de explicaciones, así que decidí quedarme callada y les extendí las infusiones que renovaron sus ánimos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mora azul – Atz suspiró olfateando la taza.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Zarzamora – dijo ahora Elis echándole un vistazo a la suya.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y frambuesa para mí – concluí en un brindis seguido por un trago coordinado de las tres. Conocía esos sabores de sobremanera y también la cantidad exacta de azúcar para cada uno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No imaginé que los recordaras – Els se tumbó en el sillón mientras Atzi se apoderaba de la computadora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay! Calma dramática – reí quemándome la punta de la lengua con la hirviente cocción.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, con eso de que olvidas hasta tu trabajo – Atz puso los ojos en blanco.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Trabajo? – Pregunté confusa - ¡Demonios! – grité al recordar mi gran compromiso con mi futuro como cantante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Pero que boba! – Rió Elisa sin vergüenza – Has de estar enamorada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – contesté con frialdad de una manera automática. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Era sólo una broma – repuso esquivando mi mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… ¡no! Es decir, yo, no, bueno, no creo estar enamorada ¿me entienden? – el nerviosismo me invadió y me sentía una gran, gran tonta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Aha! – contestaron a unísono mandándome de a loca.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor volvamos a lo del trabajo – levanté las cejas - ¿Qué opina Taylor de todo esto?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya sabes, comienzan sus desplantes de diva – Atz torció los labios fingiendo angustia – Está desesperado, y piensa llamarte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues ¡adelante! Que me llame – contesté según yo segura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No querrás que eso pase, con la primera llamada, los problemas empiezan.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- He ensayado, pero con el golpe me duele practicar – toqué mi rostro, ya estaba más desinflamado, creo que podía dejarme de pretextos y comenzar mi vida en el trabajo; el dinero que había ahorrado durante mi estadía en Intense Magazine no iba a ser eterno, estaba viviendo de el, pero comenzaba a desvanecerse. Tenía que hacer algo y no quedarme de brazos cruzados – Iré al casting final.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ok! – dijo mientras desplazaba sus dedos y mirada por las partes de la portátil – Entonces nos ves a Taylor y a mí por allá, iremos a apoyarte, una semana, Elis, tu también puedes ir.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Una semana!? – Escupí el trago de té que tenía en la boca y dio a parar en el rostro de ambas, pero eso no detuvo a mi preocupación - ¿En una semana es el casting? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ehem… sí, una semana – Atziri limpió las gotitas de su cara – No me bañes por favor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Una semana… estoy en problemas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay por dios Dai! ¿Tú cuando no estás en problemas? – Rió Elisa seguida por Atz, pero les paré su alegría con mi mirada – Lo harás bien de todas formas, estoy segura.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí! Y si no es así, Taylor te asesinará, pero de ahí no pasa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ja! ¡Ja! Que graciosa – dije con un tono hostil mientras ellas seguían riendo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te quejes – me regañó Elisa – Agradece que no tienes más a Stephenie como jefa. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un punto a mi favor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Exageras demasiado Dai, yo tengo que tener un ouffit completo para pasado mañana y aún no tengo ni la idea base – dijo Atziri.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ingresa a la red, puedes sacar patrones o modelos de ahí – sugerí mientras corría hacia su sillón y me tumbaba dando un vistazo a la página web que tenía abierta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es lo que hago – contestó. La página tenía varios colorcillos y símbolos que daban piruetas. Me llamaron la atención la mayoría de los diseños.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué página es esta? – pregunté.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es de H & M – hizo girar los ojos, le gustaba resaltar su conocimiento en el mundo de la moda – Una compañía especializada en ropa, tienen buenos diseños.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya veo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oh sí! Tengo algún par de prendas de esa marca – expresó Elis perdida en la televisión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, pero busco una línea que sacaron ya hace un buen tiempo – encogió sus ojos tratando de hallar algo en la pantalla - ¡Aquí está! – dijo triunfante haciendo doble clic encima de un logo. Enseguida se cargó una nueva pantalla llena de diseños, pude admirar que varias celebridades tenían camisas encima, ellos mismos eran los modelos – Esta campaña fue diseñada hace unos años, tiene como base la lucha contra el sida. – Me explicó - Varios artistas participaron diseñando una camiseta, así se vendieron muchas más y pudieron apoyar de una manera ingeniosa la causa. Vela, tiene diseños muy buenos, yo iré a molestar a Elisa – dijo parándose del sillón y cediéndome el equipo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oye! – le reclamó Elis acostada desde el otro sillón y comenzaron a jugar luchitas, les gustaba volverse niñas afuera del mundo del glamour, y tengo que admitir que a mi también. Mientras yo daba aliento a Elisa, y a ratos a Atziri por que me reclamaba de ello, observaba los diseños de las camisetas, eran muy divertidos y bien realizados. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Así cambiando entre clic y clic, me detuve especialmente en uno de ellos, sí, era esa misma playera. No puedo creer que hasta volteé con discreción hacia mi pecho para comprobar mi teoría por más obvia que fuera. Sí, era la misma. En la foto, los cuatro la aportaban, Tom, Bill, Gustav y Georg. Era la misma ¡la misma!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cerré la página a escondidas de Atziri y me les uní al juego. Rato más tarde, rasguñadas y magulladas, se retiraron de la casa prometiendo volver pronto por más té y acción tipo John Cena o Jeff Hardy, pues hasta Alex y su equipo se habían unido al juego y mi casa se había transformado en un gran cuadrilátero. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la mañana del día siguiente, traía `` Rock Hard, F*** Safe ´´ aún impregnado en mi abdomen. Dormí con ella y pensaba desayunar con ella ¿por qué no? Yo la había elegido. Yo había elegido toda una experiencia en un lugar desconocido de Alemania. Yo había elegido hot cakes y cóctel de frutas para el desayuno. Yo lo había elegido a él.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-47021961267826156882010-02-05T20:08:00.000-08:002010-02-05T20:19:40.095-08:00Cap. 31 < Cercanía ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjU*MjkwNjU3MjcmcHQ9MTI2NTQyOTI3OTI3NCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTZkNjg1MzFjNWExNTQzMjU4YmUx/MTdkYzgzYjcyZDQ4.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
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<center><br />
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<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=43391625&path=2010/02/05&mycolor=222222&mycolor2=03111a&mycolor3=4a4a4a&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
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</div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: - Es mucho nombre para un vino – me extendió la copa y el brillo en nuestras pupilas se convirtió más líquido que la propia bebida. Maravilloso.]</i></div></blockquote><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">A</span>nda, te acompaño a tu casa – el insistía una y otra vez. La madrugada se extinguía para convertirse en amanecer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, puedo yo sola – yo simplemente guardaba mi postura – Veo poco probable que me llegue a perder.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿De verdad? – dijo con mirada retadora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – confirmé seria mientras disimulaba el dolor de cabeza. Habíamos bebido toda la botella hasta la última gota en un segundo, el resto comenzaba a transformarse en historia, pero eso era por que mi memoria estaba lo suficiente aturdida como para recordar que había pasado con exactitud en las últimas horas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh ya – asintió – Muy bien, ¿puedes decirme donde estamos señorita ubicada?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En tu casa – solté una risa boba.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ja! ¡Por favor! No tienes ni la mínima idea de en que lugar alemán estás parada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues, lo averiguo. Fácil – levanté los hombros con indiferencia y mis tacones retumbaron en el piso de madera, luego el rechinido de la puerta llamó la atención de Georg – Algún taxista debe saber en que lugar está varada la señorita ubicada, seguro conoce también el regreso a casa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No pensarás irte ahora – dijo no exactamente en forma de pregunta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Es enserio? ¿Te quieres ir ya?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y de nuevo lo hizo. Un perfecto lavado de cerebro, con las manos a la altura de la cintura y actitud relajada. Dos ojos verdes que tintineaban con galantería y unos labios repitiendo: `` ¿en serio? ´´. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Odio que hagas eso – reí estruendosamente mientras arrojaba mis tacones a algún rincón del lugar y corría como niña hacía sus brazos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo amo que odies eso – susurró con delicadeza a mi oído y sentí mis pies fuera del suelo, en forma literal. Sostenida por sus trabajados brazos y riendo los dos, juntando nuestras narices y moviéndolas de un lado a otro, formando un coqueto juegue de cariño.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tal vez me quedo para el desayuno – reí mientras mis pies descalzos volvían a sentir lo frío de la madera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – exclamó con dureza – No quiero un `` tal vez ´´ . Te quedas a desayunar y todos felices y contentos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ah! Ahora estoy obligada a desayunar en la casa del bajista de Tokio Hotel, interesante – reí trotando hacía la cocina para ayudar al hombre a preparar algo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te equivocas – abrió el refrigerador y sentí una ráfaga helada que este despedía – Estás obligada a desayunar en la casa de Georg Listing, no del bajista de el fenómeno mundial Tokio Ho…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perdón – lo interrumpí – Yo no quise herirte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Calma linda, no es para tanto – sonrío extrañado – Es sólo que a veces me gusta quitarme de toda la fama y ser el yo de antes…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí lo entiendo, pero no me refiero precisamente a eso – torcí los labios. Todo estaba sucediendo tan rápido. Entre la penumbra se veía un futuro, pero yo no podía seguir así, repleta de mentiras y dudas. Cargaba un gran peso de encima, tenía que arrojarlo muy lejos para que este no me siguiera aplastando. Lo tenía que hacer. No era obligación, era necesidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué pasa? – preguntó ameno. Jugaba con un mechón de mi cabello pasándolo detrás de mi oreja. Estaba curioso por mis palabras.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento, no quise herirte. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se a que te refieres.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg yo… yo desconocía que el iba a llegar y que iba a suceder todo eso…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hey! – Me interrumpió – Espera, ¿Tiene que ver con el ventanal? – Paseó su mirada por la blanca cocina – Bueno, el ventanal es un buen tipo, me cae bien, me da buena espina y no logró ponerme celoso; admitiré que el tal Danny fue todo lo contrario. ¿Por qué no le pide consejos al ventanal? – estaba bromeando, sí, estaba bromeando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, justo ese es el tema – suspiré. No quería enfrentarme a sus ojos, no aún – Creo que debí de darte una explicación en ese momento – y los reflejos verdes de sus pupilas sonreían, el sonreía. ¿Por qué sonreía?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esperé esta plática por un tiempo, pero ya no más. Te creo Dai, te creo cual haya sido la razón de todo el alboroto. Dejémoslo en el pasado, vivamos el presente ¿sí?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, te creo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No pensarás que he inventado alguna excusa para librarme de esta, no, estoy dispuesta a contarte la verdad, decirte quien fue Danny, lo que es de mi vida, quien soy yo…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te creo – repitió sin fastidio – No soy grosero, no creas que no te quiero escuchar, pero, ¿no será mejor borrarlo de nuestras mentes? Dai te creo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Será mejor borrarlo? – dudé en su teoría.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Será lo único que hace falta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Lo único qué falta para qué?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Para sentirte más cerca de mí – percibí su fuerza tirando del vestido que aún traía puesto, rigiéndome acercarme a su cuerpo, para este terminar rasgado en la parte del abdomen, un pequeño detalle sin importancia, pues toda la atención se la llevaba el cálido juego de nuestros labios unidos.