Cáp.20: Bajo la Lluvia

Las palabras de Geo, fueron como si me inyectaran 100 kilos de felicidad, pero sin dolor, simplemente un impacto de amor.
Al decir que yo era su chica ideal, las imágenes de él e Ivonne se fueron difuminando de mi mente como por arte de magia.
En la profundidad de sus verdes ojos, se notaba la sinceridad con que decía estas palabras. El momento era un cuanto confuso, pues la felicidad abarcaba gran parte de mi cuerpo, pero esa rara sensación de inquietud permanecía…

- Mi chica ideal… perfecta; fui un completo estúpido al dejarte volver a México, por suerte regresaste… y tengo la extrema curiosidad de porque lo hiciste ¿? – Georg me tomó una mano con delicadeza y la besó.

- Extrañaba a todos los chicos, a mis amigas… pero aunque lo negué antes… me estaba muriendo por dentro de tanto extrañarte señoriíto Listing – las lágrimas se desbordaron de mis ojos, pero guardé la calma, y bajé la mirada al piso.

- Koni, te amo… - En un abrir y cerrar de ojos, volvía a sentir un beso de Geo, tierno, cariñoso, profundo y tranquilizante. Era una sensación que desde hace unos días atrás no recordaba.
Me despegué repentinamente, estaba confundida… Georg se extrañó de mi comportamiento…

- Pero, aún no logro entender… porque le correspondiste el venenoso amor de Ivonne ¿? – al decirlo, noté que esa era la inquietud que toda la noche me había estado acompañando.

- Umm… esa bruja ¡! Me enredó en sus redes asquerosas de ``amor ´´ me hizo creer que todo era mejor con ella que contigo, y yo con mi estúpida soledad y tristeza que tenía, la besé – Geo dijo eso con un poco de trabajo, y muriéndose de la rabia por atacar a Ivonne, y sinceramente yo sentía lo mismo.
Le había lavado el cerebro a Georg, se había aprovechado de mi partida, como decía David, ella estaba haciendo de las `` suyas ´´.
Geo olvidó por unos momentos la mala situación con esa mujer, y me besó de nuevo, un beso pícaro, un poco atrevido.

- UY UY UY ¡! TSSS… EL AMBIENTE SE PONE CALIENTE HOMBRE ¡! – Tom le metió un ligero codazo a Geo, interrumpiendo nuestro momento ¬¬ , Angie reía acompañada del brazo de Tom, Bill y Zel estaban abrazados, y Gus caminaba prácticamente dormido xD, todos salían del Casino.

- Ja ja ja ja … listos para partir ¿? – pregunté a todos.

- Si ya vamonos Koni ¡! Aquí hay demasiada gente para `` aprovechar ´´ mi tiempo con Angie ¡! – Tom se quejó, a lo que Angie soltó una risita torpe, y Zel abrió los ojos asombrada xD.

- Ok calenturas ¡! xD – le metí un pequeño zape a Tommy.

- mira quien habla – Tom bromeó.

- Koni… Por cierto, ese chico Alan se despidió de ti, dice que te llamará para invitarte a una cita – mencionó Bill dirigiéndonos hacia la camioneta negra.

- Umm… no lo creo – Geo me abrió la puerta de la camioneta, estaba celoso, era tierno cuando decía ese tipo de frases ^^.

- Esta vez manejo yo chicos ¡! – Tom les dijo a los chicos del VSD que siempre nos acompañaban, ellos sonrieron, pues estaban agotados.

En el camino hacia el Hotel, Bill me explicó que debido a que no sabían si yo volvería, no ordenaron otra habitación, y que ahora dormiría con Georg :D.
Bill y Zel platicaron con Geo y yo todo el camino sobre temas diversos, como sus próximos planes de vida.
En cambio Tom y Angie, no se estaban esperando mucho que digamos a llegar al Hotel para `` aprovechar ´´ su tiempo xD lo cual casi nos causa un accidente, pues Tom iba al volante; Gustav estaba completamente dormido y acurrucado en uno de los asientos de la camioneta, lucía como un bebé.
Una vez que llegamos al Hotel, Tommy no se paró en el estacionamiento, siguió avanzando con la camioneta a un lugar del Hotel que hasta Angie y Zel desconocían.

