domingo, 2 de agosto de 2009

Cáp.51: Bonjour Paris

Al día siguiente la casa era un complot; maletas rondaban, adornos, vestidos, trajes, accesorios y demás complementos para la boda. La expresión estresada se notaba en todos, pero aún con esa emoción y felicidad presente. Marcharíamos a Paris en un par de horas, por lo cual en la casa ya se encontraban Sam, David, Andy, Gordon, Simone y Marie; las lágrimas de estos no dejaban de brotar. Simone abrazaba a sus gemelos cada vez que podía y Marie admiraba a su hijo con orgullo. Era lindo observar esa escena familiar, me recordó a mis tíos Caty y John; en verdad los echaba mucho de menos.

- Bien, hemos empacado todo – dije revisando en la lista que no faltara nada.

- Perfecto – Geo dio un suspiro y puso las manos en su cadera, poco a poco se me acercó y astuto me robó un beso.

- Entonces; es hora de ir al aeropuerto no ¿? – dijo mi Sis tratando de ver su vestido a través del plástico protector, Bill corrió a detenerla.

- Si, es hora – David echó un vistazo a su reloj. Salimos de la casa cargando cajas y maletas las cuales ocuparon seis camionetas del VSD. Era bastante carga. Nos acomodamos en los autos de los gemelos y en el de David, observé por la ventanilla como la casa se convertía en un puntito cuando nos adentrábamos cada vez más en la autopista, esa casa era donde nuestro destino había cambiado; donde iniciábamos otra vida, otra vida con los hombres que más queríamos, esa vida que se uniría por siempre.

Al llegar al aeropuerto sentí la emoción cada vez más cerca. Mis hermanas y yo platicábamos entusiasmadas mientras los chicos bromeaban y dedicaban una que otra mirada a algunas chicas que pasaban por ahí. Cuando caí en cuenta ya nos encontrábamos en el avión, viajando hacia Francia, un escalofrío sentí cuando mi mente comenzó a imaginar en la ceremonia, en la fiesta, en el baile. Un día especial. Tom llenó el vuelo de bromas y risas junto a Andy y Angie, por lo mismo en un poco rato la voz de aterrizaje desde la cabina sonó.

- Bueno, hay que bajar, una boda nos espera – Gustav dio palmaditas en las espaldas de Geo y Bill. Abandonamos el avión. Al ritmo de nuestros pasos se daban los flashes de los fotógrafos; esta vez no negamos. Posamos e incluso lucimos los anillos. Los paparatzziz se extrañaron un poco debido a nuestra disposición, pero satisfechos continuaron con su trabajo tratando de dar lo mejor de si mismos.

………………………

- Bienvenidos a `` Clair de Lune ´´ - el chofer nos abrió las puertas de los cuatro autos que ocupábamos dejándonos ver el maravilloso hotel. Era enorme, el color base era beige, tenía bastante iluminación y todo estaba perfectamente organizado. El viaje al hotel había resultado bastante ameno, rodeando bellos paisajes.

- Es bonito no ¿? – interrumpió Bill en la contemplación.

- Es hermoso – contestamos Angie, Zel y yo a unísono, con la misma entonación. David nos ayudaba con los asuntos de las reservaciones y el salón mientras todos dábamos vueltas en el lobby.

- Tienes buenos gustos Sam – dijo Mayiss jugando con la punta del tapete, la cual empujaba con su pie.

- Gracias, tenía que escoger lo mejor para la futura familia Kaulitz y Listing – Samantha sonrío. Yo seguía petrificada admirando el lugar.

- Ok chicas esta ya todo arreglado, pueden subir a las suites. Los invitados llegarán en unas horas – David se nos acercó mientras hojeaba unos papeles y distraído repartió las llaves.
Todos subimos corriendo a las suites. Geo y yo prácticamente azotamos la puerta y nos quedamos atónitos. Una mini sala en donde yacía un balcón con una vista hermosa a la Torre Eiffel, al fondo se alcanzaba a ver una cama king size a desnivel de la habitación, tocadores, excelente iluminación, jacuzzi y un vestidor iluminado con luces de colores.

- Wow – expresamos. Me tomó por la cintura y juntos caminamos hacia uno de los tocadores; observamos nuestros reflejos, reímos.

- Gracias, gracias por hacerme vivir mi sueño – volteé a verlo a los ojos. Acerqué mi boca a la suya, sentí la respiración, sentí el aliento, y juntos compartimos la felicidad con un beso.

- Gracias a ti por girar mi mundo – murmulló cuando quité mis labios. Sonreímos un poco más y luego empezamos a desempacar; tomé una tanda de ropa y me dirigí al vestidor para colgarla, existía silencio, deslicé con cuidado la puerta pero me detuve cuando sentí una sombra…

- AAAA ¡! – la ropa cayó al suelo y pegué un brinco.