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Elisa y Atziri)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sucia! – gritaba divertida Elisa a su amiga mientras revolvía con el popote la espuma del frappe.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y ahora yo por qué? – contestaba la otra a la defensiva riendo también, mientras su vista divagaba por las personas en aquel café.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- `` Voy al cine con Tom ´´ ¡Eso suena pero inocente en extremo! ¡Aha! – Elis reía estruendosamente, pero detrás de todo, estaba evitando alguna pregunta de Atziri respecto a su preocupante confesión con el otro gemelo Kaulitz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, bueno, que tu trates de conservar la especie humana en los cines no es mi problema ¿si? – Bromeaba Atz dándole un sorbo a la bebida chocolateada – Yo le rindo homenajes a la inocencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más respeto por favor – la mano de Elisa aterrizó en el brazo de Atziri - ¿Me vas a contar o no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dramatizas niña. Nada grave.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Uy! Define `` grave ´´.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Estuvimos tranquilos, era la última función, así que no había casi nadie rondando en el cinema… - raspó el icono de `` Starbucks ´´ de su envase tratando de desaparecerlo. Al mismo tiempo Elisa se acomodaba en el silloncito, entendiendo que la historia iba a comenzar – Ya sabes que las películas de terror no son mi punto débil, así que elegí la más `` fuerte ´´ . Suponía que me burlaría de Tom por dos horas y media, le aposté que yo no haría ningún gesto y el se la pasaría gritando, asustando más a la gente por sus gritos que por la función. Antes de que empezara la película, fuimos a la dulcería y me complació todos mis caprichos – Atziri gritó `` no de ese tipo de caprichos ¡cerda! ´´ Cuando Elisa mal interpretó esa parte del relato – Nos volvimos peques arrasando con la dulcería. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Que raro! Tu atascándote de dulces – Elisa torció los ojos y soltó una risita. Después de que Atziri la fulminara con la mirada, prosiguió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, los chicos de seguridad acabaron transportando todas las porquerías que compramos y ya adentro de la sala, pues… comimos y platicamos – Atziri le dio un sorbo al líquido, pero al despegar sus labios de la pajita, no articuló palabra alguna.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y… - Elisa destruyó el silencio con una actitud ansiosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y miramos la película, no estaba tan mala ahora que lo pienso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Miraron la película – Elis mordió su labio inferior y movió la cabeza de arriba para abajo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se que me sorprende más; que me mientas respecto a una aventurilla o que me creas lo suficientemente tonta como para que me trague eso.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Es verdad! – Atziri abrió mucho los ojos – Es verdad – repitió más calmada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Promételo – la retó.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te lo confesaré – respondió la otra chica abrumada – Un único beso. Sólo juntamos nuestros labios y los despegamos ¿feliz? </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tengo la mínima idea por lo cual no quieres contarme los sucios detalles – levantó una ceja y rió – Pero, se que es imposible debatir contigo, así que me conformo – frunció el entrecejo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Gracias! – Atziri extendió las manos y miró hacia el techo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No era una cuentista. Los hechos habían sucedido de aquella manera el día anterior; los labios de ella y Tom apenas habían compartido sus texturas en una fría despedida. No estaba dispuesta a sufrir más, y reconocía que acercarse a un hombre le causaba dificultades, pero sus dos amigas, conservaban la imagen de la anterior Atziri, dispuesta a conquistar el mundo con su forma directa y espontánea de ser. Ella era esa chica, la que dejaba pasar las cosas, y que sabía que todos sus encuentros eran aventuras hasta encontrar al hombre indicado, pero… ¿Qué tal si ese hombre ya se había presentado? Ya no estaba más, William se había ido. Lo había perdido. Eso era seguro. Buscarlo; ya había pasado esa idea por su mente veces anteriores, pero todo lo que conllevaba esa acción le destrozaba el alma y le causaba un constante desaliento sentir su ausencia. Era tiempo de empezar algo nuevo, pero estaba conciente de que un amor no quita a otro. ¿Tom podría ser su nuevo William? Ser indiferente con el, portarse inocente, le desesperaba, y por el otro lado a Tom también. Era tiempo de divertirse, divertirse mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu tienes más cosas que contar que yo – presionó Atziri mientras asechaba a Elis con la mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Ah sí? – Atzi echó un vistazo al reloj de la pared. Quedaba poco tiempo, ambas se habían tomado el receso de sus respectivos trabajos para verse, y la hora de regresar se aproximaba – Más vale que escupas todo de una vez, poquitos minutos nos quedan. ¿Qué tal resultó tu sinceridad con Bill?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues – Elisa carraspeó la voz – No tan mal – se produjo un silencio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Habla!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya. Sólo no presiones – dijo con simpatía la narradora de la próxima historia Kaulitz – Se molestó Atz, se molestó mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh – bisbisó con miedo de que el consejo de Daiana se hubiera ido abajo – Bueno, es razonable ¿no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Razonable? – Preguntó Els con desesperación – Me aconsejaron algo que hace enojar a la gente, pero esto es razonable ¿no?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo veas de esa forma. ¿Quién no se enojaría con una noticia así? – Atziri soltó aire abatida – Pero dime, ¿no apreció tu sinceridad?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo se. Creo que no lo he recapacitado – Elisa se adentró en sus recuerdos de la noche anterior. Enfrente de su edificio, dentro del coche de Bill, ahí las verdades habían sido expuestas – Se llenó de celos al escucharlo, me lo confesó, pero dentro de todo, me sonrió al despedirse, eso surgió con naturalidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y antes de la despedida?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me lo agradeció, agradeció que había tenido el valor de decírselo. Prometió vernos muy pronto, me propuso un restaurante para la siguiente vez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entonces Dai tenía razón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, eso creo – admitió Elisa, sintiendo que a veces lo descabellado es lo correcto.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sólo una docena de minutos después, salieron del café para separarse en el estacionamiento. Arrancando sus máquinas para dirigirse al trabajo, a la rutina que a veces parecía interminable de no ser por los sucesos alrededor de sus vidas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, algo seguía aprisionando las almas de ambas, ese algo, tan especial. Las dos no pecaban de ignorancia, sabían que una sombra ataba su felicidad, y estaban más que dispuestas para solucionarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Daiana)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cuándo olvidé como cocinar? – reí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La cocina estaba hecha un lío. Harina por aquí, huevo por allá, jugo en el piso, mermelada en las paredes, restos de fruta en la barra y mezcla para hot cakes en el techo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Cuándo olvidé que la cocina no es un buen lugar para…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Georg! – lo callé mientras entrábamos en una prolongada carcajada - ¡Ya vez! Qué bueno que te detuve, de lo contrario tu cocina se hubiera incendiado. Esto es tú culpa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La tuya.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿La mía por qué?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Quien te manda a ser tan… perfecta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No respondí a ello, pero sentí un calor impresionante en mis cachetes, seguro estos ya estarían del color de un tomate.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te ayudaré a limpiar – dije en seco mientras tomaba una servilleta para secar el jugo de manzana.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – detuvo mi mano con la suya – Mañana pondré a Tom a limpiar, no te preocupes – sonrió – Ven, vamos a mi cuarto, te prestaré algo que ponerte, estás hecha un desastre y tu vestido está roto, cuando salgas desayunamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tomó mi mano y me dirigió a un pasillo desconocido para mí, pues en las últimas horas solo había invadido la estancia y la cocina. Abrió una puerta de madera que se transformó en un cuarto blanco, con una cama enorme y pocos detalles en las paredes, una cálida luz y uno que otro póster de Yellowcard, Fall Out Boy, Oasis e incluso uno suyo en el que un marcador negro formando bigotes y un sombrero me hizo reír bastante.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí sí – asintió con pena – Obra de arte por mis tres idiotas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Abrió las puertas de un closet, había mucho contenido dentro. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No se mucho de moda y no se que ropa te pueda quedar, pero elige lo que quieras – me guiñó un ojo y asentí agradeciendo. Cuando salió de la habitación, husmeé entre las prendas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Había una gran cantidad de camisetas estampadas, chaquetas de gamuza y cuero y jeans. Deslicé los ganchos por el tubo dos veces y luego opté por los cajones. Abriendo y cerrando estos, me encontré con uno que tal vez no debí de haber abierto, pero le saqué muy buen provecho al encontrar unos boxers a rayas con tonalidades en negro y blanco. Me deshice del vestido y me los puse, se me veían como unos coquetos shorts. Mi tronco lo cubrí con una camisa de botones completamente blanca que supuse que yo estrenaría, se veía nueva; la abotoné hasta sólo un poco más arriba de la mitad. Ordené mi cabello y me quite un poco de maquillaje. Sí, estaba lista.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Caminé con sutileza hasta la cocina, pero el no estaba ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Georg? – pregunté al aire. No hubo respuesta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Georg? – insistí asomándome desde el marco de la puerta de uno de los cuartos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Boo! – sentí sus manos por detrás picándome las costillas, di un cómico brinquito y el no paraba de reír, hasta que volteé y se quedó boquiabierta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué pasa? – pregunté nerviosa. No paraba de verme.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Wow! – dijo, más bien gritó con entusiasmo - ¡WOW!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me harás sonrojar – admití riendo mientras le tapaba los ojos con una mano. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Wow! ¡Wow! ¡Wow! – Retiró mis dedos con prisa y volvió a escanearme con la mirada – Nunca pensé que mi ropa se fuera a ver tan bien algún día.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Calla – dije entre una risita – Mejor comamos, muero de hambre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos dirigimos a la mesa, y todas nuestras creaciones ya estaban ahí. Cóctel de frutas, hot cakes y pan tostado con mermelada de zarzamora.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Se ve delicioso – el olor de la masa de los hot cakes penetró en mi nariz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No ¿Te digo qué se ve delicioso? – levantó las cejas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor come – reí mientras lo observaba sentarse, yo aparté la silla de la mesa para hacer lo mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me volvió a mirar, pero ahora era de una manera distinta. Sus pupilas vibraban, sonreía conmovido. El sabía que yo lo notaba, pero eso no lo privó de seguir viéndome.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué? – pregunté dibujando una sonrisa curiosa.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Wow – volvió a decir, pero ahora en un siseo lleno de encanto. Me sorprendió.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Come ya – imploré dejando un gran eco de devoción en el aire. Hacía tiempo que no veía las cosas así, y esa sensación regresaba, para chocar conmigo misma más fuerte que nunca. </div><br />
<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - <br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;">Buenas noches ^^</span></div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: #c27ba0;">Quiero mandarles un gran saludo a todas la almas maravillosas que me leen y fueron pacientes ante la ausencia de capítulos. Gracias, mil gracias por leerme y comentar.</span></div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;">Sufrí un confuso episodio psicológico con el FF, pero por lo visto está solucionado (gracias amor) ;D</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;">Así que ¡agarrense bien! Los capítulos han vuelto al igual que yo, con muchas macabras ideas en mente.</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; text-align: center;">se les ama <3</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a></center>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-78763093884799780002010-01-24T17:07:00.000-08:002010-01-24T17:07:10.843-08:00Cap. 30 < Como un viñedo de ti ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyNjQzODEwODc*NTMmcHQ9MTI2NDM4MTEwMDM*MiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=42272960&path=2010/01/24&mycolor=222222&mycolor2=000305&mycolor3=575050&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
