jueves, 4 de junio de 2009

Cáp.27: Esperando... y Pensando

De un momento a otro se creó una epidemia de palidez y rostros petrificados; absolutamente todos parecían a punto del desmayo; ni un solo sonido.
Era tan fácil descifrar que algo estaba muy mal, extremadamente mal en realidad.
Sentí las nauseas que ya hace bastante tiempo no tenía; aquellas me ocurrían constantemente en México; era por nervios, angustia…

- Que sucede ¿? – rompí el silencio incómodo y preocupante.
Nadie se molestó en contestar.

- Chicos… díganme que esta pasando – continué al no escuchar respuesta de mi pregunta anterior.

- Por favor ¡! Contéstenme ¡! – elevé mi tono de voz.
Zel, Bill y Tom seguían en la misma posición… sus ojos en los diagnósticos y sin ni siquiera parpadear; Gustav movía los ojos de un lado a otro; Georg se sentó con un movimiento brusco en el sillón y posó una mano en su cabeza; Alan caminó silenciosamente hacia el balcón sin ninguna expresión en el rostro; incluso Zaky y algunos chicos del VSD que ya se encontraban en la habitación lucían impactados.
A pesar de tanta gente ahí, no obtuve ni una respuesta…

- CONTESTENMÉ ¡! – me alteré; Zel sólo dio un pequeño brinquito a respuesta de mi grito, pero aún así seguía en la misma posición que los gemelos.
Ya a estas alturas de la situación estaba más que desesperada; tomé impulso y traté de levantarme de la cama, pero fue inútil, todavía no tenía la fuerza necesaria.
Por fin Geo fue el primero que reaccionó…

- Amor… las cosas no están nada bien – me dijo en un tono un poco difícil de escuchar.

- Hay no ¡! Enserio ¿? Me lo juras ¿? – utilicé el sarcasmo completamente para decir la frase.
Georg se sorprendió un poco de mi agresividad; noté que lo puse peor.

- Geo… Geo perdón, lo siento – me disculpé – Lo que sucede es que estoy muy preocupada y angustiada ¡! –

- No te preocupes nena – me respondió acercándoseme.

- Ahora si… Me podrían decir que rayos sucede ¡! – volteé a ver a todos; ya empezaban a reaccionar.

- Mmmm… no pasa nad… - dijo Bill con un tono entre cortado.

- BILL ¡! – Lo interrumpió Tom fuertemente – Hay que decir las cosas como son ¡! CLARO QUE PASA ALGO ¡! Eso es obvio ¡!… y todo, absolutamente todo por culpa de la TARADA DE IVONNE – enloqueció Tom golpeando con su puño la pared, enseguida diciendo un gran repertorio de groserías.

- Explicaré todo de una vez ¡! ¡! ¡! – gritó Zel arrojando los diagnósticos al piso e interrumpiendo la descarga de furia de Tom. Zel seguía impactada, llorando por litros… era raro verla así de triste. Ella no acostumbraba a llorar tanto; era fuerte… y eso me preocupaba exageradamente.
Zel comenzó a aclararme todo…

- Como ya sabes Angie cayó de espaldas al momento que Ivonne la arrojó al suelo… así pegándose en la cabeza con el duro y destrozador suelo de mármol.
Es un golpe muy duro, lamentablemente puede ser mortal – hizo una pausa, emitió unos hippidos, tomó aire y continuó - Bueno el punto es que… es… am… Koni lo siento, no puedo continuar – me dijo rompiendo a llanto en gritos. Bill la tomo de la cintura y la guió hacia la puerta, ahí los dos salieron, con lágrimas que corrieron el maquillaje de ambos.

- Es algo muy malo verdad ¿? – dije unos segundos después de que la puerta cerrara. Me sentía como niña pequeña cuando se le muere alguna mascota… ella no está enterada aún y nadie le quiere decir, tal vez en cierta parte por miedo a la reacción.

- Yo continuaré – se postuló Tommy, quien lucía más pálido y muerto que un cadáver – El punto es que… Angie está en riesgo de tener un coagulo cerebral – todos bajaron la mirada para evitar ver mi reacción.
Dos pequeñas lágrimas que cayeron de cada uno de mis ojos, quemaron la piel de mis mejillas.
No pude emitir ni sonido, ni grito, ni palabra, ni mirada, ni reacción alguna.

- Koni… se que es una de las cosas más duras que estas pasando, pero recuerda que no es seguro ¡! ESTA EN RIESGO más no es un echo – Gustav trató de apoyarme; pues al igual que todos los demás se extrañaron al no notar ninguna reacción de mi parte.

- Exacto Koni… sabemos que Angie es una persona muy resistente, y que seguro va a salir adelante ¡! – Georg trató de subir mi ánimo, dándome un pequeño beso; el cual me pudo dar aliento para hablar…

- Georg… se que el optimismo puede funcionar… pero a quien engañamos ¿? En este caso no – dije en un tono controlado, pero adentro de mi ser existía un completo caos – Esto es … es … UNA TRAGEDIA ¡! –

- Koni tranquila – se acercó Tom junto a la cama – Lamentariamente todavía falta una parte de la historia… -

- QUE ¿? ¡! – era imposible que algo que fuera pésimo, pudiera ser mucho peor :S.

- Mira, el riesgo de que se forme un coagulo en su cerebro… es que esto causaría un retraso mental… o aún peor… la muerte – agregó Gustav dando unos pasos hacia la puerta, después salió de la habitación. Estaba claro que se encontraba aturdido, confundido y triste como todos.

- Esto es imposible ¡! ): - Dejé caer mi cabeza en lo más profundo de la cama y el llanto empezó. Georg, Tom e incluso Alan se sentaron en las orillas de la cama a consolarme.
Levanté un poco la vista, y noté que los ojos de Tom escurrían unas cuantas lágrimas, las cuales él las trataba de ocultar con la gorra.
Estuvimos cerca de una hora ahí, llorando todos, consolándonos mutuamente.

A pesar de que todos me habían tratado de hacer entender que yo no tenía la culpa, aquella todavía permanecía un poco.

……………

- Hola a todos… - dijo David entrando a la habitación junto con Zel, Bill y Gus.

- Hola – respondimos a poca gana.

- Miren chicos y chicas… seré muy breve. Sabemos todos que la situación de Angie esta completamente fuera de control, y médicamente también. Por estas razones tenemos que darle todo nuestro apoyo incondicional que podamos… pues… le están sacando radiografías para observar si existe el temido coagulo, y en unos cuantos minutos nos darán los resultados – concluyó David, a la vez que tomaba asiento en uno de los sillones aún disponibles.

El silencio volvió a reinar. Bill le cantaba cariñosamente al oído a Zel, con intentos de subirle el ánimo; lo cual funcionaba un poco.
Alan se encontraba platicando con Gustav y David; Georg me hacia cariñitos y jugaba un poco con un mechón de mi cabello; pero en cambio Tom permanecía solo… su mirada la irreconocía, por primera vez lo veía triste.

Los minutos se comenzaban a convertirse en años, y la tensión y nervios aumentaban cada vez más.
Todos nos encontrábamos ahí, simplemente Esperando… y Pensando.

seja o primeiro a comentar!

Publicar un comentario