- Jajajaja estamos tan feos que asustamos ¿? – dijo John junto a Catalina saliendo del vestidor. Los abracé con gran fuerza y empecé a celebrar; ya estaban ahí, mis tíos, mi familia.

- Ja tíos ¡! Fue una buena sorpresa, lo tengo que aceptar; pero casi me matan de un paro cardiaco un día antes de mi boda jaja – sonreí y los seguí abrazando. Luego la habitación se quedó en silencio y Catalina me miró a los ojos…

- Te casas – dijo sin ninguna expresión.

- Me caso – asentí.

- Te casas – repitió con la misma neutralidad – Te casas ¡! TE CASAS ¡! KONI TE CASAS ¡! – ahora gritaba, empezamos a dar brincos emocionados sin razón y a gritar como desaforadas.

- Que pasa aquí ¿? – dijo Georg asomándose desde la sala; el escándalo había llamado su atención.

- Geo, te quiero presentar a mi tíos – tomé de la mano a John y a Caty, los llevé hasta la sala en donde empezaron a conocerse. Geo parecía un poco nervioso, justo la misma expresión que Zel puso cuando conoció a Gordon y a Simone. Por suerte John y el hicieron migas de inmediato y se ganó la simpatía de mi tía también.

- Vaya, aún son jóvenes para casarse – agregó John – Pero se nota que hay verdadero amor, así siempre funcionará la relación –

- Te quiero tío – abrasé a John, el me correspondió.
Después de unos minutos nuestra suite ya se convertía un centro de reunión, todos estaban ahí, conociendo a mis tíos y compartiendo nuestros últimos momentos de soltería. Las carcajadas de Tom y Angie no podían parar, ya no peleaban, ya no se retaban; ahora Tommy abrazaba o acariciaba a mi Sis de vez en cuando, con un poco de temor, noté que sus miradas explotaban en felicidad cuando se veían.

- Hacemos la petición de que las futuras esposas vengan, les tenemos una sorpresa – dijo Bill a un lado de Georg. Nosotras sonreímos por el cómico tono de voz de Bill y nos les unimos. Salimos de la suite los cuatro y atravesamos el pasillo, bajamos por el ascensor y salimos por una puerta. Había un jardín hermoso, un pasto verde y perfectamente recortado en donde brotaban al natural varios tulipanes rosas, había un sendero de piedra que daba a una construcción, parecía ser un salón; Georg empujó lentamente la enorme puerta de madera de este; Me quedé sin expresión y supuse que Zel también. Descubrí que era el salón para la boda, no podía ser más perfecto. Un piso negro perfectamente pulido incluía pequeños destellos en cada loseta del mismo, existían dos escaleras pegadas a los costados de las puertas, eran negras con los barandales antiguos en color blanco, daban a un semi-piso en la parte de arriba, el cual incluía sillones en color blanco con cojines en negro. En el piso en el que estábamos, el de abajo, varias mesas estaban pegadas a los costados del amplio salón, los manteles eran blancos al igual que los cubre sillas que terminaban con un gran moño negro en el respaldo, una serie de velas negras rodeaban a los centros de mesa que eran arreglos de tulipanes blancos con uno rosa al centro; lo cual le daba el toque de color al lugar. El centro del salón estaba desocupado, evidentemente para la pista de baile. Al fondo de había una especie de tarima para el DJ y algunos micrófonos también, atrás de esta la enorme pared de más de 6 metros de alto estaba pintada en negro y encima corría una cortina de agua, como una cascada delgada y delicada que daba un sonido armonioso; miré hacia el techo, era un enorme traga luz que permitía ver el cielo, de este colgaban lámparas en diversos tamaños de largo, lámparas en blanco y negro que podían dar distintos colores de luz. Era más de lo que había imaginado, más allá del cuento de hadas.

- P-e-r-f-e-c-t-o – Zel enmarcó cada letra de la palabra.

- Chicos… - comencé titubeante – No nos queda nada más que agradecer –

- Yo se como me puedes agradecer amor – Georg utilizó el tono pícaro comenzando a derretirme con sus besos por toda mi cara.

- Hey hey ¡! Tranquilos ¡! Un `` Gracias ´´ es un agradecimiento suficiente – interrumpió Zel jalando de mi hombro para separarnos.

- Jajaja ops ¡! – Mostré una falsa inocencia – En verdad, esto es más que un sueño hecho en realidad –

- Nos gusta complacer a las personas que queremos, puede sonar superficial, pero nos gusta mostrar nuestro afecto a través de cosas porque nos cuesta un cuanto de trabajo decir un `` te amo ´´ - Bill entreveró los dedos de sus manos entre el cabello chino de Zel.

- Es correcto. Hay veces que las acciones dicen más que las palabras – suspiré echándole un último vistazo al salón. Las puertas de este se cerraron a nuestras espaldas. Sólo existía una palabra que lo podía describir: Perfección.