</div><div style="visibility: visible;"><br />
</div><blockquote><div style="visibility: visible;"><br />
</div></blockquote></center><blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: Me sentía ridícula, tan ridícula, ridículamente ridícula. Tal vez la fórmula para situarme en viejos tiempos se constituye de 100 gramos de dolor, 1 kilo de tensión y… una pizca de amor.]</i><br />
</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El vapor que producía el agua hirviente rozando mi cuerpo, se congestionaba en la puerta de cristal de la regadera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un rato dentro de ella y estaba más fresca que nunca. Enrredé una toalla a mi húmedo cuerpo que aún despedía tibieza por las gotas de agua; mi otra mano se encargaba en desempañar el espejo abrumado en blanco. Observé mi reflejo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La cuatro y media – suspiré aliviada al ver la pantalla de mi celular – Aún queda tiempo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me senté sobre la tapa cerrada del inodoro para secar con frenesí los gajos de cabello que el agua había oscurecido. Cuando decidí que era suficiente lo cepillé con naturalidad, esperando que más tarde se ondulara.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Perdí mi instinto. No sabía con que empezar; cabello, maquillaje y vestuario, o, maquillaje, vestuario y cabello, o tal vez, vestuario cabello y maquillaje. Estaba hecha un lío y no precisamente por que usar o que estilo aportar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me despojé de la única tela que acariciaba mi cuerpo, la toalla, y caminé hacia la cocina por un vaso de jugo, para luego dirigirme al closet de mi recámara, no sin ante cerciorarme de que la única pobladora de la casa en el momento era yo, pues le permití a Alex y su pandilla un respiro en el café vecino a mi edificio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perfecto, perfecto – aplaudí sacando de los ganchos un conjunto. Palpé la tela del coqueto vestido que me acompañaría la noche. Estilo vintage, de un color rosa pálido y con garabatos en negro a la altura del escote. Aún no lo había estrenado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo arrumbé encima de mi cama, eso iría al último.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¿Segura que no quieres que te lleve un café?</i> – preguntó Alex interrumpiendo la fase `` cabello ´´. Casi me quemo un dedo con la tenaza al detenerla junto al teléfono.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No gracias, tomé un jugo hace rato.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Bien, entonces vamos para allá, como en unos…</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En realidad, quiero que se tomen su tiempo – lo interrumpí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿<i>Todo bien?... ¿Acaso nos estás despreciando?</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nada de eso – reí – Ya… sólo `` cosas de chicas ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¡Iugh! Nos tardaremos entonces</i> – expresó con repugnancia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- `` Cosas de chicas ´´ - reí al colgar el teléfono - ¡Siempre funciona!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Terminé de acomodar mi cabello e iluminé mi rostro con una serie de productos que hicieron bien, muy bien lo suyo. Ocultaron lo morado de mi rostro, ahora solo eran difuminadas sombras.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A la hora de ponerme el glorioso vestido, el sonido del timbre de la puerta cortó mi tarea a medio cuerpo. Me apresuré en ambas cosas: terminarme de vestir y averiguar quien llamaba al departamento.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Alex… te hubieras tomado más tiempo – dije detrás de la puerta cuanto quitaba toda la gama de candados y seguros que David había ordenado poner.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Me puedes explicar quien diablos es Alex? – bromeó con seguridad. Estaba recargado al marco de la puerta - ¿A quien le presumo mis puños esta noche?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Puntual!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo con lo que más me interesa – guiñó un ojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me alegra saber que te intereso tanto, llegas con… - miré el reloj de plata ajustado a mi muñeca – una hora de anticipación.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vengo desde muy lejos, tomé mis precauciones para llegar a Berlín a una hora adecuada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aha, precavido entonces – sonreí - ¿Gustas pasar? – Abrí un poco más la puerta - ¿O te quedarás toda la noche ahí con tu pose de película?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sería buena idea, te derretirías.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí claro! Pasa…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu casa me… provoca – dijo cabizbajo pero sosteniendo una risa – mejor vamonos ya.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Georg! – Golpeé su hombro - Más vale que me sorprendas ¿eh?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Claro! – Sonrió – Una noche llena de sorpresas. Te vez muy bonita.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias, pero no me conviene ir descalza a la calle – miré mis pies, aún no me había puesto los zapatos – Espérame.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Corrí a mi cuarto por lo esencial y volví a donde se encontraba él junto a unos flats a juego con el vestido, un bolso y un abrigo en negro. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bajamos por el elevador aventándonos miraditas a través de los espejos que recubrían a este. El camino de ese encuentro iba muy bien. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el estacionamiento me presentó a su `` bebé ´´ (como el lo llamaba). Un hermoso auto deportivo en negro onix. Por dentro sólo dos asientos lo invadían, haciéndolo ver más minimalista y sofisticado. No reconocí la marca ni el modelo, pero sin duda era irresistible.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cada vez me enamoro más de esta nave – miró orgulloso toda la tabla de controles cuando estábamos adentro. Era cálido – Es tan cómodo que puedes dormir en el con ninguna queja.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Envidiable.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Tom dijo lo mismo! Y eso que tiene un coche maravilla.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero, siento que este coche te va para ti. No lo vería con nadie más.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿En verdad?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… no se ve nada mal contigo, nada, nada mal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">– Arranca ya o vas a babear encima del volante - sentí como mis mejillas se enrojecían.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ay Dai – ladeó la cabeza junto a una mirada risueña y nos apoderamos de las calles junto al rugido del motor.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Bill)<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Seguro que ese idiota te dijo que aquí? – preguntaba Tom hurgando entre la gente del restaurante.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, me lo aseguró – lo jalé de su playera que más bien parecía camisón – Y deja de voltear para todos lados, llamas la atención.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No Bill, te creíste su broma ¿Para que nos citaría Hagen a un restaurante? – puso una cara de asco - ¿Le gustamos? ¡Agh! Seguro quiere un trío.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tus ideas sexosas Tom, me revuelven el estómago.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- A mi no me reclames… es Georg el que tiene esas fantasías, nos quiere seducir, por eso nos trajo aquí y después nos va a embriagar para llevarnos a su casa y…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Cállate Thomas!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento, cuando me desespero mi mente comienza a divagar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Con Georg? – reí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí con… ¡OYE NO! <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay hermanito! Mejor sentémonos, no quiero que te desesperes más y luego me cuentes tus fantasías con Gustav – nos dirigimos a una mesa mientras la camarera nos entregaba las cartas – No sería agradable ja.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Déjame en paz – se rió mientras reflexionaba la sarta de tonterías que acababa de decir.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Era un lugar muy lindo. La comida en las mesas continuas olía deliciosa. La mayoría ahí eran adultos, así que podíamos pasar como irreconocidos, aunque una que otra vez se acercaban para pedir un autógrafo para sus hijos. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom y yo pedimos una ensalada como entrada, esperábamos la misteriosa aparición de Georg por ahí. ¿A que se debía todo? No era una simple reunión, Tom tanto como yo, lo sabíamos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lindo bolso – señaló Tom con burla mientras yo buscaba en el mi celular que vibraba. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lindos tenis – torcí mis labios mientras las lucecitas de estos se encendían – Que bueno que te haya gustado mi excelente gusto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ehem… fueron los primeros que encontré – ocultó sus pies debajo de la mesa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Seguro – reí mientras oprimía el botoncito verde de mi celular - ¿Bueno? ¿Ya? Perfecto. Sí sí aquí, Ok - colgué<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Ya llego el Hobit?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, mira ahí está – indiqué con mis ojos la puerta, Tom volteó.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Wow! Parece que será una noche divertida con tanta compañía – exclamó abriendo mucho los ojos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh… sí sí, compañía – dije nervioso mientras me incorporaba en la silla al verlos, no sólo era Georg.<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Daiana)<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Minutos antes de entrar al restaurante…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Has venido a este lugar?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me suena – observé la fachada mientras Georg me ayudaba a bajar del auto. El transcurso había sido divertido, tranquilo, amistoso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te gustará.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso prometiste – parpadeé con dulzura, me devolvió el gesto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No lo voy a negar; esperaba algo que me sorprendiera más que una cena, pero aún así era un plan que me emocionaba. El restaurante lucía antorchas en la entrada, enamoraban a las personas que pasaban por ahí cerca.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Georg había olvidado algo en el coche, o por lo menos eso dijo, regresó segundos después a donde yo me encontraba congelándome, enfrente del lugar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estábamos a punto de entrar cuando mi celular indicó el tono de mensaje y me extrañé con el contenido de este.<br />
</div><div style="text-align: justify;">`` <i>Cierra los ojos y camina tres pasos</i> ´´. Desconocí el número, pero yo muy obediente seguí las curiosas instrucciones.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me verás como una loca por esto, pero bueno – dije mientras plegaba mis parpados haciendo que mis pestañas inferiores y superiores se tocaran y caminé tres pasos – 1,2,3…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡AH! – una gritadera me hizo sacar un susto y sentí varios cuerpos a mi alrededor. Abrí los ojos en cuanto pude.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿QUÉ? – gritamos todos a unísono. Cada quien traía su celular en la mano.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Daiana? <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Gustav?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Elisa?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Atziri?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Intercambiamos miradas. Georg ya estaba hecho una risa, incluso posó sus manos en el abdomen y sus ojos despedían lágrimas. Inspeccioné los celulares de todos. `` <i>Cierra los ojos y camina tres pasos </i>´´ en cada uno. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un ingenioso plan de Georg.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te veo como una loca – dijo cuando la risa calmó y todos nos acercamos a verlo con miradas hostiles mientras Gustav se sobaba la frente, pues Atziri le había dado un cabezazo en el ciego y bochornoso encuentro – Vaya que son obedientes – volvió a reír, pero ahora un poco más calmado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me las pagarás Hobitt – se quejó Gustav. Después nos saludamos todos de la manera `` correcta ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y como es que estamos todos aquí? – preguntó Elisa, contagiada de la risa. Los aires helados de la ciudad traspasaban mis huesos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg me llamó – dijo Gustav aún con la mano en la frente.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg me invitó – murmullé.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un mensaje secreto en mi celular me invitó, pensé que era una broma de Dai – expresó Atzi un poco confundida.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me pasó lo mismo que Atz – río Elisa, para luego todos hacerlo - ¿Todo fue plan de tu noviecito? – ella enmarcó una ceja.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ehem! – expresé casi en grito al escuchar la palabra `` noviecito ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí todo fue mi plan – indicó Georg con orgullo – ¡Ah! y gracias por crearme un noviazgo – bromeó - ¿Saben? Fue muy divertido verlos chocar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Con que motivo? – me refería a su complot.