- Amor, ya te pasaste el estacionamiento… - le dijo Angie en el asiento de copiloto al ver el desviamiento que la camioneta había tomado.

- Sí, ya lo sé… les tenemos una pequeña sorpresita chicas – Tom miró por el retrovisor a Bill y a Georg, quienes le respondieron con un guiñó de ojo.

………
- Sorpresa niñas ¡! – se dirigió Georg ayudándonos a bajar a cada una de la camioneta.

Los chicos nos habían llevado a un jardín del hotel que estaba completamente solo, era hermoso; estaba especialmente decorado.
El jardín era inmenso, muy verde, el pasto estaba recortado a la perfección, y había un gigante árbol Sauce llorón en medio, el cual tenía pequeños destellitos en sus ramas, como pequeñas lucecitas de un tono de luz amarillezco, bastante romántico.
Alrededor de este árbol, nacía un pequeño río en forma de círculo, así obviamente rodeando al Sauce; contenía pequeños pececitos que despedían una franja de luz en sus aletas tipo neón, de diferentes colores cada una de sus luces. Había un caminito de finas piedritas desde el punto de donde estábamos hacia el árbol; y el toque final de la maravillosa sorpresa, eran pequeñas velas encendidas esparcidas por todo el césped del jardín. Parecía un escenario de cuento, más que hermoso.

- Esto es inexplicable… - dije en estado de shock, nunca me habían dado una sorpresa tan espectacular.

- Chicos, no podríamos agradecérselos ni diciendo Gracias por un millón de años – Angie estaba igual de sorprendida que yo.

- Solo una palabra… Hermoso – Zel compartía miradas con Bill tiernamente.

- Bueno… para las tres chicas más hermosas del planeta, y posiblemente del universo – Bill dijo esto con una sonrisa más que inmensa en su rostro.

- Y Gustav ¿? – Angie le preguntó a Tom haciéndole un cariño.

- Hay que dejarlo dormir nena ja ja – le contestó su novio.
Ahí nos encontrábamos todos mirando el Jardín mágico, cuando posiblemente las mentes de los seis se conectaron, y sin razón todos empezamos a correr libremente y divertidos por el jardín, sonreíamos, reíamos.
Era de esos momentos que no quieres que nunca acaben, que se queden así por siempre, o por lo menos, todo el tiempo posible.
De reír y correr como niños nos acostamos todos con nuestras respectivas parejas, y empezamos a observar las estrellas. Aunque el momento era bastante cursi, no era empalagozo, me agradaba, pues Geo volvía a estar conmigo.
Ahí tumbada en el fresco pasto con el amor de mi vida, y mis mejores compañías, sentí unas cuantas gotas de agua en mi cara; cuando reaccioné la lluvia se desató.

- Ja ¡! Llueve ¡! – Bill le dijo esto a Zel, levantándola con cariño del pasto y empezando a brincar libremente como al principio, enseguida Georg y yo nos les unimos, y unos segundos después lo hicieron Angie y Tom.
Aunque la lluvia helada nos empapaba, no le dimos importancia, nos reíamos de felicidad, y corríamos; el humo de las velas apagadas por el agua formaba curiosas figuras en el aire, haciendo extrañamente el momento aún mas lindo.
Georg me detuvo cariñosamente, y debajo del Sauce, unió sus labios con los míos, haciendo sentir el calor de su piel a comparación del agua, refugiándome, y tomándome delicadamente de la cadera; de nuevo conmigo, de nuevo nuestros sentimientos volvían a unirse, ahí justo Bajo la Lluvia…