………………………

De regreso a las suites, Tom y Andreas nos alcanzaron en el pasillo, jalaron con brusquedad a Geo y a Bill hacia uno de los cuartos; nosotras sin darle importancia, seguimos nuestro camino hacia mi habitación. Zel cerró la puerta recargándose en ella y yo me quité con cierto alivio las alpargatas que llevaba puestas, un gran grito con las palabras `` Sorpresa ´´ desde la suite en donde Geo y Bill se encontraban nos llamó un poco la atención y nos hizo curiosear.

(Narra Georg)

- SORPRESA ¡! – escuché las voces de todos los chicos incluyendo a David, John y Gordon cuando Bill y yo entramos a la habitación.

- Que es una boda sin una despedida de solteros ¿? – dijo Tom abriendo una de las cervezas.

- Despedida de solteros ¿? – dijo Bill un poco asustado.

- Si eso es lo que dijo – confirmé.

- Vamos gemelito ¡! Relájate ¡! NO vamos a traer a bailarinas exóticas, es una despedida de solteros más relajada – Tom me lanzó con suavidad una cerveza, complacido la abrí y tomé un trago.

- Mas te vale Tom Kaulitz – Bill amenazó y más relajado prendió un cigarro. Unas cuantas partidas de `` X-box ´´ surgieron, todos jugaron incluso John y Gordon. Después de unas cuantas cervezas, decidimos no tomar más. Teníamos que estar sobrios para nuestra boda. La plática surgió…

- Cuídame a mi Koni e Georg ¿? – John me dio una palmadita en el hombro – Es una niña, bueno, una mujer muy sensible –

- La cuido como a nada en este mundo – contesté decidido, y es que era la verdad, Koni se convirtió en todo para mi; todo era perfecto en ella; sus ojos grandes cafés, sus labios carnosos, su cabello largo y el color de este en un rubio castaño; todo. Toda ella era un encanto.

- Te doy consejos; nunca la presiones mucho, no la apresures, no le cambies los planes, no la dejes reír sola, no la dejes llorar sola, nunca la hagas sentir menos y sobre todo… nunca la engañes, no le tomes el pelo – John dijo todo eso en un soplido; se notaba que conocía bastante bien a Koni, se notaba que la quería.

- Nunca – dije aceptando y continué con la pequeña fiesta. Andreas tomó un poco demás, no llegó a estar ebrio pero se puso bastante `` feliz ´´. Hizo la imitación perfecta de Michael Jackson y John Travolta, la cual por supuesto Tom grabó para más tarde utilizar ese material en su contra ja. La fiesta transcurrió entre risa y risa y entre recuerdos por igual.

(Termina de narrar Georg)

Cuando me quité por completo las alpargatas me tumbé en la cama, un cuanto agotada de haber caminado hacia el salón. Supuse que el `` Sorpresa ´´ proveniente de la otra habitación se debía a una pequeña fiesta que habían creado, como una despedida de solteros. Zelt se tumbó junto a mí y sacó su celular, me lo puso en frente de los ojos y noté en la pantalla la primera foto que nos habíamos tomado con los chicos, aquella en el hospital, cuando nos conocimos. Sonreímos juntas y la abrasé…

- Mañana nos vamos a casar hermanita – no pude evitar que una lágrima emprendiera viaje por mi mejilla. La diferencia de temperatura con mi piel y la de Zel me hizo titubear un poco.

- Mañana – ahora ella lloraba también. Era algo extraño, ella era más fuerte. No acostumbraba llorar, el hecho de que sus ojos se atiborraran de lágrimas era algo único.

- Mañana se casan hermanas – Angie nos escuchó y corrió desde la pequeña salita hasta la cama, se tumbó junto a nosotras. Compartimos lágrimas y recuerdos.
Un rato después llegaron Marie, Simone, Mayiss, Sam y Catalina, creamos una mini despedida de solteras espontáneamente. Nos acompañamos junto algunos litros de helado, películas, fotografías. Mayiss nos regaló el kit de lencería; el de Zel en negro y el mío en blanco, tenía finos encajes y la liga que no podía faltar. Los recuerdos daban un cuanto de nostalgia. Sonreímos y pasamos un buen rato; solo unas horas y me casaría. Unas horas y nuestra unión sería permanente; unas horas… y la boda sería un recuerdo más.


Hola !¡
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, ya que es el penúltimo de `` Trama Irrepetible´´ . Bueno, les tengo una sorpresa asi que mañana (02/08/09 Lunes ) l@s espero por aquí si quieren descubrir el regalo ^^ Gracias en verdad! Hasta mañana! besucoz!

Konii

1 comentário

Daniela Camelo dijo...

mui
buen capitulo
cm todoz!!!

wiiii

amo las
sorpresas

:p

biie

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