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Diversión – guiñó un ojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos apartamos del aire que soplaba como un aliento fresco en nuestras caras y nos introducimos al lugar. Por dentro se quitaba el aspecto salvaje de la fachada y entregaba un romántico clímax.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sorpresa? – preguntó a mi oído cuando caminábamos entre las mesas. Elisa, Atziri y Gustav bromeaban de lo recién ocurrido.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Fue divertido, lo estás logrando – coqueteé.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Apenas es el comienzo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A no ser de la pálida piel y mirada asustada que Elis adaptó, no hubiera notado la presencia de los Kaulitz ahí. Nos estaban esperando, o tal vez solo a Georg. Para esas alturas yo ya estaba con las ideas revueltas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Georg! Trajiste ambiente – saludó Tom mientras comía un trozo de lechuga.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hola chicas – saludó Bill a cada una y se apresuró para conseguirle lugar a Elisa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vaya, una gran reunión – suspiré cuando todos estábamos ya en nuestros lugares.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, no saben lo que nos pasó allá afuera… - expresó Gustav emocionado mientras le contaba a los gemelos la embarazosa historia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te luciste Hagen – dijo Tom sonriendo cuando acabamos de escuchar lo vivido, chocó palmas con Georg.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Abordamos después el tema del ataque de la fan, y mientras las palabras transcurrían tuve varias miradas en mi cara tratando de encontrar algún moretón.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya todo está bien – sonreí – Gracias por preocuparse chicos – di a entender que el tema me incomodaba y nadie más habló al respecto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El resto de la cena transcurrió entre filetes, pescado, ensalada, pasta, vino, risas, burlas, miradas, incomodidad, curiosidad y un sin fin de sensaciones.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No di lugar de que la cena había acabado, el tiempo se había esfumado en un santiamén.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nos despedimos todos no sin prometer vernos de nuevo. Lanceé una mirada asesina para Elisa, había prometido decirle a Bill la verdad, pero eso aún no había sucedido. Bajé mi semblante cuando comencé a notar que el grupo se dividía por parejas. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bill llevaría a Elis a su casa, por el otro lado Tom y Atziri morían por ir a ver la ultima función del día en algún cine cercano, Gustav visitaría a su hermana y se quedaría a dormir ahí debido a que el trayecto a su casa era largo, y yo… yo estaba siendo raptada por Georg.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Llegamos Dai – sentí su mano sacudiendo con delicadeza mi hombro. Me había quedado dormida después de la media hora de camino.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esta… no es mi casa – salté en el asiento al ver un frente de una casa de dos pisos, moderna en color blanco con detalles en rojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya lo se – sonrió mientras tomaba mi mano – Es la mía.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué hacemos en tu ca…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Shhh – puso un dedo sobre mis labios – Tu me dijiste que te sorprendiera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… - dudé – Sí – asentí después de un silencio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Caminamos hacia la entrada. El abría la puerta con una llave dorada y yo estaba a espaldas mirando el lugar. Varias casas bonitas, mucho verde, y el clima era frió como todo lugar de Alemania, pero no estábamos en Berlín.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El sillón es muy cómodo – me dijo – Iré por un vino.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le sonreí con timidez y me senté sobre aquel sofá. Regresó con una botella verde oscura y la destapó. Después me la extendíó y la olfateé. Exquisita.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Constanza – leí el nombre de la bebida en la etiqueta y no pude evitar sonreír.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es mucho nombre para un vino – me entregó la copa y el brillo en nuestras pupilas se convirtió más líquido que la propia bebida. Maravilloso.<br />
</div><br />
<br />
<a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: border; -moz-background-inline-policy: continuous; -moz-background-origin: padding; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-83639907025182142952010-01-17T21:12:00.000-08:002010-01-17T21:12:34.717-08:00Cap. 29 < 100 gramos de dolor, 1 kilo de tensión y una pizca de amor ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjM3OTE*NTgwMDImcHQ9MTI2Mzc5MTQ2NzQ5NSZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTZkNjg1MzFjNWExNTQzMjU4YmUx/MTdkYzgzYjcyZDQ4.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=41633392&path=2010/01/17&mycolor=222222&mycolor2=170c00&mycolor3=290808&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
<br />
</div><br />
</center><br />
<blockquote><i>[Capítulo anterior: - Lo haré, te veo luego – bajé del auto no sin agradecer por haber estado conmigo en toda esa faena y cuando me di cuenta, estaba quedando dormida en mi cama, enrollada por las frías sábanas, acompañada de una perfecta soledad.]</i><br />
</blockquote><i><br />
</i><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br />
</span><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">L</span>as ocho de la mañana y yo ya estaba en pie. Por suerte me entregué a los brazos de Morfeo en cuanto toqué la almohada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El humor del cielo había empezado a descomponerse desde muy temprano, y estaba nublado y fresco, pero no había riesgo de lluvia hasta el mediodía.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ese molesto color púrpura en mi rostro había disminuido, pero no lo suficiente como para satisfacerme enfrente del espejo. El dolor se hacía notar con cada movimiento de mandíbula, por lo mismo me negué a practicar, por lo menos ese día mi voz estaría en reposo. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tengo que admitir que esa chica tiene buena técnica para causar dolor y dramas también.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desconectándome de todo, prendí el estero sin problemas del álbum aleatorio que estaba adentro y subí el volumen. Un rato de navegación en la laptop me permitió eliminar una gran lista de emails sin sentido, pero ninguno revelante que llevara la letra `` M ´´ como señal divina; sin duda la extrañaba y ni siquiera tenía la remota idea de en que parte del mundo se encontraba. ¿Acaso es lo que las hermanas suelen hacer?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de un rato mañanero, alguien llamaba a la puerta principal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sí? – abrí de un tirón.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Hola Dai! Ya llegaron las niñeras – rió Alex con dos tipos atrás aportando la misma vestimenta.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ay demonios – me apené al notar que todavía traía la pijama encima – disculparán las fachas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No somos policías de la moda – bromeó mientras los invitaba a pasar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Puede ser tu lado oculto – reí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mmm… ¡na! – Exclamó – Pero te aviso que no te queda el color azul ¿eh? – señaló mi blusa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿¡Qué!? – Incluso los otros dos rieron – Lo que no me queda es el color morado – apunté mi rostro con un dedo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Princesa – miró preocupado – Si que te pusieron una paliza.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias por hacérmelo saber; si no lo haces prometo que no lo noto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo siento, pero necesitarás una buena pomada si quieres recuperar tu aspecto de muñequita de porcelana.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Fue tu culpa por dejarme sola – puse una mueca de berrinche.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor culpemos a Jost – inspeccionó mi rostro mientras que con el pulgar me hacia una pequeña caricia en el lado lastimado de mi cara; salté para atrás cuando lo hizo – Las fans, si que son fans.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí que sí. Los chicos no deben preocuparse por el apoyo de fanáticos, estoy segura de que siempre lo tendrán.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ellos aman a todos los que los siguen. No se cansan en firmar cosas y cuerpos, claro, algunas partes de ellos en especial; ya sabes, Tom.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su comentario me causó gracia. Me asomé encima del hombro de Alex, en puntitas claro (su metro noventa de estatura lo causó), y vi como sus compañeros se comunicaban con externos por medio de aquellos enrollados cablecillos a la altura de las orejas, después portaban una rígida postura, comenzarían a hacer su trabajo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hey, hey, hey – dije un cuanto alterada - ¿Tendré chaperones en mi propia casa?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es… ¿qué no te lo dijo David?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… temo decirle, linda, que ahora ya lo sabes.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ni quien lo entienda! ¿Me deja abandonada y ahora me avienta una bomba de sobreprotección? <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Le salió lo extremista – rió. Me caía bastante bien, y debo admitir que extrañaba su compañía en ciertas ocasiones – Vamos Daiana, bien sabes que te hace falta protección sobre las calles de este loco mundo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Las calles, ¡no mi propio departamento! Tu mismo lo has dicho.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, ¿Te gusta tu nuevo `` look ´´? – se refería al golpe.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues no, pero…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero nada – lo dijo en un tono tan paternal, que me dieron ganas de lanzarme a sus brazos – tenemos que mantenerte segura y punto final de la historia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ash! – repelé con capricho.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aparte, las órdenes para cuidarte también aquí adentro, no fue idea de David – confesó después de un largo silencio. Luego alzó las cejas y pedí una pista.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Juntó ambas manos para formar un corazón y comenzó a dar vueltas y piruetas como un maniático. Cantaba en un chillido palabras empalagosas y románticas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Eh? – miré confundida. Paró de hacer su función y me tomó de las manos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡El amor! ¡El amor! – gritó desesperado. Luego se arrodilló y entonó una cursi canción ochentera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Alex – reí – pena ajena – me tapé la cara con una mano.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sabes lo que quise decir con todo ese musical de Broadway – se incorporó.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nunca me han gustado mucho los musicales – caminé hacia la cocina, con sus pies detrás de los míos. Puse la cafetera a funcionar, ahora que memorizaba, no había comido nada hace más de quince horas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Daiana – me miró fastidiado – Enfrentemos al toro por los cuernos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Está bien – suspiré - ¿Y luego? ¿Qué quieres que haga?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No pido que le aplaudas por protegerte ni mucho menos. Sólo quiero que lo tomes como un gran detalle.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es difícil ¿sabes? Me siento como una niñita exigiendo un poco de independencia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y lo estás haciendo de nuevo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Hacer qué?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Evadiendo el tema.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es cierto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿No?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Enserio?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – dudé.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ambos sabemos que lo haces – dirigimos la mirada a las gotitas cafés que comenzaba a gotear el aparato.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pff… lo tomaré como un gran detalle, Y, me encargaré de hacérselo saber – me rendí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso es lo que quería escuchar – dijo orgulloso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y sí, me había resultado un gran detalle, uno enorme que me alegró el día, pero al mismo tiempo no quería aceptarlo, había un muro que me lo impedía. Me sentía desconforme conmigo misma por no corresponder ese notorio interés. Era sólo que a veces, corrijo, siempre, mi vida perdía por completo ese pequeño caminito, esa guía, la dirección.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin embargo tenía que ser amable y educada al agradecer esa preocupación que Georg sentía por mi seguridad. Era mejor no dejar pasar el tiempo y darle un `` gracias ´´ lo más antes posible.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, millones de chicas morirían por tu lugar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué tiene de interesante una ex empleada de Intense Magazine, solitaria y amargada en su propio pent house?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Wow, solo le faltaron los 27 gatos a tu descripción – levantó una ceja – Calma… te encantan los melodramas ¿eh? Tienes toda la atención de un rockstar y tú simplemente la ignoras.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vaya, dicho de esa forma todo el mundo diría que soy una estúpida.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Y no? – dijo Alex encima del hombro, casi en secreto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Oye! – grité junto a su risa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perdóname – me agitó el cabello, aún más, con cariño – Pero tienes que abrir los ojos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ehem…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Supongo que ya te lo han dicho hasta la infinidad ¿no?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No – retiré la tetera transparente de la cafetera y la vertí en cuatro tazas – Sólo varios pares de veces.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La gente no suele repetir las cosas por nada – me observó endulzando las bebidas – Cielo, el arrepentimiento es uno de las más malditas sensaciones.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo no estoy arrepentida de nada – tomé la azucarera junto a una cucharita - ¿Cuántas?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dos y media por favor – regresó al tema mientras yo vertía la cantidad exacta del hidrato de carbono – No… aún.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me gusta el `` aún ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues entonces, sólo date cuenta de no estropear una increíble oportunidad. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo dices como si me hubiera propuesto matrimonio – le di una taza y caminé hacia la estancia para repartirles a los otros dos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso sería hermoso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Alex! – me reí, aunque en mis adentros me asusté como una loca, pues la imagen pasó por mi cabeza, con detalles. Un hermoso vestido blanco y un frac negro por parte de él, una ligera brisa playera y la arena colándose por los cuerpos de los invitados. Incluso un brilloso diamante en mi mano y otro en la suya, y esos ojos verdes acompañados de la frase colosal que todos esperan: Hasta que la muerte los separe.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero mejor no lo hagas, pues tendrías ese color morado en todas partes – observó mi cachete torciendo los labios y hecho a reír. Yo apenas recapacitaba por que esa imagen se había colado en mi imaginación.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, morado – repetí divagando mi vista hacia… no se donde. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te propongo algo – caminó hacia el ventanal. En tan poco tiempo había tomado una absoluta confianza al lugar - ¿Por qué no abres tu mente, y lo conoces? Es un gran tipo, igual que los otros tres, pero no te piensas meter con los cuatro, ¿o si?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡En lo absoluto! ¿Quién me crees? – le sonreí. No era una mala idea aquella propuesta – Mis chicas se encargarían de los señores Kaulitz, y para Schäfer, tengo una que otra amiga que haría clic de inmediato con el señor baterista – bromeé chasqueando la lengua.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mente maestra – aplaudió.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo un poco de astucia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Espérate! Se te suben los humos Dai – reímos juntos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bromeo, sólo bromeo – le di un trago a la bebida y después la abandoné – Pero, debo admitir que tienes razón, puedo abrir mi mente a nuevas personas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Nuevas?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, hace mucho que no inicio una relación con alguien, no digo que lo vaya a hacer con Georg, pero es tiempo de que me olvide de…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Paré en seco. ¿Qué demonios estaba haciendo? Contando mis remotos recuerdos a mi guardaespaldas principal. Eso si era una terrible soledad, pero yo confiaba en el, y le había aprendido a querer. Aún así… ¿de donde había recuperado flashbacks que mi mente tenía perdidos?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿De… - preguntó intrigado a mi silencio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tiene mucha importancia, si no te molesta haré una que otra llamada en mi cuarto – sonreí y me paré del sillón – Llaméenme a la puerta si se les ofrece algo o simplemente si tienen hambre, mi comida no es tan mala – les guiñé un ojo y al llegar a mi habitación, me desplomé en el piso helado. Llamé a David, como lo había prometido, pero nadie contestó, entonces decidí hacer más emocionante mi día, un poco de nervios me invadieron al comenzar a teclear los dígitos de aquel numero, la llamada entró correctamente...<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¡Dai!</i> – Llamó la voz al otro lado del teléfono – <i>¡Pero que sorpresa!</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Oh, perdón, estás ocupado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>No, no , no </i>– dijo con un dejo impresionante de emoción en la voz – <i>Es que en verdad me sorprende que me llames. ¿Todo bien? ¿Pasa algo? ¿Cómo sigues? ¿Y tus amigas?</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay! Ataque de preguntas – dije entre risas – Sí, todo bien por acá. No, no pasa nada. Ya sigo mejor, solo un poco de tendencia morada. Elis y Atz, ahora que recuerdo no he hablado con ellas hoy.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Me gusta tanto oír tu voz</i> – ¿ese chico no perdía ninguna oportunidad para coquetear? – <i>Todos te mandamos muchos saludos, ya sabes, aquí casi nos da un paro cuando escuchamos la noticia.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tranquilos, seguro Jost le agregó más drama y suspenso a la versión real, ja – aprisioné el teléfono entre mi cuello y mi cachete, ocupando así mis manos para dibujar figurillas en la ventana empañada por la lluvia que se acababa de desatar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Pero de eso se encargó el noticiero de hoy en la mañana.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No me digas que… - dije preocupada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Sí, otra vez te ganas la primeriza en noticieros y revistas.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Como odio a los medios de comunicación – reí, pues ya no había solución para ocultar lo ocurrido.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Me agrego al club en contra de los paparazzis </i>– rió – <i>No es por indiscreción, pero… por algo te dignas a coger tu celular y marcar este numero, me gustaría saber que es </i>– echó tono galante.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te quería... bueno yo…. Yo te quería… - ¿me trabé?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¿Me querías? ¿Y ya no?</i> – bromeó fingiendo llanto – <i>Yo te sigo queriendo.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Bobo!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¿Te ayudo a decirlo? Yo también te quería…</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Decir algo – complementé.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Dai…</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Georg… - con torpeza hablábamos al mismo tiempo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Tu primero.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tu primero.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¡Tú!</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor tú – sonreí como boba y me imaginé que el también lo estaría haciendo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Ya se </i>– dijo según el muy inteligente – <i>Al mismo tiempo.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- A la cuenta de 3…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡<i>Me siento en el Kinder! </i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Me siento en el Kinder! – Dijimos juntos antes de empezar la cuenta recesiva – Deja de robarme las palabras – bromeé.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Ok, no me llames ladrón y empecemos. Uno…</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dos…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Tres.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tres.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Yo te quería…</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Yo te quería… agradecer.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Invitar a salir.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A pesar de las coincidencias y el juego de palabras, eran ideas muy distintas, pero la de el opacaba a la mía, en definitiva.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>¿En verdad? ¡Wow! No tienes por que agradecer, de hecho pensé que te molestarías.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No tendría razón de hacerlo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>A veces las mujeres son muy raras.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pasaré eso en alto – nos carcajeamos – Pero… en definitiva me gusta más tu idea.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Soy un genio.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues genio… tendrás que sorprenderme.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Depende, puedo sorprender demasiado.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entonces hazlo, tengo curiosidad de ver tú límite.<br />
<br />
- ¿<i>Segura de lo que dices?</i><br />
<i> </i><br />
- Claro, sorpréndeme.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <i>Eso tenlo por seguro, a las 6 de la tarde, mañana. Yo paso por ti.</i><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Esfuérzate galán.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Colgué junto a una risa ridícula que añoraba y un suspiro, uno muy raro. Todo lo malo se había desvanecido con un par de líneas intercambiadas, y era como estar en la secundaria de nuevo. La escena de la boda que mi subconsciente creó, ahora mi conciente se encargó de complementarla. Me sentía ridícula, tan ridícula, ridículamente ridícula. Tal vez existía la fórmula para situarme en viejos tiempos, y yo, la estaba recuperando. <br />
</div><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-36291044417287930142010-01-10T18:37:00.000-08:002010-01-10T18:37:19.207-08:00woops!<div style="text-align: center;">Hola! ^^<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Les traigo dos noticias, como siempre, la buena y la mala. Para no romper la tradición, primero la mala.<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Hoy no publicaré, disculpen, pero el miércoles estaré aquí. Gracias de antemano por su comprensión.<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Y la buena; trataré de encontrar algún espacio entre mis horarios para publicar tres vece por semana. Esperemos que se haga real esa ``profecia´´.<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: red;">Un </span><span style="color: #93c47d;">besote</span> <span style="color: #6fa8dc;">con</span> <span style="background-color: #c27ba0; color: #c27ba0;"></span><span style="color: #c27ba0;">todo</span> <span style="color: #8e7cc3;">mi </span><span style="color: #ffd966;">amor</span> <span style="color: orange;"><3</span><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a><br />
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-79584638769092406412010-01-06T19:26:00.000-08:002010-01-06T19:26:55.640-08:00Cap. 28 < Un día más, un día menos... extrañándote ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyNjI4MzQ3MjUyODImcHQ9MTI2MjgzNDczMjMxMiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=40529900&path=2010/01/06&mycolor=222222&mycolor2=181c1f&mycolor3=211919&autoplay=true&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
<br />
</div><br />
</center><br />
<br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: (Stephenie) - `` Sólo estoy de visita ´´ - dije imitando el meloso tono de voz de Daiana y mi puño fue a dar contra el escritorio. ¿Cómo había permitido todo eso? Yo soy Stephenie, dueña de una revista, y ella… sólo mi ex empleada.]</i><br />
</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Daiana)<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- <span style="font-size: x-large;">E</span>so fue la ley – celebraba Elisa, mientras empujaba la puerta del restaurante. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de un día agitado, nada como una buena cena con una excelente compañía.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Muy tranquilizante – reí señalando una mesa mas o menos por el final del lugar – siempre le quise decir todo eso a esa vieja amargada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Debo admitir – tomó lugar en uno de los sillones del gabinete – que antes era una mujer más agradable.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cierto, pero creo que la edad le afectó – torcí los labios – la menopausia no causa un buen efecto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mala! – comenzó a reír.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Yo? Sólo soy sincera – levanté las cejas y después le presté atención a la camarera que llegaba con las cartas en mano.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un rápido vistazo me permitió una fotografía mental de ella. Lo típico; un delantal, pantalones y camiseta en escalas de negros y blancos. La clásica libreta con una pluma ansiosa por escribir para terminar el turno lo más antes posible, también un coqueto chongo y una falsa sonrisa, pero había algo en ella que me inquietaba.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenas noches – saludó - ¿Les ofrezco algo de tomar?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, mmm… una limonada con agua mineral, por favor – sonrío Elisa. Ella no parecía inquieta por la presencia de la chica.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro – confirmó apuntando - ¿Para usted señorita? – y volteó a verme.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Una Coca Cola – dije con… ¿Timidez?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Al tiempo o fría? <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Al tiempo estaría bien – volteé a verla apenas con el rabillo del ojo, y fue cuando entendí todo. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Su aspecto era normal, pero me miraba como si me conociera. A pesar del atuendo de mesera, estaba adornada con una infinidad de accesorios; todos ellos parecidos entre si. Descubrí de que se trataba aquella temática cuando me fijé en el tirante derecho del aburrido delantal. Cuatro pins lo decoraban, cada uno con un rostro fotografiado de los integrantes de Tokio Hotel. Todos los demás accesorios desde pulseras, anillos, collares, aretes hasta una pañoleta para el cabello, estaban asociados a la banda.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Reaccioné volteando la cabeza hacia el lado contrario.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Enseguida se los traigo – se retiró con un tono berrinchudo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Viste? – preguntó Elisa, cortando un pedazo de pan de la canastilla para después untarle una sombra de mantequilla – Parece que le gusta Tokio Hotel.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya – asentí. Me había puesto nerviosa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde hace unos días atrás, David Jost había decidido quitarme a mis ``comadres guardaespaldas ´´ (como yo apodé al escuadrón de Alex); pues la euforia del rumor ya había bajado un 70%, y las bocas de todos ya no hablaban del tema. Tenía derecho a vivir a la normalidad. Por supuesto que eso me hacía mucho más propensa a un `` fanático ataque ´´, pero largaba ese negativo pensamiento de mi cabeza para no atraerlo. Era lo que menos me faltaba en esos días.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué ordenarás? – Preguntó Elisa mientras paseaba su mirada por los platillos del menú – ¡Hey! Tierra llamando a Daiana.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aquí estoy – contesté atarantada por el sonido de sus palmas al chocar para sacarme del trance – No lo se, pediré lo que tu.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Segura? – encogió las cejas, asentí – Bien. Entonces saborearás un delicioso hígado encebollado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Yummi! – levanté los pulgares fingiendo emoción, echamos a reír.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Minutos después, fue un mesero el que nos atendió. Busqué a la chica con los ojos por todo el lugar, pero no apareció. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Olvidándome del tema, llegaron las bebidas y más tarde dos platos con filetes y ensalada, una buena elección.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mucho Bill en nuestras platicas pero… poco Georg – dijo Elisa mientras introducía el tenedor en su boca.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Ya viste que hermosa está la luna esta noche? – giré la vista hacia la ventana más cercana.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, está nublado – apoyó sus codos en la mesa y entrelazó sus dedos a la altura de su boca - ¡No me trates de cambiar el tema!<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Muy bien – hice girar mis ojos - ¿Qué quieres saber?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Uy, cuanta frialdad – apretó los labios y cortó otro pedazo de la carne; yo ni siquiera había tocado mi plato - ¿Qué pasa con el nena?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues… - le di un trago al refresco, el cual heló mi boca y destempló mis dientes – Es un gran hombre - ¿dudé? – Sí, es un gran hombre.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un gran hombre – subió su cabeza y la bajó después – ¡No! Pues si ¿Eh? – Entreabrió los labios – Estoy segura de que hay un `` pero ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero no he olvidado a Danny.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ella, igual que yo, se sorprendió de la velocidad con la que dije la frase. Supuse que se enojaría, a ella le molestaba de sobremanera el tema de los Rowman.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dicho y hecho, desquitó su furia con los cubiertos, azotándolos en el plato de cerámica, que por suerte no se quebró, y así atrayendo varias morbosas miradas hacia la mesa por el irritante sonido de su enojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es una lástima que no lo describieras antes – murmuró entre dientes – Te podías haber ahorrado toda esta escena.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me estremecí de pies a cabeza y me sentí estúpida.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú olvidas rápido a las personas ¿no? – pregunté seria, pero sin ser agresiva.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No, pero se olvidar – contestó sin expresión – Jacob no me fue algo pasajero, y después de llorar varias noches, comprendí que yo estaba resultando dañada con todo eso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Levanté la vista de mi plato, encima del cual cavilaba más que comía, y contemplé su mirada. Sin duda, de las vagas veces que Elisa hablaba acerca de Jacob esta había sido la más… tierna. Por dos segundos, recuperó un brillo en su mirada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es hora de dejar todo como un bello recuerdo, Dai.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Un bello recuerdo – repetí entrecortadamente por un suspiro.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aha, bueno… ¿Quieres eso para llevar? – y de nuevo lo hizo, cambió el delicado tema y sus pupilas se apagaron. Señaló mi plato.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Más tarde dos bolsas de plástico con recipientes de unicel eran depositadas sobre la mesa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Muchas gracias, lindo lugar – admití al mesero que nos había atenido la velada. Sonrió orgulloso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Elisa y yo nos pusimos de pie y caminamos hacia la puerta por la cual habíamos entrado, diciendo `` buen provecho ´´ a cada mesa que se apoderaba de nuestros costados conforme avanzábamos, y recibiendo un ``gracias ´´ por ello.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Oí cuchicheos alrededor y de pronto ese camino de salida comenzó a hacerse infinito.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Disculpa – sentí una mano en el hombro y volteé para tener la cara de la chica que nos había atenido al principio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Se te ofrece algo? – pregunté amena. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ahora ella lucía diferente, en definitiva había llorado; sus ojos hinchados y el maquillaje corrido la delataban.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú eres Daiana Constanza Ruzzo – mostró una fuerte dentadura, la cual apretó con fuerza.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mejor vamonos – me susurró Elisa en el oído mientras tiraba con discreción de mi brazo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿A dónde vas lagartona? – me gritó la chica jalando mi blusa, y así, obligándome a regresar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡No la dejes ir! – exclamó otra empleada, del tumulto de jóvenes meseras que se había formado. Todas tenían un aspecto similar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sabes qué? No quiero problemas – le dije guardando la compostura. Varias mesas ya habían puesto atención al espectáculo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tú no te me vas – rió con fuerza y volvió a jalarme de una manera brusca.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Chica, si quieres conservar tu trabajo, es mejor que te vayas – le ordenó Elisa, haciendo un ademán con las manos para que se fuera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te metas – berreó – esto es entre la señorita Daiana – dijo mi nombre en un chillido – y yo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Olvídalo – dije un poco más tensa – Vuelve a lo tuyo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo mío es destrozar hermosos rostros de gatas arrastradas como tú – acarició mi quijada con su dedo índice, de inmediato me aparté - ¿Qué pasa? ¿No te gusta el cariño? Según yo, te encanta, golfa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Rómpele su cara de creída de una buena vez! – gritó otra chica, mientras las otras aguardaban emocionadas para que algo pasara.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sinceramente, no te conozco, y no tengo que soportar una pelea sin antecedentes.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vamonos ya – pedía nerviosa Elisa, me jaló ahora con un poco más fuerte y con prisa. La camarera nos cerró el pasó, obstruyendo la puerta de entrada con su cuerpo. Era ágil respecto a movimientos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ok, solo quiero que te quede claro algo. Ves a estos cuatro hombres – señaló los pins de su delantal con los rostros de TH. Sabía que era al respecto – Aléjate de ellos zorra, son MÍOS.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Tienen tu nombre escrito en el trasero? – me burlé, ya me había provocado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Desgraciada! – gritó desatando llanto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todo pasó muy rápido. Sólo sentí un tremendo ardor insoportable en el rostro y una sensación húmeda debajo de mi nariz. El lugar entero se alborotó y un amable señor corrió a detener a aquella chica que arrojaba puñetazos y patadas al aire, junto a un gran repertorio de maldiciones y señas vulgares.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Elisa giró mi cuerpo para quedar frente a mi. Ahogó un grito al ver mi rostro.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Es mucho? – pregunté preocupada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Fue un puñetazo, pero te sangra demasiado la nariz.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dirigí mis dedos hacia la zona dañada y luego los contemplé repletos del líquido rojo vital. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La gente se amontonaba a mi alrededor y me preguntaban cosas incomprensibles al momento. Se abrió la multitud para dar paso al mesero que nos había atendido y este ya me extendía un puñado de hielos envueltos en una servilleta de tela. Junto a el un señor, se presentaba como el gerente.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Señorita, cuanto lo lamento, que pena – rogaba angustiado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es culpa suya – lo tranquilicé mientras el hielo anestesiaba el dolor del golpe.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Desea que la acompañe a la delegación para ejercer una denuncia? <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Para nada – lo que menos quería es hacer esto público, y también la idea de meterme en unas oficinas toda la noche, no me agradaba – Dejémoslo así.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entonces ¿Qué puedo hacer por usted? – el señor observaba como Elisa y el mesero intentaban parar la hemorragia de mi nariz.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nada – dije con dificultad – Bueno – recapacité – Sólo asegúrese de no hacer esto público.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Claro, tenga por seguro que nadie se enterará de esto – sonrió agradecido, pues eso también era de su conveniencia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando la sangre paró de salir y me aseguré de estar completamente limpia para no parecer una homicida, nos largamos de ahí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dame el número de Jost – ordenó Elisa cuando su coche nos aguardaba afuera de mi edificio – Dile hola otra vez a los guardaespaldas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le extendí mi teléfono y después de localizar la letra `` D ´´ en mi lista de contactos, marcó los dígitos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi cara comenzaba a tomar tonalidades moradas. El efecto del hielo había terminado y el dolor era fatal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Hola – dijo Elisa al teléfono mientras me miraba con detenimiento – No no, soy su mejor amiga, Zeltzin Elisa – sonrió – Que bueno que te haya dicho cosas lindas de mi – luego apretó las facciones – Pues aquí no anda todo bien David, hoy sucedió algo terrible…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y comenzó a relatarle la historia. Agradecí que ella se encargara de eso. No tenía las ganas ni las fuerzas para repetir el accidente aunque fuera en forma verbal y me dolía bastante desde la quijada hasta el pómulo cada vez que pronunciaba palabra.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias David, sí sí, yo le digo – después de un silencio, rió – buenas noches por igual. Bye.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Concluyó la llamada y volteé a verla.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mañana estarán tus ángeles guardianes por aquí. Le prometí que le llamarías, así que hazlo cuando se te haya bajado el dolor – me dio un suave beso en la frente – Aliviánate pronto Dai, te quiero mucho.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo haré, te veo luego – bajé del auto no sin agradecer por haber estado conmigo en toda esa faena y cuando me di cuenta, estaba quedando dormida en mi cama, enrollada por las frías sábanas, acompañada de una perfecta soledad.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a><br />
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-54665712310001488532010-01-03T18:26:00.000-08:002010-01-06T19:30:49.289-08:00Cap. 27 < Estoy de visita ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjI4MzUwMDkwMzAmcHQ9MTI2MjgzNTAyMjc*MCZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTZkNjg1MzFjNWExNTQzMjU4YmUxMTdkYzgzYjcyZDQ4.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=40244241&path=2010/01/03&mycolor=222222&mycolor2=171c1f&mycolor3=2e2929&autoplay=false&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
<br />
</div><br />
</center><br />
<blockquote><div style="text-align: justify;"><i>[Capítulo anterior: (Georg) Desde ese entonces extraño los brazos y el cariño de alguien, por lo cual lucharé para que Daiana sea ese alguien, y pasemos tardes enteras en mi casa, riendo y gozando uno del otro.]</i><br />
</div></blockquote><br />
<div style="text-align: center;"><br />
(Daiana)<br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">P</span>asaron dos días en los que mi voz se acopló a todos los ejercicios, el solfeo y géneros variados; desde los cantos gregorianos hasta el rock progresivo. Mareé a Atziri y a Elisa repitiendo canciones una y otra vez, y les revolví el estómago con mi famoso té para las cuerdas vocales. El casting que definiría mi futuro se acercaba, y por lo mismo mis dos compinches me presionaban con seriedad. Decidieron visitarme a diario para supervisar mi desarrollo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Así qué le mentiste a Bill? – preguntó Atziri, más bien confirmó, cuando le acabamos de contar lo sucedido en el club.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No es necesario que lo repitas – gruñó Elis.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues si eso te hace sentir una mala persona, deberías confesarlo – sugerí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya lo hice – sonrió orgullosa, mientras hacía un puchero con el aroma de mi té.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Obvio no con nosotras boba, díselo a Bill – Atziri se escabulló a la cocina y regresó con un helado en manos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Te has robado mi elixir – sonreí y le arrebaté la cuchara para sumergirla en el postre – Las mentiras tarde o temprano son descubiertas – regresé al tema.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues entonces que se descubra tarde – dijo Elisa participando también en nuestro tentempié.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Según yo, no se trata de eso – dije en tono maternal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Me costará trabajo, no quiero herirlo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pues justo eso es lo que estás haciendo, lo hieres, pero el aún no se ha dado cuenta – tomé otra cucharada de la delicia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Diantre camarada! Odio cuando tienes razón – dijo Elisa en un tono bastante cómico lo cual provocó risas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Qué tan difícil puede ser? `` Hey Bill, tengo que confesarte que en realidad Peter no es mi amigo, de hecho lo conocí en el bar y con el me… ´´<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Suficiente! – Interrumpí abriendo demasiado los ojos – Eso no ayuda Atziri.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Ay dios! Va a ser mil veces más difícil de lo qe pensé – se quejó Elisa mientras se desplomaba en la mesita de la sala. Corrí a consolarla mientras Atz me miraba arrepentida.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Va a ser difícil, pero tienes la fuerza necesaria para hacerlo ¿Sí? – exigí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí – confirmó ahora prendiendo la televisión – Está bien, lo haré cuando lo vea.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso ya es una promesa – Atziri le arrebató el control y cambió los canales una y otra vez.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿En serio? – preguntó Elis angustiada, simulando comerse las uñas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Sí! – gritamos las contrincantes a unísono y dos cojines fueron directo a parar a la cara de Elisa, ah… y una cucharada de helado también.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Entre programas matutinos, helado y carcajadas, la mañana se empezaba a convertir en tarde. Siendo martes, ya se les había hecho un retraso en el trabajo, así que cabizbajas aceptaron todas mis órdenes para apresurarlas. Les di un desayuno balanceado aportando el papel de madre y Elisa me ayudó en poner el departamento en orden.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con mucha prisa, después de un rato, Atziri ya se encontraba cruzando la puerta principal para marcharse; las suaves notas de su perfume, me hicieron recordar que últimamente no había tenido la posibilidad de verla tanto, y por ello me apresuré a detenerla.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Mi última duda para ti el día de hoy – la jalé con suavidad del brazo derecho.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Dai, tengo prisa, mi jefe – se corrigió – bueno, nuestro jefe, me va a matar, y no querrás que de muñeca Barbie se transforme a Hulk, así que dime, ¿qué ocurre? –<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Primero que nada, dile a la muñeca Barbie que tu retraso es por mi culpa, seguro te perdonará – guiñé un ojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, no te creas, es lo que tenía pensado hacer.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Mala! Cúlpame sólo cuando te de permiso – reí – y ahora, quiero que mates mi curiosidad explicándome por que nos dejaste solas ese día en el antro, yo sola no pude controlar a Elisa jaja.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Me desorbité enseguida cuando noté que ninguna risa salía de sus labios, y en cambio ahora tenía un semblante nervioso.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Está todo bien? – puse mis manos en sus hombros – Atzi… ¿Hay algo que me quieras decir?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Más bien, ¿Hay algo que nos quieras decir? – dijo Elis a lo lejos, resaltando el `` nos ´´. Tenía los brazos cruzados y esperaba, igual que yo, una respuesta.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eh yo… - Atziri cruzó la mirada para todos lados. Sin duda ahí existía algo turbio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Sí? – pregunté ansiosa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Fui a visitar a mi mamá – tragó una gran cantidad de saliva.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡¿Qué!? – gritamos Elisa y yo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Por qué rayos no me dijiste que visitarías a Claudia? – Elisa se apresuró a llegar a la puerta y sacudió a Atziri con ambos brazos. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Claudia, la madre de Atz, era una señora de esas que inmediatamente se hacen querer. Apenas con 43 años encima, y una excelente figura a pesar de un único parto. Con pocos de años de conocerla, Elisa y yo éramos como sus sobrinas, y ella como la tía traviesa que les cumple todos los caprichos a sus capullitos, a escondidas de sus padres. La conocimos en LA, y ni un minuto dejamos de extrañarla. <br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Espera – corté el momento y automáticamente tuve un par de miradas posadas en la mía - ¿Fuiste a México y regresaste en un día?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pff… No – contestó Atziri, pero segundos después, se dio cuenta de su error.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Atziri, Claudia vive en México.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Bueno, sí sí, eso obviamente lo se, es mi madre; lo que quise decir es que establecimos una video llamada, ya saben que mi mamá apenas comienza con eso del mundo cibernético, y me exigió llevar acabo lo que ya sabe hacer en el tema, por eso no pude ir al club – sonrió con falsedad.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ah sí… claro, es mejor que te marches ya, se te hace tarde – exclamó Elisa dejándola ir. En un abrir y cerrar de ojos, ya no había más perfume de Atziri por ahí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ella ocultaba algo – refunfuñé - ¿Por qué dejaste que se fuera? – reclamé a Elis.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No soy policía como para detenerla – levantó los hombros – Supe que nos ocultaba algo desde el viernes que negó ir con nosotras sin ninguna explicación.<br />
</div><div style="text-align: justify;">De repente todo encajaba a la perfección como un rompecabezas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sí, aunque es muy mala para mentir, es toda una experta para ocultar, y nunca lograremos hacerla escupir la sopa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Lo descubriremos de todas formas, tal vez mañana o tal vez en un año…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero lo sabremos – concluimos a coro, reímos por lo mismo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Sólo espero que no sea una de las suyas – suspiré, mientras contemplaba mi reflejo en los vidrios del ventanal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">. . . . . .<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Aún no entiendo por que te estoy acompañando al trabajo – me quejé mientras el auto de Elisa nos desplazaba por la ciudad, sobre la ruta que se me hacía tan familiar y que a ratos añoraba.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No lo entiendes, pero lo estás haciendo – agitó el dedo índice al aire de su mano disponible, pues la otra dominaba al volante.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Siempre me logras convencer, sea lo que sea.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Así es.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Después de que el auto arrasara con todos las curvaturas del camino, caí en cuenta que nos introduciríamos en el estacionamiento subterráneo de Intense Magazine. La oscuridad del lugar se coló en el interior de la nave, y la pelea por un lugar disponible entre cientos de vehículos, era tan épica que por lógica no se dejó de repetir.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sonreímos satisfechas cuando abarcamos un cubículo cerca del elevador que te llevaba hacia el lobby del edificio. Antes de bajar del auto, Elisa por fin me dio una explicación de que demonios yo estaba haciendo ahí.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En primera, todo tiene que ver con Stephenie – comenzó mientras retocaba su maquillaje con ayuda del espejo establecido en la visera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde ahí, era un mal inicio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- … Pero dime que tu ingeniosa mente también tiene que ver en esto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Para tu suerte, sí – guardó sus cosméticos en algún rincón del interior del auto y continuó – Stephenie, de una forma vil, cruel y despiadada me ordenó escribir un artículo…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ese es tu trabajo – encogí las cejas.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Pero, acerca de TÚ rumor.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Maldita perra que es! – Exclamé – Ops.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No te preocupes, sabes muy bien que pienso lo mismo de ella – luego suspiró – Me duele admitir que acepté.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Le sonreí, sabía que lo había hecho para conservar el puesto y no romper la promesa que me hizo cuando yo fui despedida.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Entiendo por que – le di un beso en la mejilla – Creo que se lo que quieres decir y también lo que quieres hacer… así que ¡Manos a la obra! – abrí la puerta y bajé en un brinquito.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vaya, ¿Cómo lo sabías?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Telepatía amiguera.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Perfecto, dejémosle a esa villana un buen susto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Chocamos palmas y subimos por el elevador. Las puertas abrieron donde siempre, en frente de la recepción.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días Monique – la saludé. Había cambiado su look, ahora me recordaba a mi en mis primeros días en Alemania, tratando de conquistar al mundo, pero a la vez tan fuera de lugar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días – dijo esta distraída hasta que giró la vista - ¿Daiana?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Vine a saludar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No creo que Steph esté muy de acuerdo con eso – dijo nerviosa mientras igualaba los pasos de Elisa y los míos también, los cuales iban encaminados hacia el siguiente elevador.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ese es el chiste – susurré mientras las puertas del ascensor ya cerraban, con Elisa y yo adentro, haciendo que Monique se comiera sus propios nervios.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Stephenie)<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tenía varios proyectos en mente, se acercaba la Fashion Week y había una sesión de fotos ese día para la revista. Aún así las ventas no suben, necesito el chisme acerca Ruzzo y el bajista de Tokio Hotel, ahora, lo antes posible.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sonó el timbre del ascensor que da en mi oficina y las puertas abrieron.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días Elisa, estoy un poco ocupada – no le puse mucha atención, mientras ella entraba.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso lo se…<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¿Entonces? Ah por cierto, llegas tarde – comencé a carburarme.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es sólo que una amiga te quiere saludar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Por una amiguita suya que admira mi trabajo, me interrumpe? Dios, estaba perdiendo dinero por una idiotez.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- A ver, tráela de una vez pues – volví a la laptop para seguir haciendo fortuna. Mientras más rápido acabara con esto, mejor.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Buenos días Steph.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Entonces, quise explotar. Sus típicos taconcitos retumbaron en el piso. Ahí estaba la maldita escuincla organizándole una coartada a Elisa para salvarla de escribir el estúpido artículo, obvio.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ruzzo, mira que sorpresa – expulsé con sarcasmo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Nunca nos hablamos de apellido Stephenie – con confianza tomó asiento frente a mi.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Tal vez sea hora de hacerlo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- No le veo sentido – sonrió – sabes, ya te extrañaba; el otro día que estaba viendo una película con Elis, me acordé tanto de ti… ¿Qué película era nena? – se dirigió a su `` amiguita ´´, la cual por cierto debía de estar trabajando.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- La Momia – dijo ella, suprimiendo la risa con los dientes.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ay, que simpática – reí forzadamente, con ganas de aniquilar a esa, siempre me trajo problemas - ¿Qué es lo que quieres Daiana?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Que respetes a tus ex empleados y que después de despedirlos, no trates de hacerles la vida miserable, aparte… ese rumor ya pasó de moda.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Eso era todo Steph, volveré a mi trabajo y redactaré un artículo de cómo ser una perra maldita en diez pasos – rió Elisa dejándome con las palabras en la boca.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Gracias por tu tiempo Steph, ya sabes, sólo estoy de visita – los estúpidos taconcitos volvieron a sonar junto a los de Elisa y bajaron por el ascensor, llenándome de rabia.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Minutos después regañaba a Monique por dejar pasar a Ruzzo a mi oficina y le relataba lo sucedido.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- ¡Eso de La Momia estuvo bueno! – comenzó a carcajearse.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Cállate. – la fulminé con la mirada – Tráeme un café – asintió mientras salía de lugar y mi boca se llenaba de bilis por el enojo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- `` Sólo estoy de visita ´´ - dije imitando el meloso tono de voz de Daiana y mi puño fue a dar contra el escritorio. ¿Cómo había permitido todo eso? Yo soy Stephenie, dueña de una revista, y ella… sólo mi ex empleada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.mylivesignature.com/" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img src="http://signatures.mylivesignature.com/54487/263/AC51066C390F16156B6FEC80736C7DCA.png" style="-moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; background: transparent none repeat scroll 0% 0%; border: 0pt none ! important;" /></a><br />
</div></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1302679085185593288.post-82710621104863776742009-12-30T20:54:00.000-08:002010-01-03T18:31:26.802-08:00Cap. 26 < Incomodidad ><img border="0" height="0" src="http://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.11NXC/bT*xJmx*PTEyNjI1NzIyNDQyNDgmcHQ9MTI2MjU3MjI1MDY5NyZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MQ==.gif" style="height: 0px; visibility: hidden; width: 0px;" width="0" /><br />
<center><br />
<div style="visibility: visible;"><object data="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" height="165" style="height: 165px; width: 240px;" type="application/x-shockwave-flash" width="240"><param name="movie" value="http://assets.myflashfetish.com/swf/mp3/mp-simp.swf" /><param name="quality" value="high" /><param name="scale" value="noscale" /><param name="salign" value="TL" /><param name="wmode" value="transparent"/><param name="flashvars" value="myid=39875216&path=2009/12/30&mycolor=222222&mycolor2=00090f&mycolor3=302525&autoplay=false&rand=0&f=4&vol=100&pat=0&grad=false&ow=240&oh=165"/></object><br />
<br />
</div><br />
</center><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">[<i>Capítulo anterior: Sabía que me engañaba a mi misma y que ahí en aquel sillón estaba mi amiga y no el, pero se sentía tan hermoso pensar de otra manera, fantasear sólo un rato.]</i><br />
</div><br />
<br />
<div style="text-align: center;">(Bill)<br />
</div><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">N</span>inguno de nosotros había logrado entender la partida tan temprana de Daiana, la cual en realidad había sido forzada por Elisa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tom, como la mayoría de las veces, no le dio tanta importancia al asunto y nos contagió su indiferencia aquella noche; pero lo sucedido no dejó de inquietarme ni sólo un instante y una frase rondaba por mi cabeza con constancia: `` No le interesas Bill Kaulitz, no le interesas, eres muy tranquilo para ella ´´. Por obviedad ese pensamiento se basaba en la piel mulata más exquisita que haya visto, Elisa.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me hace sentir orgulloso de mi mismo cuando la invasión de celos se me da, pero tengo que admitir que ese tal Peter no me agradó del todo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En realidad, no quiero asumir nada aún y no quiero desconfiar de Elisa; pero cuando eliminaba el mar tercio que yo estaba formando entre Daiana y Georg, y mis pasos se dirigían hacia la barra del lugar, me pareció ver la sombra de Elisa, apenas como un fantasma, en posiciones muy comprometedoras como para que Peter, fuera más que su amigo.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Eso no… no puede ser. Elisa, sabe que guardo un interés en ella desde la primera vez que la vi, tiene que saberlo. ¿Acaso yo no lo demuestro?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Elisa, ella sería incapaz de mentirme ¿O si? No, no, seguro las luces del lugar me jugaron una mala broma y confundí a una romántica pareja con mi pesadilla.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Fuera lo que fuera, un mal presentimiento me acompañaba y eso comenzaba a aterrarme. El pequeño y ridículo cosquilleo en el estómago, comenzaba poco a poco; el único problema es que no sabía diferenciar si se trataban de traviesas mariposas en el estómago o… celos.<br />
</div><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">(Gustav)<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Hice algo mal?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sí, creo que eché todo a perder. Hubiera sido mejor si ignoraba que Daiana pasaba enfrente de mis narices, pero claro, tuve que detenerla para empezar el caos en el bar.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Aunque lo nieguen, a esos tres les sucede algo desde hace dos días que nos encontramos a las chicas; en especial a Bill y a Hagen. <br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuando me causaban dolores de cabeza al parlotear todos a la vez, todo indicaba normalidad, pero ahora yo soy el que tiene que relajar el ambiente con una u otra platica causal y eso si que es raro.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me siento fuera de casa, lejos de mis amigos, todo en un rato. ¿Qué habrá pasado? Ni siquiera Tom es el de antes; le planté un episodio de la casa de las conejitas Playboy y sólo hizo uno que otro gesto.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿Estaré dramatizando o es que nadie lo ha notado?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Fuimos al estudio ayer, a seguir preparando el nuevo álbum, pero fue imposible. El lugar estaba muerto y David se desesperó por lo mismo. Las frases que sonaban sólo eran `` Ánimo chicos ´´ `` ¿Están bien? ´´ `` Vamos, ¿Qué ocurre? ´´ `` Necesito más energía ´´ `` Les daré un Redbull ´´ `` Suena perfecto, pero falta potencia ´´ `` No estoy bromeando ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y la última frase que fulminó con la grabación: `` Váyanse ya, regresen pasado mañana, pero regresen siendo Tokio Hotel, no un cuarteto de mudos ´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esto en verdad comienza a preocuparme. Creo que tengo a unos compañeros enamorados, o tal vez apenas comienzan a madurar y con ello, a amargarse.<br />
</div><br />
<br />
<div style="text-align: center;">(Tom)<br />
</div><br />
<div style="text-align: justify;">Puedo declarar aquella noche como una de las noches más aburridas de mi vida. Hasta mis ridículos tenis eran más divertidos que el ambiente. Bill me preguntó varias veces acerca de mi comportamiento varias veces, a lo que siempre contesté con un `` no pasa nada´´.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mentí al decir que no había chicas lindas, pues varias nenas en el antro desviaron mi mirada de los `` Lummy – tenis ´´ a lo largo, más bien corto, de sus faldas. Bien pude llevarlas a un hotel cercano para hacerlas señoras de Kaulitz por un rato, pero la noche era desabrida, y hasta flojera me daba llevar el cortejo acabo para convencerlas de salir de ahí hacia un lugar donde pudiéramos estar `` tranquilos ´´ , aunque mi forma de hacerlas suspirar no se define como tranquila, al contrario. Siendo yo eso me hubiera tomado menos de 15 minutos ( mi tiempo récord es de un minuto y medio ) pero en esos momentos no le veía objetivo alguno.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No puedo negar que Daiana y Elisa lucían encantadoras y… dejémoslo en encantadoras; pero al parecer les causaron un largo shock a Hagen y a mi hermano. No han hablado, ni comido, ni bebido, ni trabajado, ni bromeado con normalidad desde el último encuentro con ellas, hace dos días ya. Mi loca hipótesis es que ellas dos, en su otra vida, fueron brujas y ya han capturado a ese par de bobos con un hechizo, pero ahora que lo razono, es poco probable. Mi lógica hipótesis es que los idiotas, se han enamorado.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Entiendo que es muy su cuestión; pero no perdonaría que Bill saliera lastimado, y no me agrada que todo esto huela a un mal final.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No he querido mencionarle nada a Bill, pero anteayer, mientras Gustav y yo nos encontrábamos cerca de la barra, me pareció ver los brazos de Elisa enrollados al cuello del tal tan amigo `` Peter ´´, bien parece ser que Elisa trata bastante bien a sus amigos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero esa historia aún permanece como leyenda, nadie ni nada puede asegurarme que sea real; había mucho ruido, gente, luces y humo como para poder confirmar una mentira.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sólo se que a Bill, Peter le cayó como un baño de agua helada, pude notarlo en sus pupilas y en su comportamiento. Además de esa comunicación que todos los hermanos poseen, pero en el caso de los gemelos se multiplica infinitamente, y la mayoría de las veces, puedo ponerme en los zapatos de Bill y sentir todo lo que al siente, sucede de manera viceversa también. Aún así, no he mencionado que mi hermanito es los celos hechos persona. Se derrite por Elisa, ella cumple todos los requisitos de su chica ideal, y el hecho de que se embobe por una mujer me parece fantástico, pues es raro en él, pero a la vez me parece una catástrofe, no soportaría verlo sufrir.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por otro lado, regresé al apartamento con las manos vacías y con cero paradas a algún hotel. Fue cuando, recostado en mi cama y admirando el lavadero de mi abdomen que mi torso desnudo dejaba al descubierto, pensé en Atziri.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tenía tiempo sin verla y me intrigó su vida. Me atrae su forma de ser. No se puede describir como femenina ni delicada, pero eso no la deja de hacer ver sensual. Imagino que podríamos pasar una tarde entera jugando videojuegos y ella no tendría ningún inconveniente con eso. Las escasas veces que he podido intercambiar palabras con esa despreocupada voz, me siento yo mismo y hasta es como si platicara con un chico, eso me llena de curiosidad por saber si pasaría una noche conmigo. Aclaro que eso no me hace gay, en lo absoluto. Es confuso, pero excitante imaginar como es ese cuerpo playero, repleto de color, debajo de sus ropas.<br />
</div><br />
<br />
<div style="text-align: center;">(Georg)<br />
</div><br />
<div style="text-align: justify;">Ahora sí que estoy cayendo en la locura, y sólo hay un motivo para eso… ¿Qué diablos hace Daiana?<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es tan dulce y tan fría. Tan besable, pero tan desconfiada. Se acerca tanto a la perfección y por lo mismo no paso desapercibido ninguno de sus movimientos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Supongo que al igual que a mi, a Bill, Tom y Gustav nos invade la misma pregunta ¿Qué fue lo que pasó anteayer? Recuerdo todo, pero sólo en pequeños fragmentos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Me hace feliz saber que pude tener a Dai tan cerca de mi otra vez, pero me hace tan miserable saber que sólo fue por un rato.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tengo ganas de correr hasta su departamento y ser invisible; sólo para verla dormir, comer, cantar, reír. Ya que eso no me es posible, la dibujo una y otra vez en mis recuerdos.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con cada rencuentro, hay una nueva ilusión.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por desgracia, cada vez que la veo entre mi mente, es con unos ojos diferentes. A veces con anhelo, otras con dulzura, lujuria, algunas con ternura, tristeza y hasta rabia, ya que hay algo que marca profundamente, y con ese `` algo ´´ no me refiero a mi rechazada invitación, sino a esas oscuras memorias del ventanal y verla acompañada, para mal o para bien, con aquel, Danny Rowman.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es sólo que no me la imagino de la mano de otro hombre que no sea yo. No se trata de orgullo ni de hombría, es sólo que al tenerla un par de veces entre mis brazos, desearía que fuera toda mía.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tengo esperanza de que algún día, aquel rumor que estropeó un cacho de la vida de Daiana y alborotó a nuestras fans, sea verdad.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En cierto modo, mis amigos y mi familia comenzaban a acostumbrarse de verme con novia, pues mi última relación duró cuatro años, con Zara, una bella chica que decidió mudarse a Australia con su familia, y ese fue el motivo que nos distanció. Durante aquella relación pasamos buenos ratos, pero siempre la oculté de las cámaras por su propia seguridad. Admití que establecía una relación con una mujer maravillosa cuando los entrevistadores preguntaban acerca del tema, sólo lo dije por respeto a nuestro noviazgo. Con la sorpresa de la noticia, los paparazzis hicieron todo lo posible para salvar su empleo y salió una foto de Zara en la red, la cual en pocos segundos fue a dar a la vista de todos los fans. En ese momento ella se volvió propensa a cualquier histérico ataque fanático, y su familia, por miedo, abandonó Alemania llevándosela a ella también y culpándola como causa principal al abandono de su país natal.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde ese entonces extraño los brazos y el cariño de alguien, por lo cual lucharé para que Daiana sea ese alguien, y pasemos tardes enteras en mi casa, riendo y gozando uno del otro.<br />
</div><br />
<br />
<br />
<br />
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